18 septiembre 2017

Resetear para volver

Argentina tocó fondo. Campeón de la Copa Davis en 2016 en una campaña para el recuerdo, al año siguiente no resistió ante Italia en primera ronda de local y tampoco pudo sostener la categoría ante Kazajstán de visitante. Sin Juan Martín Del Potro en sus filas por decisión personal, un equipo diezmado, lejos del ideal que puede armar Argentina, viajó a la gélida Astaná (Kazajstán) a disputar el repechaje por un lugar en el Grupo Mundial 2018. Diego SchwartzmanGuido PellaMáximo González Andrés Molteni fueron los elegidos por Daniel Orsanic luego de las bajas de Federico Delbonis (lesión), Horacio Zeballos y Leonardo Mayer (ambos decisión personal).

Sin entrar en discusiones sobre el porqué de no querer disputar series claves para no descender, Argentina viajó con lo que tenía, a tratar de mantenerse en la elite. En 2001 se logró el ascenso para nunca más perder la categoría hasta esta temporada. Diecisiete años consecutivos disputando el Grupo Mundial con apenas un repechaje superado (Israel 2014), la mayor cantidad de años de una nación sin descender desde la creación del Grupo Mundial en 1981. Pero ese récord no se iba a seguir extendiendo y el principal responsable fue Mikhail Kukushkin, jugador copero como pocos en el circuito, que siempre pero siempre rinde por encima de su nivel en esta competencia.
Diego Schwartzman era el N°1 argentino por ranking y por nivel. Cuartofinalista del US Open, el envión anímico y tenístico lo colocaba como el líder de la serie. Sus dos puntos eran necesarios si se quería ganar la serie ya que el dobles debutaba como tal en Copa Davis y la superficie no era la preferida de Guido Pella, que recién definiría la serie en un hipotético quinto punto ante el más débil de los kazajos. Kazajstán es un equipo complicado, que tuvo a maltraer a varios combinados e incluso eliminó a República Checa (2011), Bélgica (2014) e Italia (2015), equipos fuertes con figuras entre los convocados. Kukushkin estuvo siempre.

El viernes Guido cayó ante Kukushkin 6/7 7/6 6/2 6/4 y Diego cumplió al derrotar al debutante Popko 6/4 6/2 6/2. En los papeles resultados lógicos aunque quizás Pella podría haberlo exigido algo más al local, incluso haberle ganado. El dobles fue para los kazajos. A la pareja argentina González/Molteni le pesó nunca haber siquiera integrado un equipo de Copa Davis y perdieron 5/7 6/4 7/5 6/4 contra una pareja infinitamente inferior en cuanto al ranking. Aleksandr Nedovyesov (235° en singles y 320° en dobles) y Timur Khabibulin (833° en singles y 272° en dobles) pusieron a su país 2-1 el sábado, todo en manos de su jugador insignia.

El domingo se enfrentaban los número uno de ambos equipos. El mejor rankeado de la serie contra el de mejores resultados en Copa Davis de los ocho seleccionados. Y una vez más Mikhail Kukushkin dio, para muchos, la sorpresa, aunque no tan sorpresa para los seguidores de la competición. El ruso nacionalizado kazajo desde 2008, jugó a un alto nivel durante todo el partido. Descansado por no disputar el dobles al igual que SchwartzmanMikhail atacó con sapiencia al argentino que abrumado por el juego del local y por la presión de ganar o descender, no pudo desarrollar su habitual juego de solidez desde el fondo de la cancha. El resultado fue 6/4 6/4 7/6 y Kazajstán al Grupo Mundial.
Argentina volverá al Grupo Americano luego de 18 años. Preclasificado por ser el último campeón, disputará un partido en la Zona Americana II y de ganar tendrá la chance de jugar el repechaje por un lugar en el Grupo Mundial 2019. Cuando parecía que los egos quedaban a un costado, que la AAT, los dirigentes, el cuerpo técnico y los jugadores eran 'un todo', unidos para dar lo mejor de sí más allá de los resultados, otra vez las interferencias entre diferentes partes del tenis argentino salieron a la luz y el resultado es el descenso. No aprendimos en las buenas, no aprendimos en la malas. Es hora de aunar voluntades, empezar de cero y volver a ser protagonistas, partiendo de la base de lo humano y lo deportivo, más allá de las victorias o derrotas circunstanciales. VAMOS ARGENTINA.

