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21 noviembre 2016

¿La Era Murray?



Desde que el tenis es profesional (1968), nunca el uno y el dos del mundo disputaron el primer puesto del ranking mundial en el último partido del año, la final del Masters. Andy Murray, flamante número uno por escasos puntos, defendía su posición de privilegio ante el antiguo monarca, en un partido a todo o nada. El campeón tenía premio doble: el mejor de los mejores ocho del año y el N°1 de la temporada 2016. La final soñada por espectadores, patrocinadores y organizadores del torneo. En un ambiente único como el que ofrece la "Arena O2" de Londres, Murray y Djokovic se enfrentaban por 35° vez en su carrera.

El escocés llegaba a la final del Masters con un invicto de 23 partidos ganados en torneos consecutivos, su mejor marca histórica. Ocho títulos y cuatro finales en dieciséis torneos disputados era el palmarés del británico, una locura tenística. El serbio, número dos del mundo, arribaba a la definición con un prontuario anual similar: siete títulos ATP más dos finales perdidas, pero con un Grand Slam y un Masters1000 más que su rival. Dueños ambos de cada semestre, el duelo era interesante por donde se lo mire. Encima, el mejor del momento llegaba más cansado, lo que emparejaba el duelo y le ponía intriga al resultado final.

Pero todo quedó en la previa. La versión de Novak estuvo muy lejos de su habitual nivel. Sin ser el del primer semestre, se las había arreglado para alcanzar la final y para aniquilar a Nishikori en semifinales, lo que auguraba una batalla por el trofeo de Maestros. Errático, desconcentrado, sin velocidad de piernas ni explosión en sus tiros, cedió 6/3 6/4 sin oponer, a los ojos del espectador, la resistencia habitual. Un mal día tiene cualquiera y ese mal día fue justo en esta final. Tenso, con tiros cortos, Djokovic pareció padecer la final en vez de disfrutarla. El sexto título en Londres y la paridad con Federer deberá esperar.

Su rival tampoco brilló. Errores no habituales mantenían el partido parejo pero la actitud de Andy era diferente. Puño apretado en los momentos importantes, concentrado y con menos errores no forzados, llevó siempre las riendas del encuentro hasta sellarlo con su servicio. Ganó el que falló menos, y eso fue Andy Murray. Partidos como estos hay miles, en los que entran en juego otras cualidades por sobre las tenisticas, y esa batalla la ganó el nacido en Escocia hace 29 años. La mentalidad, una vez más protagonista en una final, el atributo más importante para un deporte individual. "Mente superior domina mente inferior".

Novak Djokovic describe el partido para los que no pudieron verlo en vivo: “Esperaba jugar a un gran nivel hoy, sabía que él no estaría cansado. Simplemente jugué mal, no fue mi día. Cada día es diferente y hoy fue uno de esos en los que no he sentido la bola. Cometí muchísimos errores y ante este tipo de tenistas hay que ofrecer una versión superior y hoy no estuve cerca de eso. Me faltó esa chispa para jugar los puntos importes, quizá igual que en los últimos meses. Cada vez que tuve una buena oportunidad la perdí, cometí demasiados errores no forzados. No he tenido ninguna oportunidad seria de ganar, él ha sido el mejor jugador. Enhorabuena a Andy por mantener esa fortaleza mental durante todo el encuentro, siempre jugando con los tiros adecuados".

Rebosante de alegría por el objetivo cumplido y la satisfacción de quedar en la historia del deporte, "Andrew"no ubicó esta victoria como la mejor del año: "Ha sido un día muy especial. Sentía que jugaba más por el N°1 que por el torneo. En las últimas semanas no paré de recibir mensajes de la prensa, mis amigos... hablándome de que tenía que ganar muchos partidos para conseguir el número uno. Estoy muy contento de acabar el año en lo más alto del ranking, esto es algo que nunca me esperaba. A pesar de todo, la victoria ante Del Potro en los Juegos fue la que más satisfacción me dio, la más especial".

El título de Murray es el primero en el Masters, torneo que se le negaba desde su debut en 2008. En total acumula 44 trofeos ATP, nueve conseguidos esta temporada, por lejos cantidad la más caudalosa de su carrera. 26° número uno en la historia del profesionalismo y 17° diferente que finaliza un año calendario en esa posición. Y mirá lo que son las coincidencias que su hermano, Jamie Murray, finalizó 2016 como N°1 del mundo en dobles. Judy Murray tiene motivos más que suficientes para festejar las fiestas. Los deseos de fin de año se le cumplieron antes de haberlos pedido. La familia Murray es la dueña del tenis masculino.

Daniel Vitale Pizarro

12 septiembre 2016

#StanTheMan



El gesto del torneo

Tercera ronda del US Open 2016. Stan Wawrinka servía match point en contra 4/6 6/3 6/7 6-6 (5-6). Pasó el susto, ganó el set y el encuentro. Partido a partido el suizo se fue encontrando con su juego. Marchenko fue una especie de sparring en octavos de final. Del Potro y Nishikori elevaron la exigencia pero no pudieron sostener el nivel a lo largo de sus encuentros, desbordados por momentos por la potencia de Wawinka. En la final lo esperaba Novak Djokovic, acostumbrado a las definiciones por torneos importantes. El serbio llegaba a la final en Nueva York en una situación extraña: dos retiros, un 'walk over' y un Monfils desganado y displicente durante casi toda la semifinal.

La final del US Open enfrentaba a los mismo protagonistas que la de Roland Garros 2015. En Flushing Meadows, el nivel de Wawrinka venía en ascenso y el de Djokovic estaba en una meseta entre los retiros, los dolores en su codo derecho y la inconsistencia de los últimos torneos disputados. Quizás este US Open haya sido el de peor nivel en el cual llegó a la definición, pero llegó. Número uno del mundo, doce Grand Slams ganados y veinte finales más en sus hombros, palmares desorbitante, historia pura en el 'Arthur Ashe', enorme desafío para "Stan The Man" que además acumulaba el doble de horas durante las dos semanas de competencia.

Esta foto tiene photshop (?)

Le costó algunos games meterse en el partido. Remontó, perdió el primer set en el tiebreak y a partir de allí, fue todo de Wawrinka. A fuerza de tiros ganadores desde la base, reveses incontestables y drive dominadores, Stan se iba abriendo camino en un final muy trabada. Djokovic no daba el brazo a torcer pero tampoco incomodaba al suizo con sus golpes. Defendía como siempre, competía como siempre, pero no desequilibraba. Del otro lado, "Stanimal" nunca titubeaba y llevó siempre las riendas del partido. El resultado dependía de su puntería, decisión y frialdad. Había que ganarlo. Novak no iba a regalar absolutamente nada, iba a pelear hasta la última bola.

