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03 noviembre 2022

Toni no se equivocó


"El nacido en Montreal seguirá intentando ganar el trofeo que le quite esa presión de debutar como campeón 
ATP, una carga impuesta por su juventud, proyección, patrocinadores, medios de comunicación y un interminable etcétera que no permiten que el canadiense despliegue su tenis ofensivo y de golpes limpios en los partidos finales, sin temor a equivocaciones producto de los nervios". Esto escribimos sobre Felix Auger Aliassime exactamente dos años atrás. En aquel momento, Felix tenía veinte años, era 21° ATP y había perdido seis finales ATP, números que para cualquiera hubieran sido halagadores pero para la prensa especializada y los fanáticos, eran escasos, incluso algunos lo consideraban un fracaso. Por suerte el propio jugador se encargó de desterrar esas falsas creencias infundadas.
Asiduo visitante de la "Rafa Nadal Academy", en marzo de 2021 Felix decidió contratar 'part time' a Toni Nadal para que lo ayude a crecer mentalmente como tenista y poder enfocarse en las cosas que realmente importan tanto dentro como fuera de una pista de tenis. El cambio de mentalidad no se dio de la noche a la mañana. Como todos los cambios profundos, llevaron su tiempo. Tras algunos meses trabajando juntos, Auger-Alliassime contaba que le aporta el famoso tío Toni: "Es una gran persona, cubre todas las áreas. El me recalca la importancia de la disciplina, el aspecto mental, el aspecto físico y mucho más. No solo se preocupa por el tenis, sino por la vida en general".
A pesar de buenos rendimientos a lo largo de 2021 (finales ATP, semifinal de Grand Slam y el Top10) el canadiense empezó a liberar esa tensión acumulada en las instancias decisivas en la ATP Cup 2022. Junto a Denis Shapovalov, su compañero de generación y amigo, le dieron la primera competición oficial como país a Canadá derrotando en la final a España. No era nada fácil para Felix enfrentar a Roberto Bautista Agut en el partido por el título, reeditando el duelo de la Final de Copa Davis 2019. La victoria fue un desahogo luego de tanta final perdida. En aquel momento algo en su cabeza se desbloqueó.
La confianza lo es prácticamente todo. Tras ganar la ATP Cup y ser cuartofinalista del Australian Open en enero, llegaba en febrero el momento que todo su círculo esperaba. Rotterdam fue la ciudad que lo vio debutar en un cuadro principal ATP en 2018 y Rotterdam era la ciudad que lo vio ser campeón ATP por primera vez en su carrera. El nacido en Montreal rompía el maleficio de las ocho finales previas disputadas y se demostraba a si mismo que estaba mentalmente preparado para competir ante cualquier rival. El trabajo mancomunado junto a Toni Nadal y Frederic Fontang empezaba a dar sus frutos.


Top10 durante gran parte del año, lo mejor todavía estaba por venir. Un tropezón en segunda ronda del US Open no impidió que un mes después viéramos su mejor versión. Florencia, Amberes y Basilea, con triunfo incluido ante Carlos Alcaraz, vigente número uno del mundo, completaron tres semanas consecutivas de ensueño. Trece partidos seguidos, tres títulos ATP y retorno al Top10 (8°) para colocarse séptimo en la 'Carrera a Turín'. Un presente idílico que ni los más aventurados lo hubieran presagiado. El tenis de Auger-Aliassime voló por las pistas cubiertas europeas. Su juego de ataque fluyó, paseándose por las ciudades italianas, belgas y suizas como invitado de honor.


Incrédulo pero sabiendo que no su presente no es producto de la casualidad, Aliassime se mostraba muy contento ante los micrófonos tras ganar su cuarto título ATP: “Ha sido una semana increíble, una vez más en una final, sin que me rompan el servicio en todo el torneo. Ha sido un año largo, una racha larga de victorias, y aún no ha terminado. Espero poder seguir adelante, ahora mismo siento todas las buenas emociones que conlleva ganar un torneo. Es increíble. Venía jugando bien, pero es difícil de esperar. A veces, cuando gano, no muestro demasiado mis emociones, pero en el momento de la victoria todo ha salido, he sentido un gran alivio”.


Disputando su cuarta semana al hilo de torneos en París, las derrotas de Taylor Fritz y Hubert Hurkacz le dieron la clasificación al Masters gracias, en gran parte, al perfecto mes de octubre. A medida que los objetivos se cumplen, se van actualizando y el canadiense parece cambiar su horizonte semana tras semana. Cuando el tío de Rafa aceptó la propuesta de trabajar junto a Auger-Aliassime, además de no aceptar propuestas si no reúnen determinados valores éticos-deportivos, sabía que tarde o temprano el jugador revertiría su imposibilidad de rendir al máximo en situaciones comprometidas. Quizás haya llegado la parte más difícil, la de mantenerse en la elite soportando el favoritismo en cada ciudad que aterrice. Hoy, con la certeza de los logros alcanzados, podemos afirmar que Toni no se equivocó.

