Mostrando entradas con la etiqueta Dubai. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Dubai. Mostrar todas las entradas

28 febrero 2022

El tapado

A Andrey Rublev no se lo termina de tomar en serio. En una época en la que ganar un Grand Slam es el desafío más grande para un tenista fuera del Big3, el ruso no ha podido romper la barrera de los cuartos de final. Tampoco pudo ser campeón de Masters1000, la escala anterior en importancia del circuito actual, perdiendo dos finales la temporada pasada. Quizás por eso el público en general no termina de aceptar lo buen jugador que es. Independientemente de sus resultados, Rublev ha hecho méritos suficientes para merecer ser el actual número seis del mundo (cinco en 2021), sobre todo si hablamos de los ATP500, una categoría de certámenes en la que se siente como pez en el agua.

Embed from Getty Images 

Luego de un inicio de temporada algo irregular, el título en el ATP250 Marsella tanto en individuales como en dobles significaron las primeras alegrías del año para el ruso. Campeón ante Felix Auger Aliassime (9°), la final fue el único partido de los ocho que disputó en siete días, entre ambas modalidades, que pudo ganar en sets corridos, un desgaste físico y mental muy alto. Sin tiempo para descansar ni festejar, voló sin escalas de Francia a los Emiratos Árabes Unidos para disputar el ATP500 Dubai. Aterrizado en suelo árabe con la resaca de ser campeón dos días atrás en otro continente, su desempeño fue el de casi siempre en un certamen de esta categoría.

Y Rublev lo volvió a hacer en un ATP500. Décimo título ATP, cinco de ellos de categoría 500. Dueño del segundo récord de partidos consecutivos ganados (23) en ATP500 detrás de Roger Federer (28), Andrey no deja de sorprender a los espectadores por lo fuerte que le pega a la pelota. Presenciar un entrenamiento o un partido suyo en pistas bajo techo, es único. La intensidad que propone y la velocidad de bola que impone es de las más altas del circuito, muy difícil de aguantar para casi cualquiera, incluso también para el propio jugador. Un estilo de juego tan vertical como peligroso que en el largo plazo deberá modificar si pretende mantenerse en la elite por muchos años más.

"¿Ganar en semanas seguidas es lo más parecido a ganar un Grand Slam?", le preguntaron al ruso en conferencia de prensa, a lo que contestó sin titubear: "Para nada. En primer lugar, juegas en un solo sitio y tienes un día libre. En los Grand Slams los partidos son al mejor de cinco sets y fácilmente los encuentros pueden extenderse tres horas o más. Estoy bastante cansado por el poco tiempo de descanso que tuve y por haber volado a otro continente. Para ser honesto, no tengo idea de cómo lo hice. Ganar en semanas consecutivas es muy complicado y duro físicamente. Ahora intentaré dormir tanto como pueda (risas). Espero que esto me sirva para creer que puedo pelear por ganar grandes títulos".

Entrenado por el español Fernando Vicente desde 2016, a sus veinticuatro años está en su mejor momento tenístico. Campeón de la Copa Davis tres meses atrás, sus resultados desde 2020 no hacen más que mejorar y su posición en el ranking lo deja bien claro. Desde que ingresó al Top10 en octubre 2020 nunca salió, participando de dos Masters de fin de temporada. El objetivo para 2022, más allá de los resultados que se proponga junto a su equipo de trabajo, será dejar de ser 'el peligroso' para ser 'el candidato' y que los rivales no quieran enfrentarlo en las rondas finales de los torneos. Para lograrlo, Rublev tiene claro qué debe mejorar: su mentalidad.


El 'Progreso del Año 2020' por ATP y oro olímpico en 'Tokio 2021' (dobles mixto) reflexionó y dio una lección de psicología que muchos deberían escuchar: “Si quiero ser mejor jugador y tener mejores resultados, necesito mejorar mucho el apartado mental, porque es lo que peor hago en comparación al Top5. Ese es mi principal objetivo. Todo depende de mí mismo. Si quiero mejorar mi mentalidad, si estoy preparado y soy lo suficientemente fuerte y duro, lo haré. La parte mental no depende del entrenador, sino de uno mismo. Si quieres cambiar cosas dentro de ti, eres tú quien tiene que asumir la responsabilidad. Puedes tener a los diez o veinte mejores especialistas y te dirán lo mismo. Si tú no quieres, no cambiarás nada”.

