Mostrando entradas con la etiqueta Grand Slam. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Grand Slam. Mostrar todas las entradas

08 julio 2013

Gran Bretaña a sus pies

Ya tendrás la tuya Andy

Doce meses atrás, Andy Murray derramaba lágrimas en la central de Wimbledon al perder en cuatro sets en la final ante Roger Federer. Había conseguido ganar su primer set en una final de Grand Slam, luego de caer en las primeras tres que disputó en sets corridos. Un mes después, en la misma cancha y ante el mismo rival, el escocés se tomó revancha del suizo y consiguió la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Murray le demostraba al mundo del tenis que el dúo con Lendl, iniciado en enero, empezaba a dar sus frutos.

El US Open significó para Andy el desahogo en Grand Slams, saldar la cuenta pendiente. En su quinta final pudo levantar el trofeo, nada menos que ante Novak Djokovic, el número 1 del mundo. Su cabeza hizo un click. Comandado por un experimentado jugador de finales de Majors (Lendl jugó 19 y ganó 8), al escocés se le notaron cambios en su actitud en los momentos importantes en esos partidos. Más decisión y agresividad, esperando mucho menos del rival y más de él mismo. Al contragolpe y velocidad de piernas innatos, le agregó más agresividad y regularidad a la derecha y al saque. Pero lo que cambió su palmarés de derrotas a victorias, fue la parte mental, en la cual sin dudas Ivan Lendl fue y es partícipe.

Las dos caras de la moneda

La temporada 2013 iniciaba con Murray en la final del Australian Open. Caía ante Novak Djokovic, pero el escocés ya no era el mismo que perdiera aquí en 2010 y 2011. Sin poder disputar Roland Garros por una lesión lumbar, Wimbledon se presentaba como su máximo anhelo y lo disputaría con bastante tiempo de descanso y preparación, algo clave para esta superficie y en una época donde la parte física hace la diferencia cada vez más. Y vaya si le dio resultado.

Y el día más esperado por los británicos amantes del tenis llegaba. La eterna espera finalizaba. Tuvieron que pasar 77 años para que un tenista nacido en Gran Bretaña se adueñara del trofeo de Wimbledon. Fred Perry había sido el último en conseguirlo en 1936, motivo por el cual existe una estatua en su honor en el All England. Nadie lo había ganado en la Era Abierta y Murray lo hacía, al igual que en el US Open, ante el actual número uno del mundo y campeón aquí en 2011, Novak Djokovic. Nuevamente las lágrimas de Andy tocaron el inmaculado césped inglés, pero este vez eran de alegría, felicidad y desahogo por la inmensa presión que llevaba sobre sus hombros.

Gastón Gaudio #ModoOn

"Es muy duro. Durante los últimos cuatro o cinco años, ha sido muy, muy difícil, muy estresante, mucha presión. Los días previos antes del torneo son muy difíciles también. Es tan difícil de evitar todo por lo grande que es este evento, por la historia y porque pasó mucho tiempo sin que un británico ganara", dijo Murray tras coronarse en Wimbledon y también expresó sus sentimientos: "Ganar Wimbledon, creo, es la cima del tenis. Todavía no lo puedo creer. Aún no entra en mi cabeza", y agregaba unas palabras sobre su entrenador, Iván Lendl: "Creo que él creyó en mí cuando mucha gente no lo hizo. Ha sido muy paciente conmigo. Estoy feliz de haber conseguido esto con él".

Desde Wimbledon 2012, este escocés de 26 años llegó a todas las finales importantes que disputó: ganó los JJOO 2012, el US Open 2012 y Wimbledon 2013 y cayó en la final de Wimbledon 2012 y Australian Open 2013, sin disputar Roland Garros 2013. Su récord en finales de Grand Slam aumentó a 2-5. En el All England capturó su segundo Grand Slam y su 28° título ATP (cuarto del año) en 42 finales disputadas.

En comparación con las anteriores finales disputadas por Murray, declaró: "El ambiente de hoy era diferente a lo que he experimentado en el pasado. Era diferente a la final del año pasado, sin duda. El final del partido, era increíblemente ruidoso, muy ruidoso. Es muy útil cuando la gente es así. Sobre todo en un partido tan duro como aquel donde todo está extremadamente caliente, brutal, con peloteos largos y juegos difíciles, que finalmente te ayudan a jugar mejor".
"Whisky Andy". Todos quieren la foto del escocés más popular del momento

Djokovic, el finalista, disputó su final número once de Grand Slam (6-5), la cuarta ante Murray (2-2). Diferente fue la semifinal disputada por ambos. Mientras Andy tuvo que derrotar a Janowicz, Novak venció a Del Potro en cinco sets, luego de 4 horas 41 minutos, partido muy demandante tanto física como mentalmente, que le imposibilitó al serbio estar al 100% de sus posibilidades en la final. El nacido en Belgrado acumula trece semifinales seguidas de Grand Slams, segundo en la historia, detrás de las 23 de Federer. Sí, 23.

