Wawrinka explica qué significa ese gesto que hace con el dedo. No te pierdas su respuesta https://t.co/iXtWIPKY8K pic.twitter.com/GNbOpyzjcH— Punto de Break (@PuntoDBreak) October 11, 2016
Está
claro que el tenis profesional es un deporte preponderantemente mental, pero ¿y
el tenis amateur? ¿La mente juega el mismo rol? Los invito a que hagan este rápido
ejercicio mental. Teniendo en cuenta que los cuatro aspectos más importantes
del tenis son el técnico, el táctico, el físico y el mental, la pregunta es:
¿Cuánto tiempo específico le dedican semanalmente a cada uno? Sin conocerlos,
la respuesta será, en la mayoría de los casos, la siguiente: mucho al técnico, algo
al táctico, poco al físico (según la edad del jugador o si compite) y casi nada
a lo mental. ¿He adivinado? No descubro nada con esta descripción y lo puedo
afirmar por mi experiencia como jugador de tenis en competencia
(2001-actualidad) y profesor de tenis (2011-actualidad) en diferentes clubes de
Buenos Aires (Argentina) y Madrid (España).
Tennis is a mental game. Everyone is fit, everyone hits great forehands and backhands. - Novak Djokovic @DjokerNole pic.twitter.com/VbwVpm8NdZ— Tennis Evolution (@JeffSalzenstein) June 27, 2017
Ser
deportista profesional es el anhelo de muchas de las personas que alguna vez
practicaron un deporte en su juventud y que comenzaron a destacarse, ya sea a
nivel club, regional, provincial, nacional o internacional. Inevitablemente, en
el proceso de formación de dicho deportista, en nuestro caso hablaremos de
'tenistas', los profesionales son el ejemplo a seguir. El deportista amateur,
exitoso o no pero amateur al fin, trata de imitar a su 'ídolo' o 'referente', casi
siempre no de la mejor manera posible, ya sea por desconocimiento propio o de
su entrenador de turno, por falta de tiempo, de interés o porque simplemente no
quiere. En líneas generales y no absolutas porque en todos los órdenes de la
vida existen las excepciones, el tenista amateur hace la fácil: compra la ropa
de Roger Federer o la raqueta de Rafael Nadal, se comporta en la pista como
Nick Kyrgios y pretende pegarle a la pelota con la facilidad que lo hace Fabio
Fognini. Además, cuando gana un partido o un torneo, es la persona más feliz
del mundo y lo publica en todas sus redes sociales, pero cuando pierde, la
culpa es del entrenador, de la 'mala suerte', del viento o de ………. (inserte la
excusa que más le apetezca sobre la línea de puntos), imponderables que le
sirven de alivio para quitarse la culpa de perder, no aceptando, como debería,
la derrota como tal. El tenista amateur no es consciente de que practica un
deporte en el que debe convivir con los errores y, peor aún, con la derrota. Nuca
se debe olvidar que solo uno gana cada torneo…
La
capacidad emocional de saber sobrellevar las emociones en los momentos
importantes de un partido, hará la diferencia entre ganar o perder. Es cierto
que los mejores elementos para practicar el tenis ayudan a un mejor
rendimiento, pero eso no quiere decir que ganarás por tener la raqueta más cara
o las zapatillas más vendidas del año. La diferencia tampoco estará en la
derecha paralela o en el revés cortado. La verdadera diferencia su ubica por
encima de los hombros: la cabeza. Dicho esto, no está de más aclarar que una
fortaleza mental no ganará partidos si no es acompañada por una técnica
correcta, una táctica aplicable y un estado físico apto para practicar el
deporte. El tenis es un combo de cosas, un cúmulo de aptitudes entre las que
resalta la actitud por sobre cualquier otra virtud, justamente el ítem que
menos entrena el jugador amateur o en formación. Reitero esto para que no se
genere confusión: la mente no gana partidos por sí sola.
Volviendo
a la comparación con los tenistas que salen en TV, la realidad del aficionado es
completamente distinta. Imitar superficialmente a un profesional no hace ganar
partidos, solo generará una mayor visibilidad ante los demás por emular a otros,
pero no por ser uno mismo. Lo que no hace el jugador amateur es imitar el
entrenamiento de un profesional (doble o triple turno), su alimentación (dieta
balanceada) o sus descansos obligatorios. En definitiva, lo que marca la
diferencia entre ellos y el resto de los que empuñamos una raqueta, el jugador
ocasional ni lo considera. ¿A qué voy con esto? A que el tenista amateur
subestima el entrenamiento y sobre todo el entrenamiento mental, el aspecto más
importante de los cuatro mencionados al inicio. Digamos que dos jugadores
tienen niveles físicos, técnicos y tácticos más o menos similares, con
fortalezas y debilidades, pero sin diferencias notorias que inclinen la balanza
para un lado de la pista. Como no existe el empate en el tenis, lo que
determinará quién vencerá será la mente. Incluso sucede muchas veces que el
aparentemente más débil tenísticamente hablando, es derrotado ya que su
fortaleza mental no condice con su nivel de juego.
