09 marzo 2021

Protagonismo argentino

El último campeón argentino en el ATP de Buenos Aires había sido David Nalbandian, allá por el lejano 2008. El torneo más tradicional de Latinoamérica sobre polvo de ladrillo se tornaba cada vez más esquivo para los argentinos. Trece años después de la última alegría argentina en Argentina, valga la redundancia, casi sin público por las restricciones pandémicas, Diego Schwartzman pudo contra la presión de ser campeón en el Buenos Aires Lawn Tennis Club. El número nueve del mundo superó el tropiezo de Córdoba y fue el mejor en el torneo que todo argentino sueña con ganar y que lo tenía como máximo favorito al título.

El año de Schwartzman no había empezado como él hubiese querido. Cuatro victorias y tres derrotas en los dos meses de competencia, una baja de rendimiento en comparación con el fantástico 2020. Buenos Aires siempre fue una de sus prioridades en el calendario pero sus rendimiento en el BALTC a lo largo de los años nunca había sido lo suficientemente bueno como para adjudicarse el título. La magra imagen dejada en la final de 2019 ante Marco Cecchinato rondaba en la cabeza del argentino que no tenía pensado repetir en la edición 2021. Sin fisuras de principio a fin, su nivel durante la semana fue de menor a mayor para terminar exhibiendo un tenis excelso en la final.


El trofeo que inició siendo un Obelisco (monumento icónico de la ciudad) y que se transformó en un mate (bebida nacional), había pasado por las manos de ocho jugadores diferentes de cinco nacionalidades desde el último grito albiceleste. "El Peque" vino a romper con esa tendencia extranjera para que la copa se quedara en Argentina. Bombilla en boca y mate en mano (conmemorativo), el campeón se mostró muy feliz en conferencia de prensa: "Es un sueño cumplido. Este es el primer torneo que vi en mi vida, me colaba, no pagaba entradas para entrar. Aquí empecé a copiar e imitar a los mejores del mundo. Ganar Buenos Aires es haber llegado a un punto alto en mi carrera. Fue muy emocionante ver a amigos y familiares en las gradas y poder compartir con ellos mi felicidad".
El bonaerense sigue cumpliendo objetivos. Campeón ATP250, campeón ATP500, finalista Masters1000, semifinalista de Grand Slam, participante del Masters, Top10 (8°) y ahora campeón en su país. La vara cada vez es más alta y mantenerse en la elite del tenis mundial es la tarea más difícil que tienen los tenistas. El surgido en el Club Náutico Hacoaj seguirá tachando los objetivos cumplidos de su 'check list' personal, una lista que se actualiza luego de cada nuevo logro. Mantenerse como Top10 será el principal objetivo de 2021 con la intención de ganar títulos, alcanzar las rondas finales de los torneos importantes y volver a clasificar al Torneo de Maestros en Turín (Italia).



Pero Schwartzman no estuvo solo en Buenos Aires ni tampoco en Córdoba. Los hermanos Juan Manuel y Francisco Cerúndolo fueron la noticia de estas dos semanas de tenis en Argentina. Juan Manuel debutó en un cuadro principal ATP en Córdoba y ¡fue campeón! Francisco, el mayor, fue finalista en Buenos Aires tras haber ganado su primer partido ATP en el Córdoba Open siete días atrás. La irrupción de ambos en el circuito principal corrobora por enésima vez el potencial de Argentina en este deporte desde que Guillermo Vilas en los años setenta y ochenta popularizara la actividad. Tal fue la masificación del tenis que Argentina se ubica hoy como el quinto país con más títulos ATP del mundo.

Lejos de los centros neurálgicos tenísticos como lo son Europa (12000km) y Estados Unidos (10000km), crisis económicas constantes, apenas un puñado de torneos ITF, Challengers o ATP, fundamentales para el crecimiento de los jugadores que atraviesan las primeras etapas del profesionalismo, y sin un presupuesto acorde a las necesidades de los tenistas, la bandera argentina flamea, con o sin viento que sople, en cada rincón del planeta donde se golpee una pelotita amarilla. "Todo lo que facilita en exceso, debilita", es una de las frases de Toni Nadal que bien puede utilizarse a la inversa revés para describir a los tenistas argentinos: "Todo lo que dificulta en exceso, fortalece".

