Primera ronda de Sydney, semana inaugural del circuito ATP 2017. Alexandr Dolgopolov desperdició un match point ante Gilles Muller. El luxemburgúes, 34° ATP (mejor ranking histórico), avanzó en el cuadro del torneo hasta llegar a la final. En el camino Barton, Cuevas y Troicki (campeón defensor). La final lo encontraba con Daniel Evans, debutante en finales de esta categoría. El veterano de 33 años llegaba a una definición ATP por sexta vez en su carrera, sin poder ser campeón en ninguna de las anteriores. Washington 2004, Los Ángeles 2005, Atlanta 2012 y Hertogenbosh y Newport en 2016, los subcampeonatos del nacido en Leudelange.
Jugador ofensivo por naturaleza, de la vieja escuela (saque y volea), es de los pocos en el circuito que mantiene ese estilo de juego, dilapidado por la homogeneización de superficies y por la velocidad de la devoluciones. Gilles Muller buscaba en la gira oceánica cortar la racha negativa de finales luego de haber caído en el debut en Brisbane a manos de Jared Donaldson. Superado el susto de la primera ronda, Gilles se encargó de ahuyentar los fantasmas de las anteriores derrotas y pudo gritar campeón por primera vez en su carrera a los 33 años, un año menos que Estrella Burgos, el jugador más longevo en debutar como campeón ATP.
Lágrimas en los ojos, mil imágenes en su cabeza. Muller, desbordante de alegría, no pudo contener la emoción. Micrófono y trofeo en mano entregado por ROD LAVER, junto a sus hijos en la premiación, Gilles se quebró y dijo cosas como estas: "Cuando llegué aquí no podía imaginar que acabaría llegando a la final, mucho menos ganando el título. Esto significa mucho para mi. Como pueden ver, estaba bastante emocionado en la pista. Todo lo que ha pasado esta noche ha sido como una película: Rod Laver, mis hijos... todo. Ahora quiero disfrutar de este momento y convertirme en el mejor jugador que pueda llegar a ser".
Zurdo, revés a dos manos, 193cm de altura y profesional desde 2001, Gilles Muller es dueño de un estilo de juego casi en extinción, que incomoda a cualquier rival porque no da ritmo y presiona constantemente. No conforme con finalizar dentro del Top35 por primera vez en su carrera en 2016, su mejor año en cuanto a nivel, resultados y ranking, empezó 2017 mucho mejor. Campeón en Sydney y 28° ATP (su ranking más alto). “Llevaba mucho tiempo soñando con levantar mi primer trofeo, había sido mi objetivo en los últimos tres años. Estaba asustado y preocupado de ser uno de esos jugadores que nunca ganaron un título. Ahora lo tengo y me siento muy bien".
El finalista Daniel Evans disputaba en Sydney su primera final ATP. El británico subió dieciséis puestos para quedar en las puertas del Top50 (51°), su mejor ubicación histórica. 26 años y con más partidos perdidos que ganados a nivel ATP (25-35), Evans sorprendió con su desempeño en Sydney y sobre todo por su victoria ante Dominic Thiem (8°) en cuartos de final (Todos los encuentros hasta la final fueron a tres sets). Sin casi experiencia ATP, mucho menos en finales, y más cansado que su contrincante, Daniel hizo lo que pudo para debutar como campeón pero no le alcanzó.Las lágrimas de Gilles Muller durante la entrega de trofeos. El día más feliz de su carrera (vía @Eurosport_ES) pic.twitter.com/JiKdogRH7a— Fernando Murciego (@fermurciego) 14 de enero de 2017
Para los memoriosos o fanáticos de este deporte, Muller es de los pocos que derrotó a Nadal (3°) en Wimbledon. En 2005 el de Luxemburgo venció al español en segunda ronda a fuerza de saques y voleas punzantes. Luego "Rafa" encadenó tres finales consecutivas, cinco en total y dos títulos, mientras que "Mulles" solo alcanzó la tercera ronda en el All England como mejor actuación. A lo largo de su carrera una sola vez disputó los cuartos de final de un Grand Slam. Además de ganarle a Rafael, derrotó ocho veces más a algún miembro del Top10 en 45 enfrentamientos a lo largo de su extensa carrera que parece no tener fecha de vencimiento.
Daniel Vitale Pizarro