Daniel Vitale Pizarro

23 marzo 2021

Revelación confirmada

La irrupción de Aslan Karatsev en 2021 es de esos que se recordarán por muchos años. El ruso de veintisiete años, en un abrir y cerrar de ojos pasó de ser un desconocido jugador del circuito Challenger a un peligro para cualquier jugador del circuito ATP. Parte del equipo ruso campeón de la ATP Cup, semifinalista del Australian Open (desde la clasificación), campeón junto a Andrey Rublev del ATP250 Doha en dobles y en su primera final ATP, gana uno de los torneos más competitivos de la temporada, el ATP500 Dubai. El trotamundos ruso que viviera en Tel Aviv, Moscú, Halle, Barcelona y Minsk, finalmente pudo encauzar el rumbo de su vida y de su carrera deportiva.

A pesar de ser el mejor U12 de Israel (2007) y el número uno ruso U18 (2011), su trayectoria internacional como Junior no fue exitosa. 47° ITF Junior y sin títulos en individuales, para nada despreciable pero poco por las expectativas generadas en Israel y Rusia, su primer torneo ganado como profesional fue a los diecinueve años en un Future en Rusia (2013). En su lento pero progresivo camino hacia la elite del tenis, vivió en Moscú a las órdenes de Dmitry Tursunov, quién le recomendó y ayudó a mudarse a Halle. Tras dos años en Alemania, su siguiente 'casa' fue Barcelona (Bruguera Tennis Academy), en donde fue entrenado por Alberto López, exentrenador de Garbiñe Muguruza.

Entre sus cambios de residencia, academias y entrenadores, disputó dos Juegos Mundiales Universitarios "Universiadas" representando a Rusia. En los juegos de 'Gwangju 2015' (Corea del Sur) ganó la medalla de plata en individuales (Hyeon Chung) y la de bronce en dobles mixtos, y en 'Taipei 2017' (Taiwan) logró el oro en dobles masculinos. También bajo bandera rusa, entre ambos Juegos, debutó en Copa Davis en Moscú ante Holanda en julio de 2016, cayendo en tres sets ante Matwe Middelkoop con la serie ya terminada 4-0 (4-1).


Ese año sufrió una lesión en su rodilla que lo alejó de las pistas durante tres meses. Su vuelta no fue la esperada ya que tuvo que volver a parar otros tres meses por dolores en la misma rodilla, lo que provocó que perdiera casi por completo su ranking ATP. Fuera del Top700 ATP con veinticuatro años y problemas financieros, Aslan finalizó la temporada ganando un Future en Doha y decidió nuevamente emigrar a otro país en busca de buenas sensaciones. Bielorrusia era el quinto país en el que probaría suerte (Rusia, Israel, Alemania y España), motivado por su nuevo entrenador Yahor Tatsyk al que conoció mientras disputaba Futures y que apostó por él cuando pocos lo hubieran hecho. 

Desde que se mudó a Minsk, entre 2018 y 2020 ganó seis Futures y dos Challengers. Pandemia de por medio, en 2020 volvió a su Vladikavkaz (Rusia) natal durante tres meses para luego ir a Estados Unidos a disputar algunas exhibiciones, siendo de los pocos que no dejaron de jugar al tenis. Tras no cumplir con el objetivo planteado de alcanzar el Top100 (112°), decidió iniciar 2021 desde cero, sin la presión de obtener buenos resultados para conseguir dinero y puntos ATP como durante toda su carrera. Pero nadie, ni siquiera él y su equipo, esperaban esta explosión en tan poco tiempo y con resultados espectaculares.

"Diría que estos resultados son producto de un trabajo largo que iniciamos con mi equipo hace tres años. Es verdad que hace un año estaba perdiendo clasificaciones en Challengers (253° ATP), pero seguí trabajando, nunca bajé los brazos y de repente, todo explotó en 2021. Nadie sabe cuándo comenzarán a producirse tales resultados", declaraba Karatsev que mantiene los pies sobre la tierra a pesar de su presente de ensueño. Aslan atribuye gran parte de su presente a su entrenador y a la ciudad donde eligió vivir: "Minsk es una ciudad maravillosa, vivo allí hace tres años. Entreno en el J-PRO. Se han creado todas las condiciones. Todo es muy conveniente, la ciudad es pequeña y acogedora. Me siento cómodo".

