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11 enero 2019

Viejos, altos y buenos

2018 finalizó como el año con el Top10 más alto de la Era Abierta (192,6 cm) y también el más longevo (29,9 años). 2019 no podía empezar de manera diferente. Ivo Karlovic (211cm) y Kevin Anderson (203cm) disputaron en el ATP250 Pune (India) la final ATP de más altura de la historia y la más "adulta" (71 años), igualando la misma cantidad de años con Quito 2017 y Los Cabos 2016. Los cuatro metros y catorce centímetros de Ivo y Kevin superaron a los cuatro metros y once centímetros de Atlanta 2013 entre John Isner y el sudafricano Kevin Anderson. Récords y más récords son los que rompe el gigante croata en el circuito ATP a sus jóvenes 39 años de edad.
Karlovic no fue campeón pero sí noticia. Tercer finalista ATP a los 39 años detrás de Ken Rosewall y Pancho González (43 años). Desde 1977 que un jugador de 39 años no disputaba una final ATP. Líder en aces desde que se tienen datos (1991) con más de 13000 convertidos, dice que juega para seguir rompiendo récords en torno a la edad. Y vaya si lo está haciendo. En su 16° temporada consecutiva como Top100 y tras superar una meningitis que casi lo retira del tenis en 2015, Ivo sigue dando batalla en un circuito cada vez más físico pero a la vez más longevo. El profesionalismo de los jugadores y del circuito llevó a que los tenistas hayan alargado sus carreras.
Los equipos de trabajo de cada jugador, con especialistas en todo lo relacionado con el deporte (entrenador, preparador físico, médico, psicólogo, nutricionista, etc) más el minucioso armado del calendario para evitar viajes innecesarios o agotamiento físico y mental por disputar muchos torneos, son la clave para mantenerse como profesional pasado los 35 años, una edad que invita más al retiro de la actividad que a disputar finales. Para tener una idea de lo que es tener 35 años en el tenis, el circuito "Senior" denominado "Champions Tour" es a partir de esa edad, lo que agiganta lo logrado por los tenistas que siguen compitiendo al máximo nivel pasados los 35.


Anderson impuso condiciones en India. Preclasificado N°1 y N°6 ATP, ganó por primera vez un título previo al Australian Open. Finalista el año pasado en Pune y en 2013 en Sidney, en 2019 llegará al primer Grand Slam de la temporada con la confianza por las nubes. Dueño de un récord poco habitual en finales ATP (6-13), menos aun para un doble finalista de Grand Slam, en Pune el sudafricano pudo levantar su sexto trofeo ATP en diecinueve definiciones. Sí, apenas un 31,6% de efectividad, uno de los porcentajes más bajos de la Era Abierta. A tono con la tendencia longeva del circuito actual, a los 32 años vive el mejor momento de su carrera.

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“Quería dar un paso más que el año pasado… No tienes la oportunidad de ganar torneos cada semana y cuando lo consigues es muy especial. Significa mucho para mí. Tenía muchas ganas de poder quitarme esa espina clavada de perder la final del año pasado. Ha sido un partido muy cerrado, podría haber caído de cualquier lado. El ambiente ha sido sensacional y lo recordaré toda mi vida”, expresaba el africano luego de vencer a su rival en Pune por un ajustado 7/6 6/7 7/6, un resultado cotidiano para este tipo de jugadores que hacen del servicio un arte. Desde que cambió de ciudad en 2018 (Chennai a Pune), los aficionados indios vieron en ambas oportunidades a Anderson en la final.

Daniel Vitale Pizarro

25 julio 2016

El show continúa



Gael Monfils integra un grupo de tenistas de elite que juegan "distinto". Nick Kyrgios, Dustin Brown, Benoit Paire y alguno más. Los llamo los "tenistas espectáculo". Más allá de su profesionalismo, se dan el gusto de tirar lujos, hacer jugadas fuera de lo común, arengar al público y demás acciones que despiertan pasiones en las gradas. Y odios. Uno de ellos, Gael Monfils, pudo consigo mismo, y a pesar de tener el peor récord en finales entre los tenistas activos, se proclamó campeón por sexta vez en su carrera, primera en un ATP500. El francés está en un gran nivel a los casi 30 años (1/9/1986) en su 13° temporada como profesional.

Vigésima quinta final ATP de Gael Monfils. Diecinueve de ellas las había perdido. En Washington tenía enfrente a Ivo Karlovic, el gigante croata campeón la semana pasada en Newport. El francés estuvo en la cuerda floja, a punto (y a un punto) de caer por vigésima vez en su carrera en una definición por el título. Pero el titubeo de Karlovic cuando sirvió para partido 7/5 5-4 y cuando tuvo un match point en el tiebreak con la devolución, le dio esperanzas a Monfils que dio vuelta el resultado, ganó el set, quebró por segunda vez el saque de su rival y cerró el encuentro 5/7 7/6 6/4 para adjudicarse su sexto título ATP.

