26 febrero 2018

Superación familiar

“Hay mucha diferencia con jugar en juniors. La cancha es muy grande y cada punto que ganas la gente se vuelve loca, es mucho más divertido”, fueron las primeras palabras de Frances Tiafoe al debutar en un torneo ATP en Washington 2014. Invitado por el torneo a sus dieciséis años, el exnúmero dos del mundo junior disfrutó de haber podido disputar su primer torneo como profesional, en su país y en un ATP500. La derrota ante Evgeny Donskoy fue anecdótica. Sin saberlo, empezaba una nueva etapa en su carrera deportiva, la época de la transición al profesionalismo, donde muchísimos jugadores se quedan para siempre...

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Frances nació en Hyattsville en el Estado de Maryland (USA). Hijo de Constant y Alphina Tiafoe, inmigrantes de Sierra Leona, tomó la raqueta por primera vez a los tres años de edad par nunca más soltarla. Su padre trabajaba en las minas de diamantes de Sierra Leona pero emigró a Estados Unidos en 1993 (su madre en 1996) escapando de la guerra civil. En Norteamérica fue contratado para la construcción de qunce pistas de tenis cubiertas del "Junior Tennis Champions Center" en el College Park en Maryland a cargo de Ken Brody. Encargado de mantenimiento gracias a su estupenda actitud, Constant vivió en el club en una habitación de 15m2 cinco días a la semana. En ese contexto nacieron los mellizos Franklin y Frances.
Durante once años vivieron en el club y los chicos solo veían a su madre cuando ella tenía alguna noche libre (enfermera turno noche). El trabajo de Constant generó que la pasión de los niños por el tenis comenzara a temprana edad y el que más entusiasmo le puso al deporte fue Frances, que se quedaba horas frente al frontón practicando los golpes básicos del tenis. Sin dinero para costear el entrenamiento de su hijo, a los ocho años de edad apareció en la vida de los Tiafoe el entrenador Misha Kouznetsov. "Noté que Frances era más alto que cualquier chico de su edad, que tenía buena coordinación y que le encantaba jugar al tenis. Cuando tenía 6 años me dijo que quería ser un grande de este deporte, el mejor nacido en los Estados Unidos. Me impactó con la convicción que me lo dijo”, fue la primera impresión del cazatalentos.
Exitoso y precoz junior (campeón del Orange Bowl más joven de las historia con 15 años), no le costó mucho la transición al profesionalismo siendo campeón de un Future a los dieciséis años y de un Challenger a los diecisiete: “Sólo tengo 16 años pero siento que llevo 35 años en las pistas. He estado en una pista de tenis toda la vida. Lo único que ha estado allí más tiempo es el poste de la red", decía un maduro joven proyecto de tenista profesional. Luego del wild card en Washington 2014, con diecisiete años ingresó a su segundo cuadro principal en Niza 2016 (desde la qualy). Su primera victoria ATP fue ese año en Winston Salem, también desde la clasificación. Top200 en 2016, llegó su primera victoria en Masters1000 en Indian Wells. Su carrera no hacía otra cosa que ir en ascenso.


Todo cambió en 2017. El triunfo en primera ronda del Australian Open lo depositó por primera vez en el Top100. Los buenos resultados en Challengers (campeón en Sarasota y Aix-en-Provence) mezclado con varios partidos ganados a nivel ATP desembocaron en su primer triunfo ante un Top10 en Cincinnati (Zverev ATP), pero el punto máximo de reconocimiento sucedió en el US Open 2017. 70° del ranking mundial, el sorteo dictaminó que su rival de primera ronda sería Roger Federer, en el turno noche y en el Arthur Ashe. Un lujo por donde lo mires.


La batalla a cinco sets a estadio colmado quedará en el recuerdo del jugador estadounidense, que le sirvió de experiencia para su próximo objetivo en el corto plazo, ser campeón ATP. CInco meses después, ese momento llegó, como todo lo mejor de su carrera, en su país. Wild card en Delray Beach, sus resultados tomaban cada vez más relevancia. Ebden, Del Potro, Chung, Shapovalov y Gojowczyk fue el camino a su primer título del circuito grande, muy complejo para ser un ATP250 y más aun para el 91° del escalafón mundial.


