10 mayo 2022

El verdadero relevo

La primavera tenística española llegó a su fin y que mejor final que un español fuese el campeón del torneo más importante de la gira en la capital del país. Carlos Alcaraz cerró el círculo perfecto con el título en el Masters1000 Madrid, dos semanas después de haber sido el mejor en el ATP500 Barcelona. El jugador del momento y nuevo favorito del público hizo vibrar a la grada con sus tiros imposibles y su energía interminable. Su excelsa capacidad física genera en el público onomatopeyas de todo tipo cuando defiende y su potencia natural al impactar la pelota impone tanto que desborda a sus rivales. Sin puntos débiles notables, a los diecinueve años y tres días se planta en la pista como un veterano, un veterano que recién empieza...

Bajo techo, superficie dura o tierra batida, a Alcaraz le da igual. Invicto en finales ATP (5-0), el joven español criado y desarrollado sobre polvo de ladrillo tiene las armas para hacerlo bien en cualquier superficie. Casi sin bagaje sobre césped (1-1) por el poco tiempo que lleva disputando el circuito profesional, su desempeño como profesional en tan poco tiempo es sencillamente brutal. Su ascenso meteórico en el ranking ATP sorprende a todos y más aun por como ha asimilado el cambio de status en el circuito en apenas un par de temporadas. Número seis ATP, en mayo del 2021 estaba fuera del Top100 y en mayo del 2020 no figuraba entre los 300 del mundo...


Carlos
hace memoria y va un poco más allá del 2020 cuando daba sus primeros pasos como profesional, recordando su infancia: "Recuerdo la primera vez que jugué, cuando era pequeño en Murcia. En aquel momento no imaginé que podría llegar a alcanzar este nivel y estar aquí ahora mismo como campeón del Mutua Madrid Open. Recuerdo que mi vida consistía en competir en esos días. Me encantaba entrenar, y todavía soy un niño al que le gusta más competir que entrenar. Para mí, celebrar este título tan especial junto a mi familia, primos, tíos, abuelos... con toda mi familia en general es muy, muy especial".


El año avanzaba, las victorias aumentaban y los objetivos, por inercia, cambiaban. Quién a principios de 2022 tenía como meta alcanzar el Top10, en apenas cuatro meses de competencia la realidad lo obligó a modificar tanto su planificación como sus aspiraciones. "Mi objetivo hasta final de año es tratar de ganar uno de los tres Grand Slam que quedan. Es una gran motivación para mí y voy a luchar por ello", declaraba rebosante de confianza el 'adulto' de diecinueve años tras ganar en Barcelona a Tsitsipas (5°) y en Madrid a Nadal (4°), Djokovic (1°) y Zverev (3°) en dos semanas de juego. El Top5 ATP casi por completo a sus pies, a falta de Medvedev (2°), ausente en esta gira de arcilla por lesión.

El murciano parece no tener techo. Mientras Djokovic y Nadal se mantienen en lo más alto del ranking ATP sin la dominancia que mantuvieron junto a Federer y Murray durante prácticamente quince años, el joven español se asoma como el reemplazo natural de ellos en la cima del ranking mundial junto a Medvedev, Zverev y Tsitsipas. Mentalmente más estable que los tres mencionados a pesar de ser el más joven, los Grand Slams venideros determinarán si Alcaraz está capacitado para liderar esta nueva generación o si por el contrario el circuito deberá esperar pare verle por encima de todos.
Intensidad, velocidad, potencia y desparpajo definen a Alcaraz pero no es lo que más sorprende de la nueva estrella del circuito. La diferencia con sus compañeros menores de veinticinco años es su mentalidad. Su tolerancia a la frustración le permite sobrellevar los momentos de tensión y aguantar en pista cuando las cosas no salen como quiere, una virtud que escasea en el profesionalismo actual. Los más grandes de la historia fueron, son y serán los que gestionen de la mejor manera posible las emociones dentro de la pista y Carlitos va en el camino correcto. Tendremos que esperar y ver como reaccionará a los malos momentos, que llegarán, para saber si será o no el verdadero relevo del 'Big4'.

Daniel Vitale Pizarro