Un drop a la carrera, digno de una táctica ganadora (?)

El ATP500 de Washington le permite subir tres puestos y volver al Top15 (14°), su mejor posición desde 2012. Micrófono en mano, Gael felicitó a su rival y dejó las cosas claras: "Para ser sincero, lo de hoy fue pura suerte". Un poco de verdad y un poco de humor en sus declaraciones ya que nada se consigue de 'pura suerte', aunque es cierto que las cosas no dependieron del todo del campeón ya que Ivo Karlovic hasta el final del segundo set, cuando sacó para ganar el partido, no había perdido ningún juego de servicio en todo el torneo. El mérito fue esperar el momento, aprovecharlo y volver a quebrar (¡otro quiebre a Karlovic!) para ganar el torneo.

Buen año el del parisino que alcanzó los cuartos de final en el Australian Open por primera vez en su carrera y perdió las finales de Rotterdam y Monte Carlo. Ausente en Roland Garros por un virus, cayó en primera ronda de Wimbledon y volvió al ruedo en Washington, torneo en el cual pudo gritar campeón tras treinta meses de sequía. Dueño de un físico privilegiado, considerado por el US Open 2014 como el más atlético que haya participado en Flushing Meadows, paradójicamente su cuerpo fue aquejado por las lesiones a lo largo de su carrera. Se repuso de sus reiteradas dolencias y con su particular estilo, histriónico, siempre volvió a codearse con los mejores del mundo.
Australia, Francia e Inglaterra en su poder...

Exnúmero siete del mundo en 2011, Gael ha disputado entre 2005 y 2016, 25 finales ATP, al menos una por temporada en los últimos doce años, números negativos en porcentajes pero destacados en regularidad. Asiduo Top20, nunca había ganado un trofeo en superficie dura al aire libre. Sus cinco triunfos anteriores fueron cuatro en dura indoor y la restante en polvo de ladrillo. Para sumar más definiciones perdidas, acumula en su palmarés dos finales de Copa Davis: 2010 ante Serbia y 2014 contra Suiza, aunque paradójicamente en 2010 le ganó a Tipsarevic y perdió con Djokovic y en 2014 derrotó a Federer.

Todo lo contrario vivió en su etapa de junior. Finalista del Orange Bowl en diciembre de 2003 a los 17 años, su racha empezó en enero de 2004: campeón del Australian Open, Roland Garros y Wimbledon. Viktor Troicki frustró el "Grand Slam" en octavos de final del US Open, récord impuesto por Stefan Edberg, único en conseguirlo como junior. N°1 del mundo de la categoría, no le costó la transición al circuito profesional pero si ser parte de la elite, algo lógico. Top100 por primera vez en 2005, nunca dejó esa posición de privilegio salvo unas semanas en 2013 por lesión. Top50 casi siempre desde que es profesional, Monfils es un animador del circuito desde su irrupción.

Campeón en Newport la semana pasada, a sus 37 años el croata Ivo Karlovic llegó a dos finales en semanas consecutivas. En el césped norteamericano levantó tres match points para luego ganar el título. En Washington fue a la inversa porque no pudo concretar el punto para partido que tuvo. 35° ATP antes del ATP500, la final lo catapultó al Top30 (27°). Fue su 16° final ATP (7-9) desde que apareciera por primera vez en una definición en 2005. Récord absoluto de aces en cantidad y promedios desde que se tienen registros (1991), la edad no parece un escollo para Ivo que sigue rompiendo marcas de longevidad y cantidad.

Daniel Vitale Pizarro

23 febrero 2015

Más alto, más viejo y mejor

Faltan seis días para que cumpla 36 años. Ivo tiene match point. Miles de momentos. El más reciente, la meningitis vírica provocada por una picadura de insecto en 2013 (“Los médicos no sabían si me recuperaría al 100%”). Los recuerdos se esfuman. Tiene que sacar para obtener un título más. Los más de 9000 aces lanzados no sirven de nada si este servicio no le otorga el trofeo de Delray Beach. Trata de despejar su mente. Y como casi durante toda su carrera, coloca un ace, pero esta vez para ganar un campeonato. La alegría lo invade, dobla las rodillas pero no se deja caer en el cemento. Se abraza con su grupo en la tribuna. No era campeón desde 2013 y en ese período pasaron cuatro finales perdidas. Karlovic fue noticia otra vez en 2015. Victoria en Doha ante Djokovic (1°), más de 9000 aces en su carrera y campeón en Delray Beach. ¡Chapeaux!