En el Grand Slam de las sorpresas, con Nadal derrotado en primera ronda, Federer y Tsonga en segunda, sumado a los múltiples retiros por lesiones (siete el tercer día de competencia, récord en una jornada de Grand Slam), el uno y el dos del ranking mundial no defraudaron a gente y organizadores: llegaron a la final del torneo más tradicional e importante del mundo.

Daniel Vitale Pizarro

10 junio 2013

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho...

Embed from Getty Images
Sus ojos lo dicen todo

Corría el año 2003 y Rafael Nadal era un adolescente que recién daba sus primeros pasos en el profesionalismo, con apenas un puñado de partidos en el circuito ATP. Roland Garros era su sueño. Una lesión en el hombro izquierdo durante una práctica no le permitió disputar su primer Grand Slam y su debut en un torneo "grande" fue en Wimbledon 2003. Un año más tarde, el destino una vez más no quiso que pise el polvo parisino, también por una lesión pero esta vez más seria: "fisura por estrés del escafoides en el pie izquierdo", fue el diagnóstico médica, daño sufrido el quince de abril durante el torneo de Estoril (Portugal).

Estuvo alejado de las canchas por tres meses. París se hacía desear y "Rafa" seguía sin poder pisar el suelo de su Grand Slam predilecto. Pero todo cambiaría un año más tarde. En 2005 empezaba lo que aun no tiene fin. Ese año, Roland Garros lo tuvo por primera vez en sus canchas anaranjadas y el español no iba a decepcionar. Quizás en la final más difícil que haya jugado aquí por ser tan joven, primerizo en finales de esta envergadura y por el rival que estuvo a dos puntos de llevar el match a cinco sets, Nadal se coronó en París ante Mariano Puerta 6/7 6/3 6/1 7/5 con diecinueve años recién cumplidos. La espera del debut al final tuvo final feliz.

Ferrer mira como la Copa se le escapó casi tan rápido como Bolt

Roger Federer, número uno del mundo por aquellos añossería el rival de los próximas tres finales (2006, 2007 y 2008). En las dos primeras, el español alzó el trofeo cediendo solo un set y en la última de este terceto, literalmente fue una paliza: le entregó solo cuatro games al nacido en Basilea. Pasaban los años y parecía que cada vez le costaba menos proclamarse campeón de Roland Garros. En 2005 y 2006 perdió tres sets en cada certamen; en 2007 uno; y ninguno en la versión 2008. Cuando parecía que se encaminaba a romper la marca de Bjorn Borg de cuatro Abiertos de Francia consecutivos, pasaba lo inesperado. La edición 2009 presenció la primera, y única hasta hoy, derrota de Nadal en suelo naranja francés. Robin Soderling (25° ATP), daba la sorpresa al eliminarlo en octavos de final 6/2 6/7 6/4 7/6 y cortaba la racha de cuatro "RG" al hilo del balear.

Mirá como son las cosas del deporte que un año después del batacazo, Nadal y Soderling se vieron las caras nuevamente, pero esta vez en la final, siendo el sueco verdugo ese año de Roger Federer en cuartos de final. Segunda final consecutiva en Francia para Robin, en la cual "Rafa" no le dio chances y lo derrotaba en tres sets, vengando la derrota de la temporada pasada. Todo indicaba que en 2011 Nadal-Djokovic iba a ser la final. El serbio venía sin perder partidos en lo que iba de la temporada y con siete finales seguidas derrotando a "Rafa", pero apareció un tal Roger Federer que se encargó de "Nole" en semifinales. No solo cortaba el invicto de Novak, sino que le facilitaba la definición a Nadal, acostumbrado a vencer a Federer en ladrillo, y así fue7/5 7/6 5/7 6/1 y un nuevo trofeo de Mosqueteros se iba para Palma de Mallorca.

La postal de la épica semifinal

El duelo Nadal-Djokovic no iba a tardar en llegar a una final de Roland Garros y se daba en 2012. Aunque no de la misma manera que si se hubieran enfrentado un año atrás, porque este año vez "Rafa" lo había vencido en Monte Carlo y Roma. Y no hubo sorpresa en la Philippe Chatrier. En dos días, por lluvia, el español se llevó el título ante el serbio 6/4 6/3 2/6 7/5. La revancha sería esta temporada, la viente trece, una vez más en semifinales (2007 y 2008). El duelo fue el más dificultoso y largo que Nadal tuvo en Roland Garros. 9-7 en el quinto set fue el resultado para Rafael y una nueva final en la arcilla gala.