Amigo del argentino Jordi Arconada, compañero de entrenamiento y de viajes, Tiafoe tiene de ídolo a dos jugadores argentinos: “¿Ídolos? Elijo a Del Potro, por cómo pega el drive. También me gustaba Mariano Puerta, ¿se acuerdan de él?”, en alusión al campeón del US Open 2009 y al finalista de Roland Garros 2005. Entrenado por Robby Ginepri (ex 15° ATP), Frances buscará clasificar al Masters #NextGen del cual quedó a las puertas la temporada pasada. El título en DelrayBeach lo ubicó 61° ATP y 2° en la 'Carrera a Milán', pero el año es largo y esto recién empieza...

Daniel Vitale Pizarro

19 febrero 2018

Las cosas en su lugar


Dicen que la historia la escriben los que ganan. En ocasiones se tergiversa, en otras tantas no. Roger Federer lleva quince años ganando y contando historias con su raqueta. Y cada vez que reescribe esa historia, llora. No lo hace a propósito, simplemente llora. Incapacitado de controlar sus emociones por lo impresionante de sus logros, llora, se deja levar por la situación. La voz se le quiebra cada vez que nombra a su equipo de trabajo y sobre todo a su familia. Pudoroso, deja de hablar cuando sabe que se le caerá una lágrima, pero a veces, esa táctica no surte efecto. La pasión genera eso y la sensibilidad se encarga del resto. La misma sensibilidad que tiene con su raqueta, la tiene en su corazón, un corazón gigante rebosante de pasión, esa que le permite seguir ganando sin importar el número que diga su edad.
Cinco años, tres meses y dieciséis días pasaron desde que Roger Federer le "cedió" el N°1 a Novak Djokovic. Durante esos años el liderazgo del ranking ATP alternó entre Djokovic, Nadal y Murray, mientras Federer intentaba seguir prendido en la lucha por la cima del tenis mundial. Lejos de ese puesto pero siempre Top10 (salvo lesión en 2016), el suizo transitó todos los estadios posibles entre 2013 y 2017. Bajo nivel, resultados atípicos, cambios de entrenadores, lesiones impredecibles, renacimiento tenístico, campeón de Grand Slam, pelea por el N°1...
Ante la incertidumbre de cuanto resistirá su físico a los treinta y seis años de edad (veinte años de profesional), reduce su calendario y elige minuciosamente, junto a su equipo, que torneos jugar y cuales no, con el riesgo de tropezar en algunas primeras rondas y derrumbarse en el ranking. Asumido ese peligro, afronta en 2017 su camino a ganar Grand Slams y recuperar el N°1 del mundo. Lejos de obsesionarse pero con el objetivo claro, no titubea ante la tentación de superar a Nadal en 2017 privilegiando el físico y no el puesto.

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Pero en 2018 las prioridades cambiaron. Campeón de tres Grand Slams en doce meses, los objetivos inmediatos, tan cerca pero tan lejos, sin quererlo, cambian. El título en el Australian Open modificó su forma de programar el calendario. A tan solo 155 puntos ATP del N°1 del mundo, telefoneó a Richard Krajicek, director del ATP500 Rotterdam, y le solicitó un wild card para disputar el certamen del cual fue campeón en 2005 y 2012. La meta era llegar a semifinales, lo que le permitiría ser el monarca del circuito una vez más.
Y vaya si fue acertada la decisión de jugar en Holanda. La derrota de Wawrinka allanaba el camino a semifinales, pero no por eso iba a ser sencillo. Kohlschreiber le trajo problemas en octavos de final, que supo sortear, y Haase lo complicó tanto que solo las molestias físicas del local en el tercer set le simplificaron la tarea al helvético de cara al objetivo. Emocionado, resistió el llanto frente a las cámaras (algunas se le escaparon) mientras el torneo emitía un video en homenaje a su retorno a la cúspide, para luego recibir un premio en honor al logro.
Más relajado, en conferencia de prensa, el flamante líder del escalafón mundial y campeón de Rotterdam, expresó sus sensaciones: "Creo que alcanzar el N°1 es la hazaña más importante en nuestro deporte. Quizá esta sea la vez que más signifique en mi carrera y lo disfruto con 36 años (y medio). Es un sueño hecho realidad, no puedo creerlo. Definitivamente voy a comprobar el nuevo ranking el lunes por la mañana para ver si realmente soy N°1 y asegurarme de que no se haya cometido ningún error. Será un momento especial, sin duda me hará sentir muy feliz".



