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19 mayo 2014

Roland Garros, allá voy...

Descorchó con la izquierda, por las dudas...

Ese es el mensaje que parece haber dado Novak Djokovic luego de coronarse en Roma ante el N°1 del mundo y campeón defensor, Rafael Nadal. El serbio llegó a la capital italiana con dudas sobre como respondería su muñeca derecha, lesión que padeció en Monte Carlo y que le impidió disputar Madrid. Partido a partido fue sintiéndose más cómodo, sin dolores ni molestias, yendo de menor a mayor en cuanto a su rendimiento. Lo mejor de su repertorio lo mostró en la final y dejó bien en claro que Roland Garros no será tarea fácil para el ocho veces campeón y que deberá superar al actual N°2 del mundo si quiere seguir reescribiendo la historia. "Nole" está listo para completar su propio "Grand Slam". ¿Podrá?

Radek Stepanek fue el primer rival de Novak en Italia, obstáculo que sobrepasó sin inconvenientes. Fue al único que derrotó en sets corridos porque desde octavos de final, todos los partidos necesitaron tres sets para decidir al ganador. Primero Philipp Kohlschreiber, que no aguantó el ritmo, luego David Ferrer en un encuentro de mucha intensidad que supo destrabar, y en semifinales vino de atrás para vencer al peligroso Milos Raonic que lo tuvo a maltraer con el servicio, hasta que se topó en la final contra Nadal.
Tipsarevic y Troicki colaborando. Foto vía @FueBuena
En medio del camino al domingo, desde Serbia llegaban noticias nefastas. Las intensas lluvias sobre los balcanes provocaron la peor inundación en Serbia de los últimos 120 años. A penas se enteró de lo ocurrido en su país, Djokovic se comunicó con amigos y familiares, dialogó con Zimonjic que también estaba en Roma para ver de que manera ayudar a su país. También se contacto con su amigo Troicki y con Tipsarevic que retrasó su vuelo a Dusseldorf (Janko vuelve al circuito en Alemania luego de ocho meses de ausencia) para ayudar llevando provisiones a un centro de evacuados junto a Viktor. Al derrotar a Raonic en la semifinal dijo en conferencia de prensa: "Tratamos de mostrar al mundo lo que está pasando porque no se dan cuenta de la gravedad de la situación. Tenemos un país que sufrió mucho en los últimos 20 años, es importante obtener ayuda”.

No solo fueron llamados, preocupación y solidaridad para con su Serbia natal sino que al coronarse en el último Masters1000 sobre arcilla de la temporada, el campeón donó el cheque recibido (€ 549 000) para las víctimas afectadas por las inundaciones que fueron más de 1,6 millones de personas las damnificadas, con al menos 48 muertos hasta hoy, una tragedia vivida en Serbia y Bosnia. Un gesto solidario de un comprometido deportista, preocupado y a la vez enfocado en el certamen, una tarea difícil que pudo sobrellevar y terminar como campeón en Italia.


La sombra que fue en Mónaco quedó atrás.

Nadal llegaba a la final con tres de sus cuatro partidos a tres sets, algo que no sucedía desde el 2005, lo que muestra el nivel tenístico y de confianza de Rafael durante esta gira. Anormal para sus rendimientos durante esta parte de la temporada, así y todo se metió en la final de otro Masters1000. Pero a diferencia de su rival en la final, en semifinales "Rafa" deslumbró. Jugó un partido casi perfecto contra un Dimitrov que no pudo ni supo arrimarse nunca en el marcador. Su tenis fluyó como años anteriores sobre la superficie naranja, y que mejor que hacerlo un día antes de la definición por el título.

Como gran parte de los partidos entre ellos, la final fue un ida y vuelta de momentos. Djokovic salió a tratar de atacarlo, muy agresivo, y a pesar de no sentirse cómodo y perder el primer set, siguió con la misma táctica, confió en su juego y pudo dar vuelta el marcador. Set por lado y quiebre arriba, parecía que el serbio se llevaba el trofeo pero para variar, Nadal provocó una levantada que le permitió luchar y mantenerse en juego. Pero "Nole" era más. Volvió a quebrar para adelantarse en el set final y cerrar el partido 4/6 6/3 6/3. El resultado volvió a coronar al serbio en la capital italiana y sumó otra frustración más del español durante la gira previa a Roland Garros.


Igual que en 2011

Por primera vez, el de Manacor se vio superado en cuanto a nivel, en sus cuatro torneos previos a París. En Monte Carlo cayó ante Ferrer; en Barcelona contra Almagro; ganó Madrid por retiro de Nishikori que lo vapuleó un set y medio hasta que su físico dijo basta, y la final de Roma, cedida a manos de su gran rival de los últimos años, Novak Djokovic. Es verdad que su nivel mejoró mucho en comparación de las primeras rondas y de los torneos anteriores, pero nunca había llegado a Roland Garros levantando un solo trofeo en esta gira. A pesar de este presente, junto al nacido en Belgrado son los dos máximos favoritos para el segundo Grand Slam de la temporada, con pronóstico reservado en una hipotética final.

"Ha sido una gran semana, considerando como estuve semanas atrás con mi lesión en la muñeca porque no sabía cómo respondería. Por suerte jugué sin dolor, mejorando el nivel de mi juego con el correr de la semana", atrás los dolores que lo alejaron por unas semanas del circuito ATPDjokovic agregó: "No subestimo a ningún rival y menos a Rafa que es el mejor jugador en la historia en arcilla. No sentí que tenía el partido en mis manos, pero sí tengo la confianza en mí mismo y mis destrezas. La fortaleza mental y la experiencia me ayudaron a mantenerme calmado y jugar los tiros correctos en los momentos precisos".