El croata vive un renacer tenístico. Sus 211 centímetros (gracias a una revisión de su altura) y sus casi 36 años no le impiden acercarse al Top20. Jugador de saque y volea desde sus inicios, economiza fuerzas, diagrama su calendario y rinde al 100% en cada torneo que se presenta porque aunque la edad sea solo un número, el agotamiento físico no es el mismo que en 2008 cuando alcanzó su mejor ranking (14°). El tenista más alto del circuito y más alto de la historia del Top100, exprime cada centímetro y lo plasma en aces o voleas prácticas facilitadas por su servicio que logra velocidades y ángulos pocas veces vistos.
Las apariencias no engañan...

En Delray Beach ya había perdido una final en 2010 ante Ernests Gulbis pero esta vez sirvió casi a la perfección y ganó el certamen sin que le quiebren el servicio. Acumuló 91 saques directos en los cinco partidos que disputó y tiene un promedio de casi 25 aces por partido en lo que va del 2015. ¡Más de un set por partido... gratis! Una locura. Su rival en esta ocasión fue Donald Young que nada pudo hacer en el partido decisivo. El norteamerciano tuvo siete posibilidades de quiebre que no pudo concretar y el partido se le escurrió de las manos 6/3 6/3.

El título, su sexto a nivel ATP, lo arrimó al Top20 (23°), lugar que conoce pero al que quiere volver. El año pasado, al igual que en 2007, alcanzó cuatro finales ATP. Aunque la temporada pasada no pudo ser campeón en ninguna de ellas, hace siete años triunfó en tres de las cuatro definiciones que disputó. Un año después de esas finales, alcanzaba su mejor ranking. Y esta temporada va encaminada a un destino similar. Su deuda pendiente siguen siendo las actuaciones en los Grand Slams con solo tres segundas semanas y un cuartos de final, muy poco para la extensa carrera del croata.
Más arriba Ivo...

Para Donald Young fue su segunda final ATP tras la perdida en Bangkok 2011. La promesa que nunca fue tal, arrancó la temporada en gran forma, como nunca. Cuartos de final en Auckland, segunda ronda en el Australian Open, semifinal en Memphis y final en Delray Beach. Eso le permitió subir en el ranking hasta el puesto 45°, cerca de su mejor ubicación alcanzada en 2012 (38°). El norteamercano está en la eterna búsqueda de la consolidación como jugador del circuito ATP y parece haberle encontrado la vuelta esta temporada siendo hoy un estable Top50.

Young fue hace una década una estrella del tenis juvenil. El número uno más joven de la historia en juveniles (16 años) y el campeón del Australia Open más joven (15 años y 5 meses), todo en 2005. A los 17 años fue campeón de Wimbledon y el mundo entero hablaba del joven afroamericano menor de edad. Todos esos logros lo catapultaron al estrellato hasta ser el sparring de la Copa Davis del equipo norteamericano sin haber cumplido la mayoría de edad. Demasiada presión. Las exigentes expectativas puestos sobre el chico no permitieron que explotara. Top200 desde su incursión al profesionalismo, alternó desde 2007 hasta hoy con Challengers y ATP para mantener ese ranking.
Profesional desde el 2000 y admirador de Boris Becker, el nacido en Zagreb no alcanzó una final ATP hasta el 2005 y fue en el césped de Queen's. Quince años después de su debut en el circuito y diez de su primera final, se coronó campeón en Delray Beach. Curioso es que con un saque mortífero y una gran volea no haya incursionado con mayor asiduidad en el circuito de dobles. Apenas accedió a dos finales y ganó una de ellas: campeón en Memphis 2006 y finalista en Indianapolis 2007. En singles ganó títulos en todas las superficies actuales: arcilla, césped, cemento outdoor e indoor.

Confianza, ganas, humor... así es Ivo Karlovic dentro y fuera de la cancha, clave para mantenerse en la élite a su edad. Fanático del twitter, publica humoradas y fotos para distenderse o reírse de sí mismo. Le gusta el boxeo, jugar al basquetbol (podría haberse dedicado) e ir al cine. Incluso cuenta que muchas veces en Estados Unidos le preguntan si es jugador de baloncesto y el contesta que si porque no quiere que se sientan tristes. Su padre es meteorólogo, su madre es agricultora y es hermano de Anna, mayor que él (solo en edad). El gigante croata se casó en 2005 con Alsi (jamaiquina) y es padre de una niña desde 2011 a la que llamaron Jada Valentina. Un tipo completo...
Resumen de la victoria

El sentido del humor es quizás su principal cualidad y en cada frase lo deja muy en claro: “Todo el mundo conoce mi problema para comunicarme. Lo más difícil para mí es hablar delante de 10.000 espectadores cuando juego una final o gano un título. Para mí sería más fácil jugar tres días seguidos antes que hablar. Intenté solucionar mi problema, pero siempre vuelve. Es como el alcoholismo: nunca estaré curado”. Auténtico. Tan auténtico como sus dos autos, un Mercedes-Benz y un Cadillac Escalade, únicos en los que segun él, tiene espacio para sus piernas. Con ellos se maneja por el torneo ya que vive en la cercanías de Delray Beach.

