26 octubre 2021

La inagotable cantera

Sebastián Báez no se olvidará fácil del 2021. Nadie en la historia del ATP Challenger Tour (1978-2021), la segunda categoría en importancia del tenis mundial, ha ganado cinco Challengers en ocho finales disputadas en una temporada antes de cumplir veintiún años de edad. Campeón en Concepción (Chile), Santiago I (Chile), Zagreb (Croacia), Santiago III (Chile) y Buenos Aires (Argentina) y finalista en Bratislava (Eslovaquia), Kiev (Ucrania) y Santiago II (Chile), la actualidad del argentino es brillante. 112° ATP y noveno en la 'Carrera a Milán', Báez tiene muchas posibilidades de ingresar al Masters #NextGen y de finalizar el año como Top100.

"No sé a cuántos puntos estoy del Masters. Sería lindo entrar, pero no es un objetivo. Tampoco apunto a terminar la temporada como Top100. Ojalá que se de. Mi presente es consecuencia del trabajo que venimos haciendo desde hace varios años. Es trabajo duro, todos los días, estando muy atento a los detalles, siendo muy profesional y siempre pensando en qué se puede mejorar. Con mi entrenador no pensamos en qué ranking podemos alcanzar o qué logros podemos conseguir. Cuando perdemos, analizamos qué pasó y empezamos a pensar en el otro torneo. Y si ganamos, vemos qué hicimos mal para hacerlo de otra manera, así trabajamos", contaba Sebastián Baez ante la prensa, con los pies sobre la tierra, enfocado en ser mejor día a día.

La progresión del bonaerense es ilusionante de cara al 2022 pero de ninguna manera es una sorpresa para los seguidores del tenis argentino. Sebastián desde muy pequeño se destacó entre los mejores del mundo. Su primer gran impacto mundial fue el título en el Orange Bowl Sub16 en 2015 con catorce años. Dos años después sacaba sus primeros puntos ATP mientras disputaba el circuito ITF Junior. En 2017 finalizó 9° ITF Junior con 16 años. N°1 ITF Junior en marzo 2018 tras ganar el Banana Bowl y la Copa Gerdau en Brasil tanto en individuales como en dobles, en junio perdió la final de Roland Garros y en agosto fue campeón en dobles de los JJOO de la juventud en Buenos Aires.

Entrenado por José Luis Clerc entre 2010-2014, en 2015 inició su camino junto a Sebastian Gutierrez, su actual entrenador, un profesor de la Academia que tenia Clerc en el Parque Roca: "Yo confío mucho en Sebastián, para mí Seba es todo. Lo resumo en esa única palabra. Él estuvo a mi lado desde que empecé a jugar. Fui N°1 Junior con él al lado; también estuvo conmigo cuando estábamos sin puntos ATP y ahora. Sin él no hubiera llegado adonde estoy. Todo esto lo logramos juntos. Y eso, sumado al profesionalismo con el que trabajamos, hace que todo se esté acomodando cada vez más, lo mental y lo tenístico. Siempre tuvimos una gran química, la pasamos genial. Tener este vínculo con un entrenador es difícil y yo tengo la suerte de tenerlo".


El 2019 fue el año de los Futures, el de transición del mundo Junior al profesional. Cuatro títulos en seis finales entre ITF M15 e ITF M25 (denominación de los antiguos Futures) terminó la temporada dentro del Top400 (398°). Pandemia de por medio en un 2020 extraño y difícil para todos, mucho peor para los jóvenes con rankings bajos y sin grandes sponsors, ganó un M15 antes del parón por Covid y perdió una final en un M25 tras la reanudación del calendario ATP/ITF. Con la incertidumbre de cómo sería su hoja de ruta en 2021 por restricciones pandémicas, torneos cancelados y demás vicisitudes, el 2021 le tenía guardado una sorpresa tan grata como merecida.

Probablemente la explosión de Sebastián Báez en 2021 no hubiera sido posible así de rápido de no ser por el "Circuito Dove Men+Care Legión Sudamericana". El proyecto ideado por Horacio de la Peña durante la Pandemia vio la luz en marzo con un rotundo éxito de participación sudamericana, principal motivo de la realización de estos torneos en la región. 36 torneos profesionales organizados en nueve países: doce Challengers, doce ITF M15/M25 masculinos y doce ITF W15/W25. La lejanía de Sudamérica con Estados Unidos o Europa limitó siempre el desarrollo de los tenistas sudamericanos obligando a los aspirantes a profesionales a mudarse a esos continentes durante muchos meses al año para abaratar costos y poder competir en 'igualdad de condiciones' con los demás.

