15 enero 2018

La juventud ataca

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Los torneos previos a los Grand Slams siempre dan que hablar. Sin los mejores jugadores del circuito que se preservan para competir unos días después a cinco sets, es común que los protagonistas sean desconocidos o poco populares para el aficionado televisivo. Alex de Miñaur y Daniil Medvedev fueron los destacados de la semana al alcanzar la final del ATP250 australiano. Para Medvedev (ruso) era la segunda final ATP a los veintiún años tras la perdida un año atrás en Chennai; para De Miñaur (australiano, residente en España de padre uruguayo y madre española) era su debut como finalista en el circuito principal con tan solo dieciocho años de edad.

Proveniente de la qualy Daniil y directo en el cuadro principal Alex gracias a un Special Exempt por alcanzar semifinales en Brisbane y no poder disputar la clasificación en Sydney, llegaron a la final La final más joven de la Era Abierta (39 años entre ambos), superando por meses a la disputada por Nadal y Djokovic en Indian Wells 2007. En ambas precoces definiciones por el título el ganador fue el mayor. El "Oso" Medvedev derrotó al #NextGen De Miñaur 1/6 6/4 7/5 en un partido parejo y luchado, un lindo espectáculo para el público presente con dos jóvenes que nunca se rindieron a pesar de su edad y de las adversidades cotidianas de un partido de tal magnitud.

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Curiosa la historia de Medvedev (84° ATP) y su participación en Australia a último momento. El propio jugador cuenta porque decidió jugar en Sydney: "Quería ir a Auckland porque mi novia tenía un visado para Nueva Zelanda, pero nadie se dio de baja del torneo. Luego hubo cuatro ausencias pero ya no podía ir. Tuve que superar esta fase previa y al final he ganado el torneo. Ha sido extraordinario". El joven ruso destaca por sobre todas las cosas su evolución mental: "No he roto una sola raqueta ni he perdido el control. Tanto en las semifinales como en la final he tenido situaciones muy adversas y no dije ni una palabra. Eso se debe al gran trabajo que hice en pretemporada".

Daniil irrumpió en el circuito ATP hace apenas un año atrás al perder la final del ATP250 Chennai. En Wimbledon sorprendió a propios y extraños al derrotar en primera ronda a Stan Wawrinka (3°), su primera victoria ante un Top10. Al siguiente certamen en Washington venció a Dimitrov (11°) en octavos de final. Junto a buenos resultados en Challengers ingresó al Masters #NextGen disputado en Milán en el cual finalizó tercero. Su nombre estaba en la tapa de todos los diarios deportivos. Sin parentesco con el ucraniano Andrei Medvedev (finalista de Roland Garros 1999), el nacido en Moscú vive el mejor momento de su carrera, y va por más.


Del otro lado de la red, la sorpresa mayor. Alex De Miñaur y una historia muy particular. Nacido en Sydney, a los cinco años emigró junto a su familia a España. Dotado de un talento singular, fue N°1 español en la categoría Sub10. Destacado en las categorías menores pero sin recursos para poder costear su formación tenística, su madre concurrió a la Federación Valenciana de Tenis a pedir ayuda económica para el desarrollo tenístico de su hijo y la respuesta fue un rotundo "No", que no contaban con los recursos para otorgarle ni siquiera una beca básica. Sin oportunidades, la familia regresó a Australia, país que ni lento ni perezoso, vieron las condiciones de Alex y le brindaron todo lo necesario para crecer como jugador de tenis.

Y los frutos no tardaron en llegar. A los quince años fue semifinalista del US Open y finalista del Eddie Herr. A los dieciséis fue campeón del Australian Open en dobles y semifinalista en singles, y además finalista de Wimbledon. N°2 del mundo en junior, prometía mucho. 2017 fue el año de su ingreso al circuito ATP disputando la gira australiana con dos victorias en tres torneos, incluida una en el Australian Open, debut absoluto en Grand Slam con triunfo incluido. El prodigio australiano que dejó escapar España se hacía realidad. Menor de edad, no volvió a ganar un partido ATP esa temporada pero si se fogueó entre qualys ATP, Challengers y Futures antes de explotar en 2018.


Aguerrido, potente, agresivo y sin miedo ante los mejores, Alex aprovechó las invitaciones en Brisbane y Sydney siendo semifinalista y finalista respectivamente con seis victorias ante jugadores Top50, algo que ni siquiera soñaba para esta altura de la temporada. En su país y en su lugar de nacimiento, su tenis fluyó y los resultados se fueron dando a su gusto. Wild Card en el Australian Open más que merecido, llega al primer Grand Slam del año en su mejor momento tenístico y de ranking (127°) y aspira alto: "Quiero ser N°1 del mundo y ganar más Grand Slams que Federer". Ambiciosa e incrédula frase, el tiempo dirá para que está De Miñaur en el circuito ATP.

Daniel Vitale Pizarro

27 noviembre 2017

"Todos para uno, uno para todos"

La Federación Francesa de Tenis invierte millones de dólares en la materia tenis, como pocos países en el mundo. Quizás solo Estados Unidos desembolse más dinero en el deporte que Francia. Su circuito de interclubes es junto con Alemania el más fuerte y mejor remunerado del planeta. El circuito de torneos internos, al que acuden tenistas de todo el globo terráqueo a probar suerte, es el más concurrido y desarrollado de todos con sus ya conocidas nomenclaturas para clasificar el nivel de los torneos y los jugadores (negativos y positivos). A su vez es el país que coloca mayor cantidad de jugadores en el circuito ATP cada año (10 Top100 en 2017).

