🎙️GOLDEN SLAM 1X08 - El peque se hizo grande / @otradoblefalta
🔶El título de Novak Djokovic en Roma y la gran actuación de Diego Schwartzman. 🔶Otros nombres como: Shapovalov, Koepfer y Ruud 🔶El COVID-19 en Roland Garros 🔶ATP 500 Hamburgohttps://t.co/DNPJJQb7FM
🔶Hablamos de la final entre Thiem y A.Zverev 🔶La descalificación de Djokovic 🔶ATP 250 Kitzbühel 🔶Análisis del cuadro en el M1000 de Romahttps://t.co/DNPJJQsJ4m
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Tenemos nuevo campeón de Grand Slam. Sí. Parecía que este día no llegaría nunca. La Pandemia mundial forzó a cancelar Wimbledon y postergar Roland Garros por lo que el segundo Major de la temporada fue el US Open, el cuarto del curso desde 1978. Entre protocolos para salvaguardar la salud de los jugadores, la burbuja hotelera neoyorkina a treinta kilómetros de Flushing Meadows y la ausencia de Rafael Nadal junto a varios Top100 por prevención, el torneo se puso se marcha. Sin Nadal, Federer, Wawrinka y Del Potro, los campeones de Grand Slam en Nueva York se reducían a Novak Djokovic, Andy Murray y Marin Cilic. Difícil era imaginarse al N°1 fuera de las instancias finales...
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Pero difícil no es imposible y lo que nadie imaginaba, ni siquiera los apostadores más osados, sucedió. Djokovic alcanzó los octavos de final sin aparentes problemas, luego de ser campeón en Cincinnati unos días atrás. Su juego no fluía como muchas veces en su carrera y su enfado se notaba en la pista. Luego de gritos inofensivos y gestos de disgusto, a mediados del set tiró un pelotazo hacia los carteles laterales sin mayores consecuencias. Unos juegos más tarde, Pablo Carreño Busta le quebró el servicio al serbio para luego tener la oportunidad de sacar por el set. Cuando ambos jugadores inician el camino hacia sus bancos, Novak lanza otro pelotazo con la 'mala suerte' de golpear a una jueza de línea ¡en la garganta! Minutos más tarde, Novak Djokovic era descalificado del torneo.
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Se habló mucho sobre la exclusión del serbio pero lo único cierto es que, a pesar de no tener intención de lastimar a la jueza de línea, una pelota lanzada por él a una velocidad no menor impactó en la garganta de Laura Clark, la tumbó al suelo, sintió ahogo por unos segundos y los árbitros no tuvieron más remedio que respetar el reglamento y descalificarlo. Guste o no, las reglas están para cumplirlas. Sin Djokovic en cuartos de final, el cuadro tomó otro color. Entre novatos en estas instancias y los exfinalistas de Grand Slam (Thiem y Medvedev), ninguno alcanzaba los treinta años, un promedio bajo de edad que no se veía en cuartos de final de un Grande desde el Australian Open 2009.
A la final llegaron Dominic Thiem y Alexander Zverev. El austriaco era el favorito por haber disputado tres finales entre Roland Garros y Australian Open pero el alemán, que nunca había llegado a semifinales de un Major hasta 2020, esta temporada había sido semifinalista en el Australian Open. El partido estuvo marcado por los errores de ambos más que por los tiros ganadores. Entre los dos acumularon 119 errores no forzados, 23 doble faltas y quince roturas de servicio. Nadie esperaba que Alexander ganara los dos primeros sets como tampoco que Dominic remontara de esa manera para llevar la definición a un quinto set. Mientras pasaban los juegos del set final, los nervios iban en aumento. Cuatro quiebres y una posibilidad por lado de ganar con su servicio no fueron suficientes.
El tiebreak fue el momento de más tensión que se vivió en el torneo y en muchos años por dos contendientes a su primer gran trofeo. Thiem, acalambrado por semejante situación, jugando más slice de lo normal y fallando bolas sencillas; y Zverev empujando la bola y queriendo cerrar los puntos en la red por impaciencia. Ninguno se animaba a ganar y a pesar de no haber público en el 'Arthur Ashe', la tensión se sintió en todos los televisores que sintonizaron la transmisión. Como era de esperar, el punto de partido sería por un error y llegó por un fallo de revés de Zverev. El suplicio había terminado. El tenis es tan cruel como honesto y apenas dos puntos, solo dos, separaron a 'Sascha' de ser campeón de Gand Slam.