¿Drama? También tuvo drama esta final. Los médicos ingresaron varias veces durante el partido pero por precaución, sin que ninguno pidiera el tiempo de atención extra, hasta que las ampollas con sangre del número uno frenaron el encuentro cuando estaba al borde del desenlace, antes del cambio de lado, lo que enfureció a su rival. Disculpas de por medio y vuelta a la cancha. El cansancio físico era cada vez mayor, pero la cabeza es la que manda y ninguno mostró signos de agotamiento. Adelante en el marcador, Wawrinka administró el quiebre y sin antes sufrir en cada turno de saque, lo cerró tras un revés largo del serbio. Campeón.

Aferrado y atento

"Estoy fundido, me lo dejé todo en la pista. Ha sido un partido muy exigente, durísimo. Hasta finales del primer set no llegué a la final. Pensé que él podía jugar mejor, pero al menos, estaba ahí. Ganar el torneo después de haber estado a un punto de haber perdido en 3ª ronda se siente muy especial. Al principio de los torneos no juego mi mejor tenis, pero llego a las finales para ganar. A pesar de eso, antes de la final estaba muy nervioso, como nunca antes. Estaba temblando en el vestuario. Me he puesto a llorar". Un autentico Wawrinka ante los micrófonos demostró que ante todo es persona y que tiene nervios como todos, a pesar de no haberse notado ante semejante escenario.

Wawrinka hace rato que es un jugador distinto al resto. Desde 2013 que su estirpe cambió. Su tatuaje en el brazo izquierdo (“Lo intentaste. Fracasaste. No importa. Sigue intentándolo. Fracasa otra vez. Fracasa mejor”) y la contratación de Magnus Norman como coach marcaron un antes y un después en su carrera. Stan pasó de ser un peligro para cualquiera, a un ganador; de perder finales o partidos importantes o no perder once definiciones al hilo. Desde que alcanzó la semifinal del US Open 2013, su carrera explotó. Campeón de un Grand Slam por temporada en diferentes escenarios y siempre ante en N°1 vigente. Si, así como leen. Cuando la mente supera al físico y al tenis, todo lo puede.

El próximo modelo tendrá una nueva silueta...

"Ha sido un encuentro muy exigente físicamente. Él ha sido el jugador con mayor coraje en los momentos decisivos. Ha sido más fuerte mentalmente. Unos pocos puntos deciden un partido de este calibre y hoy ha sucedido así. Yo no aproveché mis oportunidades de quiebre y eso que tuve muchas. En partidos así, si no aprovechas las oportunidades, tu rival lo hará. Él lo ha hecho. Ha sido más valiente, ha dado un paso hacia adelante, más agresivo, mientras yo esperaba a que pasaran cosas”. Muy claro el múltiple campeón de Grand Slams a la hora de desgranar las claves de su derrota, la quinta en finales en el US Open, misma suma que Lendl aquí y Murray en Melbourne.

Campeón del Australian Open y Roland Garros para ganar los cuatro 'Grandes' al hilo, algo inaudito en la historia, solo empatado con Rod Laver (1962 y 1969) y Donald Budge (1938), Djokovic no se olvidó de su espectacular año: “Para mí ganar cuatro Grand Slams consecutivos fue un gran logro. Estoy muy orgulloso de ello y la derrota de hoy no puede empañar lo logrado en Australia y especialmente en París. Ganar dos Grand Slam este año, jugar otra final más… no tengo queja. Obviamente me hubiera gustado ganar hoy pero debes dar la mano a tu rival y felicitarle. Aceptar la derrota y seguir adelante”.

Daniel Vitale Pizarro

01 agosto 2016

Treinta veces mil



Las dos caras de la moneda

El Grand Slam de carrera lo desinfló. El título que buscó casi con obsesión desde 2012, inconscientemente le jugó una mala pasada. Campeón de Roland Garros y sin preparación previa para Wimbledon, Novak Djokovic llegó a Inglaterra y se topó en tercera ronda con Sam Querrey. Ese fue su límite. Sorpresa mundial. El tricampeón en el All Englad caía en la primera semana de competencia. El trofeo de los Mosqueteros, que lo ubicó definitivamente entre los más grandes de la historia del deporte, mermaron la intensidad del serbio. Pero fue solo un tropiezo, una derrota que sucedió porque es humano. Toronto comprobó que un tropezón no es caída...

“La derrota en Wimbledon me llenó de motivación, me dio una semana más con mi familia y tiempo de calidad fuera de las pistas. Pensé en otras cosas, recargué baterías y vine aquí (Toronto) lleno de motivación. No podía pedir un mejor inicio de temporada sobre cemento. Espero seguir en la dirección correcta”. Djokovic se sobrepuso al cimbronazo inglés, descansó, cruzó el Altántico y de menor a mayor, estuvo a la altura de las circunstancias: “Empiezo los torneos sintiéndome un poco incómodo en la pista, encontrando el ritmo. Pero al final encuentro el confort necesario, con actitud mental. Los mejores rendimientos fueron en semifinales y finales, no puedo pedir más".

Sin convencer hasta semifinales, Novak pasaba las rondas sin sobresaltos pero con muchas dudas en cuanto a su nivel de juego, incluso llegó a declarar antes de disputar la semifinal ante Monfils que estaba muy lejos de su nivel tenístico. El 6/2 6/3 contundente al francés empezó a despejar las dudas y en la final contra Nishikori lo dejó bien en claro. Atento, rápido, regular y hambriento, aprovechó las desatenciones de su rival y tenaz como siempre, cerró el partido 6/3 7/5 cuando parecía que se complicaba al final del segundo set. “Amo jugar Masters1000. Valoro estos torneos tanto como a los Grand Slams. Seguiré siendo disciplinado, comprometido y concentrado para hacerlo bien”.

En tierra canadiense, el serbio consiguió su 30° Masters1000. En total disputó 90 certámenes de esta categoría desde que es profesional y ganó 293 partidos. Cifras descomunales. Los 30 M1000 lo alejan de su inmediato perseguidor, Rafael Nadal, que cosechó 28 cetros. Más atrás quedaron los 24 de Roger Federer, únicos en ganar 20+ títulos de la serie mil desde 1990. Otra marca superada por "Nole" son los 50 títulos ganados en superficies duras, uno más que Connors y diez menos que Federer, líder. ¡Y eso que no jugaba en cemento desde Miami! A eso también hizo referencia: “Fue suficiente con jugar el primer partido. Antes de eso había practicado durante el día". Humanoide.

Los cuatro Masters de Canadá

Su primer M1000 lo obtuvo en Miami 2007 y ese mismo año también fue campeón del Masters1000 disputado en Canadá, en aquella oportunidad Masters Series de Montreal (año impar). Cuatro años más tarde repitió el título canadiense, refrendado también en 2012. Tres años después de su última coronación en Toronto, volvió a la ciudad NBA y obtuvo el cuarto trofeo en el país del norte americano, misma cantidad que obtuvo en los M1000 de Roma y París. Solo Indian Wells (5) y Miami (6) lo vieron levantar más veces el trofeo de campeón que Canadá. Los 30 se completan con tres Shanghai, dos Madrid y dos Monte Carlo, sin poder ser campeón en Cincinnati (0-4).