“Si logra jugar así, se va a cansar de ganar partidos”, había dicho Diego Schwartzman luego de caer ante él en el Australian Open, pronosticando el futuro a corto plazo de Karatsev. Es que su juego ultra agresivo, ahogando a los rivales desde el fondo de la pista, impide que desarrollen su juego, obligados a defender o contraatacar y cediendo la iniciativa de los puntos por el ritmo infernal de pelota de Aslan: "No sé por qué parece fácil desde fuera, pero mi tenis no me parece fácil. Intento jugar un tenis agresivo jugando cerca de la línea de fondo. Se ve espectacular, pero no sé por qué se ve fácil. Pongo énfasis en imponer mi juego y terminar el punto en la red".

Daniel Vitale Pizarro

03 marzo 2019

Admiración mundial


Milán (Italia), febrero de 2001. Roger Federer, un joven prometedor de diecinueve años ganaba su primer título ATP sobre la ya extinguida moqueta (carpeta) cubierta. Pelo largo atado, granos en la cara y enfados constantes que terminaban en raquetas destruidas o derrotas sin oponer resistencia era el perfil del helvético en sus primeros años como profesional. Durante 2001 comenzó a cambiar su actitud dentro de la cancha y de a poco fue convirtiéndose en lo que todos conocemos. Ni el más optimista de los optimistas hubiera imaginado que dieciocho años después, ese chico tan talentoso como rebelde ganaría CIEN títulos ATP y sería considerado uno de los tenistas más grandes de la historia, sino el más.




Una publicación compartida de DDF Tennis Championships (@ddftennis) el

Las tres cifras, que solo alcanzó Jimmy Connors (109), las consiguió esta semana en el ATP500 Dubai. Siete títulos acumulaba Federer en nueve finales disputadas en los Emiratos, torneo del que participa desde 2002 pero que las finales las disputó entre 2003-2015. Jiri Novak, Feliciano Lopez, Ivan Ljubicic, Mikhail Youzhny, Andy Murray, Tomas Berdych, Novak Djokovic y Stefanos Tsitsipas fueron los ocho rivales diferentes en las definiciones de Dubai ganadas por el hombre centenario. Sus dos caídas en el último partido fueron ante Rafael Nadal (2006) y Novak Djokovic (2011). En total tiene un registro de 53-6 entre 2002-2019, uno de sus torneos fetiche.
El suizo tiene varios torneos predilectos en los cuales ha sido muy exitoso a lo largo de su carrera. Un título más que en Dubai (8) logró en Halle (9) y en Basilea (9). Como en Dubai, también logró ocho veces ganar Wimbledon mientras que Cincinnati lo obtuvo siete veces y el Australian Open y el Masters en seis oportunidades cada uno. Entre esos ocho certámenes acumula 60 títulos ATP, más de la mitad total, una auténtica barbaridad. El desglose marca que 20 son Grand Slams, 6 Masters, 27 M1000, 22 ATP500 y 25 ATP250. En cuanto a la edad de obtención, consiguió títulos como adolescente (1), en sus veintes (66) y en sus treintas (33).

Embed from Getty Images

Su faena de títulos entre 2001-2019 solo se vio interrumpida en 2016, en parte por una lesión que lo mantuvo alejado de las canchas durante siete meses. Antes y después de 2016 fue el mejor de la/s semana/s en 30 ciudades de 19 países diferentes, un trotamundos que no siente presión al pisar una cancha de tenis, sea el lugar que fuere. Los 100 trofeos fueron sobre canchas duras (69), césped (18), arcilla (11) y carpeta o moqueta (2), de los cuales 25 fueron bajo techo. Entre sus rivales más derrotados aparece Rafael Nadal (10), Andy Roddick (7), Novak Djokovic (6), Andy Murray (5) y su actual co-coach Ivan Ljubicic (4).
“Es maravilloso ganar aquí por octava vez y que coincida con mi título 100. Ha sido una semana fantástica, con condiciones muy difíciles cada día. No sé ni si Stefanos había nacido cuando gané mi primer trofeo, creo que estaría cerca (risas), pero yo lo recuerdo a la perfección. Fue una época muy bonita donde empezaba a enfrentarme a mis ídolos, como Sampras o Agassi. Ahora soy yo el veterano y me encanta cruzarme con estos chicos que son las futuras leyendas de este deporte", analizaba el campeón de todo, con una memoria digna de un estadista más que de un tenista, distinto al resto hasta en esa faceta.
Orgulloso de sí mismo y consciente del hito deportivo de conseguir esa absurda cantidad de títulos, reflexiona sobre su pasado, presente y futuro en el tenis: "Para mí esto es como un sueño hecho realidad. Ha pasado mucho tiempo desde aquel primer título en Milán y todavía me sigue encantando el tenis, soy feliz de seguir jugando. Ha sido una viaje increíble hasta aquí, disfruté de cada partido en la pista, de mis amigos, del sacrificio diario, de los momentos difíciles... he amado cada minuto y veremos cuanto más me queda en el tanque. Todo mereció la pena para llegar aquí y levantar mi título número cien”.