De
ninguna manera cuestiono al jugador amateur que demasiados problemas cotidianos
debe resolver en su vida y que utiliza al tenis como escape para disfrutar un
momento del día o del fin de semana, solo digo que debería actuar en
consecuencia luego de un partido de tenis, frustrándose o alegrándose según el
trabajo previo realizado, siendo más realista. Es irreal pretender ser el mejor
de tu club si solo practicas el deporte una vez por semana, sin intensidad, y
encima, al momento de la competencia, llega al partido sobre la hora sin
siquiera saber quién es su rival. Ese es un simple ejemplo dentro de los miles
que hay dentro del mundo amateur. La humildad tanto en la victoria como en la
derrota es fundamental para disfrutar del deporte y mejorar tenística y
mentalmente.
Tennis is mostly mental. You win or lose the match before you even go out there. – Venus Williams #winning #initiative #tennis #BSNSports pic.twitter.com/vqSewsUKht— BSN SPORTS (@BSNSPORTS) August 21, 2017
¿Cuántas
veces llegaste temprano a tu entrenamiento e hiciste frontón esperando que
iniciara tu clase? ¿Y cuantas veces te quedaste después de hora jugando con un
compañero tratando de mejorar lo que no te salió durante la sesión de
entrenamiento? ¿Ayudaste a recoger las pelotas luego de cada cesto? ¿Y a hacer
la pista luego de cada entreno, si nos toca en tierra batida? ¿Le reprochaste
más de una vez algún ejercicio al profesor solo por ser cansador o liviano, sin
preguntarte o preguntarle el por qué? ¿Alguna vez poner excusas te ayudó a
ganar un partido? ¿Y enfadarte luego de cada fallo? Seguramente has pasado por
estas situaciones a lo largo de tu etapa como jugador, todas negativas
mentalmente que no ayudan a fortalecer tu mentalidad, sino todo lo contrario,
colaboran a ser más débil frente a situaciones límite en un futuro encuentro
tenístico. Obtener todo relativamente fácil, sin obstáculos que atravesar no es
la mejor receta para triunfar. El poder enfrentar adversidades y salir airoso
de ellas, por más mínimas que sean, te ayudará a resolver futuras situaciones
no habituales que sucederán dentro de una cancha de tenis. Sea el nivel que
fuera, tu rival no será tu profesor de confianza ni ninguno de tus
sobreprotectores padres, la persona que estará del otro lado de la red querrá
ganar igual o más que tú a él. Y para eso debes estar preparado.
#Nadal: "Último entrenamiento en casa antes de salir hacia #MonteCarlo". Riega la ilusión del 9no título: ¡50-3! allí pic.twitter.com/OrrWL4n8Cr— Revista GRIP (@RevistaGRIP) April 9, 2015
Todo lo que facilita en exceso, debilita (Toni Nadal). ¿Recuerdas las preguntas sobre recoger bolas, hacer frontón, ayudar en la pista o enfadarte sin sentido? Bueno, allí es donde empieza la mente a endurecerse, cuando haces tareas que no te gustan o no estás acostumbrado a realizar. En el tenis, ningún objetivo es sencillo de conseguir sin correr, transpirar, gestionar emociones negativas, luchar contra tu rival y contra uno mismo, muchas cosas que no se cumplen pero que se sabe que son necesarias para mejorar como tenista y ganar, ese verbo que persigue a todo deportista. Una mente fuerte no se forja solo con sesiones de entrenamiento mental específico o invirtiendo dinero en especialistas, la dureza mental se va alimentado día a día, entrenamiento tras entrenamiento, con actitudes correctas dentro de una pista, sin querer pasar por encima de tu entrenador, porque dentro del campo de juego, te guste o no, él es el jefe y debes confiar en lo que te dice. Debes ser humilde y receptivo, de todos se pueden aprender cosas e insisto, confía en tu entrenador, él es el único que siempre te apoyará y el que más te conoce dentro de una cancha. Si no te gustan sus formas, su método de enseñanza o simplemente no tienen feeling, nadie te obliga a entrenar con una persona en particular, pero ojo, si cambias de entrenador como de ropa, muy probablemente el problema no sea el profesor.
Artículo participante del concurso glopez.es