Kei Nishikori alcanzó su tercera final en Masters1000 y corrió la misma suerte en todas ellas. Derrotado por Nadal en Madrid 2014 y Djokovic en Miami 2016, en Toronto el rival y el resultado fueron los mismos de Key Biscayne. El japonés disputó su 19° final ATP (8-11) y cuarta de la temporada (1-3). Sexto del ranking mundial, supo ser el número cuatro del mundo (2015) y finalista del US Open en 2014, precisamente cuando obtuvo su última victoria ante Novak Djokovic, contra el que registra un récord negativo en enfrentamientos personales (10-2), cinco de ellos esta temporada, todos para el serbio.

Daniel Vitale Pizarro

06 junio 2016

El puto amo



El día llegó...

El cinco de junio de dos mil dieciséis será recordado por todos. Quizá no se haya tomado conciencia plena de lo que sucedió en Francia durante el fin de la primavera europea. Desde 1905 que se disputan Australian Open, Roland Garros, Wimbledon y US Open (los cuatro Grand Slams en una temporada), este año fue la cuarta vez que un jugador ganó los cuatro de forma consecutiva. De Inglaterra a Francia, el cuarteto de certámenes en poder de una misma persona: Novak Djokovic. Donald Budge en 1938, Rod Laver en 1962 y 1969, y Novak Djokovic en 2015-2016. Solo TRES tenistas en TODA la historia del tenis. Dale, tuitealo (?)

Junio de 1938. John Donald Budge se proclamaba campeón de Roland Garros y conseguía ser campeón vigente de los cuatro torneos más importantes de aquella época, de manera consecutiva (Wimbledon y US Open 1937, Australian Open y Roland Garros 1938). Fue el primero que lo logró en aquellos años en los que el tenis no era un deporte popular. No conforme con sus resultados, fue campeón en Wimbledon y US Open de 1938, lo que le valió ser el primer jugador ganador del "Grand Slam", algo tan inédito como dificultoso. Hasta el día de hoy, "Don" ostenta el récord de más partidos ganados en Grand Slam seguidos de forma consecutiva (37).

Don Budge y Rod Laver

Septiembre de 1962. Rodney George Laver emulaba a Budge y se convertía en el segundo jugador en ganar el "Grand Slam". Un año después, la estrella del momento decidió hacerse profesional y cobrar por jugar. El tenis no repartía dinero y era un deporte Amateur. Los que cobraban no podían disputar los Grand Slams por lo que Rod Laver (25 años) no pudo participar entre 1963-1967. En 1968 nació la "Era Abierta", que le permitía disputar a cualquier jugador los Grand Slams. Rod (30 años) volvió al circuito y una vez más logró el "Grand Slam" en 1969, como si el tiempo no hubiera pasado. Era el mejor tenista de la historia (aun muchos lo siguen considerando como tal...).

Junio de 2016. Novak Djokovic ganó Roland Garros, completó el "Grand Slam de carrera", lo hizo de manera consecutiva (tercero en la historia) y sigue en carrera para el "Golden Slam" gracias a que este año se disputarán los JJOO en Río de Janeiro. El Golden Slam significa ganar los cuatro Grand Slam en una misma temporada más la medalla de Oro de los JJOO pertinentes, presea que Novak aun no consiguió (Bronce en Beijing 2008). El "Golden Slam" anual solo lo consiguió Steffi Graf en toda la historia del deporte. Andre Agassi y Rafael Nadal ganaron el "Golden Slam de carrera", los cinco títulos distintos pero no en una mismo año calendario. Únicos dos hombres en la historia.

Equipo de trabajo completo

Roland Garros era el título que le faltaba al serbio para definitivamente ingresar en la discusión de los mejores tenistas de la historia. Completar los cuatro Grandes y de manera consecutiva lo colocaron varios peldaños más arriba de lo que estaba. Lo consiguió en su cuarta final en la Philippe Chatrier y su decimosegunda participación en el certamen. A eso hay que sumarle los 65 trofeos ATP (doce de ellos de Grand Slam), el récord de 29 Masters1000, los cinco Masters ganados, las 202 semanas como número uno del mundo, los cuatro años finalizando en esa posición, el récord de puntos ATP (16950), la Copa Davis lograda en 2010, etc., etc., etc.

Así analizó Novak el partido: "Entré en la pista muy bien preparado pero me entraron un poco los nervios y me costó encontrar el ritmo. Eso cambió a partir del segundo set. Cuando me puse 5-2 en el cuarto, comencé a reír, no sé, no sentí mucha presión, pero me tomé las cosas de manera que perdí aquél juego. Con 5-4 y 40-15, dos puntos muy igualados... estaba más cerca que nunca de ganar este título y sentí tensión y excitación. En los últimos intercambios del partido, ni siquiera recuerdo lo que ocurrió. Ha sido como si mi alma saliera de mi cuerpo y me observara golpeando la pelota de derecha a izquierda". Djokovic y una frase final de literatura para explicar como ganó.

Cruzó la red para felicitarlo...

Andy Murray también hizo historia. Primer británico en la Era Abierta en llegar a la final de Roland Garros y décimo jugador en la Era Abierta en alcanzar las cuatro finales de Grand Slam. Su baja efectividad en finales de Grand Slam (2-8) no le permite estar entre los mejores de la historia pero sus números están a la altura de grandes campeones. Diez finales de Grand Slam, 19 semifinales y 26 cuartos de final. Número dos del mundo, campeón de Copa Davis y 36 títulos ATP, son algunos números del escocés. Miembro del 'Big4', aunque lejos de Federer, Nadal y Djokovic en la consideración mundial, siempre está presente en la discusión de los torneos importantes.

Molesto por la derrota pero consciente del logro de su rival, Murray elogió sin reparo al campeón: "Estoy orgulloso de ser partícipe de este día, así que felicitaciones Novak, buen trabajo. Lo que conseguiste en los últimos 18 meses es espectacular, ganando los cuatro Grand Slams de forma consecutiva, es un gran logro. Esto es algo muy raro en el tenis, no ha pasado en un largo período de tiempo y pasará mucho tiempo hasta que alguien lo consiga nuevamente”. De gran rendimiento en arcilla en las últimas dos temporadas, Andy pasó de no pisar una final en tierra batida en su carrera a disputar cinco finales y ganar tres de ellas (dos M1000) entre 2015 y 2016. Brillante.

Daniel Vitale Pizarro

16 mayo 2016

Un cumpleaños feliz



Copa y Torta, festejo por duplicado

Recuperado totalmente de su espalda, el 2015 de Andy Murray iba viento en popa. Finalista del Australian Open y Miami y semifinalista en Indian Wells (derrotado por Djokovic en los tres torneos), iniciaba la gira de arcilla y decidió disputar Munich, un torneo menor, y saltearse Monte Carlo. Peleado con la superficie más lenta del circuito, nunca había alcanzado siquiera una final en sus diez años como profesional, hasta llegó a maldecirla: "La arcilla no es una superficie para mí, no he nacido en ella". Pero en Alemania hizo un click. Su preparación fue distinta para esa gira. No en tiempo porque el circuito no lo permite, pero si a conciencia.