A lo largo de la historia Francia ha tenido y tiene grandes jugadores, leyendas del deporte. Los "mosqueteros" franceses Jean Borotra, Henri Cochet, René LocosteJacques Brugnon dominaron el tenis en los años '20 y principios del '30. Entre ellos ganaron veinte Grand Slams desde 1922 a 1936 en singles, veintisiete en dobles y siete en dobles mixtos, una bestialidad teniendo en cuenta que no solo ganaban en Roland Garros, sino también en Gran Bretaña y Estados Unidos (una sola vez en Australia). Luego de los Mosqueteros y durante la Era Amateur, Francia solo tuvo a dos campeones de Grand Slam: Marcel Bernard en Roland Garros e Yvon Petra en Wimbledon, ambos en 1946.

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En la Era Abierta también proliferaron los grandes jugadores franceses pero ninguno llegó a dominar el circuito ni un torneo en particular, a excepción de Yannick Noah, único campeón de Grand Slam francés entre 1969-2017. El excéntrico jugador de saque y volea logró ser el mejor en Roland Garros 1983 para ser el primero y por ahora el último en coronarse en un "Major". Varios finalistas tuvo Francia a lo largo de los años pero ninguno pudo alzarse con el trofeo de campeón, entre ellos Patrick Proisy, Henri Leconte, Cedric Pioline (2), Arnaud Clement y Jo Wilfried Tsonga. Tampoco tuvo a un N°1 ATP siendo Noah el que más cerca estuvo (3°).

Y acá queríamos llegar. Potencia mundial sin N°1 o grandes campeones de Grand Slam, en la Copa Davis Francia es diferente. Diez son las ensaladeras que acumula desde que inició la competición, misma cantidad que Gran Bretaña, terceros en la historia detrás de las inalcanzables Australia (28) y Estados Unidos (32). Los Mosqueteros se encargaron de ganar seis Ensaladeras tras disputar nueve finales consecutivas. Las cuatro restantes se lograron en 1991, 1996, 2001 y 2017 bajo la capitanía de Yannick Noah (3) y Guy Forget (1), además de otras cinco finales perdidas para un total de dieciocho finales de Copa Davis, cuartos en la historia total.

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Y la décima llegó. Dieciséis años después de la hazaña en Melbourne ante Lleyton Hewitt y Patrick Rafter sobre césped. En Lille, sobre superficie dura indoor, el equipo comandado por Yannick Noah y escoltado por Tsonga, Pouille, Gasquet y Herbet derrotaron a una dura Bélgica que tuvo en David Goffin al mejor jugador de la serie, pero que no alcanzó. A estadio colmado, la afición francesa se hizo sentir y disfrutó de un fin de semana vibrante que se extendió hasta el último partido de la serie en el que un brillante Pouille dejó sin chances al copero Steve Darcis (5-0 en quintos puntos vivos) que poco pudo hacer ante el vendaval de tiros ganadores del joven Lucas (23 años), diez años menor.

Mención especial para David Goffin. Finalista del Masters y finalista de la Copa Davis, ganó sus dos partidos sin ceder sets ante Pouille y Tsonga continuando con el gran nivel de tenis que exhibió en Londres. Segunda final en tres años para Bélgica y para Goffin, que sin otro Top50 se la rebuscó para sortear rivales y quedar al borde de ganar su primera Ensaladera de Plata. "Tarde o temprano ganaremos la Davis", fueron las palabras de su capitán Johan Van Herck , una historia que Argentina vivió durante mucho tiempo, aunque es cierto, con otra historia tenística detrás y una cantidad de jugadores de élite que Bélgica nunca tuvo, al menos en simultáneo.
Un equipo con todas las letras. Sin rencores ni aires de divismo, los no convocados para esta final estuvieron presentes en Lille como parte del equipo, no como espectadores. Nicolas Mahut, Gilles Simon, Julien Benneteau, Jeremy Chardy y Gael Monfils alentaron, acompañaron y entrenaron junto al equipo durante la semana previa. Parte de un todo, a excepción de Monfils, todos aportaron al menos un punto a lo largo de 2017, un 'equipo largo' en una competencia corta. Apodados los "nuevos mosqueteros" (L'Equipe), no serán los de hace noventa años pero el lema del libro de Alejandro Dumas del Siglo XIX "Los tres Mosqueteros", lo mantienen intacto: "Todos para uno, uno para todos".

Daniel Vitale Pizarro

19 noviembre 2017

Principio y final

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La temporada 2017 de Grigor Dimitrov fue un sube y baja de emociones que terminó de la mejor manera posible: campeón del Masters y N°3 ATP. El búlgaro fue un jugador temible durante enero-febrero, mediocre en el período marzo-julio, efectivo en agosto, protagonista en septiembre-octubre e intimidante en noviembre. Campeón en Brisbane, semifinalista del Australian Open y campeón en Sofía en el primer bimestre del año, no volvió a ser el mismo hasta Cincinnati, el torneo que definitivamente le cambió la perspectiva de la temporada y le devolvió la confianza a un talento innato con un físico privilegiado, que su principal rival era él mismo.