Daniel Vitale Pizarro

28 octubre 2019

El patio de su casa







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A Roger Federer no solo lo une a Basilea el haber nacido en la homónima ciudad suiza del cantón alemán. Su primer contacto con el evento tenístico fue en 1993 (doce años) cuando lo eligieron para ser recogepelotas. En 1997, el helvético de dieciséis años debutaba como tenista profesional en el ATP Basilea, gracias a una invitación por parte de la organización para disputar la clasificación. Veintitrés ediciones después desde su debut en Suiza, las quince finales alcanzadas en su ciudad natal lo convirtieron en el hombre récord de la Era Abierta en disputar definiciones en un mismo certamen y los diez títulos conseguidos allí, récord personal de más trofeos en un mismo torneo junto con Halle. Quizás por eso las lágrimas luego del triunfo en medio de una ovación que parecía interminable.
"La gente piensa que solo estoy ahí, obteniendo el título, pero hay mucho más que eso. Manejar a cuatro niños es todo un desafío, un lindo reto. Y cuando estoy allí y recuerdo todo eso en mi cabeza, me llega y no puedo controlar mis emociones. Con la música de fondo y los niños entrando en la pista... todo suma. Estas victorias significan mucho para mí. Al principio me resultaba incómodo mostrar mis emociones en público pero ahora es parte de mi carrera. No pretendo llorar, pero me viene de forma natural". Amado en todo el mundo por su forma de jugar pero sobre todo por su forma de ser más que por sus resultados inalcanzables, Federer no esconde sus emociones porque no puede, y eso lo hace aun más querible para el público.
El número tres del mundo, sincero sobre sus posibilidades de ganarnunca imaginó este presente: "Tengo sensaciones encontradas. Al inicio de mi carrera, luego de perder dos finales seguidas en Basilea (2000-01), creía que nunca iba a poder ganar aquí. Hoy pienso que en algún momento esta racha ganadora (cinco títulos) se tiene que terminar; lo pensé el año pasado y esta temporada también lo hice. Para mis fans es lógico que juegue semifinales o finales aquí, pero para mí no lo es. Cuando se acercan a mí, me dicen: 'nos vemos el domingo, ya tengo las entradas'. Antes del torneo tuve la sensación de que caería antes de la final. Soy muy realista y sé que el margen de error aquí es muy pequeño. Por eso estoy muy sorprendido de haberlo logrado otra vez".
Primer título con 38 años y cuarto de la temporada, el longevo jugador se acerca a las cuatro décadas con un nivel de tenis asombroso. Rápido de piernas, infalible con su servicio, dominante con sus golpes de fondo y cerrando muchos puntos en la red cual doblista experimentado, Roger parece no envejecer. Al contrario, su juego rejuvenece. Desde Wimbledon que no se mostraba tan fino con sus golpes, una derrota que le costó digerir pero que pudo hacerlo antes de fin de temporada, otra muestra de lo fuerte mentalmente que se hizo con los años. "La experiencia te ayuda en los momentos oscuros", dijo tras ganar en Suiza, haciendo alusión a la durísima derrota en el All England, la más dolorosa de su carrera que 'por suerte' le llegó con 37 años y no siendo un adolescente...

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En Basilea la tradición se respeta y como todos los años, como cuando el propio Federer fue recogepelotas, el campeón de turno les entrega una medalla a cada niño y pizza para todos, una celebración que a Roger le recuerda lindos momentos. Sin París en su calendario 2019 ni las 'Finales de Copa Davis' en Madrid, su temporada finalizará en Londres luego de disputar su decimoséptima 'Copa de Maestros' en donde acumula seis títulos en diez finales disputadas (récords históricos). El suizo emprenderá luego del Masters una gira por Latinoamérica en la que, de no ocurrir cancelaciones de último momento, visitará México, Colombia, Ecuador, Chile y Argentina. No será una gira de despedida porque sabemos que, si el físico lo acompaña, competirá durante todo 2020.