7/6 5/7 7/6 al local Philipp Kohlschreiber fue el debut de Murray como campeón en la tierra batida alemana de Munich. Algo había cambiado. Su siguiente torneo era el Masters1000 de Madrid y allí apareció la mejor versión de Andy sobre polvo de ladrillo hasta el momento. Kohlschreiber, Granollers, Raonic (6°), Nishikori (5°) y Nadal (4°) fueron los rivales que dejó en el camino para ser campeón en España. Kei venía de ser campeón en Barcelona y a "Rafa" nunca lo había derrotado en sus siete enfrentamientos previos en la superficie predilecta del español. En dos semanas, el británico le había dado un giro de 360° grados a su carrera en arcilla.

Sus dos conquistas en tierra en 2015

Esa temporada dio otro golpe al vencer a David Ferrer en cuartos de final de Roland Garros y caer una vez más ante Djokovic. Había sido por lejos su mejor temporada sobre la superficie naranja. La gira europea de "clay" 2016 tenía otros destinos. Monte Carlo, Madrid y Roma antes de Roland Garros. Semifinal en Mónaco ante Nadal y final en España con victoria sobre Rafael, desembocaron en Italia, último peldaño antes de París. Goffin en cuartos de final fue el escollo más duro de cara a la final frente a un viejo conocido, Novak Djokovic, el mismo que lo había vencido siete días atrás, en los cuatro partidos previos y en los cinco encuentros en ladrillo. Todo era cuesta arriba.

Pero no todo era negativo para el escocés. "Nole" había disputado un durísimo partido físico y emocional contra Nadal en cuartos de final y una batalla de tres horas en semifinales ante Nishikori que podría haberla perdido. El cansancio físico y mental del serbio, con la vista puesta en Roland Garros, más la frescura de Andrew, sin ceder sets durante toda la semana, equiparaban la final romana y el favorito pasaba a no ser el número uno del mundo. El partido lo dominó siempre Murray. Manejó los quiebres en ambos sets, casi no tuvo problemas con su servicio y cerró los parciales con autoridad, sin titubear. 6/3 6/3 fue el resultado final, todo para el nacido en Dunblane.

El servicio, pilar de su juego esta semana

Primer británico en ganar en Roma, Andy Murray logró su tercer título en arcilla en cuatro finales disputadas en dicha superficie, el día de su 29° cumpleaños. En su carrera acumula 36 trofeos ATP y 19 finales perdidas. Doce de esas coronas las consiguió en la categoría Masters1000, una más que Pete Sampras. Aunque sigue muy lejos, achicó la diferencia ante Djokovic en los enfrentamientos personales a 10-23. Lo curioso es que en finales, los números cambian radicalmente y el serbio se adelanta apenas por dos finales (9-7). La vuelta al número dos del mundo es un hecho, lo que le permitirá evitar a Novak hasta una hipotética final en Roland Garros.

“Nunca pensé tener estos resultados en tierra. Llegué a muchas finales, contra Djokovic, Nadal… y quizás no creí lo suficiente en mis posibilidades. Siempre pensé que la arcilla era mi peor superficie, la más dura, pero el año pasado cuando tuve buenas victorias ante los mejores, me hizo entenderla un poco más. Siempre me habían dicho que la arcilla en realidad debería ser mi mejor superficie, pero me tomó mucho tiempo ganar un poco de confianza. Tuve grandes mejoras en mis movimientos en la superficie, eso ayudó mucho”, se sinceró Andy Murray luego de repasar sus resultados de este último par de temporadas en arcilla.

Atentido por un golpe en el tobillo y una de sus discusiones con los árbitros...

Campeón en 2008, 2011, 2014 y 2015 en Roma, Novak Djokovic alcanzó en Italia su final N°42 de Masters1000, misma cantidad que Nadal y Federer, récord compartido por el Big3, dueño de todos los récords de esta categoría de certámenes. Sin estar enfocado al 100% como nos tiene acostumbrados, las discusiones con los árbitros y los enfados consigo mismo fueron más frecuentes esta semana, aunque pudo evadir sus "inconvenientes" y alcanzar la final por séptima vez en el Foro Itálico. Superó a Andre Agassi en cantidad de finales ATP (91) e iniciará Roland Garros siendo N°1 del mundo por 200 semanas, una marca que solo lograron Federer, Sampras, Lendl y Connors.

"Le deseé feliz cumpleaños y le dije que lo disfrutara con su familia. Sé que su esposa, Kim, y su hija Sophia estaban aquí. Sé como padre lo mucho que significa cuando tu familia está contigo y lo que significa tener al menos un par de días a solas con ellos. Eso es lo que le deseé. Además debo felicitarlo por ser el mejor jugador hoy y durante toda la semana, ha merecido ganar. Por supuesto, no me gusta perder, pero para competir con él en los largos intercambios que tienden a tener nuestros encuentros se requiere una gran cantidad de energía y un mejor rendimiento de mí, lo que no ocurrió". Novak Djokovic, un ejemplo fuera de la pista, un N°1 completo.

Daniel Vitale Pizarro

09 mayo 2016

Un tropezón no fue caída



¿Quién es el N°1?

La planificación en el tenis es clave. El armado de un calendario acorde al juego determina las posibilidades del ranking a futuro, priorizando las grandes citas y el físico. Aplomado en el circuito, para llegar descansado a Roland Garros, Novak Djokovic no disputó el Masters1000 de Madrid en 2014 y 2015. Pero este año la estrategia fue distinta, quizás por haber perdido muy rápido en Monte Carlo (R1 vs Vesely) y no correr el riesgo de disputar pocos partidos en la gira de arcilla. De cualquier manera, el serbio se presentó en la "Caja Mágica" con el antecedente de haber sido campeón en 2011 en su única final disputada en las siete veces que jugó en la capital española.

Apenas un partido había disputado en arcilla en 2016 y su desempeño en Madrid, acrecentado por su derrota en primera ronda en su última presentación (2013), era una incógnita. Encima, su rival en el debut era Borna Coric, en una sección del cuadro que se presentaba como la más complicada. Fiel a su actualidad, despachó a sus rivales de turno sin dejar sets en el camino, pero no sin transpirar y exigirse para derrotarlos. Coric (40°), Bautista Agut (17°), Raonic (10°) y Nishikori (6°) marcaron el rumbo del serbio antes de enfrentarse una vez más ante Andy Murray, el campeón defensor que derrotó a Rafael Nadal por segundo año consecutivo aquí.

Su primer enfrentamiento fue aquí hace 10 años...

