23 junio 2021

Big Djokovic

Podcast 'Golden Slam', episodio 02x09



Daniel Vitale Pizarro

15 junio 2021

El antihéroe

El antihéroe es el "personaje de una obra de ficción que desempeña el mismo papel de importancia y protagonismo que el héroe tradicional, pero que carece de sus características de perfección por tener las virtudes y defectos de una persona normal". Novak Djokovic encaja a la perfección en esa definición de diccionario. Políticamente incorrecto, el serbio no repara en buenas actitudes como su estatus en el circuito se lo "exige". Raquetas rotas, gestos agresivos, improperios al aire o asiduos pedidos al fisio, el serbio carece de la caballerosidad tenística tan aclamada por la prensa y los fanáticos, hidalguía representada tanto por Federer como por Nadal. Todo eso lo convierte en un tenista más terrenal, un modelo actitudinal de jugador común al que nadie se quiere parecer.

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Pero no siempre se comportó así dentro de una cancha de tenis. Su obsesión por ser el mejor lo llevó a querer ser también el más querido y en ese terreno las cosas no le salieron igual. El fanatismo del público por Federer-Nadal fue, es y será inquebrantable. El choque de estilos tenístico, físico, mental y de dominio de superficies, acompañado por una estética visual opuesta, fue un combo perfecto para el marketing que las marcas aprovecharon a la perfección. Disputar esas posiciones de privilegio no sería tarea sencilla tanto en lo deportivo como en lo comercial. A fuerza de resultados, 'Nole' se ganó con creces su sitio en la historia de este deporte pero el precio que tuvo que pagar fue altísimo, modificando inconscientemente su actitud tanto dentro como fuera de las pistas.

El serbio irrumpió en 2008 en un circuito monopolizado por Roger Federer y Rafael Nadal, pero no fue hasta 2011 que se metió en la discusión real de los grandes torneos. Desde esa temporada, el mejor tenista de los tres ha sido el nacido en Belgrado. Entre 2011-2021, Novak domina a Roger y a Rafael en enfrentamientos personales (37-17), títulos de Grand Slam (18-15), Masters1000 (31-28), Masters (4-1) y semanas como N°1 ATP (324-132), solo es superado en trofeos ATP en general (77-83). Además, Roland Garros 2021 le permitió ser el primer jugador en la Era Abierta en ganar al menos dos veces cada Grand Slam, un récord compartido con Roy Emerson y Rod Laver en toda la historia del tenis.

"Nunca pensé que fuera imposible alcanzar los Grand Slams de ellos. Aún falta, pero es uno menos. Así y todo ellos siguen jugando y lo están haciendo muy bien, sobre todo Rafa. Los tres tenemos nuestras oportunidades en Wimbledon y en el resto de los Grand Slams por lo que todos competimos por este récord asombroso y es algo que seguiré persiguiendo. Por el momento, seguiré haciendo mi propio camino y escribiendo mi propia historia", declaraba el diecinueve veces campeón de Grand Slam en conferencia de presa, con la Copa de los Mosqueteros sobre el pupitre pero con la mente en Wimbledon, el tercer gran evento del año.


Relajado, con la satisfacción del deber cumplido tras derrotar a Nadal en semifinales y a Tsitsipas en la final para ganar Roland Garros, Djokovic se enorgullece de sus logros pero no se conforma: "Definitivamente el viaje de mi carrera ha sido fantástico. He logrado algunas cosas que muchas personas creyeron que no eran posibles para mí. Ahora me encuentro en una buena posición para intentar conseguir el Golden Slam, pero en 2016 estaba en el mismo sitio y caí en la tercera ronda de Wimbledon. De todos modos, disfrutaré de esta victoria y en unos días pensaré en eso. No tengo ningún problema en decir que iré por el título a Wimbledon, donde tuve gran éxito en las últimas temporadas". 


Los años pasan y los títulos importantes se los siguen repartiendo entre el "Big3". Los jóvenes, mejores física y tenísticamente por el inevitable paso del tiempo, no logran vencerlos en las instancias finales de los Grand Slams. Aprietan, asustan y compiten pero se quedan a las puertas de una victoria. Y los ejemplos sobran en los último años: Stefanos Tsitsipas dominaba 2-0 en sets a Djokovic en Roland Garros 2021; Dominic Thiem adelantaba a Djokovic 2-1 en sets en el Australian Open 2020; Daniil Medvedev estuvo quiebre arriba en el quinto set ante Nadal en el US Open 2019... La presión que debe soportar un tenista es enorme y poder canalizarla es fundamental para ganar este tipo de partidos.