A pesar de las 15 DF, de ir ganando 2-0 en sets, sacar para partido y perder la final, nunca se enfadó, ni rompió raquetas, ni dejó de luchar hasta el final. Perdió y abrazó al rival 👏🏻. Zverev maduró y eso le permitirá tener muchas posibilidades de ser campeón de Grand Slam pic.twitter.com/3xYtB0hNt7
El cambio de enfoque y mentalidad de Thiem inició en febrero de 2019. Aquel torneo fue el primero en el cual comenzó a trabajar con el chileno Nicolás Massú, luego de haberse conocido en la eliminatoria de Copa Davis entre Austria y Chile unos meses atrás. Táctica y una actitud positiva a pesar de lo que suceda dentro de la cancha fueron los objetivos principales de Massú desde su unión. La potencia física que traslada a sus golpes desde la línea de base había que ordenarla y organizarla para sacarle más provecho. El chileno detectó muy rápido los puntos en los que trabajar y los resultados no tardaron en llegar. Campeón de Masters1000, finalista de Roland Garros, del Masters y del Australian Open. El ranking ATP de marzo 2020 amanecía con el austriaco como N°3 del mundo y hoy, quince de septiembre, como campeón del US Open.
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Tuvieron que pasar más de cinco meses para que se reanudara el tenis profesional. Luego de varios calendarios provisorios cancelados, en Nueva York llegó el tan esperado día por jugadores y fanáticos del deporte. Bajo una 'burbuja' con protocolos estrictos y sin público para evitar el contagio del Coronavirus, se desarrolló el Masters1000 Cincinnati en Flashing Meadows, las mismas instalaciones en las que se disputará el US Open. El campeón aun no conoce la derrota durante esta atípica temporada que aunque se hayan disputado solo tres meses de competencia, no es para sencillo acumular veintitrés victorias consecutivas, veintiséis si contamos desde la Copa Davis a fines de noviembre 2019. Hablamos del número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic.
Campeón de Copa Davis en Madrid la temporada pasada y de la inaugural ATP Cup en enero con Serbia; del Australian Open y Dubai, Djokovic llegaba a Cincinnati invicto pero con ciertas dudas tras el largo parate y luego del bochornoso 'Adria Tour', exhibición organizada por él y su equipo que no pudo completar su gira por los Balcanes ya que se sucedieron varios casos positivos de Covid-19, incluyéndose él y su mujer. Vapuleado por los medios de comunicación, las dudas de si podía mantener esa seguidilla de victorias se acrecentaron en Cincinnati luego de no disputar el dobles por dolores en el cuello y tomaron más fuerza aun a medida que pasaban los partidos con asiduos llamados al 'trainer' para tratar de apaciguar esos dolores. Pero Djokovic está hecho de otra cosa, aun no sabemos de qué.
Como si nada de eso le afectase en lo mental, se sobrepuso a todos sus rivales en Nueva York, incluso cuando fue superado tenísticamente. El balcánico encontró la manera de sacar adelante partidos comprometidos como ante Roberto Bautista Agut en semifinales (el español sacó 6/5 en el tercer set) y Milos Raonic en la final (el canadiense le arrebató el primer set 6/1). Nada fue suficiente para cortar su invicto. Tenísticamente cumplió. Físicamente no se mostró en gran forma con muchos 'medical time out' a lo largo de la semana por molestias en su cuello. Pero lo más importante, su fortaleza mental, le funcionó a la perfección, como casi a lo largo de toda su carrera. "Nole" no necesita jugar bien al tenis para ganar partidos o incluso títulos ATP, una de las grandes diferencias entre el Big3 y el resto.