Tras la prematura caída de Federer ante Tsonga, el finalista fue David Ferrer, que poco pudo hacer ante su compatriota. Pareció no haber afectado a Nadal el mayor tiempo en cancha que su rival, que llegaba a la definición sin ceder sets. Y se dio la lógica en París. Sin mostrar secuelas de cansancio, luego de las casi cinco horas disputadas con Djokovic un par de días atrás, atropelló a Ferrer 6/3 6/2 6/3 para que Usain Bolt le entregara el trofeo entre lágrimas.
Ocho Roland Garros, 59-1 su récord en París (superó por una victoria a Vilas, Pietrangeli y Federer), 57 títulos ATP (42 en arcilla, a cuatro del récord de Vilas), siete coronas en la temporada sobre nueve finales disputadas en la misma cantidad de torneos en lo que va de 2013, con 43 triunfos y dos derrotas (¡¡¡Zeballos!!! y Djokovic). Se convirtió en el primer jugador en la historia en ganar al menos un Grand Slam durante nueve años consecutivos. Superó a Sampras y Federer que ostentaban ocho.

Único jugador en ganar un mismo Grand Slam (Roland Garros), un mismo M1000 (Monte Carlo) y un mismo ATP500 (Barcelona) ocho veces (Riverito se haría un festín). Guillermo Vilas es el otro jugador con ocho cetros en un certamen (Abierto de la República), que hoy sería ATP250, pero que supo ser el torneo más importante de Sudamérica. Además, es su Grand Slam número doce, superando los once que lograron todos los españoles juntos, y solo superado por Sampras (14) y Federer (17), máximos ganadores. ¡Y todos estos logros los consiguió con tan solo 27 años recién cumplidos! De otro planeta.

La derecha más pesada de la historia

Gracias a esta final, Ferrer superará a Nadal en el ranking y llegará como cuarto preclasificado a Wimbledon, obligando a Nadal a cruzarse hipotéticamente con el Top4 a partir de cuartos de final. Veremos si Wimbledon, con su propia preclasificación, lo coloca más arriba en el escalafón mundial. A la hora de calificar esta victoria, Nadal dijo: "No sería justo empezar a calificar mis títulos. Por ejemplo, el de hoy es el más especial de este último tiempo, pero Wimbledon 2008 fue muy especial; el Abierto de Australia 2009 también fue muy importante, y el US Open 2010 fue simplemente increíble, porque ahí complete el Grand Slam. Todos estos momentos fueron muy especiales"

"Es cierto que me gusta la sensación de que la gente me quiera. Es una sensación muy especial. Pero no necesito que estén en el aeropuerto para sentir su apoyo. Muchas personas demuestran su amistad cada día y eso es lo más importante. Por supuesto que a algunos chicos les gusta ver a una multitud que los espere en el aeropuerto. Sin embargo, en Mallorca, el mejor regalo que me dan es que me dejen en paz, para volver a mi vida normal. Porque cuando uno gana un torneo como este, no puedes volver a la vida real, al igual que todos los jugadores. No puedo ser un chico de mi edad. Así que, la soledad para mí no tiene precio". Simple y sencillo, así es Rafael Nadal, el tenista más grande de la historia en polvo de ladrillo, y va por más...
¿Nadie lo vio?

Durante la mitad del segundo set, un espectador ingresó a la cancha con el torso desnudo con un bengala encendida, en repudio a la reciente ley de matrimonio homosexual aprobada en Francia, y recorrió casi la mitad del court central hasta que la policía lo redujo. Minutos antes, dos personas en las gradas sostenían una pancarta con la inscripción: “Ayuda, Francia pisotea los derechos de los niños”. Por suerte el hecho no pasó a mayores, pero hizo recordar lo sucedido hace 20 años, cuando un "fanático" apuñaló a la número uno del momento, Mónica Seles, y la ausentó del circuito WTA durante 28 meses. El hombre no parecía tener intenciones de acercarse a los jugadores.

Daniel Vitale Pizarro

10 septiembre 2012

La quinta fue la vencida

"Ser número uno es mi siguiente meta"

Andrew Murray, conocido popularmente como "Andy", nació el 15 de mayo de 1987 en Dunblane, Escocia, a los siete meses de embarazo de Judy Erskine. Empuñó por primera vez una raqueta a los tres años. A los ocho junto a su hermano Jamie (tenista profesional, jugó varios torneos con Andy en dobles) vivieron en su colegio, un hecho trascendente en toda Gran Bretaña. En 1996, Thomas Watts Hamilton, excoordinador de los Boys Scouts del club al que los hermanos Murray asistían, entró al gimnasio, comenzó a disparar y asesinó a 16 chicos de primer grado, a una maestra y luego se suicidó. Andy cuenta en su biografía como vivió ese día: "Solo tengo pequeños recuerdos pero se que podríamos haber sido nosotros las victimas. Íbamos para el gimnasio cuando escuchamos disparos, salimos corriendo hacia el despacho del jefe de estudio y nos escondimos debajo de la mesa de jefe". Judy contaba que era conocido en el barrio y que varias veces lo había llevado a la estación porque no tenía vehículo. ¿Suerte de campeón? Al fin y al cabo, fue suerte.

