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21 marzo 2016

La hegemonía continúa



#SelfieTime

Diez finales consecutivas de Masters1000. Ese es el récord que ostenta Novak Djokovic desde su título en Paris 2014 hasta Indian Wells 2016 (ausente en Madrid 2015). Campeón en ocho de esas diez finales, el serbio acumula 27 trofeos de esta categoría, la misma cantidad que Rafael Nadal (récord compartido). Un problema ocular lo obligó a abandonar en Dubai, lo que cortó una racha de 17 certámenes sin caer antes de la final, uno menos que el récord de Ivan Lendl. En Indian Wells dejó claro que su mayor rival hoy, es él mismo. Ni siquiera el buen nivel de Nadal en semifinales le pudo arrebatar un set.

Las primeras rondas las sufrió. Fratangelo le quitó un set. Kohlschreiber y Tsonga lo exigieron más allá del décimo game en los cuatro parciales. Y Nadal lo tuvo en aprietos durante el primer set, el mejor parcial del torneo. Pero hasta ahí el nivel del serbio fue oscilante. El segundo set con Rafa y la final con Raonic fue una aplanadora. Desde ese momento, cedió solo cuatro games en los siguientes tres sets. Una máquina. El bueno de Milos, ausente desde las semifinales del Australian Open por una lesión en el abductor, llegó a la final con algunas molestias que aun no se sabe si es una recaída de la vieja lesión o es producto de la exigencia luego de casi dos meses fuera del circuito.

No hubo rival

“No estoy seguro, tengo que ver a mi equipo médico y hablarlo con ellos. Solo espero que no tenga nada que ver con lo que pasé. Espero estar bien físicamente, sin lesiones, para estar mejor cada día”, Raonic en alusión a sus molestias durante la final de Indian Wells. Pero Milos no se quedó solo con lo sucedido el domingo: “Hay muchas cosas positivas. Ahora mismo estoy decepcionado, pero hasta hace dos semanas no podía hacer ningún movimiento de lado a lado ni podía jugar un solo punto. Tengo que trabajar más fuerte y que ejecutar mejor los tiros, ser más afectivo. Necesito poner todas las cosas juntas en el momento preciso”.

El curioso récord de Milos Raonic en finales de Masters1000. Disputó tres y promedia menos de cuatro games ganados entre todas. 2/6 2/6 en Montreal 2013 ante Nadal, 2/6 3/6 en Paris 2014 contra Djokovic y 2/6 0/6 en Indian Wells 2016 frente a Djokovic. En su última final, solo obtuvo un 10% de los puntos ganados con su segundo servicio (3 de 30) contra el 67% de su rival. Además cometió 27 errores no forzados en contraposición a los cuatro del serbio, cifras que reflejan por sí solas el resultado final. El campeón, además de los 27 títulos de la categoría 1000, llegó a doce finales más, lo que lo coloca por detrás de Nadal (41) y Federer (42), el Top3 en Masters1000.

Su devolución volvió a hacer estragos

La derrota de Andy Murray en segunda ronda le permitió a Djokovic despegarse aun más del británico en el ranking, casi el doble de puntos, una verdadera atrocidad. El título en Indian Wells le permitió igualar a Guillermo Vilas (62), octavo entre los más ganadores de la Era Abierta. En cuanto a finales, Djokovic igualó a Pete Sampras y Bjorn Borg con 88 definiciones ATP, noveno lugar histórico. Quinto en semanas como número uno del mundo (191) y doceavo en cantidad de victorias ATP (708), Novak va camino a ser uno de los mejores de la historia, si ya no lo es. A este ritmo se meterá en la pelea del mejor de la historia...

El quinto Indian Wells lo ubica en la historia como el único tenista que ganó tantas veces en el desierto norteamericano y se siente orgulloso por eso: "Ganar este torneo en cinco ocasiones es un logro fantástico para mi equipo y para mí. Esto es un esfuerzo de todo el equipo, ellos toleran un montón de cosas. Son gente espectacular. Muchas gracias a todos”, dijo Djokovic en conferencia de prensa, y le tiró flores al torneo: "Aquí los jugadores somos bienvenidos. Los espectadores comparten su pasión y su amor por el deporte con nosotros, y este tipo de ambiente te inspira para dar todo lo que llevas dentro. Creo que este torneo merece un nivel más. Se podría crear algo…”.

Daniel Vitale Pizarro

01 febrero 2016

No tiene rivales



Una y otra vez, la misma imagen en el mismo lugar

Cada vez que Novak Djokovic expresa que jugó el mejor tenis de su vida, parece que lo dice para quedar bien con el adversario y no dejarlo humillado por su juego arrollador, el que expone en cada lugar que pisa hace un largo rato. Pero la realidad es que no miente cuando ante la prensa manifiesta sus sensaciones dentro de una cancha. Los dos primeros sets ante Roger Federer en la semifinal del Australian Open fueron la perfección tenística. La final ante Andy Murray fue de menor nivel pero de igual superioridad. El primer set fue un monólogo de "Nole", no brilló pero dejó en claro quien era el dueño del partido, el mismo que domina el tenis hace dos años por escándalo.

El propio campeón dio su visión sobre el último partido, el que decidió quien levantó el trofeo: “Empecé el partido muy bien, como ante Federer, con pocas cosas mal hechas. He sido muy agresivo y he jugado de la manera que quería jugar contra él. Ejecuté el plan perfectamente durante un set y medio. Luego Murray empezó a servir mejor. Se metió de nuevo en el partido. El segundo set se decidió por pocos puntos, así como el tercero. Creo que lo podía haber hecho mejor en mis juegos al saque cuando fui quebrado en ambos sets, pero todo el mérito para él por luchar y demostrar por qué es uno de los mejores del mundo". Ni hace falta crónica de la final, ¿no?

Djokovic, Becker y su equipo. Boris, te debo tanto...

Federer en el US Open 2011, Murray Nadal en el Australian Open 2012, Wawrinka en el Australian Open 2013, Cilic Federer en Wimbledon 2014, Wawrinka en el Australian Open 2015 y Anderson en Wimbledon 2015. En seis de sus diez Grand Slams obtenidos disputó al menos un partido que se definió en el quinto set y este Australian Open 2016 no iba a ser la excepción. Gilles Simon lo exigió al máximo en octavos de final. 100 errores no forzados cometió el a la postre campeón, un número nunca visto en sus estadísticas. Su rendimiento antes de las rondas finales hizo que los aficionados pusieran en duda su candidatura al trofeo por sexta vez, algo que se encargó de difuminar...