La foto que ayer dio y que seguirá dando la vuelta al mundo. Liderados por Djokovic 🇷🇸, Isner 🇺🇲 y Pospisil 🇨🇦 crearon el #PTPA con el apoyo de muchos tenistas y personas influyentes del deporte aunque sin el apoyo de Federer 🇨🇭, Nadal 🇪🇸, Murray 🇬🇧, ATP e ITF 🤷🏻♂️ pic.twitter.com/RdLpz8617T
Invicto desde noviembre 2019 y con la confianza por las nubes, apenas finalizado Cincinnati y a un día del inicio del US Open, el serbio lanzó una organización paralela a ATP e ITF llamada PTPA (Professional Tennis Players Association). Este nuevo organismo, apoyado por John Isner, Vasek Pospisil y la gran mayoría de los participantes de Cincinnati fue creado con el objetivo de mejorar las condiciones de los tenistas, sobre todo del Top500. La falta de comunicación con los jugadores, la desproporcionada cantidad de dinero entre el campeón y el perdedor en primera ronda, un calendario interminable y obligatorio y la creación de la ATP Cup (enero) apenas modificada la Copa Davis (noviembre), son los principales motivos por los cuales Djokovic y compañía alzan su voz.
A pesar de ser el centro de atención durante estos meses, Djokovic sigue centrado en romper todo récord que se le presente. Hace rato que Novak se mantiene enfocado solo en los grandes eventos y la prueba de ellos está en que no gana un ATP250 desde junio 2017 (Eastbourne): “Solo intento disfrutarlo y abrazar el proceso. Cuánto tiempo va a durar este viaje y qué tipo de legado voy a dejar atrás… eso depende de otra persona, que lo juzgue realmente. Pero estoy tratando de hacer mi mejor esfuerzo. Obviamente, con los objetivos y ambiciones que tengo en la pista, quiero jugar mi mejor tenis en eventos de Grand Slams y Masters1000. Eso es en lo que me estoy concentrando ahora. Y también fuera de la pista, tratando de aprovechar al máximo la energía que he conservado”.
🎙️ Golden Slam 1X06 - Otra doble falta en la burbuja / @DanivipiTenis
🔶Las conclusiones de Cincinnati 🔶Las notas del torneo 🔶Toda la actualidad del circuito ATP (Paire, Carlos Alcaraz, la nueva asociación...) 🔶Análisis del cuadro del US Open
🎙️GOLDEN SLAM 1X05 - La nueva normalidad en el tenis con @DanivipiTenis
🎾 Analizamos el cuadro de Cincinnati ATP (WC, bajas, posibles ganadores), todo sobre la burbuja montada por la USTA, el caso de Pella y Dellien... y mucho más.
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Sí. Estamos viviendo una época dorada del tenis, la mejor de la Era Abierta (1968-2020). De eso no caben dudas. Para encontrar una gesta similar hay que remontarse más de cincuenta años, cuando durante los años '50 y '60 convivieron Pancho González, Rod Laver y Ken Rosewall. Dominadores de aquellos años, primero como Amateurs y luego como Profesionales, entre los tres ganaron 21 Grand Slams y 23 Grand Slams Pro (Rosewall 23, Laver 19 y Gonzalez 14) entre 1948 y 1971 (23 temporadas), siendo imposible disputar ambos circuitos paralelos ni pasar de uno al otro. O eras Amateur o eras Profesional. Hoy, el famoso Big3 integrado por Roger Federer (20), Rafael Nadal (19) y Novak Djokovic (17), superó esa marca y, aun vigentes, acumulan 46 Grand Slams desde 2003 hasta 2020 (17 años).
Máximos ganadores de Grand Slams + Pro Slams: 23 Ken Rosewall 🇦🇺 20 Roger Federer 🇨🇭 19 Rod Laver 🇦🇺 y Rafael Nadal 🇪🇸 17 Novak Djokovic 🇷🇸 14 Pancho González 🇺🇸 y Pete Sampras 🇺🇸 13 Bill Tilden 🇺🇸 12 Roy Emerson 🇦🇺 11 Bjorn Borg 🇸🇪 10 Fred Perry 🇬🇧 y Don Budge 🇺🇸 pic.twitter.com/WAZQkonL2z
Hecha esta breve comparación, podemos decir que Federer tomó el mando del tenis en 2003 al que se acopló rápidamente Nadal en 2005, siendo lo opuesto del suizo en cuanto a juego y personalidad, una mezcla explosivamente marketinera. En 2008, la rivalidad entre suizo y español se transformó en una pelea de tres, elevando el nivel de tenis y diferenciándose de los líderes del circuito en imagen y estilo de juego. Djokovic apareció como el tercero en discordia en la batalla por el más grande de todos en cuanto a cantidad y calidad de trofeos obtenidos. Una vez más, los dueños de los auspiciantes se frotaban las manos...
