18 julio 2023

El heredero

Viernes nueve de junio de 2023. Carlos Alcaraz, hundido emocionalmente tras haber perdido las semifinales de Roland Garros, aceptó con mucha altura que "tuvo miedo" de ganarle a Novak Djokovic y que los calambres fueron producto de la tensión de sus músculos ante mayúscula posibilidad. Normal. A pesar de haber sido el número uno más joven de la historia y de ganar el US Open con diecinueve años, no deja de ser un adolescente que lleva pocos años en el circuito y que nunca había enfrentado a una leyenda del deporte en un torneo tan importante. Domingo dieciséis de julio de 2023. El "mismo" Carlos Alcaraz derrotó en la final de Wimbledon a Novak Djokovic, siete veces campeón en Londres, tras cuatro horas y cuarenta y dos minutos. Boom.

Más allá de una derecha tan potente como precisa, de un revés punzante, de una dejada de la épocas en la que se jugaba al tenis a otra velocidad y de un segundo saque liftado que solo sabe de exclamaciones, el punto a destacar del español fue su mentalidad. Perder el primer set y casi el segundo (5-6 en el tiebreak) no supuso ningún bajón mental que lo alejara del objetivo. Tampoco ceder el cuarto set cuando parecía encaminado a la victoria lo relajó. Todo lo contrario, dominó el quinto set y jugó un último juego para el recuerdo, teniendo enfrente a un jugador que estuvo treinta y cinco veces en esa situación, para muchos el mejor de la historia. Poca cosa para un 'chaval' de veinte años...

“Pensé muchas cosas tras perder el primer set, pero lo más importante era que tenía que subir mi nivel, sí o sí. Era la final y había que entretener a todo el público que había pagado una entrada para estar allí. Sabía que en algún momento tendría mis oportunidades para acercarme al marcador, sacando mi mejor versión. Me puso muy contento ganar el segundo set, ese momento fue clave, ya que de haberlo perdido… seguramente habría perdido en sets corridos. Peso nunca dejé de creer en mí mismo”, declaraba un sincero Alcaraz tras la hazaña lograda en la 'Centre Court', demostrando que un punto podría haber acabado con sus ilusiones.

La madurez mental que mostró "Carlitos" en la 'Cancha Central' de Wimbledon ante la mirada de personalidades tan importantes del mundo del deporte, del espectáculo y de la realeza es digna de estudio. Veinte años tiene el joven nacido en El Palmar (Murcia) que se plantó en la final del torneo de torneos ante una multitud de personajes históricos para arrebatarle de las manos el título más preciado al máximo hombre ganador de Grand Slams en la historia. 

A pesar de sus polémicas rabietas dentro de la pista que le generan ese amor-odio de los fanáticos entre los puristas del deporte y los que valoran más el entretenimiento, Novak acepta la derrota siempre con hidalguía y en esta dura final perdida se deshizo en elogios hacia el campeón: "Todo el crédito a Carlos, que tuvo un asombroso aplomo en los momentos importantes. Para alguien de su edad manejar los nervios de esta manera, jugar al tenis de ataque y cerrar el partido de la manera en que lo hizo. Pienso que resté muy bien el último juego, pero se le ocurrieron cosas increíbles, golpes asombrosos”.

Daniel Vitale Pizarro