16790 puntos son los que acumula "Nole" durante los últimos doce meses de competencia, casi el doble que el número dos del mundo Andy Murray (8945), su rival en la final del Abierto de Australia 2016. Dividiendo su puntaje a la mitad sería el tres del planeta, una diferencia pocas veces vista en la historia de cualquier deporte. Esa distancia en el ranking ATP lo logró y solventó con resultados porque en primer Grand Slam del año alcanzó su 18° final ATP consecutiva entre 2015 y 2016. De esas ganó las últimas siete. Su último torneo sin acceder al partido definitivo fue Doha 2015 cuando lo derrotó Ivo Karlovic hace más de un año, certamen que ganó este curso.
El mejor punto del torneo y del año

Novak aumenta sus estadísticas personales a la velocidad de la luz. Repasemos. Seis títulos en el Australian Open, misma cantidad que Roy Emerson, ambos máximos ganadores del certamen; 19 finales de Grand Slam (11-8), igualó a Lendl (19) y a Borg (11); 61 títulos ATP en 87 finales (10° en la historia); 214 partidos ganados en Grand Slam (5° en la historia) y 184 semanas como número uno del mundo, sin fecha de caducidad (5° en la historia). 28 años de edad, en la cúspide de su carrera, cumplirá 29 el 22 de mayo y ya es una realidad el lugar en la historia que ocupa y los récords que le peleará a Federer y Nadal. "Creo que me encuentro en una buena posición para alcanzarles, pero ya veremos, el tiempo lo dirá.". Hambre no le falta al balcánico...

Andy Murray sucumbió una vez más ante Novak Djokovic en la final del Australian Open. Es la cuarta en tierras oceánicas ante el serbio y la quinta en su carrera (2010 vs Federer). Nunca pudo levantar el trofeo. Superó a Bjorn Borg (cuatro finales de US Open) con más finales en un Grand Slam sin coronarse. No disputó torneos de preparación y llegó a Melbourne a ser campeón de una vez por todas. Los cuatro intensos sets con David Ferrer en cuartos de final y los cinco sets ante Milos Raonic en semifinales mermaron el físico del escocés que luchó en la final contra Djokovic pero que no le alcanzó ni exigió al número uno del mundo a lo largo del encuentro.

Tan lejos y a la vez tan cerca

Número dos del mundo, Andy disputó su 53° final ATP (35-18), la novena de Grand Slam (2-7), su déficit en comparación con su efectividad en finales ATP en general. Emocionado y con la voz quebrada en plena conferencia pospartido, Murray felicitó a su rival y mandó un saludo a su mujer que está internada a punto de dar a luz: "Kim, te amo, tomaré el primer vuelo para estar a tu lado en este momento tan importante para nosotros". El escocés estuvo en duda en cada duelo ya que había anunciado que apenas su mujer entrara en trabajo de parto, no se presentaría a jugar su partido para estar presente en el nacimiento de su primer hijo. Por suerte para el torneo, fue todo normal.

Daniel Vitale Pizarro

23 noviembre 2015

¿El mejor año del profesionalismo?


Yo soy el número uno del mundo

Pasarán los años, las décadas y el 2015 tomará cada vez más relevancia. Cuando todo hacía pensar que el 2011 sería imposible de repetir, más aun cuatro años después, Djokovic lo volvió a hacer. ¡Y mejor aun! Superó su propia inmejorable versión de 2011. Su nivel fue superlativo. La regularidad y constancia le permitieron llegar a quince finales consecutivas, récord en una temporada. Solo trastabilló en Doha al comienzo de la temporada ante Karlovic en cuartos de final. Desde allí, rozó la perfección. La magia de Federer, el "momento" de Murray y el mejor partido de la carrera de Wawrinka impidieron una temporada perfecta y utópica de Novak, algo que hubiera sido irreal e inhumano.

La superioridad demostrada durante el año calendario hacen repensar si realmente fue la mejor temporada para un jugador del profesionalismo. Lejos de los 137 triunfos de Vilas en 1977 y de los 16 trofeos ATP, la regularidad conseguida, la superioridad, el dominio y el alto porcentaje de efectividad hacen dudar a todos los especialistas y conocedores.. A pesar de que McEnroe ganó la misma cantidad de partidos en 1984 y cayó solo tres veces, las temporadas fueron diferentes. El Top5 de porcentajes más altos de los Nº1 en un año completo lo detalla el gurú de las estadísticas @SharkoTennis. Borg en 1979 logró un .933 de efectividad con un récord de 84-6, dato que agregó Greg Sharko tras publicar el siguiente tuit.
Dieciséis torneos ATP disputados, quince finales, once títulos, ochenta y ocho partidos jugados, ochenta y dos victorias... De esos números, tres Grand Slam conquistados, seis Masters1000 más el Masters y un ATP500. 31 triunfos de los 82 obtenidos fueron ante el Top10, récord absoluto (una locura) e igualó el historial de enfrentamientos personales ante Federer (22-22) y Nadal (23-23). Cinco "Masters Cup" ganadas de las cuales cuatro los obtuvo de manera consecutiva, único en la historia. 59 títulos ATP en 85 finales a los 28 años. Número uno del mundo los 365 días del año, igual que Federer (2005, 2006 y 2007), Hewitt (2002), Sampras (1994 y 1997), Lendl (1986 y 1987) y Connors (1975, 1976 y 1978). Respire lector que esto no acaba acá.

Novak Djokovic logró lo impensado, rompió los esquemas. Máximo ganador en la historia del Australian Open, Indian Wells, Canadá, Shanghai y París, logros obtenidos gracias a sus conquistas esta temporada; 174 semanas en la cima del ranking mundial (quinto en la historia); casi el doble de puntos que Andy Murray (2º ATP), con récord de unidades obtenidas por un tenista en un curso (16785 en octubre). Nada pudo parar al serbio este 2015. Sus golpes funcionaron a la perfección, su físico nunca sufrió achaques y su mentalidad no tuvo fisuras. Tanto fue así que tras la extenuante y exitosa campaña, la coronó siendo campeón del último torneo del año, lo que demostró su plenitud en todos los aspectos del juego.

Figurita repetida.

Pero que la estratosférica temporada de Djokovic no opaque el gran año de Federer. A sus 34 años sigue en los puestos más altos del ranking mundial, protagonista principal del circuito. Once finales alcanzadas en 2015, misma cantidad que en 2014 pero invertida la cantidad de triunfos (6-5), un número que solo superó en 2004-07, sus años de hegemonía total. Increíblemente terminará el año como número tres del mundo por su traspié en tercera ronda del Australian Open, detrás de Murray y el inalcanzable Djokovic. El no haber ganado un Grand Slam le prohibió luchar por el número uno el año pasado y ser el número dos al finalizar esta temporada.

Roger llegó a diez finales en el Masters y superó a Ivan Lendl (9), aunque el checo las cosechó... ¡de forma consecutiva! Tres de las cuatro finales perdidas por Federer en el último torneo de la temporada fueron ante "Nole" y la restante se la propició David Nalbandian hace exactamente diez años. Esta temporada fue su participación número catorce en el certamen en la que alcanzó las 52 victorias, ambos récords absolutos, una costumbre del suizo.