Está claro que la repercusión en los medios de comunicación de Federer, Nadal y Djokovic ha sido mucho más alta que la de cualquier tenista que haya empuñado una raqueta. Más allá del nivel tenistico alcanzado y de haber ganado prácticamente todos los torneos del circuito ATP durante casi 20 años, su notoriedad y reconocimiento mundial se debe principalmente a que nacieron en ésta época, dominada por la espectacularización de hechos no cotidianos en determinado ámbito. Es cierto también que sus estilos de juego tan diferentes como efectivos han llamado la atención de los aficionados al tener más de un modelo (exitoso) en quien reflejarse, pero sin el boom del marketing, iniciado en los años '90 y explotado en los '00, nada de esto hubiera ocurrido.
Toda la charla es deliciosa, pero me quedo con la reflexión de cómo afectan las redes sociales a las nuevas generaciones. Tanto desde el perfil del jugador como del entrenador pic.twitter.com/ZA8Ow6kXXd
Federer, el más ganador de los tres (103 títulos ATP), el de más fanáticos alrededor del mundo (favorito del público 2003-19) y el modelo a seguir por todo aquel que gusta del tenis tradicional, acaba de cumplir 39 años. Su retiro, más temprano que tarde, será un golpe muy duro para el mundo del tenis. Si a eso le sumamos que a Nadal (35 años) y Djokovic (34 años) le quedarán, siendo benevolente, 3/4 años de buen nivel, el tenis se vislumbra acéfalo en un futuro a corto/mediano plazo. Las nuevas generaciones no apuntan a consolidarse como referentes del deporte. Los valores que transmite el Big3, muy difícilmente serán emulados por los números uno que vendrán.
Henri Leconte: "Los jóvenes están horas ante pantallas. Debemos engancharles al tenis para inculcarles pasión, respeto y generosidad, valores que encarna el Big3 y que desaparecerán cuando se retiren. Viviremos el tenis de una manera virtual y desarraigada"
Vivir por y para el tenis, sin distracciones de cualquier índole que impidan focalizar todas sus energías en el deporte, en la época de las redes sociales y donde prima la 'ley del menor esfuerzo', será algo muy difícil de encontrar en los perfiles de las nuevas estrellas venideras. Porque la diferencia no es tenistica, ni mucho menos física. Lo que ha hecho de Roger, Rafael y Novak mejores que el resto ha sido el apartado mental. Su dedicación 100% al tenis, su vida ordenada fuera de la pista y su profesionalismo con la prensa y los fanáticos (además de sus magníficas cualidades tenísticas) fueron, son y serán los pilares de su éxito.
¿Cuántas veces vieron a Federer subir fotos a Facebook de sus comidas o bebidas favoritas? ¿Han visto a Nadal de fiesta en Instagram? ¿Y a Djokovic comprando algo costoso en Twitter? Ninguno de ellos utiliza sus redes sociales para mostrar el día a día de sus lujosas vidas ni para presumir los lugares que visitan, ni siquiera para vanagloriarse de su interminable cantidad de títulos cosechados. Para ellos, las redes sociales sirven para comunicar cosas relevantes sobre su carrera profesional o para que sus fanáticos conozcan un poco más a su ídolo, no para que el aficionado sepa hasta cuando va al baño... El uso y abuso de la comunicación es una cuerda muy fina que se puede cortar muy facilmente o se puede mantener tensa sin necesidad de que se corte.
"Espero que con lo que hago en el tenis pueda ser un ejemplo para ayudar a la siguiente generación de superestrellas suizas. Intento dar mi mejor nivel en los entrenamientos y partidos. Trato de relacionarme con los aficionados y que sepan lo agradecido que estoy"
La gran cantidad de distracciones actuales no ayuda a los jóvenes a enfocarse 100% en el tenis. Cuando un tenista Top pierde, antes de reflexionar sobre la derrota, lo publica en sus redes sociales. En la era de la inmediatez, querer todo rápido es perjudicial y eso se ve reflejado en su rendimiento dentro de la pista. Acostumbrados a obtener todo con relativa facilidad, cuando enfrentan a los grandes campeones en los grandes torneos, su paciencia es limitada al igual que su espíritu de lucha. Y si a eso le sumamos la poca experiencia lógica de su edad, el resultado no será el esperado por su entorno. Incluso hoy con los líderes del ranking ATP promediando 36 años. El relevo en los puestos de vanguardia llegará más temprano que tarde por el inexorable paso del tiempo pero una cosa es segura: el Big3 perderá por viejo, no por malo.