"Quiero que piensen en todos esos chicos que están viajando por el mundo solos, durmiendo en hoteles, festejando cumpleaños lejos de casa, haciendo esfuerzos inhumanos para conseguir ese punto ATP y justificar los esfuerzos de las familias sudamericanas. El esfuerzo de las empresas privadas como Dove y de las federaciones... hay que pensar en ellos, están haciendo historia en el deporte. Padres, entrenadores y chicos que no me conocen me dicen gracias. Es muy lindo, más aun cuando escuchás historias de jugadores y padres que han gastado fortunas o de la cantidad de chicos que se retiraron porque no tuvieron esta oportunidad. Son historias increíbles. Ese es el motor, el empuje que necesitás para seguir trabajando", declaraba emocionado el mentor del circuito, 'el pulga' De la Peña.

Daniel Vitale Pizarro
@otradoblefalta

20 octubre 2021

Destapado

Nadie, ni su circulo más intimo, imaginó a principio de temporada el presente de Cameron Norrie en el circuito ATP. Seis finales ATP en diez meses de competencia, dos títulos (uno de ellos de Masters1000) y 16° ATP con posibilidades reales de clasificar al Masters en Turín a falta de cuatro semanas para completar el calendario 2021. Norrie empezó el año Top75 ATP (74°), sin títulos en el circuito principal y con apenas una final en Auckland 2019. Las expectativas eran altas pero ni cercanas a las actuales. Los objetivos a corto plazo cambiaron en un abrir y cerrar de ojos con las Finales ATP a la vuelta de la esquina y con las Finales de Copa Davis en el horizonte.

Cameron Norrie nació en Johannesburgo (Sudáfrica) en 1995, fue criado en Auckland (Nueva Zelanda) entre 1998-2011 y Londres (Inglaterra) entre 2011-2014. Nacionalizado británico (jugó bajo bandera neozelandesa y luego británica como Junior) porque sus padres nacieron en Escocia (padre) y Gales (madre), cumplida la mayoría de edad decidió combinar sus estudios con el tenis en Estados Unidos en la Universidad Cristiana de Texas (2014-2017) por lo que tuvo que trasladarse a Fort Worth, Texas. Finalizada la carrera universitaria, en 2017 volvió a Londres para afincarse definitivamente en Inglaterra y seguir representando a Gran Bretaña en el deporte.

Norrie fue 10° ITF Junior en 2013 sin grandes resultados en los Grand Slams. Entre 2014-2017 Cameron eligió el sistema universitario estadounidense formando parte de la Universidad Cristiana de Texas (TCU), período en el que alcanzó el N°1 Universitario (2017). En ese periplo, disputó algunos Futures (ganó tres) mientras competía como alumno de la TCU. En junio de 2017, tras terminar sus estudios en Sociología, inició su carrera como tenista profesional al 100%. Campeón de tres Challengers en sus primeros seis meses sin ser estudiante universitario, en 2018 ingresó por primera vez al Top100 para establecerse en la elite del tenis mundial y nunca dejar de avanzar.

Jamás olvidará los años como universitario en Estados Unidos, una experiencia completa en todos los sentidos: "En la Universidad Cristiana de Texas tenemos chance de jugar al tenis y disfrutar la vida. Es muy diferente al circuito ATP. Allí estamos con amigos y competimos en un ambiente muy agradable. El sistema del College es fenomenal, allí conocí a mi actual coach, el argentino Facundo Lugones, que formaba parte del equipo como jugador. La Universidad te permite estudiar, socializar y hacer algo de dinero mientras seguís progresando en el tenis. Lo recomiendo totalmente ya sea en Estados Unidos, Francia o Reino Unido".


Cameron destacó la importancia del argentino Facundo Lugones (compañero-amigo-entrenador) en su equipo de trabajo durante todo este tiempo, un dúo que va más allá del tenis: "Tenemos una gran amistad desde mi etapa en la Universidad, era mi compañero en el equipo de la NCAA y es un apasionado del tenis. Nunca nos cansamos de estar juntos, siempre está dispuesto a escuchar y aprender de los demás y se encarga hasta de los mínimos detalles. Significa mucho estar recorriendo un nuevo camino junto a alguien en quien confío tanto y que me ha acompañado desde mis inicios en este deporte a nivel profesional".