Los artífices del pasado y presente del Nº1 del mundo.

135 finales ATP disputó Roger Federer en toda su carrera (88-47) entre 2001 y 2015. Novak Djokovic hizo su trabajo y alcanzó 85 finales (59-26) entre 2006 y 2015. El suizo terminó número uno del mundo en cinco ocasiones (2004-07 y 2009) y el serbio hizo lo propio en cuatro oportunidades (2011-12 y 2014-15). A pesar de los seis años de diferencia entre ellos, 17 Grand Slams y 24 Masters1000 consiguió el helvético; 10 GS y 26 M1000 el balcánico. Encaminado a superar varios récords de sus contemporáneos Federer y Nadal, ¿lo logrará?

Daniel Vitale Pizarro

09 noviembre 2015

El mejor Djokovic de todos


El 2011 quedó atrás, en el túnel del tiempo...

Paris Bercy fue el escenario elegido por Novak Djokovic para que 2015 supere a su encumbrado 2011. Ya no quedan dudas de que esta temporada es la mejor de su carrera, por títulos, finales y rendimiento. Sin energías en esta parte de la temporada hace cuatro años, este año ganó Shanghai y Paris, con el Masters como meta final para coronar la mejor temporada de la historia del tenis de la "Era Abierta". La temporada 2015 del serbio está a la altura de la 1969 de Laver, 1974 de Connors, 1984 de McEnroe o 2006 de Federer, entre otras, todos ellos muy superiores a sus rivales durante aquellos años. El tiempo lo ubicará en la posición de la historia que merece, aun por escribir.

Varios récords (propios y ajenos) superó al consagrarse en el Masters1000 de Paris. Más M1000 ganados en un año (6), más finales consecutivas en una temporada (14), más puntos ATP hace dos semanas (16785) y más victorias anuales suyas (79). A sus 28 años, dicho por él, su entorno, periodistas y especialistas, el mejor año de su carrera. Solo cinco derrotas (cuatro finales y un cuartos de final) refuerzan la premisa. Karlovic, Federer (2), Wawrinka y Murray, los privilegiados que vieron inclinado al mejor en 2015. Los 58 títulos ATP igualan la cifra de Nastase, número que superará en el corto plazo.
Djokovic domina hasta al "Ojo de Halcón".

“Este año todo se juntó. Ser esposo y padre me dio un equilibrio bonito y mucha serenidad. Mi vida privada se ve reflejada en la carrera profesional y viceversa. Pero tengo todavía la determinación de seguir mejorando, de ser mejor. Nadie es perfecto, pero si buscas la perfección puedes alcanzar la excelencia”, las sensaciones de Novak tras ser campeón en la capital francesa, casi al final de una temporada en la que ganó prácticamente todo lo que jugó. Los 26 Masters1000 cosechados en su carrera lo ubican al acecho de Rafael Nadal que suma 27, récord de la segunda categoría en importancia del circuito.

Andy Murray, finalista en Paris, no pudo con el serbio una vez más. 21-9 a favor de "Djoker" quedó el historial entre ambos, aunque con una estadística muy particular. En finales, el nacido en Belgrado apenas lo supera 7-6, algo para destacar del británico a lo largo de sus treinta enfrentamientos. Es más, este año lo derrotó en la final de Montreal, hasta ese momento igualados en el historial de finales. Cuatro coronas ATP más tres finales componen lo más importante de Andy este 2015, flamante número dos del mundo, clasificado al Masters por séptima vez, torneo que disputará por sexta ocasión (ausente por lesión en 2013).
Conforme a medias...

El escocés reflexionó sobre el campeón y sobre si mismo tras caer ante Djokovic por cuarta vez en el año: “Este 2015 su nivel ha estado increíble. Desde el principio del año pasado mis resultados ante él (Djokovic) y Roger (Federer) no han sido suficientemente buenos. Debo hacerlo mejor. Ellos son dos de los mejores tenistas de la historia, por eso no es una desgracia perder ante ellos. Tengo que mejorar para ganar este tipo de encuentros”. El 35 veces campeón de torneos ATP tuvo esta temporada a uno de los mejores Federer de la historia en la semifinal de Wimbledon y al mejor Djokovic hace unas semanas, en las semifinales de Shanghai...

Djokovic, Murray, Federer, Wawrinka, Nadal, Berdych, Ferrer y Nishikori más Gasquet  y Tsonga (suplentes), en ese orden, los clasificados que consiguieron su boleto la semana pasada pero que cambiaron sus posiciones, lo que pueden cambiar sus cruces en la "Copa de Maestros", último torneo de la temporada que agrupa a los ocho mejores del año, divididos en dos grupos de cuatro jugadores, sorteados de a dos. El número uno no puede estar en el mismo grupo que el dos, el tres tampoco en el mismo que el cuatro y así con los demás. 1500 puntos para el campeón invicto reparte el quinto torneo en importancia luego de los Grand Slams (2000), una cita que nadie se quiere perder, jugadores, sponsors ni aficionados...

Daniel Vitale Pizarro

19 octubre 2015

"El mejor tenis de mi vida"


La próxima vez será Jo.

"Creo que fueron las dos mejores semanas de mi carrera. Jugué al tenis como nunca, además he logrado el doblete. De verdad, así es como lo siento". No encuentro mejor manera de empezar que con las palabras de Novak Djokovic sobre su presente, porque lo que hizo en catorce días no fue perfecto solo porque la perfección no existe. Diez partidos, veinte sets, tres Top10, siete Top20, un solo tiebreak y un solo 6/4, fueron los obstáculos que "Nole" sorteó con comodidad, sin titubear. Títulos en Beijing y Shanghai con una superioridad pocas veces vista. Nunca estuvo en peligro, siempre dominó a sus rivales, se los llevó por delante...

Un Djokovic más agresivo, menos especulador y decidido a finalizar los puntos lo más arriba posible, muestran a las claras la evolución como jugador en relación a su temporada récord de 2011, que ya superó en casi todo. El serbio se explayó un poco más sobre sus semanas en China: "La energía estuvo genial. No me he cansado, siempre tuve un montón de intensidad, de concentración, con un alto nivel de rendimiento desde el primer partido en Pekín hasta el encuentro de hoy. Estoy muy satisfecho con la manera en la que he jugado, es algo que me anima a seguir adelante y ojalá a mantener este nivel. Tanto hoy como en el torneo, me ha salido todo increíblemente bien".

La devolución, el golpe con el que marca el ritmo del partido.