A los catorce años, con un talento innato para golpear la pelotita amarilla y también para jugar al fútbol, al punto de ser convocado por el Glasgow Rangers para probar suerte en el club escocés. Sin poder sobreponerse psicológicamente al trauma de aquella tragedia, declinó la oportunidad futbolística para enfocarse 100% en el tenis. Judy decidió enviarlo a España para que se dedicara de lleno al deporte blanco, a la academia de Emilio Sanchez Vicario y Sergio Casal, donde se formó tenísticamente. Allí, a los 16 años, le diagnosticaron que había nacido con la rótula bífida, hueso que consta de dos estructuras en vez de una, proceso que no desarrolló entre los tres y siete años y que a causa de sus entrenamientos de alto rendimiento, le provocaba dolores a lo largo de la temporada (aun hoy). En ese país también hizo su incursión al circuito junior (ganó el US Open 2004 con 17 años) y a sus primeros torneos ATP.

No podía creerlo

Al año siguiente alcanzó la semifinal de Roland Garros junior y llegó a su primera final a nivel ATP en Bangkok. En 2006 obtuvo su primer título como profesional en San José. Dos títulos en 2007 desembocó en un 2008 instalado en el Top5, puesto que no abandona aun hoy. Ese 2008 fue el año del despegue tenistico del británico. Cinco títulos, incluidos los Masters1000 de Cincinnati y Madrid sobre cemento, más la final del US Open, forjaron de confianza ese tenis dúctil y sensible que derrochaba en cada partido, para lanzarse los siguientes años a la caza de su primer Grand Slam, logro que se hizo desear. En 2009 se coronó nuevamente en dos Masters1000 (Miami y Toronto) más otra final en Indian Wells y semifinal en Wimbledon. Además triunfó también en otros tres torneos ATP. Fue por tres semanas número dos del mundo.

2010 y 2011 fueron años parecidos. En ambos logró una vez más dos Masters1000, la final de Australia y la semifinal de Wimbledon, aunque el año anterior había gritado campeón en tres torneos más (Tokio, Bangkok y Queen's) y fuera semifinalista de Roland Garros y US Open. Pero aun lo mejor estaba por llegar. En 2012 contrató a Ivan Lendl como coach para intentar ganar ese bendito Grand Slam que tanto se le negaba. ¡Y vaya si le dio resultado! Luego de la semifinal en Australia (7-5 en el quinto ante Djokovic, luego campeón) y cuartos de final en Roland Garros, el verano europeo fue prácticamente suyo. Final de Wimbledon ante Federer por primera vez y campeón de los Juegos Olímpicos también en el All England y frente a Roger. Eso fue la antesala perfecta para llegar al US Open de la mejor manera, a pesar de los traspiés sufridos en Toronto y Cincinnati, torneos en los que tiene los mejores resultados de su carrera.

Abrazo de campeones

Llegó el US Open. Sin Nadal en el cuadro, sus rivales en los papeles serían Federer en semifinales y Djokovic en la final. El "Maestro" sucumbió ante el poder ofensivo de Berdych pero Novak sí se iba a hacer presente en la finalísima. Casi cinco horas de juego (4h 54m), emociones durante todo el encuentro, dos sets a cero, sets iguales, el viento que molestó durante todo el partido y un Murray que se mostró más entero, levantó su primer Major en el lugar donde incursionó por primera vez a una final, allá por 2008. Y lo hizo en el US Open, certamen donde Fred Perry en 1936 había gritado campeón por última vez para un británico en un Grand Slam.

El chico fanático del sushi, que odia el alcohol, que escucha "50 cents" en sus ratos libres y se pasa horas y horas frente a una TV con su PlayStation, un lunes 10 de septiembre de 2012 (mismo día que Fred Perry ganara su primer US Open), con 25 años, 5 meses y 25 días, se convirtió en el campeón del Abierto de los Estados Unidos, al igual que en el 2004 con 17 años en junior. Emuló lo conseguido por Edberg, Davenport y Roddick, al lograr el doblete (junior y profesional). Cuando levantó la copa, Murray dijo: "Realmente no se como lo hice"

Algunos datos curiosos de la final: Australia fue ganado por el N°1 del mundo (Djokovic), Roland Garros por el N°2 (Nadal), Wimbledon por el N°3 (Federer) y el US Open por el N°4 (Murray).
Al igual que Ivan Lendl (su entrenador), Andy Murray logró su primer Grand Slam luego de perder cuatro finales al hilo. Hasta 2004 hubo siete campeones diferentes (Rafter, Agassi, Safin, Hewitt, Sampras, Rodick y Federer) y desde 2009 ya van cuatro (Del Potro, Nadal, Djokovic y Murray).

Serena siempre Serena

Otra vez Serena Williams, si. Al igual que en Wimbledon y los Juegos Olímpicos, es la campeona también en Flushing Meadows. Se coronó frente a la actual número uno del mundo, Victoria Azarenka, en la final del US Open. La menor de las Williams levantó su décimo quinto Grand Slam sobre diecinueve finales disputadas (cuarto en Nueva York), acercándose a la plusmarca de Chris Evert y Martina Navratilova (18), aunque aun lejos de los 22 de Sttefi Graf.