Desde su debut como campeón de Masters1000 y su tropiezo en segunda ronda del US Open, Dimitrov mantuvo un nivel alto, solo frenado por Nadal en Beijing (SF) y Shanghai (CF), Del Potro en Estocolmo (final) e Isner en París. Las tremendas temporadas de Federer y Nadal sumado a las ausencias en la segunda parte del año de Murray, Djokovic y Wawrinka, dejaron abierta la pelea dentro del Top10, todos a pocos puntos de diferencia, algo atípico si miramos el último lustro. Grigor llegó al Masters de Londres como el seis del mundo y sin participaciones previas, debut absoluto en el torneo y en esa posición de privilegio en el ranking.
Partido reñido y luchado ante Thiem que se decidió por dos doble faltas del austríaco 5-5 15-30 en el set decisivo, en los siguientes duelos Dimitrov solo cedió cuatro juegos. 6/0 6/2 a Goffin y 6/1 6/1 a Carreño Busta, reemplazante de Nadal por abandono por su maltrecha rodilla derecha. El búlgaro se soltó y pasó por arriba a sus rivales de turno con un tenis excelso, como pocos pueden ofrecer en el circuito. En semifinales los esperaba Jack Sock que sorprendió a todos ingresando al Masters siendo campeón de París contra todos los pronósticos y luego clasificando a SF tras derrotar al favorito Zverev, que dejó de ser avasallante tras el US Open.

Superados los nervios del primer set, "Dimi" apretó el acelerador y accedió a la final del Masters de Londres 4/6 6/0 6/3. En el partido por el título el rival era David Goffin, el vapuleado por Grigor en el round robin, el mismo que hizo el trabajo sucio eliminando del certamen a Nadal y Federer, los dos mejores del año por lejos. La final no iba a ser como a principio de semana por una cuestión lógica del momento de ambos y de la instancia, nueva para los dos. Entretenida, luchada, de buen nivel y con los nervios lógicos de jugadores no acostumbrados a instancias de esta envergadura, el nacido en Haskovo dio el golpe 7/5 4/6 6/3 y se coronó como Maestro.
"Éste no es un resultado del fruto de una semana o dos de trabajo, sino de lo trabajado desde la pretemporada pasada hasta final de este año. Para 2018 todo será interesante con la vuelta de varios lesionados. Yo intentaré ser constante en cada partido de cada torneo. Lo importante es estar con los pies en la tierra, trabajar duro y seguir por el camino correcto", decía Grigor en conferencia de prensa, analizando su trabajo para llegar a donde está hoy y agrega un sueño, el de muchos de quedar en la historia grande de este deporte: "Ahora quiero ganar en un Grand Slam, que siempre ha sido uno de mis sueños. Siento que cada vez, lo tengo más cerca".

Dimitrov venció ocho Top10 a lo largo del año en trece enfrentamientos. A cinco Top10 los derrotó en el Masters para ser campeón invicto y a tres en Brisbane en enero. Los otros cinco partido ante ese grupo selecto entre febrero-octubre, los perdió todos. Este título significó el cuarto del año para el nuevo N°3 ATP en cinco finales disputadas, octavo de su carrera en catorce definiciones totales. Campeón de ATP250, ATP500, M1000 y del Masters (M1500), su única cuenta pendiente son los Grand Slams, a los que accedió dos veces a semifinales (Wimbledon 2014 y Australian Open 2017), el objetivo principal para 2018.

Daniel Vitale Pizarro

13 noviembre 2017

¿El nuevo tenis?

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El tenis está en pleno proceso de cambios. Cambios en la Copa Davis, cambios en el circuito, cambios... Esta temporada empezaron a esbozarse innovaciones al reglamento y al calendario. La eliminación del quinto set largo en Copa Davis, la creación de la Copa Laver y del Masters #NextGen para menores de veintiún años, fueron las principales modificaciones que afrontó ATP e ITF para evolucionar como deporte, mantener a sus aficionados y atraer a nuevos, especialmente a sus distintas plataformas digitales. El tenis siempre fue reacio a los cambios bruscos, por eso es que las instituciones madre del deporte tienen que tener mucho cuidado.

Esta semana se disputó la Next Gen ATP Finals en Milán (Italia), en la que participaron los siete mejores tenistas menores de veintiún años más un invitado por la organización. Hasta ahí todo normal. Pero el torneo fue una novedad total para el tenis actual. Prototipo del "tenis del futuro", Milán ofreció muchas modificaciones como torneo oficial del calendario ATP (¡U$ 8 000 000!), a pesar de no repartir puntos para el ranking profesional. Sin Sasha Zverev (N°3 ATP) por prepararse para el Masters de Londres, el norte de Italia recibió a siete Top65 del ranking mundial, más el invitado Gianluigi Quinzi (306°). Un torneo de mucha calidad tenística.
Pero volvamos a los cambios. Los partidos eran al mejor de cinco sets a cuatro games, con tiebreak en el tres iguales. Los games se disputaban sin ventaja, lo que implicaba que al llegar al 40-40, el siguiente punto definía el juego y el receptor elegía el lado donde devolver el servicio. A eso se le sumaba la eliminación del "let" en los servicios, como en el voleibol. Tampoco hubo jueces de línea, todos los piques eran monitoreados por un "Ojo de Halcón" omnipresente y una voz robótica que cantaba los fallos. A un costado de la cancha (sin la calle del dobles) se utilizó un reloj cronómetro de veinticinco segundos para controlar que los jugadores no se extienden con el "tiempo razonable" entre punto y punto.
Prohibido y sancionado el "coaching" en ATP, permitido cada vez que finalizan los sets en WTA, este certamen probó con el coaching desde la grada, comunicando a jugador y entrenador por micrófono y auriculares, con el audio disponible para los espectadores en vivo. Novedoso. Otro cambio con respecto al circuito fue la libre circulación de los espectadores durante el desarrollo del partido, acostumbrados los jugadores a la quietud de los aficionados y al silencio para poder concentrarse al máximo, molestó a varios de los jóvenes presentes en Milán. Bajo todas esas modificaciones se desarrolló el Masters #NextGen, una apuesta hacia un futuro no tan lejano.