Fotos por doquier

Djokovic aumentó su récord en Masters1000 a 19-10 en títulos y un saldo de 218 victorias, sexto en la lista de los más ganadores, encabezada por Federer (295) y Nadal (281). Roma significó su tercer título de la temporada, todos M1000, aumentando su récord a 24-3 en 2014. Este trofeo es el tercero en el foro itálico en cuatro finales y se acercó a "Rafa" no solo en los enfrentamientos personales (19-22) sino también en el ranking, con la posibilidad latente de arrebatarle el N°1 en Roland Garros. Acumuló su cuarto éxito consecutivo ante el trece veces campeón de Grand Slam, tras las victorias en Beijing 2013, el Masters 2013, Miami 2014 y Roma 2014, las cuatro en finales.

Daniel Vitale Pizarro

12 mayo 2014

Todo volvió a la normalidad

El camarógrafo, más "atacado" que Nishikori.

Kei Nishikori sacaba 6/2 4/3 15-30 cuando ante una contrapierna, el japonés quedó trabado durante el punto por un dolor que no le permitía desplazarse con normalidad, producto del cansancio y el esfuerzo. Su pierna izquierda, además de su cadera, no permitieron que Kei levantara su primer Masters 1000 en su primera final de la categoría. Con un trajín abultado siendo campeón en el Conde de Godó la semana pasada, ya había evidenciado problemas en cuartos de final ante Feliciano Lopez. Lo mismo sufrió contra David Ferrer, escollo durísimo que pudo pasar en semifinales. Pero la vara en la final estaba muy alta. Rafael Nadal llegaba a la final con victorias convincentes, especialmente ante Berdych en cuartos de final, su mejor partido del año en polvo de ladrillo, despejando las dudas de Monte Carlo y Barcelona.

Aquí pueden ver el momento cuando a Nishikori su físico le dice basta

El pupilo de Dante Bottini manejó el primer set a gusto. Condicionado por su estado físico, salió a dominar el encuentro, atacar cada bola y no estirar los puntos, situación en la que Nadal agiganta su figura. La estrategia rozó las perfección hasta que su físico dijo basta. "Rafa", aun siendo vapuleado, intentó acercarse en el marcador y equiparar las acciones pero el futuro Top10 (será 9° a partir de hoy) estaba intratable desde la linea de base. A partir de ese momento (4/3 del segundo set para Kei), todo fue para Rafael. Siete games seguidos que desembocaron en el lógico abandono del nacido en Shimane priorizando su físico para no agravar la lesión, con un Grand Slam tan cercano en el tiempo. La victoria, inesperada hasta ese momento, llegó y como (casi) siempre, el título sobre la tierra naranja, fue una vez más para el "Rey de la arcilla".

Buen gesto de Rafa

“En el primer set, no es que me lo estaba poniendo muy difícil, me estaba pegando un paliza. Hoy la suerte estuvo de mi lado”, fue lo primero que dijo Nadal apenas tomó el micrófono al terminar el partido. "Es lamentable, lo siento por Kei. Yo pasé una situación similar en Australia, así que sé lo amargo que es afrontar un partido de esta manera", agregaba el campeón, aludiendo una vez más que lo sucedido en Australia no fue una derrota más en su curriculum y dejaba en claro que rendirse no existe en su diccionario: "Estaba siendo competitivo. Dentro de la negatividad que estaba pasando en el partido, me mantuve con mucha ilusión. Todavía tenía la energía para seguir intentándolo, aunque era bastante difícil".

Un desilusionado Nishikori contaba sus sensaciones luego del retiro: "Yo estaba haciendo daño cuando de repente no podía moverme ni podía saltar. Fue muy triste, sobre todo porque estaba ganando, jugando casi el mejor tenis de mi vida. Lideraba por 6-2, 4-2. Fue muy duro mentalmente para mí". Pero el finalista rescató el nivel demostrado y su presente en arcilla: "Hay un montón de cosas buenas. Va a ser muy emocionante Roland Garros porque nunca me había sentido así en tierra batida. Estoy muy seguro que cuando golpeo... voy en busca de los tiros ganadores. Puedo golpear desde cualquier lado, derecha o revés, por lo que tengo una muy buena sensación en tierra batida en estos momentos".
Totalmente contrariado el japonés.

El título para Rafael Nadal significó el número 63 en su palmares, 44 de ellos obtenidos sobre tierra batida, a dos del récord de Guillermo Vilas. Líder absoluto de Masters 1000 con 27 trofeos, alcanzó el enorme número 90 en finales alcanzadas en el circuito, 39 de la categoría 1000. En la capital española, esta corona fue la cuarta que levantó, tercera desde que se disputa en arcilla, obteniendo en 2005 su primer y único título bajo techo sobre cemento de su carrera. Además pasó a liderar la lista de triunfos en 2014 con un récord de 30-5. Números que crecen y aumentan de cara a la valoración final de un deportista que no solo es de los mejores de la historia de este deporte sino del deporte mundial.

Nishikori y sus logros también están haciendo historia. Fue la octava final ATP de su carrera con 24 años. Campeón en Barcelona y finalista en Madrid en semanas consecutivas, como premio se llevó ser el primer Top10 japonés en la historia a partir de hoy (9°). "Fue un gran objetivo para mí llegar al Top10, pero por ahora es sólo una semana. Espero poder mantener este ranking", mostrando que no quiere estar de paso en la elite del tenis. Y con Michael Chang en el banco, será uno de los rivales a vencer en Roland Garros, torneo que el norteamericano conoce muy bien.

Una mordida más.

A todos los número de Nadal le tenemos que sumar que por décimo año consecutivo, el de Manacor levantó al menos un Masters 1000 por temporada. Se encuentra sexto en soledad en cantidad de títulos en la historia, tras haberse despegado de Vilas (62), a uno de Sampras y Borg (64). Como N°1 del mundo llegó a la semana 134 en esa posición y la 32° vez consecutiva desde que retomara ese puesto en octubre del año pasado. Lejos aun se encuentra John McEnroe en el quinto lugar con 170 semanas como Monarca y el trece veces campeón de Grand Slam deberá defender Roma a partir del lunes y Roland Garros en dos semanas, si quiere seguir en la cima del tenis mundial.