Pasada su etapa como universitario y establecido como Top100, llegó su primera final ATP, casualmente en Auckland, ciudad donde descubrió el tenis entre raquetas de squash de sus padres. Pandemia de por medio en 2020, 'Battle of the Brits' fue un punto de inflexión en su vuelta a las pistas: “Fue muy divertido, se lo agradezco mucho a Jamie (Murray) y a todos los involucrados. Fue algo enorme competir en aquellos partidos, eran duelos de mucha presión donde ninguno quería perder (risas). Salió perfecto, fue un lujo contar con Andy, Kyle, Evans, Jack, Jubby y Broady, pude practicar con ellos y todos querían lo mismo, conseguir buenas prácticas y partidos. Luego quedó demostrado que nos ayudó, especialmente de cara al US Open. Estoy deseando que llegue la próxima edición en diciembre”.
El pollo, como lo apoda Lugones, analizó en frío sus años en el profesionalismo y su idílico presente: "He tenido una progresión bastante constante durante toda mi carrera. Es cierto que me estanqué cierto tiempo entre el 60° y 80° del ranking, pero pasé poco tiempo en el circuito Challenger y mi trabajo constante y muy duro siempre me dio esperanzas de seguir mejorando. Cada temporada he ido incorporando cosas nuevas a mi juego, con gente que se preocupa de todos los detalles y que siente una inusitada pasión por el tenis. Cuando todo eso ocurre, el éxito es más sencillo que llegue. Claro que es una sorpresa ganar Indian Wells, fue una semana increíble. Creo que aún no he asumido lo que logré".
Agradecido, el actual 10° del mundo en la "Carrera a Turín" no se olvida de nadie y cita con nombre y apellido a las personas que lo ayudaron a ser lo que es: “Ha habido un montón de personas que me han ayudado a convertirme en profesional, incluso desde mi etapa anterior en la Universidad. Tuve dos entrenadores muy importantes, Devin Bowen y Dave Roditi, además de Facundo Lugones. Él ha sido el gran líder, muy profesional, el que más me ayudó. Hemos formado una gran asociación. Me acuerdo también de algunas personas en la LTA, como James Trotman, él ha sido como un pequeño mentor. No me quiero olvidar de mi fisioterapeuta Julián y de mi preparador físico Vasek”.

Daniel Vitale Pizarro

29 septiembre 2021

Laver Cup by Federer

La Laver Cup (Copa Laver) nació en 2017 con la idea de homenajear a Rod Laver, uno de los mejores tenistas de la historia, sino el mejor. El mentor de la competencia fue Roger Federer que a través de su agencia Team 8 decidió organizar este evento con retrospectiva histórica y visión a futuro: "En un viaje a Shanghai junto a Tony Godsick (manager) surgió la idea de hacer algo por el legado del tenis e incorporar a los jóvenes emergentes para que aprendan de los mejores como John McEnroe y Björn Borg. Para mí, el legado es realmente importante. De hecho, se recuerda porque tenemos una historia muy rica. Por supuesto que Rod Laver fue un héroe para muchos de nosotros, especialmente para Borg, para McEnroe y para mí. Se trata de una gran leyenda que pudo ganar dos veces el Grand Slam".

El formato elegido fue similar al de la Ryder Cup en golf, una competición que enfrentara a los mejores tenistas europeos contra los mejores del resto del mundo. Seis jugadores titulares por equipo disputarán doce partidos en tres días consecutivos. Tres partidos individuales y uno de dobles por jornada con la particularidad de que el viernes los encuentros valdrán un punto cada uno, el sábado dos y el domingo tres, lo que mantiene la expectativa de quién ganará, como mínimo, hasta el día final. Capitaneados por leyendas del deporte como McEnroe y Borg, el torneo se presentó como "exhibición" pero dos años después y varias reuniones en el medio, pasó a formar parte del circuito oficial ATP.
Sedes itinerantes en diferentes continentes, mucho dinero a repartir entre los participantes pero sin puntos para el ranking ATP, la competencia fue ganando terreno en el calendario a fuerza de haber contado en 2017 con Nadal, en 2018 con Djokovic y en 2019 nuevamente con Nadal, siempre acompañados por Federer, el alma mater de todo esto. Cancelada la edición 2020 por la Pandemia, en 2021 la ciudad elegida fue Boston (USA) y la victoria volvió a quedar para el 'Team Europe', invicto en la cuatro ediciones disputadas hasta la fecha. A pesar de no contar con ningún miembro del 'Big3' por primera vez, los europeos reunieron a seis Top10 mientras que el resto del mundo a ninguno, supremacía demostrada en el abrumador 14-1 definitivo.