Solo le falta un título para igualar la marca de hace cuatro años, porque en los demás items igualó o superó a su anterior inmaculada temporada. En 2011 a esta altura había logrado diez títulos, tres de Grand Slams más una semifinal, y cinco Masters1000 (63-3 vs 73-5 hasta Shanghai). Los números del 2015 son mejores en varios aspectos, no solo en su nivel de juego, que quizás es lo más notorio. Hasta hoy acumula nueve títulos, tres Grand Slams y cinco Masters1000. La diferencia está en las finales. En 2015 llegó a todas las finales de Grand Slam y Masters1000 que disputó, récord en la Era Abierta (3-1 en GS y 5-2 en M1000). Eso le otorgó el récord de puntos ATP (16785)

Disputó catorce torneos en estos casi once meses del calendario y alcanzó la final en trece (9-5). Solo cayó en cuartos de final de Doha al inicio del año. Lo único que no podrá superar son los 41 partidos invicto que estuvo en 2011 porque no alcanzan los torneos para igualar esa marca en lo que queda de 2015. El tandem Vajda-Becker-Djokovic está en su punto máximo, en el clímax. El desafío será mantener ese nivel de excelencia por el mayor tiempo posible, algo extremadamente difícil luego de un largo y extenuante calendario, que culminará como desde 2007 sin excepción en el Masters, campeón de dicho certamen en cuatro oportunidades, las últimas tres al hilo.

Sin respuestas pero no por su culpa...

Finalista por primera vez en Shanghai y en la lucha por ingresar a Londres, Jo-Wilfried Tsonga no buscó excusas y llenó de elogios a Novak: "Djokovic por ahora es muchísimo mejor que todos nosotros. Tendrías que hacer tu mejor tenis para derrotarlo pero es difícil llegar a tu mejor nivel en cada partido. Es impresionante lo que ha hecho este año. Pocos podrían hacerlo". El francés subió cinco puestos (9°) en la "Carrera a Londres" gracias al título en Metz y la final en China, pero sigue lejos de David Ferrer (8°). Lo separan 945 puntos a falta de 2000 posibles, mucho con tan poco por jugar, pero la esperanza es lo último que se pierde.

Nuevamente dentro Top10 en el ranking ATP (10°), a sus 30 años su temporada siempre toma vuelo en los meses finales. Sin tanto cansancio físico por su regular irregularidad, llega a esta parte de la temporada más fresco que sus rivales, y el exnúmero cinco del mundo saca provecho de eso. Agresivo por naturaleza, peligroso como pocos, Tsonga impone respeto cuando ingresa a una cancha de tenis, más aun si está enfocado. Se agranda en las grandes citas, saca lo mejor de si. No es casualidad que haya alcanzado una final de Grand Slam más cinco semifinales, una final del Masters, ganador de dos Masters1000 y finalista otras dos veces...

2012 (Murray) y 2013 (Del Potro). Siempre de remera roja, en honor al color tradicional chino.

El tercer título de "Djoker" en Shanghai (cuarto más la Copa de Maestros 2008) es el 25° Masters1000 de su carrera, uno más que Federer y dos menos que Nadal, los tres más ganadores. Sus 57 trofeos lo ubican a uno de Ilie Nastase, el 10° más ganador de este deporte. Número uno sin discusión, lleva 169 semanas al frente del ranking ATP, una menos que John McEnroe (5°), al que superará cuando inicie París Bercy. Dominador absoluto esta temporada, puede romper varios récords más y firmar la mejor campaña de la historia del profesionalismo, a estas alturas más probable que improbable. París y el Masters, su hoja de ruta de acá a fin de año. Solo queda esperar y disfrutar.

Daniel Vitale Pizarro

12 octubre 2015

Inexpugnable


Reverencia a la gente

El diccionario de la Real Academia Española define "inexpugnable" con tres acepciones: "Que no se puede tomar o conquistar por las armas", "Inaccesible o de acceso muy difícil" y "Que no se deja vencer ni persuadir". Cualquiera de las tres (o las tres) encajan a la perfección con el momento que está atravesando Novak Djokovic en el circuito. Ya iremos a las estadísticas puras pero como anticipo, conquistó Beijing este fin de semana por sexta vez en seis participaciones y lo hizo ante Rafael Nadal 6/2 6/2 en una hora y media. Lo demolió, especialmente en el segundo set. 29 victorias sobre 29 partidos en la capital china para el serbio...

Menos de cuatro games perdidos por partido acumuló Djokovic (18 en total) durante toda la semana en Beijing (récord 2015). 6/1 6/1 a Simone Bolelli, 6/2 6/1 a Ze Zhang, 6/2 6/2 a John Isner (13°), 6/2 6/3 a David Ferrer (7°) y 6/2 6/2 a Rafael Nadal (8°). Trituró a sus rivales. No los dejó jugar. Servicios, derechas, reveses, cortadas... le salió todo. En los pocos momentos de tensión por los que pasó, siempre salió airoso, con tiros profundos, dominando a sus rivales sin importar sus características. Novak eludió la contaminación en el aire con mucha destreza y volvió a hacerse fuerte (invencible) en el torneo que más veces lo vio ser campeón.

Un ídolo de masas que aporta para la causa

"Me las arreglé para mantener la calma, seguir con el plan de juego agresivo y hacer que se mueva. Funcionó muy bien. Creo que mantuve ese nivel de agresividad y el poder en mis golpes. Supe que con el tiempo él iba a cometer errores y dejar bolas cortas para que yo pudiera dominar los puntos. El saque me ayudó mucho, más del 80% de primeros servicios, siete aces y terminando la acción winners, eso me funcionó muy bien durante toda la semana, me ayudó a ganar muchos puntos gratis", un análisis perfecto de la semana de "Djoker" explicada por él mismo, minutos después de consagrarse en en el país asiático.

El historial de enfrentamientos personales entre Nadal y Djokovic es la rivalidad más veces disputada de la historia, que se vuelve cada vez más igualada. 23-22 adelante el español, aunque permanece abajo en finales entre sí 10-13. El trofeo de Beijing significó el 56° de "Nole" en su carrera ATP en 82 finales disputadas. En 2015 compitió en trece torneos de los cuales en doce alcanzó la final y en ocho fue campeón. Números absurdos. Solo cayó antes del partido por el título en cuartos de final de Doha ante Karlovic en el primer certamen de la temporada. ¡68 victorias en 73 partidos, 93% de efectividad! Número uno del mundo por escándalo.

Intentó dar pelea ante un rival que está jugando a otra cosa.

En líneas generales, Nadal fue de menos a más en la ciudad donde fue campeón olímpico en 2008. Su mejor partido fue la final, aunque los número digan lo contrario. Fue sorteando contrincantes con dificultades e incluso con su juego irregular característico del 2015. Jack Sock fue el que le trajo más problemas en cuartos de final, partido que tuvo que remontar. Contra Djokovic tuvo varias oportunidades para quebrar y equiparar el juego en el primer set pero el serbio no lo dejó. El español alcanzó su quinta final del año (3-2), la primera sobre cemento. En total acumula 97 finales (67-30), sexto en la lista histórica de más definiciones ATP en la Era Abierta.