Conferencia de prensa de Nadal luego de su victoria

Daniel Vitale Pizarro

31 marzo 2014

Renacer tenístico


Por desplomarse en el cemento norteamericano

La final del segundo Masters1000 del año comenzaba de forma atípica. Nishikori le daba el pase a la final a Novak Djokovic aduciendo una lesión en su izquiotibial izquierdo y Berdych, pálido en conferencia de prensa, amaneció con mucha fiebre y le entregaba el partido a Nadal para que esta vez, su cuarta final en Miami, sea la vencida. "Nole" y "Rafa" iban a definir el título en Florida sin haber jugado las semifinales, algo inédito en la ATP. El duelo 40 entre ambos, la rivalidad más extensa de la historia, sucedía sin partido previo, incluso con Novak sin disputar tampoco su partido de tercera ronda frente a Florian Mayer, también lesionado.

Djokovic, campeón en Indian Wells la semana pasada, parecía haber reencontrado el rumbo de su tenis gracias a la victoria ante Federer, con la confianza suficiente para revertir su flojo comienzo de año. Flojo para el jugador que es N°2 del mundo más los títulos y récords que ya conocemos. El domingo, todo su repertorio tenístico funcionó casi a la perfección, recordando al "Nole" versión 2011. Sólido con su servicio, bien metido dentro de la cancha con reveses paralelos y cruzados que lastimaban una y otra vez a Nadal, que nunca encontró respuestas para revertir la situación. Djokovic tuvo el control todo el tiempo, sin sobresaltos y muy enfocado en su objetivo. Así se llevó por segunda vez en su carrera el doblete Indian Wells-Miami, igualando a Roger Federer que también lo consiguió en años consecutivos (2005-06), siendo ambos los únicos en obtenerlos en dos ocasiones.


Otra final perdida en Miami...

Para Nadal fue todo negro. Jugó corto, sin explosión en sus piernas ni en sus tiros. Nunca pudo poner en aprietos a su rival y lo pagó (3/6 3/6). Fue su cuarta final aquí, todas perdidas: 2005 contra Federer, 2008 ante Daydenko y 2011 y 2014 frente a Djokovic. Junto a París, son los únicos dos Masters 1000 que le faltan al mallorquín para completar los nueve diferentes (tiene al menos una final en todos). Tampoco pudo ser el primer español en levantar el trofeo en Key Biscayne, tras las derrotas de Bruguera en 1997, Moyá en 2003 y Ferrer la temporada pasada. Un karma para los ibéricos que deberán esperar como mínimo un año más para intentar sumarlo a su palmarés.

Novak, en contraposición con Rafael, obtuvo este título por cuarta vez en su carrera. El certamen de la serie Masters significó el 18° en su cuenta personal, superando la barrera de Andre Agassi y cerca de los 21 de Federer, el segundo en esta selecta lista (Nadal con 26 es el líder). 43 son los títulos ATP que consiguió el serbio de 26 años desde que es profesional, uno menos que Thomas Muster, el 14° máximo ganador en la historia de este deporte. A este ritmo será un tramite superar al austriaco y quien sabe a cuantos más.


2011 y 2014, mismas postales.

El historial entre ambos se acortó y quedó 22-18 para el de Manacor, aunque las últimas tres victorias se fueron para Serbia. En cemento los triunfos del serbio llegaron al doble (14-7), mientras que en polvo sigue dominando el español (13-3) al igual que en césped, aunque con escaso margen (2-1). En la antesala de la gira europea de polvo de ladrillo, el seis veces campeón de Grand Slam buscará no solo destronar a "Rafa" de cada torneo que pueda, sino completar su "Grand Slam" personal y coronarse en Roland Garros, certamen que le falta en sus vitrinas y que sabe que no será nada fácil con Nadal en el camino. El año pasado estuvo demasiado cerca en semifinales tras caer 9-7 en el quinto set. El certamen parisino será sin dudas su principal objetivo.

Una curiosidad que agiganta la figura de estos dos monstruos del deporte blanco es la hegemonía impuesta por ambos desde el regreso de "Rafa" a las canchas en 2013. Miami significó el décimo Masters 1000, más el Masters de fin de año, que obtiene alguno de ellos, con una seguidilla de cuatro consecutivos a favor de "Nole" (cinco si sumamos la Masters Cup). Lo que muestra una paridad enorme entre ambos y una diferencia con el resto que llama la atención. Y en los Grand Slam, Djokovic o Nadal están presentes en la final desde el US Open 2012 en forma consecutiva. Ellos dos y luego los demás...
Daniel Vitale Pizarro

24 febrero 2014

Una aplanadora en arcilla

Pensar que hace solo un año, en el mismo país pero unos kilómetros al oeste (San Pablo), Rafael Nadal lograba su primer título ATP luego de la lesión en su rodilla que lo alejó casi ocho meses de las canchas. Tras perder la final en Viña del Mar ante Zeballos, llegaba a Brasil con más dudas que certezas. A pesar de dejar sets en el camino ante BerlocqAlund, en la final acomodó su jugó y derrotaba a Nalbandian. Pero nada de esto ocurrió en 2014. Campeón en Doha y finalista en el Australian Open, llegó al ATP500 de Rio de Janeiro luego de bajarse del ATP de Buenos Aires por una lesión en la espalda que le impidió rendir al 100% en la final australiana.