Serena estuvo casi un año fuera de las canchas (346 días exactamente) por una embolia pulmonar, producto de un corte en el pie que luego le perjudicó la zona pulmonar, corriendo serio peligro de no poder volver al circuito profesional. Luchadora, Serena volvió en el US Open 2011 y cayó ante la polaca Radwanska en la final. 2012 no empezó bien para Williams: octavos en Australia y malos resultados en la WTA. Pero era solo cuestión tiempo. Pasaron los torneos y encadenó títulos en Charleston, Madrid, semifinal de Roma y primera ronda en Roland Garros (primera vez que cayó en esa instancia en un Grand Slam). Luego de la rareza en París, el presente: campeona en Wimbledon, Stanford, Juegos Olimpicos y el US Open. Sin lugar a dudas la mejor jugadora del momento.

Daniel Vitale Pizarro

06 septiembre 2012

Roddick y su última función

Las lágrimas en sus ojos hablan por si solas

El día llegó. Lo que anunciábamos en el post (Siempre Candidato) hace unos meses, no tardó en llegar. Andy Roddick, exnúmero uno del mundo, ganador de 32 títulos ATP, un Grand Slam (US Open 2003), cuatro finales (3 Wimbledon y 1 US Open), cinco Masters 1000 y más de 600 partidos ganados en el circuito (612), el día de su cumpleaños número 30 anunciaba que al finalizar el US Open se retiraría del tenis profesional. "Lo primero que haré luego de retirarme será ir a jugar al golf", decía ante los periodistas tras caer en octavos de final ante Juan Martín Del Potro. Algunos se preguntarán sobre su decisión. 22° ATP, títulos en Atlanta y Eastbourne y vencedor de Roger Federer (3°) en Miami...

A pesar de estar viviendo un 2012 aceptable en cuanto a resultados, "A-Rod" hace un par de años que no es el mismo. Desde abandonara el Top10 a mediadios de 2011, nunca más recuperaría ese ranking ni su nivel de juego. Acostumbrado a estar en la pelea de los torneos más importantes, Roddick no llega a una final de Grand Slam desde 2009, en aquella memorable definición de Wimbledon ante Roger Federer, 16-14 para el suizo en el quinto set. Ese fue su último gran año. En 2010 se coronó en Miami, perdió la final en Indian Wells y llegó a los cuartos de final del Grand Slam australiano. Ese año, el "Bombardero de Nebraska" empezaba su caída en el ranking, en lo físico y en lo tenístico.

Indian Wells 2009, la cumbre como pareja

Un 2011 para el olvido con solo dos cuartos de final en torneos importantes (Shangai y US Open) más el título en el ATP250 Brisbane, pondrían en tela de juicio su futuro en el circuito profesional a principios de 2012. A los magros resultados se le sumaron dolores en el hombro derecho que le impedían rendir al máximo durante un torneo entero. Aquel chico que comandaba a su equipo de baloncesto de su colegio junto a su amigo de toda la vida Mardy Fish, con quien convivió durante 1999, logró dos títulos en dobles (Houston 2002 e Indian Wells 2009) y compartió equipo de Copa Davis, empezaba a despedirse. 

El que fuera campeón del Australian Open y Wimbledon como Junior a los diecisiete años o el mismo que irrumpió en la final del M1000 Toronto 2002 frente a Guillermo Cañas llamando la atención del mundo por sus saques "anormales" (técnicamente) y por la velocidad que imprimía sobre ellos, rompiendo tres veces el récord de velocidad, se retira del tenis tras permanecer nueve años consecutivos dentro del Top10 y disputando seis Masters. Ese mismos señores, le dice adiós al deporte blanco.

El último adiós con Del Potro al fondo. El perdedor fue el protagonista.

El Arthur Ashe, repleto de fanáticos de su tenis, esperaron hasta bien tarde el miércoles para ovacionarlo y homenajearlo como se merece. Criticado por la prensa muchas veces por su atención a la misma, los espectadores presenciaron la última función del jugador que marcó una década para el tenis norteamericano. Un luchador y un ejemplo dentro de las pistas. Fue el exponente del tenis del norte del continente americano desde el retiro de Pete Sampras (2002) y Andre Agassi (2006). Por eso, Andy Roddick no fue un jugador más dentro del circuito, fue un animador de la ATP, de esos que su falta se hará notar.

Al hablar sobre su retiro, Andy Roddick dijo cosas como estas: "No sé si voy a estar bien de salud el próximo año. En algunos momentos he pensado sobre eso, por la forma en que se siente mi cuerpo, por la forma en que me siento y soy capaz de competir, no sé si sea suficientemente bueno. No sé si alguna vez me ha interesado simplemente existir en el circuito". Declaró que se concentrará en su centro deportivo y de aprendizaje, que abrirá el próximo año en Austin, Texas, a través de su fundación, que dirige su madre: "Me gustaría dedicarme a eso y no verlo periódicamente, estar un poco en terreno todos los días. Hay otros proyectos que también haré. Eso me motiva mucho ahora".

Una amistad más allá de las canchas.

"Él era el macho alfa en nuestra generación, sin duda el nombre más conocido por una buena distancia", dijo Mardy Fish, luego de conocer el retiro de su amigo.

