31 marzo 2014

Renacer tenístico


Por desplomarse en el cemento norteamericano

La final del segundo Masters1000 del año comenzaba de forma atípica. Nishikori le daba el pase a la final a Novak Djokovic aduciendo una lesión en su izquiotibial izquierdo y Berdych, pálido en conferencia de prensa, amaneció con mucha fiebre y le entregaba el partido a Nadal para que esta vez, su cuarta final en Miami, sea la vencida. "Nole" y "Rafa" iban a definir el título en Florida sin haber jugado las semifinales, algo inédito en la ATP. El duelo 40 entre ambos, la rivalidad más extensa de la historia, sucedía sin partido previo, incluso con Novak sin disputar tampoco su partido de tercera ronda frente a Florian Mayer, también lesionado.

Djokovic, campeón en Indian Wells la semana pasada, parecía haber reencontrado el rumbo de su tenis gracias a la victoria ante Federer, con la confianza suficiente para revertir su flojo comienzo de año. Flojo para el jugador que es N°2 del mundo más los títulos y récords que ya conocemos. El domingo, todo su repertorio tenístico funcionó casi a la perfección, recordando al "Nole" versión 2011. Sólido con su servicio, bien metido dentro de la cancha con reveses paralelos y cruzados que lastimaban una y otra vez a Nadal, que nunca encontró respuestas para revertir la situación. Djokovic tuvo el control todo el tiempo, sin sobresaltos y muy enfocado en su objetivo. Así se llevó por segunda vez en su carrera el doblete Indian Wells-Miami, igualando a Roger Federer que también lo consiguió en años consecutivos (2005-06), siendo ambos los únicos en obtenerlos en dos ocasiones.


Otra final perdida en Miami...

Para Nadal fue todo negro. Jugó corto, sin explosión en sus piernas ni en sus tiros. Nunca pudo poner en aprietos a su rival y lo pagó (3/6 3/6). Fue su cuarta final aquí, todas perdidas: 2005 contra Federer, 2008 ante Daydenko y 2011 y 2014 frente a Djokovic. Junto a París, son los únicos dos Masters 1000 que le faltan al mallorquín para completar los nueve diferentes (tiene al menos una final en todos). Tampoco pudo ser el primer español en levantar el trofeo en Key Biscayne, tras las derrotas de Bruguera en 1997, Moyá en 2003 y Ferrer la temporada pasada. Un karma para los ibéricos que deberán esperar como mínimo un año más para intentar sumarlo a su palmarés.

Novak, en contraposición con Rafael, obtuvo este título por cuarta vez en su carrera. El certamen de la serie Masters significó el 18° en su cuenta personal, superando la barrera de Andre Agassi y cerca de los 21 de Federer, el segundo en esta selecta lista (Nadal con 26 es el líder). 43 son los títulos ATP que consiguió el serbio de 26 años desde que es profesional, uno menos que Thomas Muster, el 14° máximo ganador en la historia de este deporte. A este ritmo será un tramite superar al austriaco y quien sabe a cuantos más.


2011 y 2014, mismas postales.

El historial entre ambos se acortó y quedó 22-18 para el de Manacor, aunque las últimas tres victorias se fueron para Serbia. En cemento los triunfos del serbio llegaron al doble (14-7), mientras que en polvo sigue dominando el español (13-3) al igual que en césped, aunque con escaso margen (2-1). En la antesala de la gira europea de polvo de ladrillo, el seis veces campeón de Grand Slam buscará no solo destronar a "Rafa" de cada torneo que pueda, sino completar su "Grand Slam" personal y coronarse en Roland Garros, certamen que le falta en sus vitrinas y que sabe que no será nada fácil con Nadal en el camino. El año pasado estuvo demasiado cerca en semifinales tras caer 9-7 en el quinto set. El certamen parisino será sin dudas su principal objetivo.

Una curiosidad que agiganta la figura de estos dos monstruos del deporte blanco es la hegemonía impuesta por ambos desde el regreso de "Rafa" a las canchas en 2013. Miami significó el décimo Masters 1000, más el Masters de fin de año, que obtiene alguno de ellos, con una seguidilla de cuatro consecutivos a favor de "Nole" (cinco si sumamos la Masters Cup). Lo que muestra una paridad enorme entre ambos y una diferencia con el resto que llama la atención. Y en los Grand Slam, Djokovic o Nadal están presentes en la final desde el US Open 2012 en forma consecutiva. Ellos dos y luego los demás...
Daniel Vitale Pizarro

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