Todo era color de rosa para "Rafa" hasta semifinales, donde un sorprendente Pablo Andujar (40° ATP), se plantó en la cancha central del Rio Open y le peleó de igual a igual al N°1 del mundo, invencible en arcilla. Un primer set lleno de aciertos de Pablo y errores de Rafael, sorprendían a todo el estadio. Primer set perdido en el certamen y primera vez en aprietos. "Rafa", bañado en transpiración, reaccionó a tiempo y el partido se fue a un tercer set, con un desenlace que nadie esperaba. Andujar sacó a relucir lo mejor de su repertorio con un Nadal que hacía lo que podía ante los ataques de su rival que estaba en SU día. Llegó el tiebreak y la tensión subía y subía. Ya era el mejor partido del año a tres sets, sin dudas. 
La muerte súbita fue un sube y baja, con todos los condimentos para sufrir y alegrarse, con match points que caían de ambos lados de la red, terminó con dos errores en la red de Andujar: un intento de drop en el 10-10 y una derecha que poco erró durante el partido.

La final fue un partido totalmente distinto, con "Rafa" dominando durante casi todo el encuentro, mucho más sólido, ante un rival con un patrón de juego poco predecible y peligroso, pero que había derrotado a Almagro, Fognini y Ferrer. Dolgopolov se quedó sin armas y cayó 6/3 7/6, a pesar de que pudo quebrar el servicio del español cuando sacaba para partido y forzó un tiebreak en el que poco pudo hacer. "Dolgo" sumo así su sexta final ATP y empeoró su récord a 2-4 en definiciones. La derrota no le impidió subir 18 posiciones en el ranking ATP (36° del mundo), lejos aun de su mejor posición allá por 2012 (13°).

El manacorí se manifestó luego de coronarse en Brasil por tercera vez en su carrera (Costa de Sauipe '05, San Pablo '13 y Rio de Janeiro '14): "Pablo (Andujar) jugó un gran partido en semifinales, jugando muy agresivo. Jugué demasiado a la defensiva y le di la oportunidad de tener el control de los puntos. No estoy muy contento con la forma en que jugué contra él, pero creo que en la final tuve la oportunidad de jugar con un poco más de calma, enfocado en ir a buscar los puntos. Jugué de una forma más sólida contra Alexandr (Dolgopolov)".
El título significó para Nadal el 62° de su carrera, misma cantidad que los obtenidos por Guillermo Vilas, séptimo jugador en cantidad de títulos en la Era Abierta (1968). 43 de esos 62 fueron obtenidos en tierra batida, solo superado por Vilas (46). Rafael consiguió esa cantidad de trofeos en 88 definiciones, desde su primera en Auckland 2004, diez años atrás. Y desde Umag 2003 no pierde una semifinal en polvo de ladrillo. Desde aquella derrota ante Carlos Moyá, el trece veces campeón de Grand Slams acumula 49 semifinales consecutivas en arcilla sin conocer la derrota, un número que deja perplejo a cualquier lector y aumenta aun más su supremacía sobre la superficie naranja. 

En la historia se ubica a tan solo dos trofeos de los 64 que ostentan Pete Sampras y Bjorn Borg, leyendas de este deporte. Y para agigantar más el presente del español, gracias al triunfo le sacó una diferencia en el ranking a Djokovic de 4000 puntos, su inmediato perseguidor. Para dimensionar la cantidad de puntos "de sobra" que tiene hoy Nadal, como ejemplo nos sirve Roger Federer, actualmente octavo en el escalafón mundial, que acumula en total 4305 puntos...

Su espalda, que no le permitió dar el máximo en Australia y le privó su llegada a Buenos Aires, no pareció molestarle durante la semana en Rio de Janeiro, a pesar de que por momentos pareció que no le respondió durante la semifinal ante Pablo Andujar. Sin dolores aparentes en la rodilla, las cintas se trasladaron a la zona lumbar. Los molestias, sean la que sean, son una constante para Rafael Nadal que durante toda su carrera ha tenido que luchar no solo contra los rivales sino contra sus propias lesiones, que no fueron pocas...

Daniel Vitale Pizarro

28 enero 2014

"El otro suizo"

Sampras sonríe más que Stan

El ranking (8°) y el nivel demostrado por Wawrinka durante 2013 y en Chennai 2014 (campeón) vislumbraba que de no pasar nada extraño, el suizo tendría un buen Australian Open. ¿Pero alguien hubiera apostado que Stanislas Wawrinka sería el campeón? La victoria ante Novak Djokovic (2°) en cuartos de final en un partido parecido al que disputaron el año pasado pero en octavos de final, fue el match que puso a "Stan" como candidato a la final tras ese 9-7 en el quinto en su favor (12-10 fue en 2013 pero en su contra). Dejó a Berdych (7°) en semifinales en cuatro sets, al igual que en octavos de final en US Open 2013. Gracias a esas dos victorias ante Top10, llegaba a su primera final de Grand Slam. Del otro lado de la red estaba Rafael Nadal (1°), con todo lo que implicaba eso.

El español llegaba a su decimonovena final de un Slam, con el aliciente de poder igualar a Pete Sampras en cantidad ganadas (14) y de ser el único jugador en la Era Abierta en coronarse dos veces en cada Major. En frente, Wawrinka disputaba su primera final de esta magnitud con trece derrotas en fila y ningún set ganado ante Nadal. Un reto no solo tenístico, sino físico y mental. Las ampollas en la mano izquierda que generaban incertidumbre durante gran parte del torneo, habían perdido importancia luego de la aplastante victoria en SF contra su rival de toda la vida, Roger Federer, en tres sets. En la final su problema no sería su mano, sino su espalda.
Esa espalda...

