26 mayo 2015

El futuro llegó


"Es realmente muy especial. Creo que es uno de los mejores partidos que jugué"

Diez meses atrás, en Kitzbuhel (Austria), una joven promesa local disputaba su primera final ATP con 20 años. En aquella ocasión se topó con David Goffin, que acumulaba un invicto de 19 partidos entre Challengers y dicho ATP, por lo que su debut como campeón se vio frustrado. Su nombre, Dominic Thiem. El austríaco, entrenado por Gunter Bresnik, levantó su primer título ATP en Niza este domingo, en la final ante Leonardo Mayer. Sin tiempo para los festejos voló junto a su equipo a Roland Garros que comienza un día después del torneo del sur de Francia y allí estarán los finalistas, compitiendo junto a otros 126 singlistas, a 932 kilómetros de Niza.



Estrella BurgosKyrgios (4/3 y retiro del australiano), Gulbis (campeón defensor y compañero de entrenamiento hasta hace unos meses), Isner (número uno del certamen por la baja de Simon) y Mayer (único contrincante que le arrebató un set) fueron los rivales que derrotó Thiem en su camino al trofeo de campeón. Durante Niza logró un balance positivo de victorias/derrotas en lo que va de su corta carrera profesional (44-41). Desde el lunes, con 21 años, será el 31° ATP, su mejor posición en el ranking mundial y con muchos escalones más por subir.

No extraña que sus mejores resultados hayan sido sobre polvo de ladrillo ya que como junior fue campeón del Orange Bowl y finalista de Roland Garros en 2011. Esa temporada fue número dos del mundo entre los menores de dieciocho años y debutó en el circuito ATP. Fue invitado para disputar el cuadro principal de Kitzbuhel, paradójicamente, certamen en el cual tres años después llegó a su primera final. También en su país, pero en Viena, obtuvo su primer triunfo ATP. La buena/mala suerte del sorteo lo puso frente a una gloria de Austria y de la historia, Thomas Muster, en su "frustrada" vuelta a los 44 años.
Campeón del Orange Bowl 2011 (18 años)

Pero su tenis dio un giro de 360 grados en 2012 cuando comenzó a trabajar con su actual preparador físico, Sepp Reznik. Un excéntrico PF, exgimnasta, futbolista, judoca y pentatleta militar. Cuentan que visitó la Academia de Bresnik y en solo diez minutos le dijo a Gunter: "Vi todo. Así, este chico puede hacer cualquier cosa desde la cadera hacia arriba y nada desde la cadera hacia abajo”. Comenzaron a entrenar juntos y los métodos poco ortodoxos de Sepp no dejaban de sorprender a todos. La naturaleza era su gimnasio. Salidas nocturnas en el bosque a correr varios kilómetros, troncos en lugar de pesas para fortalecer sus músculos, atravesar canales nadando en medio del entrenamiento y abdominales a mitad de la noche son algunas de sus peculiares formas de trabajo.

“Hay un propósito detrás de eso. No para mí, sino para él”, eran los argumentos de Reznik defendiendo sus poco convencionales ejercicios. Los primeros doce meses de trabajo juntos no recibió ni un peso, a la espera de un resarcimiento económico cuando Dominic comenzara a ganar dinero en el tenis. “Tengo mi Mercedes 500 coupé y mi Jaguar. Me pago mi nafta y mi comida. Ya hablaremos de dinero cuando Dominic lo consiga”. Apostó por su pupilo y acertó. En 2013 dejó de trabajar en la barra de una disco nocturna en Viena llamada “Go Go Beverly Hills” y se puso a disposición de Thiem "full time".
Reznik y Thiem, 2/3 del equipo

Dominic Thiem tiene bien merecido el apodo de "Dominator". Agresivo, explosivo y con un gran despliegue físico, intenta imponer su juego y dominar al rival. Su revés a una mano, plano y sin inconvenientes cuando decide cambiar ritmos o direcciones, fue modificado por Breznik al poco tiempo de entrenarlo a tiempo completo a los 15 años. “Tenía revés a dos manos y era muy defensivo. Él me aportó agresividad, ser más ofensivo. Fue duro, porque yo era el mejor junior en Austria", recordaba Dominic. Otra apuesta que resultó beneficiosa en el juego del por entonces adolescente jugador.