Retirado una decena de veces por los "especialistas" del tenis, el suizo se encarga año tras año de refutar las teorías de su abandono del deporte a base de récords para todos los gustos. Es líder histórico en muchas de las estadísticas más importantes de la Era Abierta del tenis y de tantas otras de toda la historia, más que ningún otro tenista que haya existido. Su longeva y saludable carrera le ha permitido batir todo récord que se le cruzara por delante, gracias a su excelso talento y a su incansable trabajo físico que le permitió y le permite golpear la pelotita amarilla con tanta facilidad que parece que no hiciera esfuerzo en cada impacto.


Coordinado como pocos, físicamente superior a la media, técnicamente el más dotado y mentalmente muy pero muy bueno, hicieron el combo perfecto para llegar a los 37 años y cinco meses con 100 trofeos en el circuito mayor. Algunos le criticarán que no tiene la garra y actitud de Nadal o la determinación de Djokovic, sus grandes rivales de la última década, pero la respuesta es sencilla: no existe el jugador perfecto. Y si de perfección hablamos, Roger Federer es el que más se acerca a ese adjetivo tan perseguido inútilmente por la mayoría. Después, que sea o no el mas grande de la historia es otra discusión.

Daniel Vitale Pizarro

02 marzo 2015

Se niega al paso del tiempo


"Todavía soy increíblemente joven y la gente sigue diciéndome lo mayor que soy"

Casi un mes había pasado de aquella lejana derrota ante Andreas Seppi en la tercera ronda del Australian Open. Campeón de Brisbane en la primera semana del año, Roger Federer se presentó en su tercer torneo de la temporada en Dubai, lugar que siempre le dio buenas sensaciones. La costa del Golfo Pérsico es elegida con asiduidad por "Su Majestad" para descansar o entrenar durante el exigente calendario ATP y ahora afrontaba esta habitual competencia que lo vio más veces ganador que perdedor a lo largo de sus presentaciones allí. Y 2015 no iba a ser la excepción.

El cuadro, como en casi todas las ediciones del certamen, presentó a muchos de los mejores del mundo. Dinero como en ningún certamen de su categoría, 500 puntos para el ranking ATP, comodidades únicas y superficie dura, hacen del evento un imán para los jugadores del circuito. Por algo fue elegido por los jugadores como el mejor ATP 500 del circuito en once de los últimos doce años, solo interrumpido en 2007 por AcapulcoDjokovic (1°), Federer (2°), Murray (3°) Berdych (8°) fueron los Top10 presentes en 2015 con el aliciente de tener al Top3 completo y a ocho Top20 entre los preclasificados. Un lujo, como casi todo en Dubai.

"El show debe continuar"

Sin sobresaltos, salvo un set perdido por Djokovic en la semifinal, los dos mejores del torneo, y del mundo, accedieron al último partido. El favorito era el serbio, por el presente de ambos, porque Novak le lleva casi 4000 puntos en el ranking y porque es el actual campeón del Australian OpenRoger tenía a su favor haberlo derrotado en su último enfrentamiento en Shanghai 2014, y el lugar, su segunda casa, donde acumulaba seis títulos en ocho finales sobre once participaciones. Números impactantes para aumentar...