Daniel Vitale Pizarro

08 marzo 2021

Los Hermanos Cerúndolo

  Podcast 'Golden Slam', episodio 02x04


Daniel Vitale Pizarro

02 marzo 2021

El aussie tapado

Bernard Tomic, Nick Kyrgios, Thanasi Kokkinakis, Alex De Miñaur... el tenis australiano goza de buena salud. Sin las estrellas mundiales de otros tiempos cuando dominaba el circuito, la nueva camada de oceánicos destacan tanto dentro como fuera de las canchas de tenis. A la sombra de todos ellos, el quinto aussie mejor ubicado en el ranking y el más joven, se llama Alexei Popyrin. Veintiún años y oriundo de Sidney, quizás algunos lo recuerden por su victoria ante Dominic Thiem (8°) en el Australian Open 2019, su primer gran impacto como profesional. Dos años después de eso, Popyrin vuelve a los primeros planos del circuito ATP ganando en Singapur.


Campeón de Roland Garros y de la Copa Bonfiglio como Junior en 2017, alcanzó el N°2 en la categoría esa temporada. Su explosión como profesional llegó en 2019 con diecinueve años y apenas un solo partido ganado a nivel ATP. Además de alcanzar su primer cuartos de final ATP en Atlanta, su mayor logro fue ganar seis partidos en Grand Slams, al menos uno en cada Major. 87° del mundo en agosto 2019, su carrera parecía que despegaba directo al Top50 pero el año pandémico no fue el mejor. Sus únicas dos victorias ATP fueron en el Australian Open y sus resultados a nivel Challenger tampoco fueron los esperados por lo que salió del Top100.
Popyrin decidió iniciar la temporada 2021 en su país en febrero luego de una exigente pretemporada. Las buenas sensaciones tenísticas de su mini gira australiana, más allá de los resultados, le dieron confianza a un Alexei hambriento de triunfos. El ATP250 Singapur no presentó en el cuadro principal ningún Top35 lo que transformó al torneo en una especie de oportunidad perfecta para que la segunda o tercera línea de jugadores aspiraran a llegar a las rondas finales. En ese contexto, Alexei Popyrin rompió la barrera de los cuartos de final ATP y se llevó el trofeo de campeón en Asia tras derrotar en la final a impredecible y peligroso Alexander Bublik.

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"Tener un comienzo de año como el que estoy teniendo demuestra cuánto trabajé en pretemporada. Lo sigo diciendo y lo seguiré diciendo durante todo el año: creo que el trabajo que hice durante la pretemporada de este año fue increíble. Como equipo, todos trabajamos muy, muy duro y estoy muy contento con la forma en que ha comenzado la temporada", destacaba el nuevo campeón ATP, que su festejo fue tomar un avión tres horas después del título para celebrarlo con su familia en Sidney, con la particularidad de cambiar el pasaje de clase turista a business, un lujo que no se da con mucha frecuencia.

Familia a la que según sus palabras, le debe todo: "Las figuras clave en mi vida definitivamente son mis padres. Toda mi familia, honestamente. Han sacrificado tanto por mí… Han viajado por el mundo conmigo. Recuerdo que cuando tenía 12 años jugábamos torneos Sub12, Sub14 con mi hermano y con toda la familia alquilábamos un siete plazas e íbamos durante tres o cuatro meses jugando torneo tras torneo. Mi abuela, mi hermana pequeña, mi madre, mi padre… todos estábamos en ese coche y viajábamos por Italia, Eslovaquia, Eslovenia, España o Francia. Ese es el sacrificio que han hecho por mí. Mi familia ha sido lo más influyente en mi vida".