Su condición física, su tipo de juego, su versatilidad, su actitud dentro de la cancha y su edad, lo ubican como potencial Top10 a mediano plazo y Top20 a corto plazo. Dominic Thiem tiene todo para estar entre los mejores del mundo. Sin la presión de ganar su primer título ATP, puede aspirar por cosas importantes en 2015. Sabe lo que es derrotar a un Top10 (a Wawrinka -3°- en Madrid 2014), disputó la segunda semana del US Open 2014 y esta temporada accedió a cuartos de final en Miami, su mejor resultado en un Masters1000. Su futuro depende de si mismo. Atentos a este jugador...
Leonardo Mayer esta vez no le alcanzó. Acostumbrado a partidos de largo aliento, lucha y remontadas, no pudo en Niza ante el joven Thiem. Se llevó el primer set en el tiebreak con un revés paralelo para el recuerdo. Todo era muy parejo hasta que "Leo" cedió el servicio por primera vez en el partido (única vez en el torneo) en el 5-6 tras una derecha muy larga. El tercer set fue un reflejo de todo el encuentro y se definió en el tiebreak, juego en el que pesaron los errores del correntino que no le permitieron pelear el desempate final. La muerte súbita fue 7/2 para sellar un 7/6 5/7 7/6 en favor del nacido en Wiener Neustadt.

La derrota argentina fue la segunda de la temporada en finales ATP, junto a la que Nadal le arrebató a Mónaco en Buenos Aires en febrero. Subcampeón en NizaMayer subió dos puestos en el escalafón mundial y será el 22° ATP, el puesto más alto de su carrera y el mejor latinoamericano del momento. Tercera final en el circuito para él (1-2), las anteriores fueron en 2014. Digerida la derrota, el "yacaré" dijo: "Fue un partido muy parejo. Los dos jugamos muy bien y estoy feliz a pesar de haber perdido. Mostré un buen tenis esta semana. Llego a Roland Garros en un muy buen nivel". Que así sea...

Daniel Vitale Pizarro

18 mayo 2015

Comienza la recta final

La espalda de Djokovic también se fotografía...

Semifinal de Shanghai 2014. Derrota ante Roger Federer, días después de haber disputado su mejor partido del año en la final de Beijing ante Berdych (6/0 6/2). Ese fue el último partido perdido de Novak Djokovic en Masters 1000. Luego se coronó campeón en París, el Masters, Indian Wells, Miami, Monte Carlo y Roma, solo se ausentó en Madrid para preservar el físico de cara a Roland Garros. "Espero que saltarme Madrid tenga efecto positivo en Roma y Roland Garros", dijo "Nole" antes de debutar en Italia. Mal no le fue. Suma 26 triunfos consecutivos en Masters 1000 para dejar atrás los 24 de Rafael Nadal en 2013.

La capital italiana fue un lugar en el que se sintió cómodo desde sus comienzos como profesional. En su segunda participación en 2008 conquistó su tercera corona de la serie 1000, la primera final en el foro itálico de las seis que disputó. Nunca cayó antes de cuartos de final en este torneo en nueve participaciones, con récord de 6-0 en semifinales. Solo Berdych, Verdasco y Nadal (tres veces) pudieron derrotarlo en Italia. Privilegio de pocos. Acumula 34 victorias y cuatro títulos allí. A días de cumplir 28 años, el serbio se encuentra "a punto" para disputar Roland Garros, el único Grand Slam que le falta, el principal objetivo de su temporada.
“Ser un gran campeón no es solo ganar títulos. Es ser responsable y agradecido dentro y fuera del campo"

Sin jugar desde Monte Carlo, comenzó el certamen algo inestable con su juego. Fue obligado a disputar tres sets en sus primeros tres partidos ante Almagro (176°), Bellucci (68°) y Nishikori (6°). En semifinales contra Ferrer (8°) acomodó su tenis y selló el pase a la final con un doble 6/4 para enfrentar a Federer por 39° vez. Y fue el nacido en Basilea el que sufrió el verdadero nivel del actual número uno del mundo en 2015, que no pudo quebrarle el servicio y cayó 6/4 6/3.