Como en 2004, 2009 y 2012, el suizo volvía a dominar el tenis mundial. Campeón en Rotterdam, la semana 303 en la cima de la ATP era una realidad. Catorce años después de debutar como el mejor del mundo, el "viejito" de treinta y seis años y seis meses volvía a sentirse el mejor de todos y a demostrar que la edad no es un impedimento, es solo un obstáculo más. El más veterano en liderar el ranking en la Era Abierta superaba el récord de Andre Agassi, N°1 con treinta y tres años en 2003, un número que Federer dejó pequeño...
Australian Open 2004, Wimbledon 2009, Wimbledon 2012 y Rotterdam 2018 fueron los torneos privilegiados en disfrutar en carne propia el ascenso al número uno del mundo de Roger Federer. Catorce años entre la primera vez y la última como monarca; cinco años desde su última vez como líder del ranking ATP; treinta y seis años de edad; 303 semanas primero del mundo (306 como mínimo); 97 títulos ATP en 146 finales disputadas (superó las 145 de Lendl); 20° ATP500 (uno más que Nadal) y así podemos seguir enumerando plusmarcas que ostenta el, quizás, mejor jugador de tenis de todos los tiempos.

Daniel Vitale Pizarro

12 febrero 2018

Clasificados campeones

El tenis no vive solamente de las hazañas de Federer, Djokovic o Nadal. Las historias de los jugadores que están más allá de los cien mejores del ranking ATP son dignas de contar por los sacrificios que hicieron (y hacen) para poder establecerse como Top100 o incluso mejor, sacrificios por los que ya pasaron (y pasan) los mejores del momento y del que ya no nos acordamos, como si Djokovic, por ejemplo, hubiera llegado a ser N°1 del mundo de un día para el otro y no hubiese tenido que superar hasta una guerra civil.

La gran mayoría de los aficionados no se detiene a pensar en todo lo que hace o debe hacer un tenista profesional para poder vivir del deporte. Y tampoco les interesa, porque el tenis va tan rápido que no hay tiempo de analizar el camino de Andy Murray a la cima del tenis o el ingreso al Top100 de Tennis Sandgren. Y eso es moneda corriente, como sucedió en la entrevista pospartido de McEnroe a Federer en R1 del Australian Open 2018: 
JM: "¿Como es posible que te puedas mover y jugar de esa manera a los 36 años?, tienes que decirles a tus fans..."
RF: "He trabajado duro en mi carrera, en el gimnasio cuando nadie..."
JM: "Eso no es verdad, vamos"
RF: "He estado mucho de vacaciones, toda mi vida" (risas)
En este contexto, las historias atractivas de tenistas de menor envergadura suelen ser menos atractivas para el fanático del deporte de la raqueta. Pero no por eso son menos interesantes y fascinantes. Esta semana sucedieron dos hechos que no son comunes en el circuito ATP. En Quito (Ecuador) y en Sofía (Bulgaria), tres de los cuatro finalistas nunca habían disputado una definición ATP y dos de ellos se alzaron con el ATP250, ambos debutantes, provenientes de la fase de clasificación y fuera del Top100, como si estuviese guionado.