Daniel Vitale Pizarro

11 septiembre 2017

Federer o Nadal, esa es la cuestión

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Hace quince años Pete Sampras se consagró campeón del US Open con 31 años y se retiró del tenis profesional. Achacado por las lesiones, los dolores en la espalda lo obligaron a abandonar el deporte que tanto le dio y al que tanto le dio. Pete ese día estableció el récord más importante de toda la historia del tenis al ganar catorce Grand Slams, dos más que Roy Emerson (1967 - Era Amateur) y tres más que Bjorn Borg (1981 - Era Abierta). Nadie pensaba, nadie, que siete años después del retiro de "Pistol" Pete su récord iba a ser quebrado por Roger Federer y que quince años después otro jugador llamado Rafael Nadal también iba a superarlo en cantidad de Grand Slams.

Y si a esa dupla colosal contemporánea que nos hizo reír, llorar, emocionar, sufrir e infinitas sensaciones más le sumamos a Novak Djokovic, el combo es explosivo. Los doce Grand Slams de "Djoker" lo metieron en la discusión de los más grandes de la historia. El Big2 pasó a llamarse Big3 y con méritos de todos para pertenecer a dicho grupo. Novak se metió de lleno en la pelea por el mejor de todos el año pasado, cuando consiguió en Roland Garros el título Major que le faltaba, con el aliciente de ganar los cuatro de manera consecutiva (2015-2016), un hito en la historia del deporte blanco que solo lo había conseguido Rod Laver en 1969 (Era Abierta).

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El tenis no le da respiro a los fanáticos. Soplaban vientos de cambio este 2017. Todo indicaba que la afamada camada de tenistas "nuevos", la llamada #NextGen, iba a tomar las riendas del circuito ATP. Acompañados por Thiem, un renovado Dimitrov, el peligroso Raonic y el veloz Nishikori, parecía que era el momento de ellos. Pero una vez más y como si de inmortales se tratara, los dos mejores del año son otra vez Nadal y Federer, con los cuatro títulos de Grand Slams bajo sus brazos, dos cada uno. Como en 2005-2006-2007-2008-2009-2010-2012, en 2017 también terminarán el año como uno y dos del mundo, solo resta saber el orden.

El título en el US Open, el tercero en su cosecha personal, cierra la temporada de Grandes y lo ubica como el mejor en el total anual. El español fue finalista en Melbourne, campeón en Francia, octavos de final en Londres y campeón en Nueva York, mejora el palmares del suizo que fue campeón en el Australian Open, no participó en Roland Garros, campeón en Wimbledon y cuartofinalista en el US Open. Ambos campeones de dos Masters1000, la diferencia en el ranking es por la cantidad de torneos disputados y no por la calidad de certámenes obtenidos, lo que hace al más joven de ambos liderar el escalafón mundial y aprovechar los cinco años menos que dice su documento de identidad para jugar más torneos durante el año.

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"Rafa" se mostró contento y agradecido en conferencia de prensa: "Cada torneo es una sensación diferente y ganar un Grand Slam significa muchísimo, son cosas que quedan para siempre, para el resto de mi vida. Estoy muy feliz y muy agradecido por la gente que ha trasnochado, gracias por su apoyo y su cariño". También tuvo tiempo para analizar su nivel de tenis: "Creo que el partido ante Mayer supuso un cambio de dinámica, a partir de ahí jugué a un nivel alto y mentalmente competí bien, las semifinales fueron un partido muy completo. La final era un partido complicado. Sabía que Anderson sacaba y pegaba muy fuerte y que no iba a sentir una comodidad constante, por suerte el partido se fue abriendo".

Nadal no deja de asombrar al mundo. Desde Doha 2014 que no era campeón en superficies duras. Dueño absoluto de la gira de arcilla casi desde que empuñó una raqueta, amigo-enemigo del césped, en el popular 'cemento' era cuestión de sensaciones del momento o de semanas de buen tenis lo que le permitía ser campeón. El paso de los años le quitó movilidad pero le agregó sapiencia. Ya no juega dos o tres metros detrás de la linea de fondo ni espera el error del rival. Rafael es mucho más completo que cuando debutó en Roland Garros 2005. Presiona con el revés, saca mucho mejor, su posición en la cancha es mucho más agresiva y es capaz de cambiar de estrategia en medio de un partido las veces que sea necesario. Admirable.

Para los que aman los números y las estadísticas duras, que en muchos casos no reflejan el nivel real del jugador ni su comparación con los más exitosos de la historia, acá van algunos datos relevantes del actual N°1 del mundo Rafael Nadal Parera. 16 Grand Slams (23 finales), 30 Masters1000 (45), 74 títulos ATP (109 finales) y 862 victorias ATP (226 en Grand Slams). Líder del ranking mundial, acumula 144 semanas en la cúspide, lugar que tiene asegurado como mínimo hasta el Masters1000 de París. El mejor deportista español de la historia pugna por ser el mejor tenista de todos los tiempos, aun detrás de Federer según el clamor popular. El único juez será el tiempo.

Daniel Vitale Pizarro