Solidez extrema desde la base, dejadas de revés milimétricas que cuando no sorprenden, son utilizadas tácticamente para desarmar al rival y passings shots marca registrada, que le da más espectacularidad el juego de Roger, que lo exige con incansables subidas a la red. Su servicio funciona cada vez mejor y como los grandes campeones, aparece cuando lo necesita. Su devolución, la mejor de la época, nunca lo abandona y forja su juego desde el fondo a partir de ese golpe. Profunda, corta, angulada, todas complican. Y desde que comenzó a trabajar con Becker, sus idas a la red son más frecuentes. Aunque no domina ese golpe con naturalidad, mejoró mucho la volea táctica y la utiliza para cerrar muchos puntos complicados.

Papá y mamá Djokovic

"Perdí muchas finales en mi vida. No recuerdo el número exacto, recuerdo mejor las victorias. Pero las victorias no llegan fácilmente, debemos trabajar para que se produzcan. Este título se lo dedico a mi familia, mi esposa, mi hijo, mis parientes que estaban aquí y mi hermano. No lo veo muy a menudo y fue bueno verle aquí a mi alrededor esta semana. Vamos a estar juntos de nuevo unos días antes de ir a París”, declaraba un alegre jugador con su familia dentro de la cancha festejando con el trofeo tradicional italiano.

Los números de Novak Djokovic aumentan más y más. Superó a Federer dentro de la cancha y fuera de ella también, ya que levantó el 24° Masters 1000 de su carrera, uno más que el suizo, aunque Roger ostente 41 finales contra las 34 del serbio. Quinto año consecutivo que obtiene cinco o más títulos en una temporada y décimo año al hilo con dos o más trofeos. En total acumula 53 copas en 76 finales disputadas. Invicto desde la final perdida en Dubai a manos de "RF", suma 35 victorias en 2015 (23-0 desde la primera ronda de Copa Davis), dos derrotas, cinco títulos en menos de cinco meses de circuito. Una bestialidad. Solo en 2011 tuvo un mejor comienzo de temporada hasta Roland Garros (siete títulos e invicto).

Nos vemos en Roland Garros

"Decidí venir a última hora a Roma y me voy satisfecho con el torneo que he hecho. He podido llegar a la final pero Djokovic ha jugado muy bien, similar al 2011 cuando no había perdido ningún partido. Esto me da confianza para París y espero no bajar mi nivel", fueron las palabras esbozadas por el helvético, que no llega a la final de Roland Garros desde 2011, año que derrotó al mejor Djokovic en las semifinales, quizás, el mejor partido de su carrera por todo lo que significó esa victoria, el nivel, el momento de ambos y las circunstancias dadas.

Para Roger Federer (2°) fue una semana positiva en cuanto al juego pero negativa para su palmarés. Una vez más se le escapó Roma. En la memoria de los fanáticos aun resuenan los match points de 2006 ante Nadal... Disputó su cuarta final en la capital italiana (2003, 2006, 2013 y 2015), uno de dos Masters 1000 que nunca pudo conquistar junto a Monte Carlo, en el que también acumula cuatro definiciones sin suerte. Desde 2002, siempre estuvo presente en alguna final de Grand Slam o Masters 1000 sobre arcilla. Un especialista encubierto (?). Las casas de apuestas lo ubican como quinto favorito por detrás de Djokovic (1°), Nadal (7°), Murray (3°) y Nishikori (5°). ¿Ustedes?