El espigado jugador (196cm) que en agosto cumplirá veintidós años acumula un título en cada categoría: Future Polonia F4 en 2017, Challenger Jinan (China) en 2018 y ATP250 Singapur el domingo. Residente en España a tiempo parcial desde 2010 como base europea durante las giras por el viejo continente, ha sido parte del "Piatti Tennis Team" en la Academia de Riccardo Piatti (Liguria, Italia) y desde 2017 se ha unido al "Team Mouratoglou" en la Academia de Patrick Mouratoglou (Niza, Francia). Auspiciado por Nike y Head desde muy joven gracias a su proyección, la nueva estrella del tenis australiano pisa fuerte en este 2021 y su carrera en el circuito ATP recién comienza.

Daniel Vitale Pizarro

23 febrero 2021

El poder de la mente


Contra todo y todos, a por todo y todos. Así pueden resumirse las dos semanas en Australia de Novak Djokovic. Privilegiado como tantos otros por no haber viajado en vuelos comerciales y no tener que estar encerrado en un hotel quince días antes del Australian Open, lesionado ante Taylor Fritz con la posibilidad de no presentarse ante Milos Raonic, salvando un partido extraño con Alexander Zverev y pasando por arriba a Aslan Karatsev y Daniil Medvedev antes de levantar el trofeo, el serbio tuvo que lidiar con la prensa, entrenadores, jugadores y opinólogos de todo tipo que juzgaban su actitud dentro y fuera de la pista. Él respondió como mejor sabe: ganando.
"Se ha sido injusto conmigo criticándome cuando no se sabían muchas cosas, pero no es la primera vez. Ganar el torneo es mi respuesta a todos los que lo han hecho", esbozaba el serbio, acostumbrado durante los últimos años a tener que luchar contra viento y marea para contentar a propios y ajenos. Djokovic no esconde su deseo de ser el mejor y esa arrogancia parece que molesta. Detrás de la falsa modestia de Roger y Rafael que en sus declaraciones parecen privilegiar otras cosas más allá de las victorias, Novak es todo lo contrario y con el objetivo de ganar a como de lugar, sin trampas de por medio, hace todo lo que esté a su alcance para superar en números a sus rivales de siempre. 

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"Sé que ha habido muchas especulaciones, gente que se pregunta si estoy lesionado, que cómo puedo recuperarme tan rápido o que es imposible hacerlo. Los entiendo. Todos tienen derecho a su propia opinión. Lo que hemos hecho en los últimos diez días se verá en detalle probablemente a fin de año cuando salga el documental que estamos haciendo. Filmamos muchas cosas que he estado haciendo aquí, pero también en los últimos seis meses. El dolor estaba a un nivel soportable para mí. Simplemente acepté el hecho de tener que jugar con el dolor", declaraba y aclaraba Djokovic sobre su lesión y su recuperación en pleno torneo, sin aparentes secuelas en las rondas finales. 


Recuperación que no fue tal, al conocerse los estudios médicos tras ganar su noveno Australian Open. Un desgarro abdominal que inició siendo de 17mm en el partido ante Taylor Fritz, finalizó mucho peor el último domingo alcanzando los 25mm. Se preguntarán entonces cómo pudo jugar a ese nivel durante cinco partidos en un Grand Slam... Solo basta mirar la entrega de premios del Australian Open 2012 para darse cuenta de qué están hecho estos jugadores y de cuanto pueden resistir sus cuerpos cuando la mente se sobrepone al dolor, a pesar de que éste aumente e imposibilite a cualquier ser humano convencional golpear una pelota de tenis.
Una vez más, la aceptación de la realidad y la adaptación a la misma, la capacidad de asimilar la frustración y el dolor y sobreponerse fue lo que marcó la diferencia para que el N°1 levantara su 18° Grand Slam. Novak Djokovic dio otra muestra de que la capacidad de su mente no tiene límites y que mientras más acorralado se siente, mejor sale de esa situación, como si se sintiera cómodo ante la adversidad. Se escribe fácil, se ve difícil pero en la práctica resulta imposible de imitar: "Era consciente de que si seguía jugando posiblemente me haría más daño pero decidimos, junto a mi equipo médico, arriesgar de más por ser un Grand Slam. Gracias a ellos pude lograrlo, hicieron un trabajo tremendo, estoy tremendamente agradecido".
El actual número uno del mundo superará en marzo las 310 semanas de Roger Federer en la cúspide del tenis mundial, otro récord que Novak le 'robará' a Roger. Si algo le faltaba a Djokovic para que los fanáticos de Federer lo quieran un poco menos era esto. El balcánico deberá convivir con ese 'amor-odio' de los fanáticos hasta el final de su carrera. Cada vez que supere a Federer o Nadal en alguna estadística histórica, sumará nuevos 'enemigos', ese es el precio que desde 2011 debe pagar por haber roto esa dualidad que parecía impenetrable durante una década.