"Rafa" comentó en unas lineas su actuación en la final: “Creo que para el primer set, ese 6/2 fue demasiado, tuve muchas oportunidades. Luego en el segundo set los dolores en mi pie derecho me hicieron perder un poco la concentración”. Nadal fue atendido al comienzo del segundo set por un dolor en el pie derecho, lo que asustó a todos. Pero a pesar de los dolores y la final perdida, el manacorí fue positivo sobre su semana: "Estoy feliz de cómo he jugado. Todas las mejoras son importantes, incluso las pequeñas, y creo que esta semana he mejorado muchas cosas, saco mucho de positivo de esta semana”.
Fuera de la deportivo, aunque con incidencia directa en el juego, este año se palpó la contaminación alarmante en el aire de Beijing. Varios fueron los jugadores afectados durante la semana de tenis por este problema ambiental que aqueja a esta ciudad hiper industrializada. Los niveles de polución preocupan a los habitantes y sobre todo a turistas o personas que deben asistir a Pekin por diversos compromisos. Estudios de la Universidad de Beijing afirman que por la contaminación, la ciudad es "casi inhabitable para los humanos". El smog es tan denso que no solo no deja ver con normalidad, sino que afecta la salud humana al respirar ese aire altamente contaminado.

Martin Klizan fue el más efusivo en redes sociales contra el ATP500 chino, alegando ataques de tos y vómitos tras su partido ante Fognini. Hasta publicó una foto suya con barbijo. Otro afectado fue Jo-Wilfried Tsonga que pidió asistencia médica en medio de su partido por mareos, producto de la falta de aire limpio en su cerebro. Estos atisbos de denuncia contra el torneo no tuvieron ninguna respuesta por parte de las autoridades. Para peor, la nueva política de la ATP limita los "comentarios publicados" por una posible “conducta contraria a la integridad del deporte” contra torneos, jueces, jugadores y sponsors involucrados en el tenis profesional. El dinero manda...

Daniel Vitale Pizarro

14 septiembre 2015

El gran escapista


Djokovic debajo de los papelitos y Federer detrás

La final del US Open 2015 fue una muestra más de superación ante las adversidades, una constante en la vida de Novak Djokovic. Un amor propio envidiable, una garra suprema, una mentalidad que roza lo "Nadalesco" y una consistencia e intensidad que casi nadie resiste. Esos son los pilares de actual número uno del mundo, uno de los mejores tenistas de todos los tiempos en una época brillante del tenis que reúne a tres de los cinco más ganadores de la historia en Grand Slams. Desde Belgrado a Estados Unidos, pasando por Australia e Inglaterra y tropezando una y otra vez en Francia, "Nole" fue construyendo su propia leyenda. Una leyenda de diez... de diez títulos "Grandes".
La primera experiencia en una final de Grand Slam la tuvo en 2007, precisamente en donde se coronó este domingo. El rival fue también el mismo del fin de semana, el vigente tricampeón del torneo (¿destino?). Fue victoria de Roger Federer en sets corridos pero algo cambió a partir de ese partido. El circuito dejó de polarizarse entre Federer y Nadal y se formó una terceto con Djokovic como principal enemigo de ambos. Al siguiente "Major", Novak dio la campanada y debutó como campeón en el Australian Open ante Tsonga, otro que prometía. Pasaron casi tres años para que "ND" volviera a una final de esta envergadura. En el medio intentos de cambios de saque y demás, fallidos.

En el US Open 2010 perdió la final contra Nadal. Pero a fin de esa temporada sucedió algo que lo catapultó a la cima hasta hoy. Fue campeón de Copa Davis. Además le descubrieron un porcentaje de celiaquía por lo que tuvo que cambiar su dieta. Más fibroso y atlético, sumado a la confianza del final del 2010, el año siguiente fue cuando explotó. 41 partidos consecutivos sin conocer la derrota, campeón en tres Grand Slams y número uno del mundo por primera vez. Novak Djokovic derrotó a Murray en la final del Australian Open y a Nadal en las definiciones de Wimbledon y el US Open. Cuatro títulos de GS en seis finales a los 24 años. Estábamos en presencia de un gran campeón.
2007 y 2015, las finales entre sí en el US Open

El 2012 empezó a tono con el año anterior. Campeón en el Australian Open, una vez más ante Nadal en una final de Grand Slam, la más larga de la historia. Pero su efectividad en las grandes citas cayó un poco, aunque no dejaron de ser grandes producciones. Final en Roland Garros y US Open, ambas derrotas ante el nacido en Manacor. El nivel del serbio no decayó y su confianza tampoco. Una vez más, inició una nueva temporada como campeón del Australian Open, por segunda vez derrotaba a Murray en la lucha por el trofeo. La extenuante semifinal ante Del Potro en Wimbledon 2013 le impidió estar a pleno contra Murray que lo derrotó en Wimbledon, y un Nadal inexpugnable lo venció en US Open, el mejor "Rafa" en cemento que hubo.

El sabor amargo de finalizar número dos del mundo tras ganar un Grand Slam más dos finales y una semifinal en los restantes, lo motivaron para recuperar el trono en 2014. A pesar de tropezar ante Stan Wawrinka en cuartos de final del Australian Open y de perder una nueva final de Roland Garros contra el mismo de siempre, Rafael Nadal, en Wimbledon se redimió y conquistó su séptima corona "Grande". Cómodo número uno del mundo, el 2015 lo vio por quinta vez campeón del Australian Open y finalista por tercera vez en Roland Garros, aunque Nadal no fue su verdugo sino Wawrinka, el otro suizo en cuestión.
"¿Soy yo? Ah, ok, está bien"

El noveno Grand Slam en el palmarés de Djokovic fue Wimbledon. Igual que en 2014, Federer estuvo del otro lado de la red. Esa misma final se reeditó por cuarta vez en "Majors" en el US Open
2015, hace algunas horas atrás. Demorada por lluvia, el encuentro se trasladó a la sesión nocturna, horario en el que Roger solo había perdido en una oportunidad. Sin ceder sets, invicto en el verano norteamericano con una postura más agresiva de lo habitual, era el rival ideal para poner en problemas al dominador de los últimos años e inalcanzable número uno del mundo. Djokovic afrontaba esta final en quizás su mejor año como profesional, incluso superior al 2011.