Daniel Vitale Pizarro

11 mayo 2015

¿Candidato en Roland Garros?



Kim, son muchas chicas alrededor de un recién casado (?)

Muy pocos apostaban por Andy Murray campeón de Madrid. Muchos menos aun que lo lograría ante Rafael Nadal, en su país y con semejante resultado (6/3 6/2). El escocés jugó tácticamente el partido ideal. Ayudado por la inconsistencia del español, se llevó su primer Masters 1000 sobre arcilla, el segundo torneo ganado por Andy en la superficie más lenta del planeta. El título en Munich, su debut en el polvo de ladrillo la semana pasada, le dio la confianza suficiente para desembarcar en España con las expectativas bien altas. Comandado por Amelie Mauresmo, a sus 27 años y sin molestias en su bendita espalda, el actual número tres del mundo le propició a Nadal una de las peores derrotas de su carrera en tierra batida (Gaudio en Hamburgo '03 y Rochus en Mallorca '02: 6/2 6/2).

No disputó Monte Carlo e inició la temporada de canchas lentas directamente en Munich, ciudad en la que fue campeón por primera vez en la superficie. Bautista Agut y Philipp Kohlschreiber le sirvieron para medirse de cara a los tres compromisos siguientes. Madrid fue la primera escala y el entrenamiento previo a la gira europea empezó a dar sus frutos. Antes de este certamen, Murray solo había derrotado a un Top10 sobre polvo de ladrillo (Davydenko en Monte Carlo 2009) y en Madrid hizo lo propio con tres integrantes del selecto grupo. Raro pero real. Exnúmero dos del mundo, dos veces semifinalista de Roland Garros, otras dos Monte Carlo y una vez en Roma, hace más extraño todavía esa única victoria sobre arcilla contra un Top10.
Otra dupla exitosa en su carrera

Andy demostró una gran intensidad ante Kei Nishikori en semifinales, rival de fuste, actual bicampeón de Barcelona y finalista de Madrid 2014. Su devolución, el ritmo impuesto desde el fondo de la cancha y la propuesta de un tenis más agresivo en términos generales, dejó a Nadal sin chances durante la final. Lo pasó por arriba. Los ya no tan extraños errores de "Rafa" se sumaron a la profundidad, los reveses paralelos y la mejora del segundo saque del británico. El resultado habló por si solo. 6/3 6/2 para el nacido en Dunblane para que el trofeo cambiara de dueño. El campeón defensor nunca impuso condiciones durante el encuentro y Murray supo aprovecharlo.

"Serví un poco diferente mi segundo saque. Viendo las estadísticas del partido, vi que gané el 81% de segundos saques, creo que esa puede haber sido lo que ha marcado la diferencia en el partido. Llevo intentando desarrollar un juego más agresivo todo el año aunque a veces no es fácil ya que no puedes atacar siempre. Esto es algo que ya demostré en Australia y Miami", fue el breve análisis del campeón luego del partidazo jugado en la "Caja Mágica" ante el favorito del público, por la localía y la historia.

Manolo Santana y la Reina Sofía cediendo protagonismo

Pero la derrota de "Rafa" no opacó su mejora en cuanto al nivel demostrado durante la temporada. El partido ante Berdych debe servirle para imitar y poner en práctica en Italia y Francia. Las 94 finales alcanzadas aquí siguen agigantando el monstruo y demuestran su vigencia. Roland Garros en el horizonte y Roma en días, las dos pruebas que quedan para ver reflejado en el ranking el nivel actual de Rafael. Entre ambos torneos defiende 2600 puntos de los 4990 que acumula en total, certámenes bisagra en medio de una temporada bastante irregular para él.

