18 abril 2016

Rafael IX de Mónaco



Un festejo que se hizo esperar

Aquí es donde empezó todo. En Monte Carlo fue donde levantó su primer Masters1000. Mónaco fue la tierra donde el mito comenzó a forjarse, el lugar donde la confianza tomó niveles supremos de cara a su gran objetivo de siempre, Roland Garros. Dos años sin coronarse en el Principado fueron eternos para su príncipe. Rafael Nadal volvió a sus aposentos, a su origen como gran campeón, al lugar que vio como se gestó la 'bestia' demoledora de récords en el polvo de ladrillo más lento del circuito. Diez veces en la final y nueve títulos crearon la leyenda de 'Rafael IX de Mónaco', el mejor tenista sobre tierra batida que dio este deporte.

Dueño absoluto de la gira de M1000 sobre arcilla desde 2005 (19 títulos), su última corona había sido en Madrid 2014, casi dos años atrás. Ansiedad, nerviosismo, lesiones, contratiempos y falta de confianza mermaron el nivel del mallorquín que estuvo a escasos puntos de salir del Top10 por primera vez desde que ingresó en 2005. La primera mitad de 2015 fue cuando tocó fondo. Y se levantó. Pero tan mal acostumbró a sus fans durante una década que verlo 10° ATP era un fiasco. Incluso estando quinto en el ranking se lo masacró por su rendimiento, incomparable al de sus años en los que era imbatible.

La realeza junto a los finalistas escuchando las estrofas del himno español

Las buenas sensaciones de los entrenamientos no se reflejaban en la cancha. Desde Roland Garros 2014, había sido campeón solo en Buenos Aires y Hamburgo 2015 sobre arcilla. "Me siento mejor que el año pasado, sin lesiones y sin esa ansiedad durante los partidos, pero todavía tengo que demostrarlo con resultados", eran las palabras de Nadal a principio de temporada tras caer en primera ronda del Australian Open ante un inspirado Fernando Verdasco. Asediado por los medios, "Rafa" respondía una y otra vez que si seguía entrenando así, los resultados iban a llegar, que no era una tragedia estar Top10 y no Top3 como los aficionados estaban acostumbrados.

Y las resultados llegaron. En Monte Carlo tuvo un cuadro muy complicado. Superó a Dominic Thiem (14°), Stan Wawrinka (4°) y Andy Murray (2°), rivales que lo habían superado en esta superficie en 2015 y 2016. La final contra Gael Monfils (16°) también fue un reto porque el francés desplegó un gran tenis durante toda la semana, sin oposición, acorde con su nivel de tenis en 2016, el mejor arranque desde que es profesional. En la final de Monte Carlo, “Lamonf” jugó dos sets de alto vuelo hasta que su físico le dijo basta. 7/5 5/7 6/0 en más de dos horas intensas de partido permitieron que Rafael volviera a ser campeón en estas tierras.
El equipo de trabajo de Rafa en los vestuarios

"He trabajado duro para conseguir este trofeo. Valoro mucho más el momento, pasé por momentos difíciles. Esto es parte de la vida, que es parte del deporte. Hace un mes, en Indian Wells, fui capaz de conectar dos semanas consecutivas al más alto nivel pero no llegué a imaginarme ganando aquí. Aunque sea el noveno, me parece algo extraordinario, algo esencial que me alegra”, Rafael Nadal en conferencia de prensa, sincero como de costumbre y feliz por la obtención de un Monte Carlo más para su vitrina. Confianza es lo que le faltaba para afrontar esta gira, lo que vino a buscar aquí y lo que encontró.

Gael Monfils, lejos de amargarse por la derrota, le encontró el lado positivo y miró más allá de Monte Carlo: "Me han faltado pequeños detalles pero ha sido una final agradable, tuvo un gran nivel de tenis. De estos partidos son de los que luego sacaré grandes lecciones para seguir aprendiendo. Quiero estar realmente preparado en las próximas semanas de cara a Roland Garros". "La pantera" disputó su tercera final de Masters1000 tras las perdidas en Paris 2009-10 y estiró su racha negativa en finales ATP (5-19 su balance, 20,8% de efectividad), cómodo líder entre los tenistas activos y segundo en porcentaje en la historia de la ATP (Karl Meiler 4-14 su balance, 17,6% de efectividad).

La soltura de Gael es formidable

El francés ha llegado al menos a una final ATP por año desde 2005, doce temporadas consecutivas alcanzando un partido definitivo. Su mejor año fue 2010 con cuatro finales aunque solo triunfó en una de ellas. 14° ATP desde el lunes, supo ser el 7° en el ranking ATP en julio de 2011. Esta temporada llegó por primera vez a cuartos de final del Abierto de Australia ademas de ser finalista en Rotterdam. Si desglosamos sus derrotas en finales, tres se las propició Nadal, en dos abandonó, en otras dos perdió en el tiebreak del tercer set y en seis ocasiones cayó en el último parcial. Su último título fue en Montpellier 2014, hace más de dos años.

Daniel Vitale Pizarro

2 comentarios:

  1. Cómo siempre sensacional narración, las palabras justas y exactas que llenan de alegría, pasión y emoción al lector.. Volvió la fiera!

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