Murray, que hasta Madrid 2015 había perdido todas las veces que enfrentó a Nadal en polvo de ladrillo (0-7), rompió el maleficio y la derrotó en la final para triunfar en España ante el mejor de la historia sobre la superficie naranja. En la edición 2016 del Masters1000 de Madrid, llegó con la derrota fresca en semifinales de Monte Carlo y la sensación era de incertidumbre. Una vez más y por segunda consecutiva en la "Caja Mágica", Andy dio el batacazo y venció a Rafael para disputar su segunda final de M1000 en tierra batida, la tercera final ATP en arcilla e invicto en esta instancia (Munich 2015, debut como campeón en la superficie más lenta del circuito).

Los dos mejores tenistas del mundo chocaban por 32° vez con el historial ampliamente dominado por Djokovic 22-9, 4-0 en arcilla. Y esta no iba a ser la excepción. El serbio volvió a ser el mejor en un certamen ATP, algo que hizo 64 veces a lo largo de su carrera, misma cantidad que Bjorn Borg y Pete Sampras, leyendas del deporte blanco. El título significó el número 29 de Masters1000, récord absoluto desde 1990 cuando se instauró esta categoría. En lo que va de 2016, "Nole" disputó siete torneos, ganó cinco, se retiró en Dubai y perdió en R1 de Monte Carlo. La diferencia de puntos en el ranking con el N°2 es escandalosa. Djokovic 16550 puntos y Federer 7525...

¿La mejor devolución de la historia?

El bicampeón de Madrid describió el partido posvictoria con minuciosidad: "Empecé muy bien, un tenis terrorífico. El segundo set fue más ajustado, con algunos errores no forzados, incluyendo un par de dobles faltas. Él se apoyó en su saque y un primer golpe muy agresivo, hasta que dos horas después el marcador estaba 1-1. En el tercero ambos nos hemos roto los saques hasta que en los últimos juegos volví a rendir a un nivel alto, aunque me costó mucho cerrar el duelo porque sabía que si dejaba que Andy rompiera mi saque, todo se iba a complicar después”.

Rival de Nadal y Djokovic en 55 ocasiones, Andy Murray habló tras el partido sobre las diferencias de enfrentar a uno y otro en los últimos años: “Es totalmente distinto jugar contra 'Rafa' que contra Novak. Djokovic golpea más plano y juega más a las líneas, contra Nadal hay más tiempo para reaccionar”. Su récord contra ambos es negativo: 16 victorias y 40 derrotas, aunque en finales la diferencia disminuye considerablemente, al punto de casi estar emparejados (9-10). Esta caída le permitió a Federer volver al N°2 del mundo a pesar de no haber participado en Madrid y de contar con la misma cantidad de unidades, posición que recuperó por mayor "calidad" de esos puntos.

Madrid, pionero en convocar "ball-girls" modelos. Tiriac rules...

El primer enfrentamiento entre Djokovic y Murray fue precisamente en el Masters1000 de Madrid. En 2006 se encontraron en octavos de final cuando el certamen se disputaba sobre superficie dura bajo techo y la victoria fue para el nacido en Belgrado. Por aquel entonces Novak era el 17° del mundo y Andy el 19° ATP. "Djoker" se refirió a su relación con Andrew: "Diez años después comparto mi carrera con quien guardo una gran amistad y una buenísima relación fuera de la pista. Me gusta mirar atrás para recordar estos momentos. Creo que lo realmente bonito es demostrar nuestra parte más humana dando un mensaje positivo a todos los jugadores jóvenes del tenis”.

Daniel Vitale Pizarro

04 abril 2016

En la cima del mundo



Todo es de Djokovic

Los récords están para romperse. Si alguien logró esas marcas, otro ´alguien´ debería poder superar esos números. Es cuestión de tiempo. A veces pasan décadas y décadas sin ser quebrados por el momento en el cual se establecieron en relación al actual, pero tarde o temprano, quedarán en el olvido. Novak Djokovic, como Rafael Nadal y Roger Federer, son los rompedores de récords de estos años. Líderes de muchas estadísticas históricas, marcaron una época difícil de igualar. Dominadores del circuito desde 2004, hoy le toca al serbio ser el que mira a todos desde lo más alto del ranking con una supremacía pocas veces vista en la historia de este deporte.

En Miami demostró una vez más (sexta en este certamen) que está por encima de todos. Incluso sin descollar, sin plasmar todo su potencial, le alcanzó para llevarse el 28° Masters1000 de su carrera, uno más que Nadal, el "antiguo" récordman de la categoría. No cedió sets y solo tuvo que transpirar en un tiebreak en semifinales ante David Goffin. De menor a mayor, así podemos catalogar el rendimiento de Novak esta temporada en cada torneo que disputó. Dudas en las primeras rondas que sobrepasa para tomar confianza en su juego y no ceder terreno contra sus rivales de turno, sean quienes sean, no discrimina.

Djokovic igualó a Agassi con seis coronas en Miami

"Probablemente, disfruto estos dos torneos a la vez más que otros en todo el año. Estoy muy orgulloso de lo que logré en este mes de marzo. Un mes al que siempre me adapto muy bien", afirmaba el campeón, demasiado cómodo durante esta parte de la temporada. "Es muy importante entrar en la historia del tenis. Con suerte, espero poder ganar muchos más, pero el logro más importante es haber conseguido más victorias que Boris (714). Me llamó para hablar sobre eso y estuvimos riéndonos mucho". El serbio declaró con respeto pero no le escapó a la broma para con su coach, al que superó en otro item más. Se olvidó que también sobrepasó a Guillermo Vilas en cantidad de títulos ATP (63).

Número uno sin interrupción desde julio de 2014, sus números sorprenden. Entre 2014, 2015 y 2016, acumula quince derrotas y 172 victorias. Eso se desglosa en 22 títulos ganados, cinco finales perdidas y récord de puntos ATP (16790). En Masters1000 acumula once finales consecutivas, otro récord. Además es el único que logró más de dos veces el doblete Indian Wells-Miami y lo hizo en CUATRO oportunidades. Las 17 finales ATP consecutivas entre 2015-16 solo fueron interrumpidas en Dubai por una molestia ocular que lo obligó a abandonar en cuartos de final. Fuera de eso, su campaña es perfecta. Y lo viene siendo hace un largo rato...

Su primer título (2007) y su primera final perdida (2009)

La primera vez que obtuvo ambos M1000 en fila fue en 2011. Rafael Nadal fue el rival en los dos torneos y las dos veces tuvieron que jugar tres sets. 2014 fue el segundo año que encadenó Indian Wells y Miami. Derrotó a Federer y Nadal respectivamente para igualar a Roger con dos dobletes, algo que solo el suizo había logrado hasta ese momento (2005-06). En 2015 volvió a derrotar a Federer en la final de Indian Wells y Murray fue su rival en Miami, lo que lo convirtió en el primero en conseguir tres veces el dúo de certámenes norteamericanos. Por tercera vez consecutiva y cuarta en su carrera, en 2016 volvió a repetir el doblete para romper todas las estadísticas posibles.