Daniel Vitale Pizarro

09 julio 2012

Roger Federer se escribe peRFect


Sole él y Sampras sintieron esa sensación siete veces...

Hace nueve años, en Wimbledon 2003, un tal Roger Federer, con un talento proporcional a la cantidad de raquetas que rompía, vencía en la final a Mark Phillippousis y se quedaba con su primer Grand Slam. Comenzaba un nuevo reinado. Sampras dejaba vacante su trono al nuevo dominador del césped londinense, que se adueñaría de siete títulos en diez presentaciones, incluida una final perdida ante Nadal en 2008. Por aquellos años, nadie imaginaba lo que vendría después. Aquel chico de pelo largo, colita y vincha, se convertiría en el máximo ganador de Grand Slam (17) de toda la historia, y contando...

"Su Majestad" comenzó el torneo con expectativas más que ambiciosas. Si se coronaba en la Catedral, superaría a Sampras en semanas como número uno al alcanzar ese puesto por tercera vez en su carrera, levantaría su copa número 75 (McEnroe 77, tercero en la lista de los más ganadores de la historia) e igualaría a Pete Sampras con siete Wimbledon en su haber. Semejantes números en la previa del partido hubieran asustado a cualquier mortal, algo que al suizo no le sucedió. Tardó poco más de un set y medio para ajustar su juego y dar vuelta un partido que parecía que se le iba de las manos. Tomó el control y venció en cuatro sets al británico Andy Murray, ante la mirada de sus mellizas, que aplaudieron y sonrieron el logro de su papá durante la ceremonia de premiación. "He jugado, probablemente, mi mejor tenis del torneo. Siempre dije que rendía mejor en semifinales y finales. Es impresionante volver a ganar aquí después de tres años, el sentimiento es familiar. Nunca dejé de creer. Es un momento mágico para mí", declaraba el "expreso suizo" luego de la victoria.

El emotivo momento de los 17

Roger Federer sigue haciendo historia, como dijo él mismo: "Todavía no lo creo". Ganar un Major con casi 31 años, después de tres temporadas, siendo padre, desplegando el tenis que desplegó y con dolores en la zona baja de su espalda, no es poca cosa, es sencillamente único. Único como su revés a una mano en una época en la cual está "en peligro de extinción"; único por su estilo de juego clásico, "a la antigua"; único como la raqueta que utiliza (muy pesada, rígida y de aro chico -90-) y tantas otras cosas más, que lo convierten en un jugador que despierta admiración en cada estadio donde se presenta. Un "señor" dentro y fuera de la cancha. Federer no gesticula al golpear la pelota y pareciera que no transpira, ideal para los fotógrafos. Atributos que enaltecen aun más su figura de "caballero". Impecable.

Durante el año, de los once torneos que disputó, ganó cinco, perdió una final, cuatro semifinales y solo una vez cayó antes de esa instancia, ante Andy Roddick en segunda ronda de Miami luego de ser campeón en Indian Wells. Su siguiente torneo serán los Juegos Olímpicos y conservará el primer lugar del ranking si termina por delante de Djokovic y Nadal en el certamen. Si termina el año en esa posición, igualaría a Sampras al concluir seis años como número uno del mundo, pero para eso falta mucho. En Wimbledon, obtuvo 66 victorias y 244 partidos ganados en torneos de Grand Slam, este último es récord. Además, cuenta con 54 victorias o más en cada Grand Slam. Nadie logró 50. Un desubicado.

Para enmarcar...

Obtuvo 17 Grand Slams -  4 Australian Open, 1 Roland Garros, 7 Wimbledon y 5 US Open en 24 finales, ambos récords. Para dimensionar lo que representa, debería hacer un post interminable, solo de halagos para Rogelio. El "increíble" le queda muy chico.

"¿De qué me enorgullezco más? De mi carrera, porque nunca pensé que sería tan bueno", reconoció ayer Roger.

Los mejores, de gala.

Serena Williams también hizo historia en el All England, al conseguir su quinto título tanto en singles como en dobles, llegando a la suma de 14 Grand Slams en 18 finales disputadas. Tiene 30 años como Roger. La menor de las Williams, que fue derrotada en Roland Garros en primera ronda, a fuerza de aces (superó dos veces el récord de cantidad en Wimbledon al concretar 23 en tercera ronda y 24 en semifinales) conquistó el trofeo en su séptima final. Y si hablamos de saques directos, realizó en sus siete partidos, la suma de... lea bien: 102 aces. Para agregarle más merito a lo conseguido por la norteamericana, superó al alemán Kohlschreiber, que logró 98. Impresionante. En la entrega de premios dijo: "Mi servicio me ayudó mucho para ganar el torneo. No se realmente por qué me salió tan bien".

Serena subió dos puestos en el ranking WTA para ubicarse cuarta y consolidarse como la máxima favorita para obtener los Juegos Olímpicos en Londres. La menor de las Williams amenaza una vez más los récords del circuito femenino.