El torneo se desarrolló con normalidad, y a pesar de no otorgar puntos la afluencia de público y la seriedad con la que los jugadores lo afrontaron fue algo para destacar. El campeón invicto fue el surcoreano Hyeon Chung (21 años) que derrotó en la final al ruso Andrey Rublev (20 años) 3/4 4/3 4/2 4/2. Nacido en Suwon, es su primer título ATP en la temporada que alcanzó su mejor ranking (44°). Actualmente 59° ATP, Hyeon fue semifinalista en el ATP250 Munich, su mejor resultado como profesional. El jugador que empezó a jugar al tenis por recomendación de su médico por su visión débil porque "mirar el color amarillo ayudaría a su vista débil", hoy es el mejor de la nueva camada de jugadores que promete mucho.
Párrafo aparte para la bochornosa fiesta de ceremonia en la cual se desarrolló el sorteo. En la capital de la moda quisieron innovar también con el sorteo y no le salió muy bien a la organización. Utilizaron a los jugadores como falsos modelos, y en una pasarela desfilaron junto a verdaderas modelos, que al llegar al final de la pasarela descubrían la letra A o B que estaba debajo de alguna prenda que tenían puesta. Los protagonistas (Sub21), nerviosos e incómodos, con risas cómplices pero sin entender el porqué de la situación, se acomodaban a la izquierda o a la derecha, según el grupo que les tocaba. El video explica mejor como se desarrolló el evento. Vergüenza total.

Daniel Vitale Pizarro

06 noviembre 2017

Inolvidable

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Jack Sock empezó esta temporada como el 23° ATP. Finalista en tres ATP250 en 2016 y primera segunda semana en Grand Slams en US Open, 2017 debía el año del despegue como tenista de elite. Las expectativas eran altas y más aun al ser campeón en Auckland, primer torneo del año, y un mes después, nuevamente campeón en el ATP250 de Delray Beach. La semifinal de Indian Wells (Federer) y los cuartos de final en Miami (Nadal) confirmaron que el norteamericano transitaba el mejor momento de su carrera, y eso quedaba reflejado en su ranking al aparecer como 14° ATP antes del inicio de la gira de arcilla. El siguiente paso era el Top10...

Durante los siguientes cinco meses la performance del próximo estadounidense Top10 cambió considerablemente. Entre mayo y octubre apenas alcanzó una semifinal ATP en los trece torneos que disputó antes del Masters1000 de París. Sin lesiones pero menos aun confianza, llegó al último torneo de la temporada con el colchón de puntos del fantástico comienzo de año y con la remota posibilidad de ingresar al Masters solo si era campeón del certamen, pero sin depender de él mismo. Delante suyo en el ranking tenía a nueve contendientes para ocupar una plaza en Londres, sin contar las bajas por lesiones, omnipresentes en 2017, que también tenían mejor presente que el nacido en Nebraska.
Los rivales perdían y Sock avanzaba. En silencio y muy cerca de despedirse en primera ronda ante Edmund luego de estar 1-5 en el trecer set, se abrió camino en un cuadro despoblado de preclasificados. Sin Roger Federer en la parte baja ni Dominic Thiem en cuartos de final, el duelo ante Marin Cilic en semifinales era inminente. De esa inminencia se encargó Julien Benneteau, el veterano francés que nunca fue campeón ATP con el récord histórico de finales perdidas (0-10), que no permitió que ni Cilic ni Goffin ni Tsonga accedan a las instancias finales de París. Pero hasta ahí llegó su tenis. Dos Top10 en el camino fueron demasiado para su mente y su físico. Torneazo.

Sin siquiera ser finalista de un ATP500 a sus 25 años, Sock alcanzó su primera final de M1000 y ahora sí con serias chances de clasificar al torneo de Maestros. La opción dejó de ser remota para ser real y posible. Del otro lado de la red, la sorpresa del año, Filip Krajinovic. Misma edad que Jack, Filip transitó todo el año en el circuito Challenger con grandes resultados (cinco títulos) pero con apenas un solo torneo ATP disputado en Moscú hacía una semana con victoria ante Rublev en primera ronda. Ayudado por la no presentación de Rafael Nadal, Krajinovic fue sorteando rivales desde la qualy para meterse en su primera definición ATP y nada menos que en un Masters1000.
La final fue cambiante pero el ganador resultó ser el favorito, distinto al transcurso de todo del torneo en el cual los favoritos se quedaron en el camino. El resultado fue 5/7 6/4 6/1 en favor del decimosexto preclasificado del torneo. Jack Sock no solo ganó su primer Masters1000 sino que se dará el lujo de disputar por primera vez el Masters y de ingresar por primera vez en su carrera al selecto grupo de los diez mejores del mundo. Desde el lunes será el noveno mejor jugador del año, algo impensado hace algunas semanas atrás: “Tenía un viaje de golf con Isner la próxima semana en Augusta, habría sido muy especial. Pero ya le veré en su boda en un par de meses, me disculpará”.