Un primer set brillante de "Stan The Man" dejó en claro que no había llegado hasta allí por pura casualidad. El segundo set también fue para el suizo pero ya aparecieron los dolores en la espalda de "Rafa", principalmente cuando servía. A pesar de eso, el balear se llevaba al tercer set, a fuerza de sacrificio y entrega, sumado a los nervios de Wawrinka que se encontró con un marcador muy en su favor ante Nadal en la final de Australian Open, mucha presión junta para un debutante en estas instancias. El cuarto set fue todo para #Stanimal (TT en Twitter) que a pesar de sacar 4-2 y perder su servicio, victima una vez más del nerviosismo, pudo llevarse el encuentro y ser el campeón del Abierto de Australia por 6/3 6/2 3/6 6/3.

"El año pasado perdí un partido loco, lloré mucho después del partido. Mucho ha pasado en un año, y aún no sé si estoy soñando o no... Lo sabré mañana en la mañana", fueron las primeras palabras del nacido en Lausanna luego de obtener su primer Grande, y agregaba: "Lo siento mucho por "Rafa", espero que esté bien su espalda. Es un gran tipo, un buen amigo y un tremendo campeón. Siempre es un placer enfrentarlo. Muy bien hecho por volver al N°1".

Un momento que jamás olvidará

La derrota de Nadal no fue una más en su carrera. Al igual que Roger Federer cuando derramó lágrimas en Melbourne ante el propio mallorquín, "Rafa" hizo lo mismo pero contra otro suizo, tras la impotencia de no poder rendir como durante todo el torneo, especialmente en su servicio, quizás el golpe que más evolución tuvo en los últimos meses. "En el peloteo sentí algo, mi espalda se quedó clavada. Me estaba limitando cada vez que sacaba, me sentía sacando muy bien, pero fue cada vez un poquito peor, hasta que no podía más. He dado todo lo que tenía en la pista, no tengo más. No puedo hacer nada más que irme a casa tranquilo porque he hecho todo lo que he podido. No he competido como me hubiera gustado", declaró "Rafa" tras un lagrimeo por la frustración.


Angustiado, el trece veces campeón de Grand Slam siguió dando explicaciones: "Era un partido bonito y yo venía jugando bien, sabía encontrar soluciones para luchar al límite, y ahora lo que toca es felicitar a Stan, que aparte de un buen amigo y tener una gran relación con él, es buena gente, y que gane este tipo de gente siempre es positivo. Estoy contento por él porque ha hecho un torneazo". Un caballero dentro y fuera de las pistas, como siempre.



Una imagen vale más que mil palabras

Stanislas Wawrinka se transformó en el segundo suizo en la historia del deporte blanco en ganar un Slam, algo que pone a la vanguardia a su país siendo la única nación con dos jugadores activos con ese palmarés. Stanislas está invicto en lo que va de la temporada al triunfar en Chennai y en el Abierto Australiano, 10-0 en 2014, con tres victorias a Top10. A los 28 años, apenas es su sexto título ATP, una suma escasa para el jugador que es, más allá del triunfo del domingo. El "suizo del año" (galardón que entrega el país desde 2002, que obtuvo Federer en 2003) ascendió cinco puesto dentro del Top10 para ubicarse por primera vez en su carrera como N°3 del mundo, por encima de Roger Federer en el escalafón mundial. De apellido polaco, hijo de padre alemán, madre suiza y con abuelos checos, junto a su nuevo entrenador Magnus Norman, el "otro suizo" hizo lo que Federer no pudo, vencer a Nadal en Australia.
Ilham Vuilloud (en las gradas), Alexia Wawrinka y Stan, juntos.

En 2011, Wawrinka decidió alejarse de su mujer Ilham Vuilloud (una reconocida presentadora de TV suiza) e hija para dedicarse 100% al tenis, sin distracciones, cansado de amenazar los puestos de vanguardia pero sin llegar a esos lugares. Doce meses después de esa experiencia, el nacido en Lausanna volvió a la paz de su familia y a creer que puede enfocarse en su "trabajo" sin despegarse de los suyos. Y vaya si esa "vuelta" dio sus frutos...

Daniel Vitale Pizarro

12 noviembre 2013

Superioridad serbia




La lucha por el N°1 sigue...

Transcurría 1h y 36m de juego. Una derecha invertida de Rafael Nadal ancha marcaba la victoria del serbio por tercera vez en el Masters. El español, al igual que en 2010, se quedaba con las manos vacías en la final. Aquella vez, el balear también llegaba como N°1 pero Federer impidió que sumara su único título pendiente, si hablamos de variedad de certámenes, porque en su palmares Nadal cuenta con triunfos en los cuatro Grand Slams, la medalla dorada de los Juegos Olímpicos y la Copa Davis. Ahora sumó una nueva final más en el Masters, torneo que seguirá siendo su "talón de aquiles". El único en la historia en lograr todos esos títulos distintos es, por ahora, Andre Agassi.

La parte final de la temporada 2013 tiene un solo nombre y ese es Novak Djokovic. El nacido en Belgrado no conoce la derrota desde la final perdida en el US Open ante Nadal. En el medio pasaron 22 victorias en fila: Copa Davis, Beijing (en semifinales perdió el número uno a manos de Nadal), Shanghai, París y Londres, con la posibilidad de aumentar ese récord en la final de la Davis. Checos y serbios cerrarán la temporada competitiva 2013 entre el 15-17 de noviembre en Belgrado ante los campeones defensores, República Checa. Y todo parece que nada ni nadie lo va a frenar.




Espejito espejito...

"Nole" finalizó una temporada ATP fantástica, solo opacada por el descomunal año de "Rafa". Es más, logró un título más que en 2012 y dos finales menos, con el aliciente de poder acumular su segunda ensaladera defendiendo los colores de su país natal, en la ciudad que lo vio crecer. El triunfo en el Masters fue el número 41 para el serbio, que con 26 años se va metiendo en la historia grande de este deporte. Ya acumula tres títulos de "Maestro" y 19 victorias, séptimo en la historia, lejos de las seis coronas y 44 victorias de Federer. Y lo hizo por segunda vez de forma invicta, superado solo por Lendl que lo logró en tres ocasiones y Federer en otras cinco.