Los constantes ataques y subidas a la red, las 23 opciones de quiebre, los 56 tiros ganadores y el apoyo de 23000 personas no fueron suficientes para romper la imperturbable defensa e intensidad del serbio que resistió los embates del suizo, contragolpeó y sobre todo, acertó en los momentos claves del partido. No titubeó. Las innumerables ocasiones para adelantarse en el marcador que tuvo Federer fueron maniatadas por "Nole", mental y físicamente superior. Esas oportunidades, ante otro rival, difícilmente se le hubieran escapado. Pero cada rival supone niveles distintos de exigencia y Novak Djokovic, ante la menor duda, no te perdona. Mientras más apretado el marcador, mejor juega.
“Ganar ante el jugador más laureado, alguien que siempre sigue peleando hasta el final, que te hace buscar esa pelota extra, son cosas muy especiales para mí. Poder revivir estos momentos como en 2011 es algo increíble. Creo que es más complicado repetir algo que hacerlo por primera vez. Soy una persona y un jugador distinto a lo que era en 2011. Soy un hombre casado, padre y con distintas experiencias en la vida. Enfoco el tenis de una forma completamente distinta. Me siento más completo, físicamente más fuerte y mentalmente más experimentado y resistente. Haber estado en esa situación con anterioridad me ha ayudado a comprender distintos obstáculos y sé lo que necesito para superarlos”, las palabras de un maduro y aplomado Djokovic, con los pies sobre la tierra.

Federer fue modesto y educado en conferencia pospartido en pleno Arthur Ashe (incluso jugó con la frase de Pennetta "one last thing") pero cuando se sentó ante los micrófonos en la sala de conferencias, mostró su lado más humano: “Estoy muy decepcionado. He tenido muchas oportunidades en mi raqueta. Nunca debí ir por debajo en el marcador de la manera en la que estuve. Es bastante simple. Perdí debido a los errores que he cometido. Tengo que mejorar en eso. Así que ahora voy a trabajar y seguir adelante. No es ningún problema para mí”. 27 finales de Grand Slam (17-10), las últimas tres perdidas y con la pasión intacta. #BEL18VE

Daniel Vitale Pizarro

24 agosto 2015

Roger tiene la edad de su juego


Roger mira al cielo y Novak al piso.

"He tenido un montón de tiempo desde la final de Wimbledon. Estoy fresco y con ganas de jugar. No puedo esperar a que empiece el torneo. Los entrenamientos han ido bien y estoy muy contento de cómo me siento". Así declaraba Roger Federer antes de debutar en Cincinnati ante Roberto Bautista Agut. Ausente en Montreal por cuestiones de planificación, algo que Federer estudia minuciosamente, llegó a Ohio para defender su corona con el riesgo de trastabillar y llegar al US Open casi sin partidos. Pero nada de eso sucedió, si no todo lo contrario. Incluso recuperó el N°2 del mundo, puesto que le había arrebatado Murray la semana pasada tras ser campeón en Canadá.

Una hora y nueve minutos duró el español en cancha. Un monólogo de Federer que hizo lo mismo en las rondas sucesivas contra Kevin Anderson (55 minutos) y Feliciano Lopez (62 minutos), rivales de fuste que literalmente borró de la cancha. Su propuesta ultraofensiva, aun más de lo habitual, opacó las virtudes de los demás. Murray era el semifinalista, la vara estaba más alta pero el nivel de Roger no bajó. Menos lanzado a la red que los partidos anteriores pero siempre con la intención de atacar e ir hacia adelante, controló las acciones y neutralizó el juego del británico. 6/4 7/6 para el suizo y final en Cincinnati, séptima en este Masters1000 que ganó las seis veces anteriores.
Feliz, agradece el apoyo del público.

La final era una vez más contra Novak Djokovic. Por quinta vez en la temporada se veían las caras en la definición por un título. En Dubai se llevó el trofeo el helvético y las tres restantes (Indian Wells, Roma y Wimbledon) fueron para el de Belgrado. En el sexto Masters1000 del año, la rivalidad Federer-Djokovic se reeditaba por 41° vez, historial empardado en veinte triunfos por lado. 4h 43m había estado en cancha "RF" antes de la final contra las 6h 49m de "ND". Y si a eso le sumamos los cinco partidos disputados la semana pasada en Montreal, la condición física de cada uno podría haber llegado a pesar, algo que para alegría del público y sponsors, al menos a simple vista, no se notó.

El primer set fue equilibrado en el resultado hasta el tiebreak pero no tanto en el desarrollo. Sin ceder opciones de quiebre, Federer no tuvo complicaciones al servicio (como durante toda la semana) y peleó varios juegos de saque de Djokovic. Su agresividad al resto, algo inusual en él, dio sus frutos en la muerte súbita y al comienzo del segundo set, cuando quebró el servicio de Novak y se encaminó hacia la victoria. El tiebreak fue un mazazo para "Nole". Cedió terreno que no pudo recuperar. 7/6 6/3 y título para el mejor tenista de la semana. Derrotó a Murray (2°) y a Djokovic (1°) en fila. Por segunda vez en su carrera venció en un mismo torneo al 1° y 2° del mundo, como en el Masters 2003 (Ferrero -2°- y Roddick -1°-).

Pasión eterna

La actuación de Federer en Cincinnati fue colosal. A sus 34 años recién cumplidos, demuestra torneo tras torneo que está más vigente que nunca. Y se da el lujo de re-reinventarse. Notorio fue el cambio (para bien) de su juego desde la contratación de Stefan Edberg como coach pero esta semana le aplicó una marcha más a esa táctica. Su servicio funcionó a la perfección, manejó los tiempos y jugó a gusto con su derecha, incisiva como de costumbre. La volea, inexpugnable, firme y decisiva. Pero lo que más impacto causó fue su devolución, golpe con el que durante su carrera nunca brilló. Desde "winners" hasta "chip and charge", todo le salió bien. Presionó como nunca, ahogó a sus rivales y hasta devolvió muchas veces de sobrepique atorando a sus rivales. Alucinante.

Federer confesó que practicó la devolución de bote pronto como un chiste durante los entrenamientos y que se dio cuenta que podría funcionar en Cincinnati por la superficie y condiciones de Ohio. "No voy a jugar en la manera en la que ellos quieren que juegue. Es un poco una locura para ser honesto, pero me está funcionando. No es que lo haga en todos los segundos saques, sino en algunos puntos. Es bueno crear un poco de confusión en la cabeza del adversario", reflexionaba en conferencia de prensa sobre las tácticas a utilizar y lo realizado esta semana. Además aclaró lo roles de sus entrenadores y la influencia positiva de Edberg: "Stefan es quien me da diferentes consejos sobre qué hacer en los partidos o los entrenos pero es Severin el que maneja el barco". Claro como siempre.

Su derecha marca el ritmo de los partidos.