Jack Sock, entre asombrado y orgulloso de si mismo luego de ser campeón: “En primera ronda no me sentí nada bien en términos de tenis, no tuve buenas vibraciones, pero aun así fue uno de mis mejores partidos porque logré permanecer en el partido y finalmente gané. Hoy estuve realmente emocionado, tuve problemas para dormir anoche. Cuando realmente quieres algo sacas la energía de donde sea y eso es lo que hice en el segundo set para revertir la situación. Voy a recordar esta semana para el resto de mi vida, con el tiempo me daré cuenta del impacto que llegó a tener ese partido de primera ronda, justo ahí pensé que mis vacaciones estaban a la vuelta de la esquina. Ha sido una semana perfecta".

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El finalista Krajinovic así se explayaba tras perder la final en París, incrédulo por su presente que nunca imaginó ni en sueños: "Esta ha sido una semana inolvidable para mí, con muchas victorias importantes desde la fase previa, derrotando a jugadores con mejor ranking que el mío. Pero esto es tenis y alguien tiene que ganar, hoy no me tocó a mí. Cuando llegue a casa todo sera positivo. El camino ha sido muy duro, perdí todos mis sponsors debido a mis lesiones, le agradezco a mi familia por estar siempre ahí. También a Djokovic y a todo el equipo de Copa Davis". Deberá replantear su carrera durante la pretemporada porque los objetivos para 2018 han cambiado rotundamente.

Quizás algunos memoriosos se acuerden de la semifinal de Belgrado 2010 en arcilla a la que accedió un joven  de dieciocho años  llamado Filip Krajinovic (319°) tras ganarle a Novak Djokovic (2°) 6/4 y retiro de Novak; o más cerca en el tiempo en 2015 , cuando en Tecnópolis representó a serbia por los cuartos de final de la Copa Davis, sin pena ni gloria. Ese era Krajinovic, que no es un desconocido para el amante del tenis pero sí para el aficionado de los grandes torneos. En mayo de este año, aquejado por una lesión, tocó el puesto 294° ATP y llegó a perder todos sus sponsors. Hoy, luego de la final de París, finalizará la temporada como el 33° del ranking mundial. ¿Que tal?

Daniel Vitale Pizarro

30 octubre 2017

Tenista del año

La primera vez que Roger Federer formó parte del torneo de Basilea (ciudad donde nació), que se disputa sobre superficie dura bajo techo, fue a los doce años como recogepelotas (ball boy) en 1993 en la final entre Michael Stich y Stefan Edberg. Roger recuerda como si fuera hoy aquellos días de su infancia: "Recuerdo todo sobre aquel día, sobre todo cuando recibí la medalla. Al torneo iba en bicicleta. Son recuerdos que nunca olvidaré". Como profesional debutó en su ciudad natal en 1998 gracias a una invitación. Andre Agassi se encargó de aguar su presentación oficial en Basilea, pero ese día empezó el apego por el torneo más importante de su país.


Ausente en 2016 por lesión, 2017 era el retorno del siete veces campeón y doce veces finalista del certamen, récord absoluto de la historia en cantidad de finales en un mismo torneo. No conforme con esos números despampanantes, el helvético alcanzó una nueva final en la ciudad que lo vio crecer. Los récords de más finales ATP en un mismo lugar los tienen Federer en Halle y Wimbledon y Nadal en Monte Carlo (11), pero trece finales en Basilea destruye cualquier posibilidad de igualar esa cantidad en el corto plazo. Eso si, los diez trofeos de "Rafa" en Roland Garros, Monte Carlo y Barcelona siguen siendo récord histórico, uno más que los nueve de Roger en Halle.

Pero volvamos a Basilea. La final era de lujo. Juan Martín Del Potro, campeón en 2012-2013 venciendo en la final a Federer, se enfrentaba por cuarta vez en el torneo (2-1) ante Roger. El argentino desde el US Open es otro jugador. 27° en la 'Carrera a Londres' en agosto, noviembre lo encuentra a 190 puntos del octavo clasificado al Masters en un sprint de fin de año memorable. Sin el karma del revés y las lesiones, y con un equipo de trabajo establecido desde la contratación de Sebastián Prieto, "La Torre de Tandil" apunta alto y por razones más que suficientes. El partido ponía muchas cosas en juego, de un lado y del otro de la red.

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Más allá de los récords que Federer se encarga de pulverizar a cada paso que da, el N°1 del mundo estaba en juego para el suizo y el ingreso al Masters para el argentino. Los 1960 puntos se reducirían a 1460 en relación a Nadal (1°) y Del Potro superaría a Carreño Busta (8° Carrera a Londres) por 10 puntos con vistas al torneo de fin de año. Todo eso en una final de un ATP500. Mucho en juego para un partido de tenis. El récord entre ellos en finales ATP no tiene nada que ver al que mantienen en cualquier otra instancia. Mientras que en finales Juan Martín lo domina 3-1, en el total "RF" supera ampliamente a "JMDP" 17-6, con el partido más importante entre ambos en US Open 2009.