Ecuador vio como su único campeón, Victor Estrella Burgos, caía en segunda ronda tras dieciséis partidos invicto y tres títulos bajo el brazo. Vacante el trofeo, el español Roberto Carballés Baena (107°) llegó a la final ante su compatriota Albert Ramos Viñolas (21°) al que venció en tres sets. Nacido en Tenerife hace 24 años, apenas había alcanzado una semifinal ATP (Casablanca 2014) y este título significó su vuelta al Top100 y además llegar al puesto 76° del escalafón mundial, el más alto de su carrera desde que se volvió profesional en 2011.


Roberto no ganaba un partido ATP desde Rio 2017, casi un año atrás. Desde aquel torneo solo disputó Challengers y fases previas de torneos ATP. Pero en Quito su suerte cambió. Cuartofinalista en 2017, Carballés no dejó pasar esta oportunidad en Sudamérica. "Se me vienen muchas cosas a la mente, muchos años de entrenamiento para conseguir esto. Vengo trabajando duro para consolidarme en el Top 100. Quiero agradecerle a mi familia, sobre todo a mis padres. Ellos estuvieron conmigo desde pequeño, apoyándome por mucho tiempo", declaraba un emocionado campeón.
Campeón europeo en singles y dobles (U18) y campeón de Roland Garros junior en dobles, todo en 2011, a Carballes Baena parecía que la transición al profesionalismo no le iba a costar. Pero la realidad fue otra. Aunque fue campeón de un Future en España a los 17 años (2010) y otro la temporada siguiente, el español se estancó en esa categoría varios años. Recién en 2015 pudo coronarse en el circuito Challenger con apenas dos Masters1000 jugados y un solo cuadro principal de Grand Slam disputado en su carrera hasta el día de hoy. 

En Bulgaria la sorpresa fue mayor. La final fue entre dos debutantes en finales ATP: Mirza Basic vs Marius Copil. El bosnio fue el campeón y el caso más sorprendente de la semana. Basic derrotó a Stan Wawrinka en semifinales y a Copil en la final. Pero no fue una casualidad su título en Sofía porque Mirza desde hace algunos meses vive un gran presente. En octubre de 2017 fue semifinalista en Moscú y en enero 2018 cuartofinalista en Doha, antes de debutar como campeón ATP. En todos los certámenes superó la qualy. Superación contante.
Basic aparecerá el lunes, a sus 26 años, como el 77° del ranking ATP, su primera irrupción en el Top100 y segundo bosnio en ser campeón ATP tras Damir Dzumhur (Moscú y San Petersburgo). Feliz por todo lo sucedido durante la mejor semana de su vida, así se manifestó Mirza ante el público presente en Bulgaria: "Dar las gracias a Marius por un partido como el de hoy y por su fair-play. He tenido suerte, quizá un poquito más que Copil. Esta semana se cumplen dos sueños para mí. Sofía será siempre mi lugar especial porque aquí gané mi primer título y entré por primera vez al Top 100".

Daniel Vitale Pizarro

05 febrero 2018

Una Copa Davis que se avizora interesante

La Copa Davis volvió al ruedo. Atrás quedó la consagración de Francia ante Bélgica en noviembre pasado de la mano de Yannick Noah y sus elegidos. La temporada 2018 inició sin Argentina entre los dieciséis mejores equipos pero con varias estrellas de la ATP representando a sus países. Marin Cilic (3°), Alexander Zverev (5°), David Goffin (7°), Pablo Carreño Busta (10°), Sam Querrey (12°), Nick Kyrgios (14°), John Isner (18°), Richard Gasquet, Fabio Fognini, Borna Coric, Denis Shapovalov, entre otros, defendieron su bandera el fin de semana durante la primera ronda del Grupo Mundial.