 
La desastrosa experiencia del Adria Tour, la descalificación del US Open, la paliza de Rafael Nadal en Roland Garros y la caída en el Masters con el partido casi ganado ante Dominic Thiem no hicieron mella en la confianza del serbio de cara al 2021. La tónica de las críticas hacia Djokovic no mermó durante el Australian Open y su nivel de tenis tampoco, por lo que seguramente se acordará por mucho tiempo de este título, el más resiliente de su carrera, porque pudo contra todo y todos, incluso contra él mismo: "Claro que me duele ver cómo se me critica abiertamente sin saber. Tuve que desarrollar una piel gruesa durante años para hacer frente a cosas así y concentrarme en lo que más me importa".

Daniel Vitale Pizarro

22 febrero 2021

Repaso Australian Open

Podcast 'Golden Slam', episodio 02x03


 

Daniel Vitale Pizarro 

09 febrero 2021

Dan, mejor que Daniel


Daniel Evans se convirtió en tenista profesional en 2006. Un año después fue campeón del Banana Bowl en singles y dobles como Junior, alcanzando el Top10 de la categoría. Campeón de trece Futures y cinco Challengers, el nacido en  Birmingham (Gran Bretaña) en 1990 alcanzó en abril de 2017 su mejor ranking ATP (43°). Días después, mientras disputaba el ATP500 Barcelona, sucedió algo que le cambiaría la carrera y la vida. La prueba de un control antidoping rutinario del circuito ATP había resultado positiva por consumo de cocaína. La noticia, comunicada por el propio jugador antes que la ITF, se conoció dos meses después, imposibilitando su participación en Wimbledon.
Parte del equipo campeón de Copa Davis 2015 con Gran Bretaña (disputó las semifinales), finalista del ATP250 Sidney 2016 y  octavofinalista en el Australian Open 2017, la suspensión de doce meses por parte de ITF fue un baldazo de agua helada. “He cometido un error y ahora debo hacerle frente. Siento que he defraudado a mucha gente: a mi familia, a mi entrenador, a mi equipo, a mis patrocinadores, al tenis británico y a mis fans. A todos ellos me gustaría pedirles disculpas desde lo más profundo de mi corazón. Para mí esto ha sido una experiencia triste y humillante", declaraba un angustiado Evans tras anunciarlo a mediados de 2017.
La vida del inglés cambió por completo tras la suspensión. Arrepentido por su estilo de vida fuera de una pista de tenis, "Evo" pasó por varios estados emocionales: abandonó las redes sociales para alejarse de los comentarios negativos, sufrió depresión y hasta llegó a plantearse no volver a jugar más al tenis. "La cocaína es una droga muy dura y no sólo en el deporte, es terrible también en la vida. Arruina vidas. Es lo peor que he hecho en la vida. Si vieran las ruinas que dejé atrás, estarían bastante seguros de que no volveré a tomar esa droga. Gracias a lo que me sucedió, tengo una mejor perspectiva de la vida. Mi actitud ha sido realmente buena para mi tenis", se sinceraba Evans ante la prensa inglesa.
Dan no se cansa de destacar la importancia de su novia durante ese largo proceso de inactividad, sobre todo en el aspecto psicológico: "Ahora sé lo que quiero de la vida. Es difícil cuando eres más joven, pensé que me estaba perdiendo todo si no salía de fiesta. Ahora sé que realmente no me estoy perdiendo nada y prefiero pasar la noche con mi novia". El jugador que volvió al circuito en mayo de 2018 fue otro. Hasta decidió acortar su nombre. El nuevo "Dan Evans" nació en 2018 con la experiencia de haber sido Top50 y la sapiencia de los errores cometidos. Lo peor había pasado y sin nada que perder, se aventuró a su segunda vida tenística. Más fuerte mentalmente y con sed de revancha personal, tardó apenas diez meses en volver al Top100 y quince meses para instalarse como Top50.

