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24 agosto 2021

¿Resurgimiento?

Estados Unidos es sinónimo de tenis. Desde el tenis Universitario a los Grand Slams, pasando por todas las categorías que existen en el circuito profesional, Estados Unidos lo tiene todo para desarrollarse como tenista. Dueños del tenis desde casi su creación, los últimos quince años no han sido los mejores para el país norteamericano. Finalizada la peor década de su historia en cuanto a cantidad y calidad de resultados, las nuevas generaciones comienzan a abrirse paso en la elite del tenis masculino, una bocanada de aire fresco para un país acostumbrado a dominar el deporte, posición de privilegio ganada por Europa, el nuevo centro neurálgico del deporte de la raqueta.

Los jugadores estadounidenses lideran casi todas las estadísticas del tenis. Desde que se instalara el ranking ATP en 1973, la primera vez que no tuvo representación en el Top10 fue en 2012. Hoy la realidad es mucho peor con apenas un solo jugador en el Top30 ATP, algo impensado años atrás si tomamos en cuenta la historia del país y la estructura tenística norteamericana. La red de torneos profesionales a lo largo y ancho del país es la más vasta del mundo. Tomando en cuenta el 2019, última temporada 'normal', USA organizó cuarenta y dos ITF M15/M25 (ex-Futures), veintidós Challengers y once ATP. A eso hay que sumarle diecinueve torneos ITF Juniors, fundamentales para que los jóvenes puedan disputar sus primeros torneos internacionales en su país.


En paralelo al circuito ITF/ATP, Estados Unidos cuenta con la mejor Liga Universitaria del mundo. La NCAA le ofrece a estudiantes de todo el mundo, entrenar, competir y estudiar, con el tenis como deporte principal pero no como prioridad. El nivel tenístico de la primera división de la NCAA no tiene nada que envidiarle a un jugador promedio del circuito ITF/ATP Top500. Muchos son las casos de tenistas profesionales que pasaron por el famoso sistema universitario norteamericano "College". El alto nivel tenístico de las Universidades, el buen 'clima' que genera entrenar y jugar con compañeros de estudio y el sentido de pertenencia que se crea con la Universidad es una experiencia que el jugador no se olvidará jamás.

Existe otro sistema de clasificación que a su vez cuenta con torneos propios llamado Universal Tennis Rating  (UTR). En paralelo al ITF, ATP y al College, el UTR es "un sistema de clasificación global que puntúa a todos los jugadores del mundo en una sola escala de dieciséis puntos (con dos decimales), independientemente de la edad, el sexo o la nacionalidad. El algoritmo se compone de tres cosas; el puntaje, la calificación del oponente y la historia de un jugador. UTR está presente en doscientos países. Todos los jugadores profesionales ATP - WTA tienen UTR, al igual que todos los jugadores de Universidades de USA. Desde 2016 UTR es el sistema de clasificación oficial de la Intercollegiate Tennis Association (ITA)".

Si la estructura tenística que formó a Jimmy Connors, John McEnroe, Pete Sampras, Andre Agassi o Andy Roddick no tiene fisuras, ¿por qué de repente dejó de monopolizar los primeros puestos del ranking mundial? La realidad norteamericana actual se puede analizar desde diferentes perspectivas. La primera causa puede deberse al multiculturalismo del país. El ser uno de los estados más cosmopolitas del mundo y además, una referencia tenística mundial, ha generado en las últimas dos décadas una cantidad de grandes jugadores extranjeros formados en Estados Unidos o que hacen base en Academias de USA debido al prestigio de las mismas a lo largo de los años. La cantidad de becas de tenis para extranjeros y los diferentes circuitos alternativos al ATP han provocado ésta falta de jugadores nacionales de elite en los puestos más altos del escalafón mundial.


El dinero que reparten otros deportes como la NBA (baloncesto), NFL (fútbol americano), MLB (beisbol), NHL (hockey sobre hielo) o incluso la MLS (fútbol) y la oportunidad de destacarse y ganarse la vida en esas ligas nacionales puede ser otro factor por el cual los jóvenes eligen otro deporte. Para vivir del tenis se necesita estar entre los doscientos mejores del mundo y mantenerse dentro de ese grupo de jugadores, de lo contrario el tenista perderá dinero al final de la temporada. Es una diferencia considerable con otros deportes en los cuales firmar contrato para un equipo de primera o segunda división es sinónimo de bienestar económico y social.

La popularidad del tenis en Estados Unidos también es un factor determinante. Previo a la Pandemia, la práctica del deporte había caído a nivel país y las audiencias no eran las de años anteriores, algo entendible al no tener referentes en quien reflejarse ni sentirse identificados. La Pandemia ha cambiado un poco este panorama y al ser un deporte relativamente seguro, la gente volvió a practicar el deporte y muchos niños empuñaron por primera vez una raqueta, incrementando muchísimo la participación sin haber hecho nada en particular para generar ese aumento. El desafío está en tratar de que esa nueva masa de jugadores no se vaya a otros deportes cuando la Pandemia finalmente termine.

Daniel Vitale Pizarro