Daniel Vitale Pizarro

26 mayo 2014

Está a la altura

Quizá muchos lo conocieron hace más de un año en febrero de 2013, cuando tras batallar más de cuatro horas con Berlocq por la primera ronda de Copa Davis, se retiraba lesionado del "Buenos Aires Lawn Tennis Club". Horas después ingresó al estadio en muletas para alentar a su compañero. Algún memorioso tal vez recuerda el US Open 2003, Grand Slam que vio a David Nalbandian caer en semifinales ante Roddick, el día del dudoso match point que le cantaron "out" al argentino. En ese torneo, el primer rival del cordobés fue un joven alemán de profundos ojos celestes y mucho topspin en sus tiros. Ese era Philipp Kohlschreiber, el mismo que saltó de alegría cuando venció a Ivo Karlovic en la final de Dusseldorf en su Alemania natal. Hoy, con 30 años, se ubica 24º ATP.

Philipp Eberhard Hermann Kohlschreiber (así figura en su documento de identidad) volvió a levantar un trofeo y para no perder la costumbre, lo hizo nuevamente en Alemania. Y es que de sus cinco coronas, cuatro las obtuvo en su país de origen, además de perder otras tres finales en tierras germanas. En total disputó once finales ATP de las cuales siete fueron en la República Federal de Alemania. El nacido en Augsburgo se siente muy a gusto jugando en su país y lo demuestra con resultados desde 2007, cuando alcanzó su primera final ATP en Munich y levantó los títulos en singles y dobles.

Ivo = Philipp + Trofeo

En Dusseldorf, torneo previo a Roland Garros, aprovechó ser el primer precalsificado en un cuadro con apenas tres Top40 y no defraudó a organizadores ni público. Su rival por la corona era el veterano de 35 años, Ivo Karlovic, que había derrotado al campeón defensor en cuartos de final (Mónaco) y llegaba a su segunda final en arcilla de su carrera, con récord positivo (Houston 2007 a Zabaleta). "Kohli" disputaba su sexta final en polvo de ladrillo, récord que emparejó tras la victoria (3-3). Sin haber alcanzado siquiera una semifinal ATP en 2014, Philipp se llevó los 250 puntos y la confianza suficiente para encarar el segundo Grand Slam del año con otra perspectiva. Además acumulaba cuatro finales perdidas consecutivas desde 2012, racha que cortó justo antes de la gran cita sobre tierra batida.


Desde 2007, año que debutó en Copa Davis, Philipp Kohlschreiber nunca bajó del Top60, más específicamente del puesto 54º ATP, lo que marca una regularidad y vigencia poco común. Eso lo acompañó con segundas semanas en los cuatro "Grandes", con un cuartos de final en Wimbledon 2012 como mejor posición. A pesar de tocar ese año el puesto 16º y alcanzar dos finales ATP (1-1), nunca en su carrera disputó una final de un ATP500 ni una semifinal de un Masters1000, deudas pendientes del alemán que el 16 de octubre cumplirá 31 años y que como objetivo tiene meterse en el Top15.

Luego de la final perdida, Karlovic, uno de los tenistas profesionales más activos y divertidos en la red social Twitter, sin tiempo para frustrarse ni amargarse, compartió y comentó una foto de su zapatilla y la de Kohlschreiber juntas, una imagen que había subido Philipp. El croata mide 211 cm de altura (gracias a una revisión de su altura que era 208 cm) y el alemán 178 cm, solo 33 centímetros de diferencia, por lo que es el jugador más alto en la historia de la ATP. Adivinen cual es la de Ivo...

Stefan Eriksson (entrenador) y Lena Alberti (su novia desde 2002) lo acompañan a todos los torneos, siendo su compañía y sostén en el circuito. Aunque dice tener pocos ídolos, Boris Becker es uno de sus admirados como tenista. Es hijo de Gerhard (manejaba una gasolinera) y María (profesora de kinder) y hermano de Sandra y Gerlinde. Fanático del Bayern Munich, juega el fútbol cuando puede, cuidándose de los golpes que generen posibles lesiones que entorpezcan su carrera profesional. Preguntado por el cine, dijo que su película favorita era "El Señor de los Anillos".



Daniel Vitale Pizarro