La primera serie comenzó el día jueves para los habitantes de América y del viejo continente. Australia recibía a Alemania en Brisbane, en las instalaciones del ATP250 disputado semanas atrás. Por presente, pasado y futuro, era la eliminatoria que mejor tenis prometía. Campeones 28 veces los australianos y tres veces los alemanes, los locales contaban entre sus filas con la sensación del verano oceánico De Miñaur y con Kyrgios mientras que los visitantes alinearon a Zverev como principal figura. El actual N°5 del mundo no defraudó y le dio la clasificación a cuartos de final gracias a sus dos victorias (Zverev y De Miñaur) y a la ayuda del dobles el sábado.
Rápido hicieron las cosas dos países que concluyeron sus compromisos el sábado con el punto del dobles. Kazajistán ante Suiza (única serie sin Top20 de este fecha) y Estados Unidos frente a Serbia. Los suizos no contaron con Roger Federer ni Stan Wawrinka y los serbios tampoco compitieron con sus mejores raquetas como Novak Djokovic y Viktor Troicki, muy cuesta arriba pasar de ronda sin ellos, pilares de sus conquistas en 2010 (Serbia) y 2014 (Suiza).
El curioso caso de Kazajstán sigue sorprendiendo a propios y ajenos. Sin jugadores de renombre se sigue manteniendo en la elite de la competencia. El equipo cuenta con el "copero" Mijaíl Kukushkin y sus compañeros, rusos o ucranianos nacionalizados kazajos gracias al fanatismo del presidente del país y al dinero empleado para el desarrollo del deporte. Animadores de la competencia desde 2011, año en el que debutaron en el Grupo Mundial, nadie quiere viajar a Astana, estadio en el que solo perdieron una vez en 2013 ante los futuros campeones República Checa. Su récord en condición de local es 7-1 entre 2011-2018.

El actual campeón comenzó con el pie firme la defensa de la Ensaladera de Plata sin exponerse ante Holanda. Gasquet y la pareja Herbert-Mahut dejaron el resultado en la mano de Mannarino para que definiera ante Haase el pase a cuartos de final luego del traspié el viernes en su debut oficial en Copa Davis. El galo supo controlar las nervios y el domingo certificó el avance de ronda de "le blu" luego de un duelo dramático a cinco sets.

Y si de partidos dramáticos hablamos, la serie entre Italia y Japón en Morioko fue para el infarto. Candidatos los italianos pero en terreno hostil japonés, Fabio Fognini se destacó entre todos y fue el héroe del fin de semana. El jugador de la fecha disputó tres partidos y catorce sets a lo largo de 11h 41m para darle la clasificación a cuartos de final, en parte por el fallido intento de barrer la serie 3-0 luego de que Seppi no pudiera derrotar a Sugita el viernes en cinco sets. Fabio se cargó a Taro Daniel el viernes (cinco sets), ganó el dobles junto a Simone Bolelli y cerró la serie ante Yuichi Sugita (cinco sets), en ambos singles estuvo 1-2 en sets. Del 6-8 de abril italianos serán anfitriones ante franceses.

España y Bélgica cumplieron con su favoritismo sin antes tropezar en un par de puntos que en los papeles eran accesibles. La Copa Davis es especial, diferente a todo tipo de competencia y los pronósticos y especulaciones se caen por sí solos. Las victorias de Cameron Norrie ante Bautista Agut y del dobles húngaro Fucsovic-Balazs a Bemmelmans-De Loore no alcanzaron para acceder a la siguiente ronda, quedaron en solo un susto que no llegó a ser sorpresa. Ambas series se definieron en el cuarto punto, durante el duelo de números uno. En abril españoles recibirán a alemanes y belgas visitarán norteamérica.


Otra eliminatoria que prometía mucho era Croacia-Canadá. El capitán croata arriesgó el viernes con Coric y Galovic en los singles y Cilic el sábado para darle descanso al finalista del Australian Open. El dobles, una vez más en Copa Davis, inclinó la serie para el ganador. Coric a Pospisil y Shapovalov a Galovic el viernes, el dobles Cilic-Dodig prevaleció en cinco vibrantes sets ante Nestor-Pospisil tras estar 0-2 en sets. Complicado quedaba el escenario si el flamante N°3 ATP no salía a la cancha el domingo pero el más joven del equipo sentenció la serie en el cuarto punto. En duelo de #NextGen Borna Coric eliminó sin problemas a Denis Shapovalov. Ahora croatas recibirán a la siempre complicada Kazajstán.

Daniel Vitale Pizarro