La definición por el título fue intensa. La superficie veloz beneficiaba el ataque constante de Federer y sus idas a la red, todo respaldado por un servicio implacable que lo sacó de situaciones complejas y lo ayudó a dominar el encuentro. Cuando Djokovic quiso imponer su ritmo desde el fondo de la cancha, Roger bajaba la velocidad con un slice o se abalanzaba sobre la red. Sin fisuras, todo salió a la perfección para el suizo que cerró una actuación brillante 6/3 7/5 sobre el número uno del mundo y lanzó al micrófono: "No creo que haya podido jugar mejor". 37 winners, 12 aces y 80% de puntos ganados con su primer servicio sin quiebres, lo verifican. Intratable.

De mitad de cancha para adelante, letal.

Título en mano, satisfacción por dentro, el siete veces campeón en Dubai solo tuvo elogios para con la rivalidad que tiene con el número uno del mundo: "Jugar contra Novak siempre es bonito. Siempre sacamos lo mejor del otro, así que es muy especial. Creo que se ha convertido en una rivalidad muy bonita. Ha sido agradable ver todo lo que ha mejorado Djokovic en estos años. Se ha convertido en un jugador increíble, especialmente en los últimos cinco o seis años, limpiando su juego tan maravillosamente que hoy en día es el que mejor se mueve de todo el circuito".

Djokovic, el tercero en discordia hace un largo rato y el mejor hace casi un año, también acumula logros importantes en su andar a través del circuito. Quinta final en suelo Árabe (4-1). Quedó en las puertas de cosechar su título número 50 ATP (49-23). "Nole" tiene asegurado el número uno del mundo virtualmente hasta Wimbledon salvo una catástrofe en su tenis o una lesión grave, que esperemos no suceda por el bien del tenis. El historial contra Federer quedó 17-20 en su contra. La última victoria del nacido en Belgrado fue en la electrizante final de Wimbledon 2014, partido que no permitió luego a "RF" ser el mejor del mundo en el ranking.

A pesar de la derrota, está muy cómodo en el N°1...

Los siete títulos obtenidos por Federer en Dubai igualan la cantidad conseguida por el helvético en Wimbledon y Halle. En los tres torneos perdió además dos finales. Nueve finales también alcanzó en el Masters pero cayó en tres de ellas. El récord absoluto de finales en un mismo torneo sigue siendo de Roger pero en Basilea, con once definiciones (6-5). Fue su título número 84 en 126 finales disputadas. Líder en torneos sobre cancha dura con 58 títulos, empata con 63 campeonatos obtenidos al aire libre con Rafael Nadal, campeón también esta semana pero en Buenos Aires.

La leyenda del tenis afronta en cada torneo un posible récord a batir. Fiel a su historia, no deja las cosas a medias y a sus 33 años sigue pulverizando marcas. Durante la final, Federer superó la barrera de los 9000 aces en su carrera para ocupar el cuarto lugar desde que se tienen registros de saques directos (1991-2015). El tercer puesto lo ocupa Andy Roddick, al que pasará en los próximos torneos. Más de 1000 partidos ganados (1007), al menos un título por año desde 2001 (15 temporadas, récord absoluto) y más de 9000 aces (9007) en apenas tres torneos disputados en 2015. Esto recién comienza...

Daniel Vitale Pizarro

03 marzo 2014

Ave Fenix


"Aquí no ha pasado nada"

Cambio de raqueta, entrenador nuevo, intensa pretemporada sin exhibiciones extenuantes y cambios en el calendario, está dando sus frutos. Roger Federer se reinventa una vez más, para el asombro de sus detractores o "gurús" que lo veían más fuera que dentro del circuito en 2014. En Dubai, casi su segunda casa, volvió a levantar un título, algo que no lograba desde Halle 2013 (junio) y los analistas vuelven a hablar de él. A los 32 años, se lo ve en plenitud física y mental, sin los dolores en la espalda que lo aquejaron durante la temporada pasada. En un año que no defiende muchos puntos en los Grand Slams, "Su Majestad" está listo para dar pelea ante los de arriba. No volvió, nunca se fue...