Además de las años en que se coronó en California y Florida en la misma temporada, "Nole" triunfó en otras dos ocasiones en Key Biscayne. Su primer Masters1000 fue precisamente en Miami en 2007 ante el sorpresivo Guillermo Cañas que había de derrotado a Federer en ambos torneos, contra todos los pronósticos. Su otra victoria en Crandon Park fue en 2012 contra Murray, siendo ya el número uno del mundo. También perdió una final en Miami 2009 para completar siete definiciones en el antiguo "quinto Grand Slam". En aquella oportunidad su verdugo fue Andy Murray, que lo despachó en sets corridos.

El momento del trainer a mitad de partido

El finalista Kei Nishikori alcanzó por segunda vez una final de Masters1000 y volvió a tener la misma (mala) suerte. En Madrid 2014 cayó ante Nadal y aquí en Miami 2016 fue vencido por Djokovic. Y al igual que hace dos años, llegó a la definición mermado físicamente, lo que le impidió competir al 100% de sus posibilidades. Pero el japonés le quitó importancia a sus molestas físicas: "No jugué muy bien. Esto no era lo que quería hacer. Mi servicio no estuvo bien y eso es clave ya que él tiene un gran resto. En el segundo set intenté ser más agresivo pero mi derecha tampoco funcionaba. Cometí demasiados errores no forzados. Espero poder hacerlo un poquito mejor la próxima vez".

Para Kei significó su sexta final ATP perdida con un récord positivo de 11-6 en definiciones como profesional. Ante Djokovic sigue con número negativos (2-7), su última victoria fue en la recordada semifinal del US Open 2014. Sexto en el ranking mundial y campeón en Memphis en 2016, el presente del nipón es auspicioso de cara a la gira sobre arcilla en la cual defiende la corona en Barcelona, semifinales en Madrid y cuartos de final en Roma y Roland Garros. La lucha por el quinto puesto del escalafón mundial se librará en el polvo de ladrillo europeo y por el cuarto lugar también, si Wawrinka no refrenda lo hecho en 2015.

Daniel Vitale Pizarro

21 marzo 2016

La hegemonía continúa



#SelfieTime

Diez finales consecutivas de Masters1000. Ese es el récord que ostenta Novak Djokovic desde su título en Paris 2014 hasta Indian Wells 2016 (ausente en Madrid 2015). Campeón en ocho de esas diez finales, el serbio acumula 27 trofeos de esta categoría, la misma cantidad que Rafael Nadal (récord compartido). Un problema ocular lo obligó a abandonar en Dubai, lo que cortó una racha de 17 certámenes sin caer antes de la final, uno menos que el récord de Ivan Lendl. En Indian Wells dejó claro que su mayor rival hoy, es él mismo. Ni siquiera el buen nivel de Nadal en semifinales le pudo arrebatar un set.

Las primeras rondas las sufrió. Fratangelo le quitó un set. Kohlschreiber y Tsonga lo exigieron más allá del décimo game en los cuatro parciales. Y Nadal lo tuvo en aprietos durante el primer set, el mejor parcial del torneo. Pero hasta ahí el nivel del serbio fue oscilante. El segundo set con Rafa y la final con Raonic fue una aplanadora. Desde ese momento, cedió solo cuatro games en los siguientes tres sets. Una máquina. El bueno de Milos, ausente desde las semifinales del Australian Open por una lesión en el abductor, llegó a la final con algunas molestias que aun no se sabe si es una recaída de la vieja lesión o es producto de la exigencia luego de casi dos meses fuera del circuito.

No hubo rival

“No estoy seguro, tengo que ver a mi equipo médico y hablarlo con ellos. Solo espero que no tenga nada que ver con lo que pasé. Espero estar bien físicamente, sin lesiones, para estar mejor cada día”, Raonic en alusión a sus molestias durante la final de Indian Wells. Pero Milos no se quedó solo con lo sucedido el domingo: “Hay muchas cosas positivas. Ahora mismo estoy decepcionado, pero hasta hace dos semanas no podía hacer ningún movimiento de lado a lado ni podía jugar un solo punto. Tengo que trabajar más fuerte y que ejecutar mejor los tiros, ser más afectivo. Necesito poner todas las cosas juntas en el momento preciso”.

El curioso récord de Milos Raonic en finales de Masters1000. Disputó tres y promedia menos de cuatro games ganados entre todas. 2/6 2/6 en Montreal 2013 ante Nadal, 2/6 3/6 en Paris 2014 contra Djokovic y 2/6 0/6 en Indian Wells 2016 frente a Djokovic. En su última final, solo obtuvo un 10% de los puntos ganados con su segundo servicio (3 de 30) contra el 67% de su rival. Además cometió 27 errores no forzados en contraposición a los cuatro del serbio, cifras que reflejan por sí solas el resultado final. El campeón, además de los 27 títulos de la categoría 1000, llegó a doce finales más, lo que lo coloca por detrás de Nadal (41) y Federer (42), el Top3 en Masters1000.

Su devolución volvió a hacer estragos

La derrota de Andy Murray en segunda ronda le permitió a Djokovic despegarse aun más del británico en el ranking, casi el doble de puntos, una verdadera atrocidad. El título en Indian Wells le permitió igualar a Guillermo Vilas (62), octavo entre los más ganadores de la Era Abierta. En cuanto a finales, Djokovic igualó a Pete Sampras y Bjorn Borg con 88 definiciones ATP, noveno lugar histórico. Quinto en semanas como número uno del mundo (191) y doceavo en cantidad de victorias ATP (708), Novak va camino a ser uno de los mejores de la historia, si ya no lo es. A este ritmo se meterá en la pelea del mejor de la historia...

El quinto Indian Wells lo ubica en la historia como el único tenista que ganó tantas veces en el desierto norteamericano y se siente orgulloso por eso: "Ganar este torneo en cinco ocasiones es un logro fantástico para mi equipo y para mí. Esto es un esfuerzo de todo el equipo, ellos toleran un montón de cosas. Son gente espectacular. Muchas gracias a todos”, dijo Djokovic en conferencia de prensa, y le tiró flores al torneo: "Aquí los jugadores somos bienvenidos. Los espectadores comparten su pasión y su amor por el deporte con nosotros, y este tipo de ambiente te inspira para dar todo lo que llevas dentro. Creo que este torneo merece un nivel más. Se podría crear algo…”.

Daniel Vitale Pizarro

01 febrero 2016

No tiene rivales



Una y otra vez, la misma imagen en el mismo lugar

Cada vez que Novak Djokovic expresa que jugó el mejor tenis de su vida, parece que lo dice para quedar bien con el adversario y no dejarlo humillado por su juego arrollador, el que expone en cada lugar que pisa hace un largo rato. Pero la realidad es que no miente cuando ante la prensa manifiesta sus sensaciones dentro de una cancha. Los dos primeros sets ante Roger Federer en la semifinal del Australian Open fueron la perfección tenística. La final ante Andy Murray fue de menor nivel pero de igual superioridad. El primer set fue un monólogo de "Nole", no brilló pero dejó en claro quien era el dueño del partido, el mismo que domina el tenis hace dos años por escándalo.