Está claro que el tenis profesional es un deporte preponderantemente mental, pero ¿y
el tenis amateur? ¿La mente juega el mismo rol? Los invito a que hagan este rápido
ejercicio mental. Teniendo en cuenta que los cuatro aspectos más importantes
del tenis son el técnico, el táctico, el físico y el mental, la pregunta es:
¿Cuánto tiempo específico le dedican semanalmente a cada uno? Sin conocerlos,
la respuesta será, en la mayoría de los casos, la siguiente: mucho al técnico, algo
al táctico, poco al físico (según la edad del jugador o si compite) y casi nada
a lo mental. ¿He adivinado? No descubro nada con esta descripción y lo puedo
afirmar por mi experiencia como jugador de tenis en competencia
(2001-actualidad) y profesor de tenis (2011-actualidad) en diferentes clubes de
Buenos Aires (Argentina) y Madrid (España).
Ser
deportista profesional es el anhelo de muchas de las personas que alguna vez
practicaron un deporte en su juventud y que comenzaron a destacarse, ya sea a
nivel club, regional, provincial, nacional o internacional. Inevitablemente, en
el proceso de formación de dicho deportista, en nuestro caso hablaremos de
'tenistas', los profesionales son el ejemplo a seguir. El deportista amateur,
exitoso o no pero amateur al fin, trata de imitar a su 'ídolo' o 'referente', casi
siempre no de la mejor manera posible, ya sea por desconocimiento propio o de
su entrenador de turno, por falta de tiempo, de interés o porque simplemente no
quiere. En líneas generales y no absolutas porque en todos los órdenes de la
vida existen las excepciones, el tenista amateur hace la fácil: compra la ropa
de Roger Federer o la raqueta de Rafael Nadal, se comporta en la pista como
Nick Kyrgios y pretende pegarle a la pelota con la facilidad que lo hace Fabio
Fognini. Además, cuando gana un partido o un torneo, es la persona más feliz
del mundo y lo publica en todas sus redes sociales, pero cuando pierde, la
culpa es del entrenador, de la 'mala suerte', del viento o de ………. (inserte la
excusa que más le apetezca sobre la línea de puntos), imponderables que le
sirven de alivio para quitarse la culpa de perder, no aceptando, como debería,
la derrota como tal. El tenista amateur no es consciente de que practica un
deporte en el que debe convivir con los errores y, peor aún, con la derrota. Nuca
se debe olvidar que solo uno gana cada torneo…
Una publicación compartida por Bernardo Savassi (@bernardo.savassi) el
La capacidad emocional de saber sobrellevar las emociones en los momentos importantes de un partido, hará la diferencia entre ganar o perder. Es cierto que los mejores elementos para practicar el tenis ayudan a un mejor rendimiento, pero eso no quiere decir que ganarás por tener la raqueta más cara o las zapatillas más vendidas del año. La diferencia tampoco estará en la derecha paralela o en el revés cortado. La verdadera diferencia su ubica por encima de los hombros: la cabeza. Dicho esto, no está de más aclarar que una fortaleza mental no ganará partidos si no es acompañada por una técnica correcta, una táctica aplicable y un estado físico apto para practicar el deporte. El tenis es un combo de cosas, un cúmulo de aptitudes entre las que resalta la actitud por sobre cualquier otra virtud, justamente el ítem que menos entrena el jugador amateur o en formación. Reitero esto para que no se genere confusión: la mente no gana partidos por sí sola.