A tono con el nivel de 2017 el ganador fue el local y favorito del público, Roger Federer. Dejó escapar el primer set pero se reivindicó con su tenis y sacó adelante un partido harto complicado ante un rival que le trae más problemas que soluciones. 6/7 6/4 6/3 fue el resultado final para el suizo más trascendente del deporte mundial, que emocionado como niño recibió su octava corona en Basilea, misma cantidad de trofeos que en Wimbledon, ambos récords logrados en este 2017 de ensueño. A los 36 años y sin disputar la gira de arcilla, Cincinnati ni París (semana entrante), "Su Majestad" es N°2 del mundo y máximo candidato para el Masters. De locos.
Los protagonistas del domingo tuvieron palabras de elogio entre ellos durante la entrega de premios, habitual en el tenis moderno de "amistades" fuera de la cancha pero que adentro de la misma distan de serlo. "Llevas jugando a un excelente nivel desde el US Open, incluso antes, así que estoy muy contento de verte jugando tan bien de nuevo y, sobre todo, de poder verte jugar todas las semanas. Eso es algo que a mí me gustaría poder hacer nuevamente pero que la edad ya no me permite", le expresó Federer al finalista, a lo que Del Potro le contestó: “Felicidades Roger. Simplemente, me encantaría jugar como tú cuando tenga tu edad, pero no creo que eso suceda”.

49-4 en 2017 es su récord antes de disputar el Masters, la última parada del año. Dentro de esas victorias se encuentran siete títulos y una final sobre doce torneos disputados, un barbaridad. Pero las cuatro derrotas dicen mucho más que las casi cincuenta victorias. Solo en 2005 llegó al Masters con tres partidos perdidos en el año, temporada que finalizó con la final perdida ante David Nalbandian (81-4). Ni siquiera en 2006, el mejor año de su carrera, llegó al "Torneo de Maestros" con cuatro partidos perdidos (92-5). 2017 es el cuarto año con +90% de victorias desde que es profesional, eso dice mucho del presente de Roger Federer, número dos del mundo pero "el tenista del año".

Daniel Vitale Pizarro

23 octubre 2017

Objetivo Masters

El tenis argentino tiene una historia muy rica. Enrique Morea fue el exponente argentino de la Era Amateur. Diez del mundo y luego presidente de la Asociación Argentina de Tenis, fue el primero en destacarse a nivel mundial. Guillermo Vilas fue el mejor de todos, por lejos. Llevó el tenis a las casas de los argentinos, el país hablaba de tenis y además fue una leyenda en el circuito profesional, como mínimo Top20 histórico mundial. 'La Legión' fue la mejor etapa del tenis argentino por la cantidad y la calidad de los jugadores, destacándose uno por sobre los demás: David Nalbandian. Pero la cantera del país futbolero más pasional del mundo no solo de fútbol vive, y la aparición de Juan Martín Del Potro en el plano mundial volvió a poner a la Argentina en la órbita tenis.
Campeón del US Open y de diecinueve títulos ATP más, campeón de la Copa Davis y medallista en dos Juegos Olímpicos (Bronce en Londres y Plata en Rio), sus logros reflejan lo grande que es, los rivales a los que venció, como los derrotó y en que condiciones, lo hacen gigante. Juan Martín es sinónimo de épica. Un jugador que a los 20 años derrota al quizás mejor de la historia en una final de Grand Slam no es casualidad; que vence al N°1 del mundo vigente a un mes de ganar los cuatro Grand Slams consecutivos dominando el tenis de forma absoluta en los últimos dos años, no es un tenista convencional; que triunfe ante el número uno del momento, campeón defensor de la Davis y en su país, habla de un deportista distinto a la media.



Ejemplos hay de sobra de Juan Martín ganando partidos increíbles ante tenistas excepcionales. Se agranda ante los grandes, lo que lo hace ser un grande. No les teme, los enfrenta de igual a igual y muchas veces los derrota. Ganarle seis veces a Federer, cinco a Nadal, cuatro a Djokovic y tres a Murray, los cuatro números uno del mundo entre 2004-2017, es un reflejo de la mentalidad ganadora de Del Potro y de la calidad de su tenis. Cuando la mayoría encoge el brazo y se pone nervioso, él saca lo mejor de sí. Por algo alcanzó el puesto número cuatro del ranking mundial y fue estable Top10 mientras el físico se lo permitió.
El respeto de sus rivales dentro y fuera de la cancha y el cariño de la gente a cada lugar que asiste también dice mucho de "La Torre de Tandil". Su estilo de juego, atípico por ser argentino, llama la atención de los espectadores que tienen la posibilidad de estar en las gradas observando su potencia y determinación desde el fondo de la cancha con su saque y su drive. Su porte impone (roza los dos menos de altura) y su actitud también. Sin revés, cansado, mermado físicamente o sin ritmo, contra Del Potro nadie quiere jugar. La muestra más reciente de ello, US Open 2017. Afiebrado y medicado, pudo sortear a Federer en cuartos de final sin haber tenido grandes actuaciones en el año.