El propio campeón dio su visión sobre el último partido, el que decidió quien levantó el trofeo: “Empecé el partido muy bien, como ante Federer, con pocas cosas mal hechas. He sido muy agresivo y he jugado de la manera que quería jugar contra él. Ejecuté el plan perfectamente durante un set y medio. Luego Murray empezó a servir mejor. Se metió de nuevo en el partido. El segundo set se decidió por pocos puntos, así como el tercero. Creo que lo podía haber hecho mejor en mis juegos al saque cuando fui quebrado en ambos sets, pero todo el mérito para él por luchar y demostrar por qué es uno de los mejores del mundo". Ni hace falta crónica de la final, ¿no?

Djokovic, Becker y su equipo. Boris, te debo tanto...

Federer en el US Open 2011, Murray Nadal en el Australian Open 2012, Wawrinka en el Australian Open 2013, Cilic Federer en Wimbledon 2014, Wawrinka en el Australian Open 2015 y Anderson en Wimbledon 2015. En seis de sus diez Grand Slams obtenidos disputó al menos un partido que se definió en el quinto set y este Australian Open 2016 no iba a ser la excepción. Gilles Simon lo exigió al máximo en octavos de final. 100 errores no forzados cometió el a la postre campeón, un número nunca visto en sus estadísticas. Su rendimiento antes de las rondas finales hizo que los aficionados pusieran en duda su candidatura al trofeo por sexta vez, algo que se encargó de difuminar...

16790 puntos son los que acumula "Nole" durante los últimos doce meses de competencia, casi el doble que el número dos del mundo Andy Murray (8945), su rival en la final del Abierto de Australia 2016. Dividiendo su puntaje a la mitad sería el tres del planeta, una diferencia pocas veces vista en la historia de cualquier deporte. Esa distancia en el ranking ATP lo logró y solventó con resultados porque en primer Grand Slam del año alcanzó su 18° final ATP consecutiva entre 2015 y 2016. De esas ganó las últimas siete. Su último torneo sin acceder al partido definitivo fue Doha 2015 cuando lo derrotó Ivo Karlovic hace más de un año, certamen que ganó este curso.
El mejor punto del torneo y del año

Novak aumenta sus estadísticas personales a la velocidad de la luz. Repasemos. Seis títulos en el Australian Open, misma cantidad que Roy Emerson, ambos máximos ganadores del certamen; 19 finales de Grand Slam (11-8), igualó a Lendl (19) y a Borg (11); 61 títulos ATP en 87 finales (10° en la historia); 214 partidos ganados en Grand Slam (5° en la historia) y 184 semanas como número uno del mundo, sin fecha de caducidad (5° en la historia). 28 años de edad, en la cúspide de su carrera, cumplirá 29 el 22 de mayo y ya es una realidad el lugar en la historia que ocupa y los récords que le peleará a Federer y Nadal. "Creo que me encuentro en una buena posición para alcanzarles, pero ya veremos, el tiempo lo dirá.". Hambre no le falta al balcánico...

Andy Murray sucumbió una vez más ante Novak Djokovic en la final del Australian Open. Es la cuarta en tierras oceánicas ante el serbio y la quinta en su carrera (2010 vs Federer). Nunca pudo levantar el trofeo. Superó a Bjorn Borg (cuatro finales de US Open) con más finales en un Grand Slam sin coronarse. No disputó torneos de preparación y llegó a Melbourne a ser campeón de una vez por todas. Los cuatro intensos sets con David Ferrer en cuartos de final y los cinco sets ante Milos Raonic en semifinales mermaron el físico del escocés que luchó en la final contra Djokovic pero que no le alcanzó ni exigió al número uno del mundo a lo largo del encuentro.

Tan lejos y a la vez tan cerca

Número dos del mundo, Andy disputó su 53° final ATP (35-18), la novena de Grand Slam (2-7), su déficit en comparación con su efectividad en finales ATP en general. Emocionado y con la voz quebrada en plena conferencia pospartido, Murray felicitó a su rival y mandó un saludo a su mujer que está internada a punto de dar a luz: "Kim, te amo, tomaré el primer vuelo para estar a tu lado en este momento tan importante para nosotros". El escocés estuvo en duda en cada duelo ya que había anunciado que apenas su mujer entrara en trabajo de parto, no se presentaría a jugar su partido para estar presente en el nacimiento de su primer hijo. Por suerte para el torneo, fue todo normal.

Daniel Vitale Pizarro

23 noviembre 2015

¿El mejor año del profesionalismo?


Yo soy el número uno del mundo

Pasarán los años, las décadas y el 2015 tomará cada vez más relevancia. Cuando todo hacía pensar que el 2011 sería imposible de repetir, más aun cuatro años después, Djokovic lo volvió a hacer. ¡Y mejor aun! Superó su propia inmejorable versión de 2011. Su nivel fue superlativo. La regularidad y constancia le permitieron llegar a quince finales consecutivas, récord en una temporada. Solo trastabilló en Doha al comienzo de la temporada ante Karlovic en cuartos de final. Desde allí, rozó la perfección. La magia de Federer, el "momento" de Murray y el mejor partido de la carrera de Wawrinka impidieron una temporada perfecta y utópica de Novak, algo que hubiera sido irreal e inhumano.

La superioridad demostrada durante el año calendario hacen repensar si realmente fue la mejor temporada para un jugador del profesionalismo. Lejos de los 137 triunfos de Vilas en 1977 y de los 16 trofeos ATP, la regularidad conseguida, la superioridad, el dominio y el alto porcentaje de efectividad hacen dudar a todos los especialistas y conocedores.. A pesar de que McEnroe ganó la misma cantidad de partidos en 1984 y cayó solo tres veces, las temporadas fueron diferentes. El Top5 de porcentajes más altos de los Nº1 en un año completo lo detalla el gurú de las estadísticas @SharkoTennis. Borg en 1979 logró un .933 de efectividad con un récord de 84-6, dato que agregó Greg Sharko tras publicar el siguiente tuit.
Dieciséis torneos ATP disputados, quince finales, once títulos, ochenta y ocho partidos jugados, ochenta y dos victorias... De esos números, tres Grand Slam conquistados, seis Masters1000 más el Masters y un ATP500. 31 triunfos de los 82 obtenidos fueron ante el Top10, récord absoluto (una locura) e igualó el historial de enfrentamientos personales ante Federer (22-22) y Nadal (23-23). Cinco "Masters Cup" ganadas de las cuales cuatro los obtuvo de manera consecutiva, único en la historia. 59 títulos ATP en 85 finales a los 28 años. Número uno del mundo los 365 días del año, igual que Federer (2005, 2006 y 2007), Hewitt (2002), Sampras (1994 y 1997), Lendl (1986 y 1987) y Connors (1975, 1976 y 1978). Respire lector que esto no acaba acá.