La desaparición forzada de la Copa Davis (2018) en su formato original, de la Copa Hopman en Perth (2019) y de la Copa Mundial por Equipos en Dusseldorf (2012), dejaron una puerta abierta para que otras competiciones por equipos florezcan en el calendario ATP. Ni lerdos ni perezosos, los empresarios se pusieron manos a la obra y crearon la Laver Cup (2017), las Finales de la Copa Davis en Madrid (2019) y la ATP Cup en Australia (2020). De repente, competir en equipo en un deporte individual volvió a interesar y a ser rentable. Modernizar lo existente o mejorarlo "no era viable", pero crear competiciones nuevas, similares, sí...


Un torneo por equipos, organizado por Roger Federer en homenaje a Rod Laver es una propuesta tentadora para cualquier jugador profesional. La experiencia de convivir y competir con los mejores del mundo durante una semana, en modo exhibición, sin la presión de tener que ganar, es un plan cuasi perfecto y una bocanada de aire fresco a dos meses del final de la temporada. Visitas a lugares icónicos de la ciudad organizadora, clínicas con los más pequeños del país, entrenamientos con jugadores Top, estadios de lujo preparados para la ocasión y un formato de competición divertido para jugadores y aficionados hace imposible que los mejores rechacen la invitación.


Roger Federer no pudo participar en esta edición por lesión pero dijo presente en Boston, posó junto al trofeo, saludó a fanáticos, compartió momentos con los jugadores y brindó varias entrevistas en las que destacó el presente del certamen y lo que significa que los mejores tenistas del ranking acepten la invitación para jugar: "Los aficionados están increíbles. Ambos equipos están conformados con jugadores de primer nivel. Esa es la idea detrás de todo esto. Que todos pudieran unirse y vivir un fin de semana increíble. Aprender unos de otros, con suerte, eso los inspirará, les servirá como motivación para lo que queda de año. Ojalá quieran volver a venir a este torneo en el futuro".

Daniel Vitale Pizarro

15 septiembre 2021

Gesta inconclusa

"¿Qué sintió apenas se retiró del estadio? 'Alivio. Me alegré de que haya terminado porque la preparación mental y emocional que enfrenté estas últimas semanas fue mucha y difícil de manejar' ". Así finalizaba la conferencia de prensa Novak Djokovic tras perder la oportunidad de su vida. La presión fue demasiada, incluso para una mente que parecía inquebrantable. El serbio se vio abrumado por la situación. Su tenis no fluyó, sus tiros no molestaron a su rival, sus ideas nunca estuvieron claras y su físico, achacado por los exigentes partidos anteriores, sintió el cansancio. La gesta era tan grande y la presión fue tanta que por primera vez vimos al balcánico llorar en medio de un partido, sabiendo que no había vuelta atrás.

Es fácil para los analistas hoy, decir que pecó de ambicioso al viajar a Tokio a tratar de conseguir una medalla olímpica, días después de la paliza física y mental que fue ganar Roland Garros y Wimbledon, pero la realidad es que estuvo muy cerca de lograr ambos objetivos. Quien no arriesga no gana y Djokovic fue a por todo y se quedó sin nada. Bueno, sin nada no, se ganó al público del 'Arthur Ashe', que no es poca cosa si tenemos en cuenta el papelón del año pasado (expulsión por pelotazo a una jueza de línea), las críticas recibidas en este último tiempo por su conducta dentro de la pista y sus declaraciones sobre querer ser el más ganador de todos.