A pesar de la derrota, Rafael Nadal concluyó el mejor año de su carrera. Participó en 17 torneos, fue campeón en diez, finalista en cuatro y semifinalista en otros dos. Solo cedió antes de semifinales en Wimbledon, primera vez en la historia del mallorquín derrotado en primera ronda de un Grand Slam. De esos diez títulos, dos fueron de Grand Slam (Roland Garros y US Open), cinco Masters1000 (Indian Wells, Madrid, Roma, Montreal y Cincinnati), dos ATP500 (Acapulco y Barcelona) y un ATP250 (San Pablo). Firmó un récord de 75-7 en la temporada, su tercera mejor marca en cuanto a victorias pero la primera que logró un dígito en derrotas, excepto temporadas cortas por lesión o en su adolescencia.


El mejor del comienzo y final de temporada

Estos números son la razón de que Djokovic, pese a su gran año, no haya terminado como número uno del mundo por tercer año consecutivo, algo que solo pudieron lograr Sampras (6), Connors (5), McEnroe/Federer (4) y Lendl (3). "Rafa" lo hizo una vez más, para asombrar una y otra vez al público. Tercer año en la cima (2008, 2010 y 2013, único que recuperó a fin de año dos veces el N°1 ATP) y si las lesiones se lo permiten, la lucha por el N°1 en 2014 con Djokovic no cesará y nos ofrecerá más batallas entre ellos.

Esta edición del Masters fue la primera desde 2007 en la que participaron tres jugadores con revés a una mano, un golpe en extinción. Federer y Wawrinka se encargaron de reivindicarlo accediendo a semifinales, a pesar de que ninguno pudo exigir a sus rivales. De aquel 2007 se repitieron Federer y Gasquet y se sumó Wawrinka por Fernando González. Por primera vez en la historia, dos suizos fueron semifinalistas del Torneo de Maestros, además de ser ambos (Roger y Stanislas) los únicos de su país en haberse clasificado alguna vez al certamen de fin de año.



Jamás perderá el espíritu competitivo


Roger Federer sigue estirando sus récords en la Masters Cup, a punto de romper todas las marcas. La victoria ante Juan Martín Del Potro (5°) para clasificar a una nueva semifinal fue el comunicado que le envió al mundo del tenis anunciando que está vivo y que su retiro no está tan cerca como algunos creen. Líder en títulos (6) y victorias (44), está a solo una participación de igualar a Andre Agassi (13). Ostenta una semifinal menos que las logradas por Iván Lendl (12) y una final por debajo del propio Iván (9). La leyenda viviente espera poder volver a Londres en 2014 para triturar los pocos récords que le quedan.


Daniel Vitale Pizarro

07 octubre 2013

Objetivos casi cumplidos



¿Copa Libertadores?


Iniciaba el verano en Argentina en 2012. Juan Martín Del Potro, en medio de un alboroto por los rumores de su negativa a la Copa Davis 2013 por cuestiones que no vamos a analizar hoy aquí, anunciaba en una conferencia de prensa (improvisada) que durante la temporada 2013, no iba a representar a su país en el certamen por equipos, alegando una "mayor dedicación al circuito ATP, con el objetivo de dar el 100% en los grandes torneos y pelear por el Top5". Hoy, a casi un año de esa declaración y con solo cuatro torneos para que concluya el año tenístico, alcanzó el número cinco del ranking mundial...


De menor a mayor durante la semana, el tandilense se consagró campeón del ATP500 de Tokio tras derrotar en la final al complicado canadiense Milos Raonic 7/6 7/5. Tan solo una doble falta determinó que se llevara el primer set y un 0-30 en el final del segundo set, bastaron para que el argentino pegue en los momentos justos y se lleve el título, el tercero (todos categoría 500) en su cuarta final en 2013 (final de Indian Wells vs Nadal).


Declaraciones: Muñeca y revés OK
Pero para llegar a la final, Juan Martín tuvo que sufrir ante Baghdatis Dolgopolov en primera ronda y cuartos de final respectivamente, partidos ambos a tres sets. Recién demostró solidez en semifinales contra Almagro, partido muy intenso y parecido a la final, que supo sacar adelante con mucha actitud. La victoria le permitió ascender dos puestos en el ranking ATP y volver al número 5° del mundo, luego de tres años de ausencia en ese selecto grupo.

El trofeo en Tokio significó el tercero del año para Del Potro y el número 16 en su carrera, con un récord ampliamente positivo de 16-6 en finales. Junto a Vilas, Clerc, Jaite, De la Peña y Arguello, son los únicos argentinos con récord positivo en finales ATP, de un total de 26 ganadores distintos en la "Era profesional". Además, pudo con Raonic que lo había eliminado de Montreal meses atrás, luego de la polémica "tocada de red" de Milos que posteriormente aceptó en rueda de prensa.

Dejó de ser un "saquedependiente" pero...


Raonic emparejó su récord en finales ATP (5-5) en su cuarta definición de 2013 (2-2). El nacido en Podgorica (Montenegro), pero que representa a Canadá, quedó décimo en la "Carrera a Londres", a un puesto de la clasificación al Masters por la baja de Andy Muray (3°), y número 11° en el ranking ATP, demostrando una regularidad que hasta hoy no había sostenido. Luego de la final en Tokio, dijo: "No hay mucho por lo que estar triste. Tuve mis chances y dejando de lado una doble falta y un par de puntos, no pude hacerlo mejor". Simple como su servicio.

Por su parte, el campeón tuvo palabras para su rival: "El juego de Raonic ha mejorado muchísimo desde que llegó a la final en Montreal. El partido de hoy fue realmente muy parejo y se podía definir para cualquiera de los dos en muy pocos puntos. En el último juego pude jugar buenos puntos y puede cerrar el partido ahí, porque sino iba a ser mucho más complicado".