Rafael Nadal cayó esta semana al séptimo lugar del ranking ATP. No salía del Top5 desde el 2/5/2005, fecha en la que casualmente también era siete del mundo. Además alcanzó las cuatro derrotas en un año sobre arcilla, suma que no acumulaba desde el 2004. Preocupa no solo en los números, también lo hace dentro de la cancha porque su nivel de confianza repercute en su juego. No consigue la profundidad necesaria para dominar los puntos por lo que queda expuesto ante sus tiros cortos. Le cuesta mantener la intensidad sin fallar ante los rivales de peso, una de sus virtudes a lo largo de su carrera.
Letal con ese golpe

El nacido en manacor expresó sus sensaciones sobre la final perdida: "Tuve un nivel malo, pero de errores, de querer hacerlo bien, de tener nervios. Cuando el partido empieza tan mal, si viniese de jugar bien durante meses, no pasa tanto, pero al venir de tanta inestabilidad, he perdido esa confianza desde el principio. Mi sensaciones eran buenas, pero me he liado mucho con el revés. El revés ha sido la gran carga que me ha impedido competir de manera lógica y eso me ha perjudicado mucho en todo lo demás. No lo llevé a esa sensación de agobio: ha tenido mucha facilidad en el resultado".

Munich y Madrid significaron las primeras finales en arcilla de Murray y por ende sus primeros títulos. Hasta esta temporada, el escocés nunca había disputado siquiera una final. El título en España significó el número 33 en su carrera, igual que Arthur Ashe y Mats Wilander (19° en la historia). Diez de esos trofeos son Masters 1000. Invicto en 2015 en tierra batida (9-0), se planta como favorito para Roma y porqué no para Roland Garros. Los resultados lo avalan para que se lo considere entre los candidatos para el segundo Grand Slam del año. Además, en Madrid se unió a Federer, Djokovic y Zeballos en ser los únicos en derrotar a Nadal en una final sobre polvo de ladrillo. ¿Nada mal no?

Daniel Vitale Pizarro

04 mayo 2015

No se olvida de la arcilla

La alegría se contagia

Desde los comienzos de su carrera que el polvo de ladrillo no es la superficie predilecta de Roger Federer. Sin problemas para desenvolverse, cuando diagrama su calendario trata de evitar los torneos en arcilla salvo la gira europea previa a Roland Garros, cita obligada que desemboca en el segundo Grand Slam de la temporada. Incluso hace varios años que ni siquiera juega los tres Masters 1000 obligatorios para llegar más descansado a París. La desgastante superficie naranja es la que más exige al cuerpo por los largos peloteos desde el fondo de la cancha y Roger ya no es un adolescente. Pero esta temporada el helvético decidió desembarcar en el ATP 250 de Estambul (Turquía), certamen que debutaba en el circuito y que "convenció" al suizo para que jugara.

Los millones por su presencia, un nuevo país al que nunca había visitado y la recategorización de Halle esta temporada, abrieron un hueco en su calendario que le permitió visitar Turquía. Sin Dimitrov en su camino (2° preclasificado del torneo), de no suceder un batacazo, el torneo no presentaba grandes contendientes al título y el favorito de todos hizo lo que mejor sabe hacer: ganar. El uruguayo Pablo Cuevas fue el digno rival que luchó en la final pero al que no le alcanzó. 6/3 7/6 fue el resultado en favor de Federer que tuvo que arremangarse para destrabar un complicado tiebreak (13-11) y coronarse en un país nuevo para él.

Cuevas mira sorprendido a Federer.

"Esta semana me enfrenté a jugadores que no tenían nada que perder y lo hicieron muy bien. Mientras encuentre una forma de ganar, entonces está todo perfecto", relativizó con humor Roger Federer tras su consagración, en alusión a los sets perdidos ante jugadores fuera del Top50. Incluso tiró una pelota fuera del estadio cuando desaprovechó un break point ante Diego Schwartzman, algo inusual en él, lo que le valió un 'warning'. Sobre ese episodio dijo: "No debería haberlo hecho, pero al menos desde allí empecé a jugar mejor". Te perdonamos Roger (?)