Daniel Vitale Pizarro

30 octubre 2017

Tenista del año

La primera vez que Roger Federer formó parte del torneo de Basilea (ciudad donde nació), que se disputa sobre superficie dura bajo techo, fue a los doce años como recogepelotas (ball boy) en 1993 en la final entre Michael Stich y Stefan Edberg. Roger recuerda como si fuera hoy aquellos días de su infancia: "Recuerdo todo sobre aquel día, sobre todo cuando recibí la medalla. Al torneo iba en bicicleta. Son recuerdos que nunca olvidaré". Como profesional debutó en su ciudad natal en 1998 gracias a una invitación. Andre Agassi se encargó de aguar su presentación oficial en Basilea, pero ese día empezó el apego por el torneo más importante de su país.


Ausente en 2016 por lesión, 2017 era el retorno del siete veces campeón y doce veces finalista del certamen, récord absoluto de la historia en cantidad de finales en un mismo torneo. No conforme con esos números despampanantes, el helvético alcanzó una nueva final en la ciudad que lo vio crecer. Los récords de más finales ATP en un mismo lugar los tienen Federer en Halle y Wimbledon y Nadal en Monte Carlo (11), pero trece finales en Basilea destruye cualquier posibilidad de igualar esa cantidad en el corto plazo. Eso si, los diez trofeos de "Rafa" en Roland Garros, Monte Carlo y Barcelona siguen siendo récord histórico, uno más que los nueve de Roger en Halle.

Pero volvamos a Basilea. La final era de lujo. Juan Martín Del Potro, campeón en 2012-2013 venciendo en la final a Federer, se enfrentaba por cuarta vez en el torneo (2-1) ante Roger. El argentino desde el US Open es otro jugador. 27° en la 'Carrera a Londres' en agosto, noviembre lo encuentra a 190 puntos del octavo clasificado al Masters en un sprint de fin de año memorable. Sin el karma del revés y las lesiones, y con un equipo de trabajo establecido desde la contratación de Sebastián Prieto, "La Torre de Tandil" apunta alto y por razones más que suficientes. El partido ponía muchas cosas en juego, de un lado y del otro de la red.

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Más allá de los récords que Federer se encarga de pulverizar a cada paso que da, el N°1 del mundo estaba en juego para el suizo y el ingreso al Masters para el argentino. Los 1960 puntos se reducirían a 1460 en relación a Nadal (1°) y Del Potro superaría a Carreño Busta (8° Carrera a Londres) por 10 puntos con vistas al torneo de fin de año. Todo eso en una final de un ATP500. Mucho en juego para un partido de tenis. El récord entre ellos en finales ATP no tiene nada que ver al que mantienen en cualquier otra instancia. Mientras que en finales Juan Martín lo domina 3-1, en el total "RF" supera ampliamente a "JMDP" 17-6, con el partido más importante entre ambos en US Open 2009.

A tono con el nivel de 2017 el ganador fue el local y favorito del público, Roger Federer. Dejó escapar el primer set pero se reivindicó con su tenis y sacó adelante un partido harto complicado ante un rival que le trae más problemas que soluciones. 6/7 6/4 6/3 fue el resultado final para el suizo más trascendente del deporte mundial, que emocionado como niño recibió su octava corona en Basilea, misma cantidad de trofeos que en Wimbledon, ambos récords logrados en este 2017 de ensueño. A los 36 años y sin disputar la gira de arcilla, Cincinnati ni París (semana entrante), "Su Majestad" es N°2 del mundo y máximo candidato para el Masters. De locos.
Los protagonistas del domingo tuvieron palabras de elogio entre ellos durante la entrega de premios, habitual en el tenis moderno de "amistades" fuera de la cancha pero que adentro de la misma distan de serlo. "Llevas jugando a un excelente nivel desde el US Open, incluso antes, así que estoy muy contento de verte jugando tan bien de nuevo y, sobre todo, de poder verte jugar todas las semanas. Eso es algo que a mí me gustaría poder hacer nuevamente pero que la edad ya no me permite", le expresó Federer al finalista, a lo que Del Potro le contestó: “Felicidades Roger. Simplemente, me encantaría jugar como tú cuando tenga tu edad, pero no creo que eso suceda”.

49-4 en 2017 es su récord antes de disputar el Masters, la última parada del año. Dentro de esas victorias se encuentran siete títulos y una final sobre doce torneos disputados, un barbaridad. Pero las cuatro derrotas dicen mucho más que las casi cincuenta victorias. Solo en 2005 llegó al Masters con tres partidos perdidos en el año, temporada que finalizó con la final perdida ante David Nalbandian (81-4). Ni siquiera en 2006, el mejor año de su carrera, llegó al "Torneo de Maestros" con cuatro partidos perdidos (92-5). 2017 es el cuarto año con +90% de victorias desde que es profesional, eso dice mucho del presente de Roger Federer, número dos del mundo pero "el tenista del año".

Daniel Vitale Pizarro