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Pero sus buenos resultados no fueron fruto de la casualidad. Su trabajo junto a David Felgate, exentrenador de Tim Henman, y a un psicólogo deportivo, fue lo que le permitió dejar atrás los malos momentos y transformarlos en motivación: "Aún hoy en día a veces me doy cuenta de lo estúpido que fui, pero he aprendido a no mirar atrás. El problema es que durante el año que estuve suspendido fui incapaz de aceptarlo y me odiaba a mí mismo. Hice las cosas muy mal durante la sanción, fui incapaz de controlar mis emociones y seguí comportándome como un estúpido. Cuando me senté con un psicólogo deportivo, me dijo que era la persona que más rabia acumulada había visto en su vida y eso me hizo reflexionar. Aquellas sesiones no tuvieron precio".


Finalista en Delray Beach y campeón de dos Challengers consecutivos sobre césped (Surbiton y Nothingham) en 2019, 2020 lo encontró con tres semifinales ATP, al borde del Top30, demostrando que el parate de casi seis meses no le afectó tanto como a otros. Enfocado en la gira australiana 2021, decidió no disputar los primeros torneos del año en enero. Y los resultados de esa planificación quedaron plasmados en su primer título ATP en el Murray River Open. El diestro de revés a una mano, amigo de los efectos y de las subidas a la red, a sus treinta años no solo debutó como campeón ATP, será 26° del mundo, su mejor posición histórica. ¿Alguien hubiera pronosticado este presente en mayo de 2018 cuando no figuraba en el ranking ATP?

Daniel Vitale Pizarro

15 enero 2021

El pájaro loco Jr.


Confirmado el calendario tentativo para el primer cuatrimestre del 2021, la nueva temporada ATP inició con los ATP250 Antalya (Turquía) y Delray Beach (Estados Unidos), dos torneos ATP habituados a disputarse en otras fechas pero que ante la incertidumbre de lo que sucederá en los meses venideros, tomaron el riesgo de organizar los primeros certámenes ATP del año con la particularidad de iniciar un jueves y finalizar el jueves siguiente. Mientras tanto, en Doha se disputaba la clasificación para el Australian Open. Sí, tres semanas antes del inicio del primer Grand Slam del año, a doce mil kilómetros de distancia, hombres y mujeres peleaban en Catar por un puesto entre los ciento veintiocho mejores tenistas del mundo.
Como se preveía, las sorpresas fueron la tónica en ambos certámenes. En Delray Beach, el octavo preclasificado era Frances Tiafoe (62°) y la semifinal la disputaron Christian Harrison (789°), Sebastian Korda (119°), Cameron Norrie (74°) y Hubert Hurkacz (35°). El polaco, único preclasificado en semifinales, "aprovechó" el cuadro benévolo del torneo para ganar su segundo título ATP sin vencer a ningún Top100. Pero la noticia de la semana no fue la victoria de Hurkacz, sino el desempeño de Sebastian Korda, hijo del 'pájaro loco' Petr Korda, campeón del Australian Open 1999. Sebastian alcanzó la final dejando en el camino a John Isner en cuartos de final, un referente para todo Estados Unidos.