Pablo Cuevas había disputado tres finales en su carrera y nunca había perdido. Campeón en Bastad y Umag 2014 y en San Pablo esta temporada, el mejor sudamericano del momento (22°) atraviesa el mejor momento de su carrera. Tocó el 21° ATP hace un mes, su mejor ranking desde que es profesional y lo logró a las 29 años, acorde con este momento del tenis masculino en el que la longevidad está cada vez más presente. Recién este año logró las 100 victorias como profesional (109). Su cuenta pendiente siguen siendo los torneos importantes. En Grand Slams acumula cinco partidos ganados y siete en los Masters 1000, sumas verdaderamente escasas para el 22° del mundo.

Primer trofeo sobre arcilla (Hamburgo 2002)

La historia de Federer sobre tierra batida no es corta. Inauguró su palmarés naranja a lo grande en el Masters Series de Hamburgo en 2002 ante Marat Safin. Al año siguiente, también en Alemania, se coronó en Munich tras derrotar en la final a Jarko Nieminen. En 2004 fue la primera vez que ganó dos trofeos sobre arcilla en una temporada: Hamburgo y Gstaad. El Masters Series de Hamburgo se transformó en el único torneo sobre polvo de ladrillo en el que Federer pudo defender su corona cuando revalidó el título en 2005. En 2006 no pudo levantar ningún cetro sobre tierra batida pero una temporada después se desquitó por primera vez de Rafael Nadal en arcilla y fue justamente en Hamburgo, torneo que conquistó cuatro veces.
Hamburgo 2007, primera victoria sobre Nadal en arcilla.

Estoril 2008 fue su séptimo título en polvo de ladrillo. En Portugal venció a Nikolay Davydenko. El 2009 fue el mejor año de su carrera en la superficie. Fue campeón en Madrid ante Nadal y en Roland Garros contra Robin Soderling, Grand Slam que le faltaba para completar los cuatro diferentes y convertirse en leyenda del deporte blanco. Tuvieron que pasar tres años para que Federer fuera nuevamente campeón en arcilla y curiosamente lo logró nuevamente en Madrid, pero en la criticada arcilla azul que impuso el excéntrico Ion Tiriac, director del torneo español. Tomas Berdych fue su víctima en aquel recordado certamen de 2012.
Roma 2006. Quizá su derrota más dolorosa en arcilla. 6/7 7/6 6/4 2/6 7/6. Roger tuvo dos match points...

El título en Estambul es el número once sobre arcilla de su carrera en 25 finales disputadas. Perdió las definiciones de Roma 2003, 2006 y 2013; Gstaad 2003; Monte Carlo 2006, 2007, 2008 y 2014; Roland Garros 2006, 2007, 2008, 2011; Hamburgo 2008 y Madrid 2010. Rafael Nadal lo derrotó en once finales de las catorce que disputó en la superficie, su némesis. Solo pudo vencerlo en dos finales. Sus otros verdugos fueron Felix MantillaJiri Novak y Stan Wawrinka. Monte Carlo y Roma son los únicos Masters 1000 que nunca consiguió de los nueve que hay en el circuito, una cuenta pendiente de las pocas que tiene "Su Majestad".

La derrota más humillante. 6/1 6/3 6/0 en Roland Garros 2008.

Roger Federer lleva ganados 85 títulos ATP en su carrera en 128 finales. Locura. Tres trofeos en cuatro finales en 2015, igual que Ferrer y uno menos que Djokovic. En Estambul alcanzó las 200 victorias en tierra batida (203) y se ubicó tercero entre los mejores sacadores al superar a Andy Roddick, tercero en la lista. "RF" lleva acumulados 9083 aces en su carrera, solo detrás de Ivo Karlovic (9420) y Goran Ivanisevic (10183) desde que se llevan los datos de los saques directos (1991). "RF" también impuso otra marca en Turquía e igualó a Thomas Muster en ganar al menos un título en 19 países diferentes. Vilas y Nadal lo hicieron en 18 y Lendl en 17.

Daniel Vitale Pizarro