Novak Djokovic logró lo impensado, rompió los esquemas. Máximo ganador en la historia del Australian Open, Indian Wells, Canadá, Shanghai y París, logros obtenidos gracias a sus conquistas esta temporada; 174 semanas en la cima del ranking mundial (quinto en la historia); casi el doble de puntos que Andy Murray (2º ATP), con récord de unidades obtenidas por un tenista en un curso (16785 en octubre). Nada pudo parar al serbio este 2015. Sus golpes funcionaron a la perfección, su físico nunca sufrió achaques y su mentalidad no tuvo fisuras. Tanto fue así que tras la extenuante y exitosa campaña, la coronó siendo campeón del último torneo del año, lo que demostró su plenitud en todos los aspectos del juego.

Figurita repetida.

Pero que la estratosférica temporada de Djokovic no opaque el gran año de Federer. A sus 34 años sigue en los puestos más altos del ranking mundial, protagonista principal del circuito. Once finales alcanzadas en 2015, misma cantidad que en 2014 pero invertida la cantidad de triunfos (6-5), un número que solo superó en 2004-07, sus años de hegemonía total. Increíblemente terminará el año como número tres del mundo por su traspié en tercera ronda del Australian Open, detrás de Murray y el inalcanzable Djokovic. El no haber ganado un Grand Slam le prohibió luchar por el número uno el año pasado y ser el número dos al finalizar esta temporada.

Roger llegó a diez finales en el Masters y superó a Ivan Lendl (9), aunque el checo las cosechó... ¡de forma consecutiva! Tres de las cuatro finales perdidas por Federer en el último torneo de la temporada fueron ante "Nole" y la restante se la propició David Nalbandian hace exactamente diez años. Esta temporada fue su participación número catorce en el certamen en la que alcanzó las 52 victorias, ambos récords absolutos, una costumbre del suizo.


Los artífices del pasado y presente del Nº1 del mundo.

135 finales ATP disputó Roger Federer en toda su carrera (88-47) entre 2001 y 2015. Novak Djokovic hizo su trabajo y alcanzó 85 finales (59-26) entre 2006 y 2015. El suizo terminó número uno del mundo en cinco ocasiones (2004-07 y 2009) y el serbio hizo lo propio en cuatro oportunidades (2011-12 y 2014-15). A pesar de los seis años de diferencia entre ellos, 17 Grand Slams y 24 Masters1000 consiguió el helvético; 10 GS y 26 M1000 el balcánico. Encaminado a superar varios récords de sus contemporáneos Federer y Nadal, ¿lo logrará?

Daniel Vitale Pizarro

09 noviembre 2015

El mejor Djokovic de todos


El 2011 quedó atrás, en el túnel del tiempo...

Paris Bercy fue el escenario elegido por Novak Djokovic para que 2015 supere a su encumbrado 2011. Ya no quedan dudas de que esta temporada es la mejor de su carrera, por títulos, finales y rendimiento. Sin energías en esta parte de la temporada hace cuatro años, este año ganó Shanghai y Paris, con el Masters como meta final para coronar la mejor temporada de la historia del tenis de la "Era Abierta". La temporada 2015 del serbio está a la altura de la 1969 de Laver, 1974 de Connors, 1984 de McEnroe o 2006 de Federer, entre otras, todos ellos muy superiores a sus rivales durante aquellos años. El tiempo lo ubicará en la posición de la historia que merece, aun por escribir.

Varios récords (propios y ajenos) superó al consagrarse en el Masters1000 de Paris. Más M1000 ganados en un año (6), más finales consecutivas en una temporada (14), más puntos ATP hace dos semanas (16785) y más victorias anuales suyas (79). A sus 28 años, dicho por él, su entorno, periodistas y especialistas, el mejor año de su carrera. Solo cinco derrotas (cuatro finales y un cuartos de final) refuerzan la premisa. Karlovic, Federer (2), Wawrinka y Murray, los privilegiados que vieron inclinado al mejor en 2015. Los 58 títulos ATP igualan la cifra de Nastase, número que superará en el corto plazo.
Djokovic domina hasta al "Ojo de Halcón".

“Este año todo se juntó. Ser esposo y padre me dio un equilibrio bonito y mucha serenidad. Mi vida privada se ve reflejada en la carrera profesional y viceversa. Pero tengo todavía la determinación de seguir mejorando, de ser mejor. Nadie es perfecto, pero si buscas la perfección puedes alcanzar la excelencia”, las sensaciones de Novak tras ser campeón en la capital francesa, casi al final de una temporada en la que ganó prácticamente todo lo que jugó. Los 26 Masters1000 cosechados en su carrera lo ubican al acecho de Rafael Nadal que suma 27, récord de la segunda categoría en importancia del circuito.

Andy Murray, finalista en Paris, no pudo con el serbio una vez más. 21-9 a favor de "Djoker" quedó el historial entre ambos, aunque con una estadística muy particular. En finales, el nacido en Belgrado apenas lo supera 7-6, algo para destacar del británico a lo largo de sus treinta enfrentamientos. Es más, este año lo derrotó en la final de Montreal, hasta ese momento igualados en el historial de finales. Cuatro coronas ATP más tres finales componen lo más importante de Andy este 2015, flamante número dos del mundo, clasificado al Masters por séptima vez, torneo que disputará por sexta ocasión (ausente por lesión en 2013).
Conforme a medias...

El escocés reflexionó sobre el campeón y sobre si mismo tras caer ante Djokovic por cuarta vez en el año: “Este 2015 su nivel ha estado increíble. Desde el principio del año pasado mis resultados ante él (Djokovic) y Roger (Federer) no han sido suficientemente buenos. Debo hacerlo mejor. Ellos son dos de los mejores tenistas de la historia, por eso no es una desgracia perder ante ellos. Tengo que mejorar para ganar este tipo de encuentros”. El 35 veces campeón de torneos ATP tuvo esta temporada a uno de los mejores Federer de la historia en la semifinal de Wimbledon y al mejor Djokovic hace unas semanas, en las semifinales de Shanghai...

Djokovic, Murray, Federer, Wawrinka, Nadal, Berdych, Ferrer y Nishikori más Gasquet  y Tsonga (suplentes), en ese orden, los clasificados que consiguieron su boleto la semana pasada pero que cambiaron sus posiciones, lo que pueden cambiar sus cruces en la "Copa de Maestros", último torneo de la temporada que agrupa a los ocho mejores del año, divididos en dos grupos de cuatro jugadores, sorteados de a dos. El número uno no puede estar en el mismo grupo que el dos, el tres tampoco en el mismo que el cuatro y así con los demás. 1500 puntos para el campeón invicto reparte el quinto torneo en importancia luego de los Grand Slams (2000), una cita que nadie se quiere perder, jugadores, sponsors ni aficionados...

Daniel Vitale Pizarro