"Fueron muchas emociones diferentes. Una parte de mí está muy triste porque es una derrota difícil de tragar si tengo en cuenta todo lo que estaba en juego. Pero, por el otro, sentí algo que nunca había vivido en Nueva York: el público me hizo sentir muy especial y me sorprendió gratamente. Sin dudas, lo recordaré por siempre y es por eso que me largué a llorar. Se trataba una emoción muy fuerte casi tanto como ganar 21 Grand Slams. Honestamente, así me sentí porque tocaron mi corazón. Al final del día uno siempre quiere ganar, pero esa conexión final con la gente durará para siempre y fue maravilloso", expresaba 'Nole' sobre sus sensaciones en el final del partido, un momento único para él, el público presente y toda la audiencia.



Opacado por el derrotado, no debemos olvidarnos que el campeón del US Open ha sido Daniil Medvedev. El ruso ha jugado un gran partido para imponerse ante su rival, el público y la historia. Nos centramos en lo que no pudo hacer Djokovic pero en gran parte fue porque su rival no se lo permitió. El número dos del mundo no se intimidó, imposibilitando con tenis y actitud una remontada que todos los espectadores esperaban (esperábamos). La gesta que buscaba Novak era muy grande pero el desafío que tenía Daniil era casi tan dificultoso como el de su contrincante. Solo Del Potro, Wawrinka y Murray derrotaron a un miembro del Big3 en finales de Grand Slam, ningún otro pudo en más de noventa finales que disputaron. A esa lista se suma Daniil Medvedev ¿nada mal, no?

La dificultad de enfrentar a Djokovic en una final de Grand Slam quedó reflejada por el propio protagonista en la conferencia de prensa luego del partido: "Hubo muchos momentos difíciles durante el partido. Cuando te enfrentas a Novak sabes que no puedes darle nada de margen, que debes estar listo y al 100% desde el primer punto hasta el último, no hay otra posibilidad. Está claro que en ciertos momentos del partido él podría haber tomado la iniciativa, pero estoy feliz por haber conseguido superarle en esos momentos claves del partido, haberlo hecho por mí mismo. Es una alegría grandiosa haber podido completar el sueño de mi infancia. En cierto modo, es un gran alivio".

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Pero si alguien ha demostrado resiliencia a través de los años, ese es Novak Djokovic: “Una parte de mí está muy triste. Es difícil de tragar esta derrota considerando todo lo que estaba en juego pero en el tenis aprendemos muy rápido a pasar página. Muy pronto habrá más desafíos. He aprendido a superar este tipo de duras derrotas en las finales de Grand Slam, que son las que más duelen. Intentaré sacar algunas lecciones de esto, aprender, ser más fuerte y seguir adelante. Todavía amo este deporte y me siento bien en la cancha. Mientras haya motivación, lo seguiré intentando. Debo estar orgulloso de todo lo que hemos logrado con mi equipo de trabajo durante esta temporada”.

El 'Grand Slam' es el récord más tradicional que tiene el tenis y con el pasar de los años ha pasado a ser uno de los más difíciles de conseguir. La preponderancia del físico en el deporte y la gran presión que sufren los jugadores por los medios de comunicación, los sponsors y los entornos de trabajo y familiares, crean un cóctel explosivo muy difícil de manejar que repercute directamente en el rendimiento deportivo del profesional. Donald Budge 1938 y Rod Laver 1962/1969 fueron los únicos que lo consiguieron entre los hombres en más de ciento cincuenta años del deporte de la raqueta. Al igual que Jack Crawford (1933) y Lew Hoad (1956), Novak Djokovic quedó a un partido de ganar los cuatro grandes. Laver sonríe porque la gesta de Djokovic quedó inclusa.

Daniel Vitale Pizarro

13 septiembre 2021

Fin del récord

Podcast 'Golden Slam', episodio 02x12


Daniel Vitale Pizarro

24 agosto 2021

¿Resurgimiento?

Estados Unidos es sinónimo de tenis. Desde el tenis Universitario a los Grand Slams, pasando por todas las categorías que existen en el circuito profesional, Estados Unidos lo tiene todo para desarrollarse como tenista. Dueños del tenis desde casi su creación, los últimos quince años no han sido los mejores para el país norteamericano. Finalizada la peor década de su historia en cuanto a cantidad y calidad de resultados, las nuevas generaciones comienzan a abrirse paso en la elite del tenis masculino, una bocanada de aire fresco para un país acostumbrado a dominar el deporte, posición de privilegio ganada por Europa, el nuevo centro neurálgico del deporte de la raqueta.