Un 2013 irregular para la media de Roger, lo encontró en Basilea 2013 en una final, quizás el torneo inflexión para volver a tener buenas sensaciones. La final perdida ante Del Potro le devolvió la confianza que durante el año pareció que había perdido. Semifinal en París (Djokovic) y el Masters (Nadal), con victorias contra Del Potro y Gasquet, auguraban un buen porvenir para 2014, si su espalda se lo permitía. Y la temporada venidera comenzó con varios cambios significativos para el suizo. Se decidió a cambiar su raqueta, por una de similar peso y balance pero con una "cabeza" más grande, pasando de 90 a 98 el tamaño del aro. Sorprendió (una vez más) al contratar como entrenador "part-time" a Stefan Edberg, uno de los ídolos de su infancia, con la intención de darle una vuelta de tuerca más a su ya excelso tenis. Y para completar su preparación, cambió la gira Sudamericana de 2012 por una exigente pretemporada en Dubai, donde es ciudadano ilustre, propietario y asiduo visitante del Emirato. 


Bien plantado, dominó con el drive como en sus mejores épocas.

Inició la temporada en Brisbane, un torneo previo al Australian Open que no disputaba desde 2002. En suelo australiano chocó en la final con un compañero de ruta, Lleyton Hewitt, que no lo dejó coronarse. En el primer "Major" derrotó con comodidad a Tsonga y Murray, rivales que hacía meses le hubieran traído muchos problemas. Su envión lo frenó su karma, el español Rafael Nadal, pero el tenis y el físico del nacido en Basilea era otro al de la pasada temporada. A días de una serie de Copa Davis, le dio el OK a su entrenador y capitán, Severin Luthi, ganó su partido y ayudó a Suiza a pasar por primera vez la primera ronda de Copa Davis en diez años. La confianza del "Expresso suizo" había cambiado.

"Estoy feliz de encontrar los resultados, especialmente de forma rápida. Recién cambié (raqueta) y acá estoy, haciendo final en Brisbane, semis en el Abierto de Australia, gané mi partido de Copa Davis, y ahora gané la copa en Dubai", un Federer feliz por su recorrido este año. Camino a los 33 años, sigue vigente, competitivo y con ganas de ganar muchos títulos más. Sobre su raqueta, "RF" también dejó en claro su comodidad y tranquilidad al respecto: "Estoy feliz de que ya esté claro, ya no pienso en ello, puedo jugar tenis. Ya no está en mi cabeza si la raqueta es buena o no. Estaba seguro en las prácticas, pero después esperas que los resultados lo reafirmen. Cuando juegas así estás más libre, tienes la mente abierta. Así es cuando tienes más éxito".

El mejor partido del año

En Dubai, Roger Federer desplegó un tenis superlativo en la semifinal ante Djokovic, lo que le valió el título conseguido al día siguiente tras derrotar a Berdych en un partido que nada tuvo que ver al anterior, con muchos errores y oportunidades desaprovechadas por ambos jugadores. La semifinal fue de un nivel excepcional, con tiros y tiros dignos de la clase de jugadores que son Djokovic y Federer. El desgaste físico y mental quizás no permitió que demostrara lo mismo en la final, pero con eso bastó. Roger impidió que Novak lo igualara en enfrentamientos personales y se alejó 17-15.

El 17 veces campeón de Grand Slams alcanzó desde Basilea 2013, al menos la semifinal en sus últimos seis torneos. Y algo más llamativo aun: en 2013 venció cuatro veces a jugadores dentro del Top10 y en lo que va de 2014 ya igualó esa cantidad de victorias, lo que habla de un cambio en el actual número ocho del ranking mundial. Pero lo que modificó el suizo para vivir este presente fue su actitud y decisión. Mucho más agresivo y lanzado a la red, Federer, unos centímetros más dentro de la cancha, intenta presionar cada vez que puede y cerrar los puntos en la red con mayor asiduidad, lo que conlleva más riesgos pero acorta los peloteos largos que desgastan su físico. 




Este título fue el número 78 en 115 finales ATP, un trofeo más que McEnroe, el tercero en la historia, pero aun lejos de Connors (109) y Lendl (94). También está tercero en cantidad de finales, detrás de los mismos, que ostentan 163 y 144 definiciones. Además, Roger Federer igualó a Ivan Lendl levantando al menos un trofeo en catorce temporadas consecutivas. Y tan grande es el maestro suizo que añadió Dubai a su selecta lista de torneos que levantó al menos seis veces, junto al Masters (6), Halle (6) y Wimbledon (7). En los cuatro ostenta ocho finales, con diez partidos decisivos disputados en Basilea (5-5) como récord personal.

Daniel Vitale Pizarro