Sano, constantemente es noticia por sus buenos resultados. Desde su irrupción al estrellato del tenis en 2008 hasta hoy, nuevamente Top20 y con chances de disputar su quinto Masters, a Juan solo lo condicionaron las lesiones. Esas malditas lesiones en diferentes partes del cuerpo que no permitieron que la carrera del argentino sea aun más grande. La espalda en sus comienzos por su crecimiento, la muñeca derecha, luego la traumática muñeca izquierda y varias pequeñas lesiones por sobre esfuerzos limitaron una carrera que de por sí es fantástica pero que a esta altura podría haber sido histórica. Años perdidos por su estado de salud no le impidieron hacer historia a su manera.
En Estocolmo volvió a levantar un título ATP, doce meses después de su último, en el mismo lugar. Y para no perder la costumbre ni desacostumbrar a sus fanáticos, lo consiguió al vapulear en la final a Grigor Dimitrov (8° ATP) 6/4 6/2. 19° ATP y 14° en la 'Carrera a Londres' (11° por lesiones de Wawrinka, Djokovic y Murray), el sprint final es fantástico, con semifinales en US Open y Shanghai más el título en Estocolmo. 470 puntos lo separan de Carreño Busta, hoy el octavo clasificado al Masters, a falta de Basilea y París, últimos torneos del año puntuables en los que Del Potro, si está sano, tiene grandes chances de clasificar.

"Meterme en el Top10 sería un sueño después de todos mis problemas de muñeca. Sería algo fantástico, pero lo importante es seguir en forma, con salud y jugando al tenis. Nunca imaginé poder ganar tantos torneos. Seguir haciendo historia para el tenis de mi país es muy bonito. Espero que no tenga que pasar otro año para repetir este momento", reflexiona "DelPo", el segundo mejor tenista argentino de la historia detrás del poeta de la zurda, el inalcanzable Guillermo Vilas, que hasta inmortalizó mundialmente un tiro particular, la "gran willy", en honor a un golpe (de espaldas y por debajo de las piernas) inventado por él y que el mundo del tenis lo patentó con su nombre.

Daniel Vitale Pizarro

16 octubre 2017

Dominador dominado

Quizás no tomamos consciencia de la época que vivimos. Bill Tilden y Los Mosqueteros en los años veinte y treinta; Rod Laver y Ken Rosewall en los sesenta y setenta; Jimmy Connors, John McEnroe, Bjorn Borg e Ivan Lendl en los setenta y ochenta; Pete Sampras y Andre Agassi en los noventa... Pero llegaron los dos mil para cambiarlo todo. Roger Federer y Rafael Nadal aparecieron y nunca más se fueron. Al dueto más diverso y emocionante de la historia se le sumó un tercero en discordia, Novak Djokovic. Pero Roger y Rafael, distintos a todos, tan espectaculares como antagónicos, no dejaron ni dejan de sorprendernos por nivel, vigencia, reinvención y dominio, como nadie en la historia.

Solo ellos dominaron el tenis durante más de diez años, algo inédito en un deporte profesional de preponderancia física, tan exigente como el tenis. Desde 2004, año debut de Federer en la cima mundial, que el ranking ATP es dominado por ellos dos, con una intervención de Djokovic y una breve de Murray. Lo del serbio fue sublime pero durante un periodo de tiempo más corto, aunque no menos relevante (2011-2016). Los estilos de juego totalmente diferentes, su vestimenta, su actitud dentro de la cancha y su efectividad abrumadora en superficie antagónicas crearon la mejor rivalidad de la historia del tenis, por todo eso y más.
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Pero hay una diferencia esta temporada entre estos dos colosos, que sorprende a los amantes del tenis. En lineas generales, el dominador del circuito entre 2004-2014 fue Roger Federer y el dominador de los enfrentamientos personales fue Rafael Nadal (23-10). Pero en 2015 algo cambió y en 2017 cambió por completo. Final de Basilea. Federer derrotaba a Nadal en su ciudad natal luego de cinco derrotas consecutivas entre 2013-2014. Lesionados ambos durante gran parte de 2016, su nivel era incierto de cara al 2017, aparentemente achacados por tantos años en el circuito, un escalón debajo de Novak Djokovic, dominador absoluto del circuito.

Contra todos los pronósticos, el Australian Open los volvió a ver en una final de Grand Slam. Inesperados rivales por el presente de ambos, le regalaron al público una verdadera batalla de leyendas. El triunfo fue para el suizo que revirtió 1-3 en el quinto set ante Nadal, su némesis, el hombre que lo hizo mejor jugador pero que a la vez no le permitió ser el indiscutido mejor tenista de todos los tiempos por una gran diferencia con el resto. Federer, por primera vez en catorce años de rivalidad. cambió su táctica. ¡Y vaya si le dio resultado! Pero no solo fue la táctica, lo más importante fue el cambio de mentalidad para enfrentar a su eterno rival, su actitud ante la adversidad de siempre.
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Y los enfrentamientos siguieron y las victorias también. Indian Wells fue la cúspide del tenis de Federer en 2017 y Miami la confirmación de que la tendencia se había invertido, que el dominador histórico había pasado a ser el dominado. El altísimo nivel de Nadal y la ventaja de cinco años menos le permitió al español ser el mejor en la arcilla como durante toda su carrera, sin el obstáculo suizo que decidió no disputar la gira para resguardar su físico. Campeón de casi todo desembarcó en el césped (sin buenos resultados) y alcanzó el N°1 del mundo en Estados Unidos, antes del US Open, beneficiado por la merma física de Murray (1°) que decidió no disputar la segunda parte del año.