Daniel Vitale Pizarro

02 julio 2012

Esto es Wimbledon

Rufus, el halcón que cuida el césped de Wimbledon

Wimbledon habla por sí solo, no hace falta que lo ensalcen con crónicas fabulosas sobre su tradición, su estilo, su categoría. Con el simple hecho de nombrar la palabra de la ciudad donde se encuentra el torneo, alcanza y sobra. El estricto régimen de la vestimenta de presentarse con más del 90% de color blanco; el "Middle Sunday"; su propia preclasificación (que cada año, por la presión que ejerce la ATP, el torneo respeta cada vez menos); la hierba (más lenta que la de antaño); los escasos sponsors; las frutillas con crema; llamar Mr. y Mrs. a los participantes; la estatua de Fred Perry (último campeón británico aquí en 1936); 'Rufus', el Halcón que cuida del césped y la cordialidad y respeto reinante, hacen de un torneo único en su especie. Acá nació el tenis. Acá empezó todo.

El domingo del medio o "Middle Sunday" es día de descanso en Wimbledon, no hay actividad. Solo fue utilizado por las copiosas lluvias tres veces en toda su historia: 1991, 1997 y 2004. Los domingos, en Inglaterra, tampoco se juega la 'Premier League', aunque sí lo hace en Navidad y Año Nuevo. Para no desentonar, únicos en todo. Esta es una de las tantas tradiciones del particular certamen londinense de fútbol.

Hoy se disputarán los octavos de final, tanto de hombres como mujeres, lo que denominan los británicos como "Super Lunes" o "Manic Monday". Pero durante toda la primera semana ocurrieron varios hechos llamativos, curiosidades. El primer golpe lo dio Ernest Gulbis, el letón hijo de un empresario multimillonario jugó tres sets magníficos, como "falso" Top10, y despachó en primera ronda al número siete del mundo y finalista en 2010 (ese año venció a Federer en cuartos) Tomas Berdych 7/6 7/6 7/6.

Las dos caras de la moneda


En segunda ronda la sorpresa (vaya sorpresa) la dio el actual número 100 del ranking ATP Lukas Rosol, al vencer luego de cinco sets y a fuerza de misiles que salían de su raqueta, al dos veces campeón y tres veces finalista aquí, Rafael Nadal. El checo nunca había ingresado al cuadro principal del All England, en las cinco ocasiones anteriores había perdido en la primera ronda de la clasificación. Increíble. Además, Nadal no caía en una segunda ronda de un Grand Slam desde el 2005, precisamente acá. Fue el jugador de más bajo ranking en derrotarlo en un Major. Ante las preguntas al finalizar el encuentro, Rosol dijo: "No estoy sólo sorprendido, esto es algo milagroso para mí". Tanto Gulbis como Rosol, en sus siguientes duelos, fueron derrotados.


Por el lado de las mujeres, Venus Williams, cinco veces campeona y tres veces finalista, fue derrotada fácilmente por Elena Vesnina, lo que demuestra que las Williams no son eternas, algo que se vio también en Roland Garros hace un par de semanas cuando Serena Williams, la menor, cayó por primera vez en su historia en una primera rueda de un Grand Slam. Justamente Serena también fue protagonista de la jornada en su duelo frente a la china Jie Zheng. Concretó 23 aces. Sí, 23 aces en solo tres sets y por una mujer, nuevo récord femenino. El de velocidad le corresponde a Samanta Stosur con 208 kilómetros por hora.


Shvedova y Serena, dos récords en una semana


Otra rareza fue la que le tocó vivir a Yaroslava Shvedova. Venció a la italiana Sara Errani 6-0 6-4. ¿Y lo curioso? Bueno, ganó 24 puntos consecutivos para adjudicarse el primer set, denominado "Golden set". Se convirtió en la primera jugadora en conseguirlo en la historia de la WTA, la segunda en la historia del tenis femenino (Pauline Betz en 1943) y la tercera en la historia del tenis (Bill Scanlon 1983). Y lo hizo en Wimbledon, tarea aún más difícil por el bote de la pelota y porque las posibilidades de fallar aumentan. La tenista de origen ruso, nacionalizada kazaja, es entrenada por el argentino Emiliano Redondi.



Daniel Vitale Pizarro

11 junio 2012

Nadal siempre Nadal


"Hacía un año que no te veía..."

Dicen por ahí que los récords están hechos para romperse, que si alguien los consiguió y fue un ser humano, otro puede superarlo, aunque parezca casi imposible. Ese "casi" estuvo flotando todo el tiempo en el aire del Philippe Chatrier por dos días, alargando la agonía de los presentes tras la suspensión. Al final, como "casi" siempre, el ganador fue el mismo sobre la tierra batida parisina, el dueño de los récords asombrosos sobre esta superficie, el que con 26 años recién cumplidos no para de asombrar al mundo del tenis cada vez que pisa la superficie naranja, el español que parece imbatible. Ese pedazo de jugador tiene nombre y apellido. Los que lo admiramos lo llamamos simplemente RAFAEL NADAL.