Los jugadores estadounidenses lideran casi todas las estadísticas del tenis. Desde que se instalara el ranking ATP en 1973, la primera vez que no tuvo representación en el Top10 fue en 2012. Hoy la realidad es mucho peor con apenas un solo jugador en el Top30 ATP, algo impensado años atrás si tomamos en cuenta la historia del país y la estructura tenística norteamericana. La red de torneos profesionales a lo largo y ancho del país es la más vasta del mundo. Tomando en cuenta el 2019, última temporada 'normal', USA organizó cuarenta y dos ITF M15/M25 (ex-Futures), veintidós Challengers y once ATP. A eso hay que sumarle diecinueve torneos ITF Juniors, fundamentales para que los jóvenes puedan disputar sus primeros torneos internacionales en su país.


En paralelo al circuito ITF/ATP, Estados Unidos cuenta con la mejor Liga Universitaria del mundo. La NCAA le ofrece a estudiantes de todo el mundo, entrenar, competir y estudiar, con el tenis como deporte principal pero no como prioridad. El nivel tenístico de la primera división de la NCAA no tiene nada que envidiarle a un jugador promedio del circuito ITF/ATP Top500. Muchos son las casos de tenistas profesionales que pasaron por el famoso sistema universitario norteamericano "College". El alto nivel tenístico de las Universidades, el buen 'clima' que genera entrenar y jugar con compañeros de estudio y el sentido de pertenencia que se crea con la Universidad es una experiencia que el jugador no se olvidará jamás.

Existe otro sistema de clasificación que a su vez cuenta con torneos propios llamado Universal Tennis Rating  (UTR). En paralelo al ITF, ATP y al College, el UTR es "un sistema de clasificación global que puntúa a todos los jugadores del mundo en una sola escala de dieciséis puntos (con dos decimales), independientemente de la edad, el sexo o la nacionalidad. El algoritmo se compone de tres cosas; el puntaje, la calificación del oponente y la historia de un jugador. UTR está presente en doscientos países. Todos los jugadores profesionales ATP - WTA tienen UTR, al igual que todos los jugadores de Universidades de USA. Desde 2016 UTR es el sistema de clasificación oficial de la Intercollegiate Tennis Association (ITA)".

Si la estructura tenística que formó a Jimmy Connors, John McEnroe, Pete Sampras, Andre Agassi o Andy Roddick no tiene fisuras, ¿por qué de repente dejó de monopolizar los primeros puestos del ranking mundial? La realidad norteamericana actual se puede analizar desde diferentes perspectivas. La primera causa puede deberse al multiculturalismo del país. El ser uno de los estados más cosmopolitas del mundo y además, una referencia tenística mundial, ha generado en las últimas dos décadas una cantidad de grandes jugadores extranjeros formados en Estados Unidos o que hacen base en Academias de USA debido al prestigio de las mismas a lo largo de los años. La cantidad de becas de tenis para extranjeros y los diferentes circuitos alternativos al ATP han provocado ésta falta de jugadores nacionales de elite en los puestos más altos del escalafón mundial.


El dinero que reparten otros deportes como la NBA (baloncesto), NFL (fútbol americano), MLB (beisbol), NHL (hockey sobre hielo) o incluso la MLS (fútbol) y la oportunidad de destacarse y ganarse la vida en esas ligas nacionales puede ser otro factor por el cual los jóvenes eligen otro deporte. Para vivir del tenis se necesita estar entre los doscientos mejores del mundo y mantenerse dentro de ese grupo de jugadores, de lo contrario el tenista perderá dinero al final de la temporada. Es una diferencia considerable con otros deportes en los cuales firmar contrato para un equipo de primera o segunda división es sinónimo de bienestar económico y social.

La popularidad del tenis en Estados Unidos también es un factor determinante. Previo a la Pandemia, la práctica del deporte había caído a nivel país y las audiencias no eran las de años anteriores, algo entendible al no tener referentes en quien reflejarse ni sentirse identificados. La Pandemia ha cambiado un poco este panorama y al ser un deporte relativamente seguro, la gente volvió a practicar el deporte y muchos niños empuñaron por primera vez una raqueta, incrementando muchísimo la participación sin haber hecho nada en particular para generar ese aumento. El desafío está en tratar de que esa nueva masa de jugadores no se vaya a otros deportes cuando la Pandemia finalmente termine.

Daniel Vitale Pizarro