Sabor agridulce


En Beijing (China), Rafael Nadal logró lo que vino insinuando desde su regreso triunfal, allá en febrero en San Pablo ante David Nalbandian: volver al número uno del mundo. En la final cayó ante Novak Djokovic y perdió su invicto en canchas duras en 2013. "Rafa" debía llegar a la final para no depender de nadie y recuperar la cima del escalafón mundial. Y eso fue lo que hizo. Djokovic aumentó su récord a 19-0 en Beijing, campeón las cuatro veces que se presentó en la capital china (2009-10 y 2012-13). El serbio no derrotaba al español desde la final de Montecarlo, tras perder en los últimos tres enfrentamientos entre sí.



Daniel Vitale Pizarro

10 septiembre 2013

Imparab13


Djokovic mira como Nadal se desploma de alegría


Eliminado el "Super Sábado", la versión 2013 del US Open, como sucede desde 2008, se disputó el lunes. Pero esta vez el motivo no fue la lluvia: la organización del torneo programó la final masculina para el primer día hábil de la semana, en supuesto beneficio de los semifinalistas, para que brinden un mejor espectáculo. Rompieron con la tradición en Flushing Meadows y trasladaron la final femenina al domingo. En la ilusión de los fanáticos de Sampras quedará la duda si con ese día de descanso, igualmente hubiera sido derrotado por Safin y Hewitt en 2000 y 2001, pero eso será debate de otra nota.


Nadal y Djokovic se enfrentaban por 37° vez, superando la rivalidad récord hasta este encuentro (McEnroe-Lendl) que casualmente también indicaba 21-15. A pesar de que Djokovic llegaba como el número uno del mundo, Nadal se presentaba como favorito luego de coronarse en Montreal y Cincinnati, sabiendo que el único jugador del circuito que actualmente puede vencerlo, es el serbio. El último antecedente entre ellos había sido justamente en Montreal hace unas semanas, con el marcador en favor del balear, 7/6 en el tercer set. Los otros dos enfrentamientos en 2013 marcaron una victoria por lado, ambas en polvo de ladrillo, recordando aquella final en Montecarlo que le quitó el reinado en el "Principado" de ocho coronas consecutivas a "Rafa".


Determinación: miren esa mirada...

El año de Nadal intimidaba a cualquiera y lo demostró en la final. Y Novak lo padeció, aunque tuvo su oportunidad... El español solo cedió cuatro veces su servicio durante todo el certamen y dos sets (tres quiebres y un set sufrió en la final). Salvo el cuarto set ante "Nole", los tres primeros parciales no muestran en los números lo cerrados y vibrantes que fueron. El mallorquín logró adjudicarse dos de esos tres sets para concluir con un cuarto set aplastante, que mostró la confianza del español y el momento que está viviendo. Sin lugar a dudas, el mejor Nadal de toda su carrera, que juega al mismo nivel, o quizá mejor, en polvo de ladrillo que en cemento. Imparable.


"Es quizás la temporada más emotiva de mi carrera. Ante uno de los mejores de la historia, actual número 1 del mundo, en su mejor superficie, debes ser casi perfecto para ganar", palabras del "Matador" con los ojos cristalinos de la emoción y agregaba sobre sus juegos de servicio que rozaron la perfección: "No hay una estrategia para salvar puntos de quiebre. Es una sensación del momento. Es un poco de intuición sobre la situación, jugar con determinación y elegir la opción correcta".


Nadal y los suyos, como siempre. Familia y grupo de trabajo.

No solo el juego marca que Rafael Nadal es el mejor tenista del año, a pesar de que se ubique como el número dos del mundo (cuestión de tiempo). Desde su vuelta al circuito luego de siete meses de inactividad, el nacido en Manacor disputó trece torneos, gritó campeón diez veces y fue superado en el último partido en dos ocasiones, ante Djokovic en Montecarlo y frente a Horacio Zeballos, allá por febrero en Viña del Mar. La tercera derrota fue en la primera ronda de Wimbledon ante Steve Darcis. Paradójicamente, en el mejor año del español, o camino a ser el mejor, sufrió su primera derrota en primera ronda en un Grand Slam. Curioso. En total en 2013 acumula 60 victorias y 22 partidos sin conocer la derrota en cemento. Así como lee, invicto en cemento, dos derrotas en arcilla y una en césped.


El finalista nacido en serbia también llegaba a esta definición con un palmarés más que envidiable durante la temporada. Tres títulos ATP (Australian Open, Dubai y Montecarlo) y finalista en Wimbledon, con el mejor récord en canchas duras en lo que iba del año 31-4, Djokovic era el rival que Nadal no quería enfrentar. En semifinales estuvo cerca de claudicar ante Wawrinka pero sacó chapa de número uno y logró el acceso a la final por cuarto año consecutivo y por quinta vez en su carrera, solo levantando el trofeo en aquel encumbrado 2011, justamente ante Rafael Nadal, su verdugo en 2010 y 2013.

La felicidad de Rafa ante la atenta mirada de Novak.

Tras la derrota, Djokovic en conferencia de prensa, contrariado consigo mismo por no cerrar ese tercer set en el cual estuvo 4/2 y luego 0-40 en el 4/4 con el saque de Nadal, reflexionaba y decía: "Es una parte de mi vida. Aunque caigas muchas veces como deportista, tienes que aprender la lección y seguir avanzando, seguir peleando y seguir mejorando. Para eso estamos aquí. Todavía tengo 26 años, y creo que el mejor momento de mi carrera aún está por venir. Lo siento así. Lo creo así". Un Crack.