Campeón del US Open y de Beijing, Shanghai era el siguiente objetivo. En la final se encontraban una vez más y el resultado no iba a ser distinto. Federer, parado sobre la linea sin retroceder ni siquiera en defensa, encima del pique, agresivo y decidido a subir a la red para acortar los puntos, evitó el intercambio largo de golpes e impuso su servicio como principal arma, lo que impidió a "Rafa" tomar ritmo de bola. A excepción de Australia que fue un vaivén de emociones, en los tres partidos restantes el manacorí nunca estuvo cerca de la victoria, y la muestra está en que desde el quinto set en Oceanía, Rafael nunca pudo quebrar el saque de Roger en siete sets...
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El mejor Federer de siempre fue el que vimos en el primer semestre. Las molestias en su espalda en Montreal y la poca preparación para el US Open hicieron que su nivel cayera. En Shanghai, especialmente en la final, fue el Federer de Wimbledon, de Halle, de Miami o de Australia, no el de Indian Wells, el mejor torneo de su carrera, pero sí el Federer de un nivel altísimo, capaz de no dar chances al rival que no le daba chances. 94 títulos ATP, misma cantidad que Ivan Lendl, segundos en la Era Abierta. Bestial. 1960 puntos lo separan del N°1 de fin de año con 3000 en juego. El N°1 parece inalcanzable, pero cuidado, no se olviden que estamos hablando de Roger Federer.

Daniel Vitale Pizarro

09 octubre 2017

Asia le sienta bien

Tres años pasaron desde el último título de David Goffin, el mejor tenista belga de la historia en la rama masculina. Top10 por primera vez en su carrera esta temporada (febrero) pero sin títulos, sus únicos dos trofeos desde que es profesional habían sido en 2014 (Kitzbuhel y Metz), ambos ATP250. Finalista en los ATP250 Sofía y ATP500 Rotterdam en 2017, la suerte cambiaría luego de perder en octavos de final del US Open. El pase a su segunda final de Copa Davis le devolvió la confianza a David que arrastraba una lesión de rodilla complicada. Invicto en China y Japón en semanas consecutivas, la gira asiática le está dando solo alegrías.

El título en Shenzhen la semana anterior significó el puntapié inicial para luchar por un lugar en la Copa de Maestros. El campeonato en Tokio lo depositó directo en el Top8 de la temporada gracias a los lesionados DjokovicMurrayWawrinka y NishikoriGoffin aprovechó la oportunidad y fue campeón, como en 2014, de dos títulos ATP, aunque Tokio es su certamen más importante en el mejor año de su carrera como profesional. Nueve victorias en dos semanas de competencia y dos títulos no sucede a menudo en el circuito. Sin victorias ante miembros del Top20 (apenas dos Top30), sorteó a todo oponente que se le puso enfrente.
Final de Copa Davis, campeón en Shenzhen y Tokio, Top10 primerizo en febrero y nuevamente esta semana, David Goffin vive el mejor momento de su carrera a los 26 años de edad y tras nueve temporadas como profesional. Nacido en Racourt (Bélgica), el actual 10° ATP se mostró feliz y a la vez sorprendido por sus resultados en la parte final del año: "Llegué a la semifinal de Copa Davis ante Australia con cierto temor por una lesión en la rodilla pero allí adquirí confianza (victoria ante Nick Kyrgios y John Millman) para hacer resultados como éste, que no me esperaba en este final de temporada".

Finalista el año pasado en Tokio cuando perdió ante Kyrgios, doce meses después Goffin se dio el gusto de levantar el trofeo japonés en su cuarta final de un ATP500, décima ATP de su carrera (4-6). Sin finales de Masters1000 ni semifinales de Grand Slam, David tiene dos objetivos de acá a noviembre que tienen nombre y apellido: clasificar al Masters y ganar la Copa Davis. Difíciles pero no imposibles, actualmente es el séptimo en la 'Carrera a Londres'. Algo más complicada sería la obtención de la Ensaladera de Plata ya que la final se disputará en Francia con todo el poderío del equipo galo. "La Goff" sueña a lo grande y... ¿por qué no hacerlo?
El caso de Adrian Mannarino en finales es parecido al común de los tenistas franceses de los últimos años. Cuarta final ATP perdida en cuatro disputadas se asemeja a los récords negativos de sus compañeros Benneteau (0-10, récord ATP), Monfils (6-20), Paire (1-4) y Roger-Vasselin (0-2), por nombrar algunos casos. Solo Tsonga (15-11) y Simon (12-6) ostentan récord positivo en definiciones ATP (Gasquet 14-14). Mannarino logró en Japón su mejor victoria como profesional al derrotar a Marin Cilic (5°), primer triunfo ante un Top5 y cuarto contra un Top10. 29° ATP tras segunda final de temporada (Antalya), se ubica muy cerquita de su mejor posición (27°).

Daniel Vitale Pizarro