Nació el tres de junio de 1986 en Manacor, Mallorca (España). "Rafa", como lo apodaban en España, comenzó a jugar a este deporte de la mano de su tío Toni Nadal, entrenador, mentor y gestor de este monstruo del deporte "blanco". Y no estoy exagerando. Empuñó por primera vez una raqueta a los tres años y a "Toni" le sorprendió la manera en que lo hacía. Empezó a jugar al tenis con regularidad a los cinco y al poco tiempo comenzó a destacarse en los torneos locales. A los ocho años dio el primer batacazo al vencer en un torneo de las Islas Baleares, contra chicos de hasta cuatro años más grandes, golpeando el drive y el revés con ambas manos. Sí, el drive también. Ya comenzaba a mostrar signos de precocidad llamativos. 
Evidencia de su cambio...
Jofre Porta, entrenador por aquellos años del 'Centro de Tecnificación de Baleares', cuenta cuando lo vio por primera vez: "Vino a Palma de Mallorca para hacer unas pruebas con un grupo en el que había otros nueve chicos y chicas. Era brutal. Con sólo pegar un par de bolas comprobamos que era un auténtico crack. Jugaba los dos golpes desde el fondo a dos manos y eso le obligaba a atacar constantemente la pelota. Se metía encima de ella. La atacaba incluso mucho más que ahora tanto con el drive como con el revés. Hoy, piensa más", comentaba asombrado el profesor español.

Un año después, durante una visita de Porta a Manacor en busca de jugadores para su Centro de entrenamiento, Toni le pregunta si le debía cambiar el drive a una sola mano, a la que recibió como respuesta que "todos los grandes pegaron y pegan el drive a una mano, puedes intentarlo". Toni se dejó aconsejar e hizo lo que creyó conveniente. Comenzó a cambiarle el drive ¡pero a la mano zurda! Nadal empuñaba el drive a dos manos con la derecha, pero notaba en los entrenamientos que golpeaba con más soltura y potencia del lado izquierdo, sumado a que Rafael es zurdo de pie, creyó que también lo sería de mano. "Lo estudié todo muy bien y me pareció evidente que tenía más control pegando a la pelota con el brazo izquierdo que con el derecho", razonaba Toni Nadal. Mal no le fue. Lo que es raro es que el jugador es lo único que hace con la zurda, porque juega al golf, escribe, come, lanza y ataja una pelota, todo con la derecha (vean cuando firma el lente de las cámaras luego de un triunfo). Evidentemente es derecho, pero juega al tenis con la mano "no hábil"...
Los dos mejores de su generación

Desde los 10 años hasta los 14 se sumó al grupo de trabajo, Jofre Porta, fundamental en la formación del jugador. Ese mismo año se convirtió en el mejor español alevín (12 años). Con 11 fue campeón Europeo de la misma categoría. Con 14 años comenzó a disputar los torneos Satélites y al año siguiente consiguió su primer punto ATP. Tenía 15 años. Después, todo lo siguiente ya lo conocemos: 50 títulos ATP (10° entre los más ganadores de la historia), formó parte de las cuatro Copas Davis obtenidas entre 2004 y 2011, 11 Grand Slams obtenidos (3° en la historia), 56 semanas como número uno del mundo, etc., etc., etc... 

Ese chico que firma las lentes de las cámaras con la derecha, que supo empuñar su raqueta con la derecha pero con ambas manos, hoy es el máximo ganador de la historia de Roland Garros con siete triunfos en ocho presentaciones en la capital francesa. Ridículo. Se ríe de la historia. Derrotó al número uno del mundo Novak Djokovic después de haber perdido las tres finales anteriores de Grand Slam. Fue la primera vez que se repitió la misma final en cuatro Majors consecutivos. ¡Y todo lo logró con la zurda siendo derecho! Párrafo aparte para el serbio que fue superado esta vez, pero que se afirma como el mejor del mundo en la cima del ranking.

Sonriente Djokovic en la derrota. ¿Lo ganará alguna vez?

El inglés Gary Lineker, en Italia '90, luego de que su selección quedara eliminada frente a Alemania, declaró: "El fútbol es un deporte que se juega once contra once, donde siempre ganan los alemanes". Le pido la frase prestada y la utilizaré con Nadal en polvo de ladrillo: " El tenis es un deporte que se juega uno contra uno, donde siempre gana Nadal".

"María Slam"

María Sharapova hizo historia también en este certamen, al conseguir el título que le faltaba para completar el poker de torneos grandes y todos distintos (Wimbledon 2004, US Open 2006, Australian Open 2008 y Roland Garros 2012) con un aditamento especial: volver a la cima del ranking mundial, puesto que ya conoce. Una mujer más que se suma a la lista de las ganadoras del "Grand Slam" junto a Doris Hart, Maureen Connolly, Shirley Fry, Margaret Smith, Billie Jean King, Chris Evert, Martina Navratilova, Steffi Graf y Serena Williams. Felicitaciones María.

Daniel Vitale Pizarro