Los números de "Su Majestad" no paran de aumentar y el paso del tiempo parece no afectar su eficacia. 87 títulos ATP, 24 Masters1000, siete en Cincinnati y cinco esta temporada. Número dos del mundo, se mantiene en el Top10 de manera consecutiva hace 672 semanas, aun lejos de las 788 de Connors. Donde si es líder es en las semanas como número uno del mundo (302) y como Top2 con 463 y contando. "Creo que soy un jugador mejor ahora que cuando tenía 24 años porque practiqué durante diez años y tengo diez años más de experiencia. Siento que golpeo mejor mi servicio y mi revés, mi derecha sigue siendo tan buena como siempre y mi volea está mejor que nunca".

El campeón agregó Cincinnati a la lista de los torneos que consiguió siete veces. En Ohio levantó el trofeo en 2005, 2007, 2009, 2010, 2012, 2014 y 2015. Wimbledon y Dubai también los ganó en siete oportunidades y Halle ocho veces, los cuatro certámenes en los que más triunfó. Djokovic se quedó con las manos vacías: perdió por quinta vez la final aquí. Si agregamos la final perdida en Roland Garros, cayó en las finales de los torneos que le faltan para completar el tanto "Grand Slam" y como el "Carrer Golden Masters", en un año en el cual parecía que arrasaba con todo. No todo es color de rosa para Novak, la remera de Roger sí.

*El título es un tuit de @unmoroenlacosta.
Daniel Vitale Pizarro

17 agosto 2015

Andy ha vuelto


Miradas cómplices

“Para ganarle a Murray tendré que subir uno o dos niveles de tenis respecto a lo que he mostrado durante la semana”. Así vivía el partido Djokovic en la previa. Sabía que la vara estaba cada vez más alta y que si no elevaba su nivel, no tendría chances. Las ocho victorias consecutivas del serbio ante el británico y los diecinueve triunfos sobre los veintiocho encuentros que disputaron hasta aquí, no pesaban para Novak que respeta siempre sus duelos con Andy. Y no se equivocó. Brindaron una batalla (otra) en Canadá, más intensa que bien jugada pero con destellos de calidad a los que nos tienen acostumbrados, en la que el ganador fue el que menos dudó y más arriesgó.

Tres horas duró el partido. Idas y vueltas en el marcador terminaron con la victoria de Murray 6/4 4/6 6/3. No fue un gran partido desde lo tenístico pero si desde la intenso y emocional. Un tire y afloje de ambos en el que salió ganador el que más "tiró". Apoyado en un servicio punzante y un revés que marcó el ritmo del partido, el británico se llevó el trofeo canadiense por tercera vez en su carrera. La postura más agresiva de Andy desde la devolución sofocó al serbio que irregular como durante toda la semana, nunca pudo tomar las riendas del partido. Su admirable capacidad de lucha le permitió aguantar y forzar un tercer set, pero contra estos rivales, eso no es suficiente.

Incisivo con ese golpe

Andy se mereció ganar hoy en la cancha. Pienso que hubo una diferencia entre su saque y el mío. Yo no saqué bien el primer set y medio. Él lo hizo en los momentos más importantes y también consiguió grandes tiros”. Coherente antes y después del partido, Djokovic aceptó la derrota como lo hace casi siempre y ponderó los méritos del rival contra sus deficiencias, una postal que se repite cada vez que es derrotado, aunque esta temporada solo haya perdido cuatro partidos. Novak cayó en Doha ante Karlovic, en Dubai contra Federer, en Roland Garros frente a Wawrinka y en Montreal. En contraposición están sus seis títulos en el año, inalcanzable en el ranking.

Los números del escocés esta temporada son fantásticos, solo superados por Djokovic en nivel, resultados y ranking. Lo eliminó de cuatro torneos importantes: final del Australian Open, semifinal de Indian Wells, final de Miami y semifinal de Roland Garros. Un karma. Hasta su título en Montreal y fin de la hegemonía serbia, en 2015 fue campeón en Munich, Madrid y Queens con el premio de superar a Federer en el escalafón mundial y volver al número dos del mundo. Líder en victorias (53-8), achicó el H2H (9-19), empató las finales ganadas entre si (6-6) y acumuló 77 partidos consecutivos ganados cuando gana el pimer set. ¡Bingo!

No encontró respuestas

Pero el presente de Murray no es casualidad. Atrás los problemas en su espalda tras la operación y la ruptura con Ivan Lendl, Andy decidió primero contratar a Amelie Mauresmo y después anexó a su grupo de trabajo a Jonas Bjorkman. Los resultados fueron de menor a mayor, todos positivos. El sprint final de 2014 para clasificar al Masters fue el puntapié inicial para recuperar aquellas sensaciones que tuvo antes de la lesión. Al próspero comienzo de año le faltaban títulos. Y las coronas llegaron en el polvo de ladrillo europeo. Sin siquiera finales en esa superficie durante toda su carrera, encadenó éxitos en Munich y en Madrid, paliza a Nadal en la final española incluida.

Primero su madre que lo inició en el tenis, segundo su mujer, fiel compañera y reciente mujer oficial, y tercero Mauresmo, el tridente femenino que encarriló al escocés para su vuelta al número dos del mundo. Además mejoró su condición física e incorporó sesiones con un psicólogo que lo ayudaron a conocerse mejor y pensar de otra manera los partidos importantes. “Tienes que estar abierto y ser honesto con tus pensamientos y sentimientos. Si mentís acerca de las cosas que te hacen más fuerte y más duro es inútil”, palabras recogidas por la revista 'The Sunday Times' en una entrevista realizada en Wimbledon.

Una firma que nunca olvidarán

Andy Murray cosechó su Masters1000 número once, la misma cantidad que Pete Sampras. El título en Canadá fue el tercero allí, cuarto ATP del año y 35 de su carrera en 51 finales disputadas, todo un número. "El año pasado fue un año muy difícil para mí. Pasé por muchas cosas. Salí del Top10 y la gente se hacía muchas preguntas, habían perdido la fe en mí. Cuando volví de la lesión no fui capaz de competir con los mejores jugadores. Me ha tomado mucho tiempo volver a este nivel, por eso estoy muy feliz de estar jugando así de bien", sinceras palabras de un campeón satisfecho con su nivel pero más que nada por volver a derrotar a Djokovic y sentirse competitivo contra los mejores.

Daniel Vitale Pizarro
@DanielViPiTenis

13 julio 2015

El pasto no es solo para las vacas


"El césped no tiene gluten, no está procesado, es completamente orgánico y natural. No me dio ninguna reacción"

Novak Djokovic (1°) y Roger Federer (2°), los dos mejores tenistas de la actualidad, llegaron a la final de Wimbledon al igual que la temporada pasada. Los niveles de ambos durante las dos semanas prometían un partido de altísimo vuelo. En las semifinales, Djokovic destrabó un primer set muy parejo ante Gasquet, que luego terminó resolviendo con comodidad, y Federer disputó uno de los mejores partidos de su carrera, según sus palabras, contra Murray. La final de Grand Slam con más "Majors" de la historia (25), dos más que la disputada el año pasado entre ellos en el "All England" (anterior récord), no iba a defraudar.