Volviendo a la comparación con los tenistas que salen en TV, la realidad del aficionado es completamente distinta. Imitar superficialmente a un profesional no hace ganar partidos, solo generará una mayor visibilidad ante los demás por emular a otros, pero no por ser uno mismo. Lo que no hace el jugador amateur es imitar el entrenamiento de un profesional (doble o triple turno), su alimentación (dieta balanceada) o sus descansos obligatorios. En definitiva, lo que marca la diferencia entre ellos y el resto de los que empuñamos una raqueta, el jugador ocasional ni lo considera. ¿A qué voy con esto? A que el tenista amateur subestima el entrenamiento y sobre todo el entrenamiento mental, el aspecto más importante de los cuatro mencionados al inicio. Digamos que dos jugadores tienen niveles físicos, técnicos y tácticos más o menos similares, con fortalezas y debilidades, pero sin diferencias notorias que inclinen la balanza para un lado de la pista. Como no existe el empate en el tenis, lo que determinará quién vencerá será la mente. Incluso sucede muchas veces que el aparentemente más débil tenísticamente hablando, es derrotado ya que su fortaleza mental no condice con su nivel de juego.
De ninguna manera cuestiono al jugador amateur que demasiados problemas cotidianos debe resolver en su vida y que utiliza al tenis como escape para disfrutar un momento del día o del fin de semana, solo digo que debería actuar en consecuencia luego de un partido de tenis, frustrándose o alegrándose según el trabajo previo realizado, siendo más realista. Es irreal pretender ser el mejor de tu club si solo practicas el deporte una vez por semana, sin intensidad, y encima, al momento de la competencia, llega al partido sobre la hora sin siquiera saber quién es su rival. Ese es un simple ejemplo dentro de los miles que hay dentro del mundo amateur. La humildad tanto en la victoria como en la derrota es fundamental para disfrutar del deporte y mejorar tenística y mentalmente.
¿Cuántas veces llegaste temprano a tu entrenamiento e hiciste frontón esperando que iniciara tu clase? ¿Y cuantas veces te quedaste después de hora jugando con un compañero tratando de mejorar lo que no te salió durante la sesión de entrenamiento? ¿Ayudaste a recoger las pelotas luego de cada cesto? ¿Y a hacer la pista luego de cada entreno, si nos toca en tierra batida? ¿Le reprochaste más de una vez algún ejercicio al profesor solo por ser cansador o liviano, sin preguntarte o preguntarle el por qué? ¿Alguna vez poner excusas te ayudó a ganar un partido? ¿Y enfadarte luego de cada fallo? Seguramente has pasado por estas situaciones a lo largo de tu etapa como jugador, todas negativas mentalmente que no ayudan a fortalecer tu mentalidad, sino todo lo contrario, colaboran a ser más débil frente a situaciones límite en un futuro encuentro tenístico. Obtener todo relativamente fácil, sin obstáculos que atravesar no es la mejor receta para triunfar. El poder enfrentar adversidades y salir airoso de ellas, por más mínimas que sean, te ayudará a resolver futuras situaciones no habituales que sucederán dentro de una cancha de tenis. Sea el nivel que fuera, tu rival no será tu profesor de confianza ni ninguno de tus sobreprotectores padres, la persona que estará del otro lado de la red querrá ganar igual o más que tú a él. Y para eso debes estar preparado.
Todo lo que facilita en exceso, debilita (Toni Nadal). ¿Recuerdas las preguntas sobre recoger bolas, hacer frontón, ayudar en la pista o enfadarte sin sentido? Bueno, allí es donde empieza la mente a endurecerse, cuando haces tareas que no te gustan o no estás acostumbrado a realizar. En el tenis, ningún objetivo es sencillo de conseguir sin correr, transpirar, gestionar emociones negativas, luchar contra tu rival y contra uno mismo, muchas cosas que no se cumplen pero que se sabe que son necesarias para mejorar como tenista y ganar, ese verbo que persigue a todo deportista. Una mente fuerte no se forja solo con sesiones de entrenamiento mental específico o invirtiendo dinero en especialistas, la dureza mental se va alimentado día a día, entrenamiento tras entrenamiento, con actitudes correctas dentro de una pista, sin querer pasar por encima de tu entrenador, porque dentro del campo de juego, te guste o no, él es el jefe y debes confiar en lo que te dice. Debes ser humilde y receptivo, de todos se pueden aprender cosas e insisto, confía en tu entrenador, él es el único que siempre te apoyará y el que más te conoce dentro de una cancha. Si no te gustan sus formas, su método de enseñanza o simplemente no tienen feeling, nadie te obliga a entrenar con una persona en particular, pero ojo, si cambias de entrenador como de ropa, muy probablemente el problema no sea el profesor.