El campeón del US Open 2013 alcanzó con este título las 60 coronas en el circuito ATP, igualando a Andre Agassi en el octavo lugar de los más ganadores de la historia. 13 de esos 60 títulos son de Grand Slam, superando los 12 de Roy Emerson (Era Amateur) y a solo uno de Pete Sampras. 17 ostenta Roger Federer, cifra aun lejos pero que mira de reojo, esperanzado de que su físico le permita arrimarse y porqué no, pasarlo. En el ranking, 120 puntos lo separan del número 1 del mundo, puesto al que volverá antes de fin de año casi con seguridad.


Abatido. Tendrá revancha...


Rafael Nadal igualó a Patrick Rafter y Andy Roddick al consagrarse campeón del "Grand Slam de cemento" tras coronarse al igual que los citados, en Montreal, Cincinnati y US Open. Además es el único jugador en la historia en lograr el Grand Slam de cemento y el de ladrillo: en 2010 ganó Montecarlo, Madrid, Roma y Roland Garros y lo mencionado en este 2013 en la gira norteamericana. Como tuiteó @davidjnadal: Imparab13...


Máximos ganadores de Grand Slam en la historia

Roger Federer - 17
Pete Sampras - 14
Rafael Nadal - 13
*Roy Emerson - 12
Bjorn Borg/**Rod Laver - 11
*Bill Tilden - 10

*Era Amateur

**Laver ganó 6 en Era Amateur y 5 en Era Abierta


Daniel Vitale Pizarro

20 agosto 2013

Una 'Rafa'ga de tenis

Una cuenta pendiente menos.

Agassi (1995), Rafter (1998) y Roddick (2003) eran los únicos tres tenistas que habían conseguido ganar Montreal y Cincinnati de manera consecutiva. Pero esa lista se agrandó esta temporada porque el español Rafael Nadal, el mejor jugador de la historia sobre polvo de ladrillo, se sumó a ese trío de nombres, luego de su victoria en Montreal ante Raonic y en Cincinnati contra Isner. Patrick y Andy, además levantaron el título en Nueva York para completar el "Grand Slam de cemento". ¿"Rafa" lo logrará?

Sobre la superficie más rápida al aire libre del circuito, Rafael Nadal se hizo fuerte en el calor de Ohio y gritó campeón, en un torneo que nunca lo había visto siquiera llegar a la final (SF en 2008 y 2009). Durante ambas semanas, se vio a un Nadal arrollador, quizá no demoliendo a sus rivales como en tierra batida, pero dando la sensación de que tarde o temprano, el partido lo iba a terminar ganando. Y así sucedió en el transcurso de los dos Masters 1000 del verano norteamericano. Agresivo, dominador desde el fondo de la pista, pero sobre todo, utilizando el saque como si fuera un especialista en la materia, tuvo que sufrir más de la cuenta en cuartos de final ante un Federer de gran nivel, pero que terminó cediendo (como casi siempre) ante el balear.

Alegría desbordante, y no es para menos.

En semifinales lo esperaba Tomas Berdych, que venía de atropellar a Andy Murray con una autoridad sorprendente. Pero la balanza se volvería a inclinar en favor del nacido en Manacor. La final fue un partido muy apretado en el marcador. Isner sacó como de costumbre y obligó a Nadal a tener que vencerlo en sendos tie-breaks. Sin quiebres por ambos lados, "Rafa" logró su primer victoria ATP sin tener una sola chance de quiebre durante todo el partido, una curiosidad que no deja de sorprender y agranda más su triunfo.

El español alcanzó la cifra de 59 títulos ATP, a solo una corona de Andre Agassi. Cincinnati significó el noveno trofeo del año, quinto Master 1000 (igualando la cantidad obtenida por Djokovic en 2011) y el 26° en su holgada historia, cada vez más lejos de su perseguidor en ese tipo de certámenes que es Roger Federer (21). El triunfo en Cincy fue el número 53 en lo que va de 2013 (tres derrotas) en doce torneos, en los cuales llegó a once finales. Sí, por más que lo repitamos todos los días, no deja de sorprendernos la efectividad, sea en arcilla como en cemento.

Isner, solo una amenaza.

Nadal dijo: "En Cincinnati nunca sentí que jugase bien, y este año la situación fue diferente". ¡Y vaya si fue diferente! Pasó de nunca jugar bien, a ser el campeón y de la forma en que lo hizo. Y "Rafa" agregaba su visión sobre las diferentes condiciones en los Masters 1000 del verano: "Ganar torneos consecutivos es difícil. Las pistas no son exactamente idénticas. Las condiciones meteorológicas no son iguales. Los rivales llevan tu cuerpo y tu tenis al límite. Es complicado, necesitas estar 100% concentrado durante dos semanas".

Campeón de los últimos cuatro Masters 1000, se convirtió en el primer tenista en conseguirlo. Desbordado de alegría, el español hizo hincapié en su nivel de juego, porque de otra manera no hubiera podido triunfar en ambas competiciones: "En pista de tierra no tengo que jugar mi mejor tenis para ganar. Sí debo hacerlo en pista dura. Por eso estoy orgulloso de mis últimas dos semanas. Nunca había hecho nada como esto en toda mi carrera, por lo que fue un momento emocionante por muchas razones distintas. Tras todos los problemas que he tenido, fui capaz de jugar dos semanas seguidas en pista dura al máximo nivel".

El número uno soy yo.

Novak Djokovic, que cedió en cuartos de final ante Isner, se convirtió matemáticamente en el segundo clasificado al Masters de fin de año en Londres, que vale aclarar, clasifican los ocho mejores de cada temporada. El ranking en lo que va del año, con Cincinnati incluido, quedó así:

1. Rafael Nadal - 9,010
2. Novak Djokovic - 6,770
3. Andy Murray - 5,430
4. David Ferrer - 4,540
5. Juan Martín Del Potro - 3,320
6. Tomas Berdych - 3,225
7. Roger Federer - 2,875
8. Jo-Wilfried Tsonga - 2,455

Daniel Vitale Pizarro