No es casualidad que el rendimiento baje al momento de cerrar un partido tan importante. La dificultad de ganar reside en poder jugar los puntos importantes como si no lo fueran, hasta el final del partido. Para eso se necesita una estabilidad emocional capaz de aguantar durante los momentos negativos para poder aprovechar los positivos, sin euforias que te quiten energía física y mental, aspectos primordiales en partidos a cinco sets. Djokovic administra como nadie la energía físico-mental en partidos extensos, exprimiendo al máximo sus cualidades y agotando a sus rivales. Cuando el encuentro es reñido, su mirada intimida, su determinación abruma y su juego se vuelve sólido como una roca. El que ríe último, ríe mejor, y Novak Djokovic apunta a eso para el final de su carrera.

Daniel Vitale Pizarro

08 junio 2021

Tenis técnico


"Las pruebas han demostrado que la tensión de las cuerdas (o el calibre o el material) no tiene prácticamente ningún efecto sobre los efectos. Aun así, los jugadores insisten en que consiguen más efecto. La respuesta puede ser doble. En primer lugar, como las cuerdas más tensas producen menos profundidad, el jugador golpea con más fuerza para recuperar la profundidad. Un swing más rápido producirá mayor efecto. La segunda explicación se basa en la ilusión del mayor efecto. Si la pelota abandona la raqueta más despacio con cuerdas tensas pero con el mismo efecto, el ratio efecto a velocidad será mayor y la pelota botará como si el efecto fuera mayor. Así, las cuerdas tensas no causan por si mismas que el efecto sea mayor, sino que hacen que el jugador cree un efecto mayor".

Extracto del libro "Tenis técnico. Raquetas, cuerdas, pelotas, pistas, efectos y botes" de Rod Cross y Crawford Lindsey (Paidotribo, 2009).

Rod Cross (Australia), físico y académico retirado de la Universidad de Sidney, y Crawford Lindsey (Estados Unidos), editor en jefe de la revista Raquet Sport Industry, publicaron junto a Howard Brody "The physics and technology of tennis" (2004), un tomo enciclopédico de 435 páginas repleto de gráficos, esquemas, diagramas y fórmulas sobre la física y la tecnología aplicada al tenis, una investigación incluida en el "Scientific American Book Club". Cross y Lindsey se propusieron convertir todo ese lenguaje complejo en un libro de divulgación científica, interpretable para la mayoría de los fanáticos del deporte que quieran adentrarse en el porqué de los golpes del tenis.

Dividido en cuatro capítulos (raquetas, cuerdas, pelotas y botes y efectos y trayectorias) en un total de 174 páginas, "Tenis técnico" es un libro que hace honor a su nombre. Destinado a seguidores del deporte más allá del espectador promedio del tenis, ofrece al lector información poco conocida sobre el costado científico del deporte, tantas veces menospreciado cuando se habla sobre el porqué de lo sucedido en una pista de tenis. Raquetas ligeras o pesadas, cuerdas tensas o flojas, efectos liftados o cortados o como una pelota viaja a través de distintos climas y bota de manera diferente dependiendo de la superficie, son algunos de los temas explicados al detalle en esta especie de manual escolar de tenis.

No hay que asustarse ni abandonar su lectura si alguna frase, fórmula o gráfico se torna difícil de comprender. Como verán en la siguiente explicación sobre los actores principales del tenis, la física aplicada al deporte no es un tema sencillo de entender a la primera lectura, a pesar de que lo autores hayan tratado de simplificar los análisis: "La raqueta suele ser cinco o seis veces más pesada que la pelota y un quinto o un sexto del brazo. Una pelota de tenis pesa 57 gramos, una raqueta 340 gramos y un brazo pesa unos 2 kilos. Existen muchas razones para este ratio de seis a uno (...) El estilo de swing más efectivo es aquel en el que el antebrazo es cinco o seis veces más pesado que la raqueta".

Otra definición curiosa es la expuesta en el apartado sobre los efectos: "El efecto solo depende de la velocidad de la cabeza de la raqueta en paralelo respecto al plano de las cuerdas (o las acciones equivalentes del swing a un ángulo más agudo o inclinando la raqueta). Esto se debe a que la fricción tarda más en hacer que la pelota muerda las cuerdas, tiempo durante el cual se genera el efecto. No se consigue más efecto con las cuerdas, solo con la técnica del golpe. Tu equipamiento puede hacer que golpees la pelota de forma diferente, y esto puede causar que el efecto sea mayor. Sin embargo, el equipamiento, directamente, casi no afecta al efecto, si es que lo afecta algo"."

Recomiendo leer "Tenis técnico" de Rod Cross y Crawford Lindsey, un libro que te sorprenderá con información que creías saber y de la que en muchos casos has estado equivocado durante mucho tiempo. Prologado por Howard Brody, director del departamento de física de la Universidad de Pennsylvania, en esta compilación encontrarás respuestas a las preguntas clásicas de los aficionados "¿cómo logro más potencia en mi juego?", "¿qué raqueta se adapta mejor a mi juego?", "¿qué debo hacer para jugar con más efecto?" o "¿cuán determinante es el calibre de las cuerdas?". En menos de 200 páginas, "Tenis técnico" te responderá tus inquietudes tenísticas cotidianas.

Daniel Vitale Pizarro
@otradoblefalta