Sebastian Korda nació en Bradenton, Florida (USA), ciudad elegida por sus padres Petr (2° ATP) y Rajchrtova (26° WTA) al emigrar de República Checa en 1999 tras el positivo de nandrolona de su padre. Padres tenistas profesionales y hermanas golfistas profesionales, al menor de los Korda no le quedaba otra opción: ser deportista profesional. Entrenado por Petr desde los ocho años en la IMG Tennis Academy, "Sebi" se destacó como menor de edad en el tenis. Primero fue finalista de un Future en Houston 2017, luego campeón Junior del Australian Open 2018 y como consecuencia de eso, número uno del mundo Juvenil. A mitad de 2018 se volcó definitivamente al circuito profesional.

Más allá de las comparaciones con su padre por sus triunfos en Australia y su gran desempeño entre los menores de edad, su popularidad explotó en Roland Garros 2020. Bajo protocolos pandémicos franceses, Korda pasó la clasificación en París y se instaló en octavos de final, instancia en la cual enfrentó a Rafael Nadal, el ídolo de su infancia: "Llamé a mi gato ‘Rafa’ por él, así tenéis una idea de cuánto lo admiro". Sus seis partidos ganados en el 'Bois de Boulogne' lo catapultaron como la nueva estrella norteamericana . La prensa, ni lerda ni perezosa, atiborró la sala de prensa posterior a su encuentro con el español y los pedidos de entrevistas personales sobrepasaron los físicamente posibles para un día.
"Definitivamente fue el mejor momento de mi vida, uno que nunca olvidaré. Fue asombroso. Después del partido le pedí una camiseta firmada. Desde que era niño estaba enamorado de él y sabía todo sobre él. No importa quien era su rival o en qué torneo estaba jugando, era todo para mí. Clasifiqué a mi primer Grand Slam, gané mi primer partido aquí, y jugué contra Rafa en la Chatrier en cuarta ronda de un Grand Slam. Fue una bendición", declaraba, emocionado, Sebastian Korda en conferencia de prensa meses atrás. El atípico 2020 siguió y terminaría con su primer título como profesional en el Challenger Eckental (Alemania) para cortar una racha de ocho finales perdidas entre Futures (6) y Challengers (2).


Los sueños de Korda se cumplieron tan rápido en los últimos meses que cuesta ponerse en su lugar. Entre septiembre 2020 y enero 2021 se enfrentó a Rafael Nadal en Roland Garros, ganó su primer Challenger y trabajó junto a Andre Agassi y Steffi Graf a modo colaborativo durante la pretemporada. Así lo cuenta el propio jugador, como un fanático más: "Hemos estado en contacto diario durante los últimos cuatro meses, Agassi es una persona fabulosa para tener a mi lado, le estoy muy agradecido. Pasamos dos semanas entrenando y el último día pensé: 'Tengo que sacar una foto, esto es increíble'. Estaba jugando un dos contra uno contra mi padre y Steffi... y a mi lado tenía a André. Pensé que aquello no podía ser real".
No se alcanzan finales ATP todas las semanas por lo que Korda está satisfecho con su rendimiento durante la semana, más allá de los resultados: "Cuando estoy en la cancha mi máximo objetivo es mantener la mente clara, ser positivo pase lo que pase, porque soy consciente de que solo así puedo ofrecer lo mejor de mí mismo. En muy pocas ocasiones me verás perder los nervios, e incluso mostrar mis emociones. Considero que es negativo para mi juego y he trabajado durante mucho tiempo el aspecto emocional para dominar mis nervios y el lenguaje corporal en pista. Todo es un proceso y para mí, todavía tengo 20 años, así que este año todavía se trata de aprender y trabajar duro".
Los objetivos del tándem Korda-Korda son claros. Sebastian anhela "ganar dos Grand Slams, uno más que mi padre', mientras que Petr pretende "ser conocido como el padre de Sebastian Korda".

Daniel Vitale Pizarro

14 enero 2021

Torneos parche

 Podcast 'Golden Slam', episodio 02x02


 


Daniel Vitale Pizarro

08 enero 2021

De vuelta

Podcast 'Golden Slam', episodio 02x01

 

 Daniel Vitale Pizarro