Roger empezó muy agresivo, decidido a acortar los puntos y cerrarlos en la red. Eso se trasladó al primer quiebre del partido para el suizo. Inmediatamente Novak lo recuperó. Tuvo que salvar dos bolas de set en el 5-6, momentos en los que el primer servicio fue vital. El tiebreak fue todo para el campeón defensor. El segundo set fue el más parejo. Esta vez el que tuvo set point en el 4-5 fue "Nole". Llegó el tiebreak. Federer caminó por la cornisa, salvó siete sets points y se llevó el parcial. La Cancha Central explotaba. El serbio, enfadado, rompía su remera en el cambio de lado, ofuscado por las chances desperdicias. El encuentro se convertía en uno al mejor de tres sets, atrapante.

Su saque, menos dotado, funcionó mejor que el de su rival

La paridad del tercero duró poco. El nacido en Belgrado rompió el saque de su rival en el 1-1. La intensidad del partido había bajado. Federer sintió el peso del partido, sus piernas lo evidenciaron y en semejante definición, esas pequeñas cosas terminan inclinando la balanza. Administrado el quiebre, los últimos esfuerzos del helvéticos fueron en vano. 7/6 6/7 6/4 y al descanso. Djokovic sabía que salvo la heroica, el partido estaba en sus manos. Nuevamente un quiebre tempranero de servicio dilapidó las pocas chances que le quedaban al nueve veces finalista aquí, que cayó 7/6 6/7 6/4 6/3 ante un inexpugnable campeón, una roca sólida en todos los aspectos que involucran al tenis.

Los números de Djokovic esta temporada son un escándalo. Salvo el traspié a principio de temporada en cuartos de final de Doha ante Karlovic y su saque, no bajó de la final en todos los torneos en lo que jugó. Campeón del Australian Open, Indian Wells, Miami, Monte Carlo, Roma y Wimbledon más las finales de Dubai (Federer) y Roland Garros (Wawrinka). 48-3 su récord en 2015, seis títulos sobre nueve jugados y más de cuatro mil puntos por encima de Federer en el ranking ATP. Pero por sobre todas las cosas, muy superior a todos, similar a lo que ocurre con Serena Williams en la WTA, pero con más jerarquía de los rivales.

Frustrado pero feliz, la cara de Federer, una mezcla agridulce contra la sonrisa de oreja a oreja de Djokovic.

En un breve análisis, con humor y sinceridad, Federer dijo cosas como estas: “Novak estuvo brillante en los puntos importantes y al final se convirtió en una roca sólida. He tenido mis oportunidades de ganar y por eso estoy decepcionado. Supongo que el primer set ha sido clave, si lo hubiese ganado es posible que las cosas hubieran sido diferentes. Tampoco me hubiera venido mal sacar un poquito mejor, conseguir más puntos gratis. Él ha jugado muy bien a lo largo de todo el torneo, de todo el año, también de la temporada pasada y de la temporada anterior, es decir, siempre. Este año se merecía el título”.

El mejor deportista suizo de la historia tomó el plato, lo exhibió por todo el estadio, lo enseño con orgullo y aceptó la derrota: "Jugué un buen tenis pero Novak lo hizo mejor. Tuve dos grandes semanas, un partido no opaca los anteriores seis". Brillante. Una lección para todos los tenistas que ponen excusas a la hora de las derrotas y magnifican lo que en realidad es: un partido perdido más. Lo único real es la realidad y el balcánico está por encima de sus rivales. No queda otra que aceptarlo y seguir intentandolo, pero tranquilo con lo hecho dentro de una cancha, y más aun, orgulloso de ser el segundo en un torneo en el que empiezan 128, todos con la misma ilusión.

Orgulloso pero con un sabor amargo, Federer caminó toda la Cancha Central con el plato de segundo puesto.

“Teniendo en cuenta mi estado anímico hace tres o cuatro semanas, es increíble estar aquí como campeón de Wimbledon, porque he conseguido superar ese gran reto otra vez”, las palabras del campeón tras su consagración por tercera vez de Wimbledon en su cuarta final en las últimas cinco ediciones. “Obviamente, soy mucho más fuerte mentalmente y más maduro como jugador y persona para ser capaz de mantener constantemente este nivel de profesionalidad y competir con estos jugadores", único jugador en haberle ganado a Nadal en Roland Garros y a Federer en Wimbledon en una misma temporada.

Novak persigue la historia. Su campeonato en Wimbledon le permitió pasar a Andre Agassi, Jimmy Connors, Ivan Lendl, Fred Perry, Max Décugis y Ken Rosewall (8) en cantidad de Grand Slams para ubicarse octavo en la historia y quinto en la Era Abierta. Roger Federer (17), Rafael Nadal y Pete Sampras (14), Roy Emerson (12), Bjorn Borg y Rod Laver (11), Bill Tilden (10) y Novak Djokovic (9), así es la lista de los máximos ganadores, en la que el serbio no para de escalar posiciones.

Daniel Vitale Pizarro

09 junio 2015

"El partido de mi vida"

Genial el medio suizo

Exactamente doce años atrás, el ocho de junio de dos mil tres, Stanislas Wawrinka se consagraba campeón de Roland Garros junior. Por aquellos años derrotaba a Brian Backer. El mismo día pero de dos mil quince, "Stan" repitió el título en París ante Novak Djokovic (1°), a sus 30 años. El suizo se convirtió en el sexto jugador en la historia en ser campeón en la arcilla parisina más importante, como junior y como profesional, igual que Ken Rosewall, Roy Emerson, Andres GimenoIvan Lendl Mats Wilander. Antes de los 18 años fue número siete del mundo, y como mayor de edad, tocó el tercer puesto del ranking mundial. Hoy es cuarto y con dos Grand Slams en su haber, la misma cantidad que suma Andy Murray...
El año pasado llegó a Roland Garros como firme candidato, por ser el vigente campeón del Australian Open y por buenos desempeños en arcilla (finalista en los tres Masters1000 de ladrillo en su carrera). Pero la presión le jugó una mala pasada. Cayó en primera ronda ante Guillermo García Lopez. Cuartofinalista en Wimbledon y US Open, empezó 2015 con la defensa de su título de Grand Slam y llegó hasta las semifinales. Lo frenó Djokovic en cinco sets. Problemas con su pareja desembocaron en una separación mediática, con comunicados de ambos a los medios. Los inconvenientes personales le afectaron dentro de las canchas y se hizo notorio tras ser campeón en Rotterdam

Cada uno cumplió su rol a la perfección

No pasó de octavos de final en los primeros cuatro Masters1000 del año. Recién en Roma mostró buen nivel con victoria sobre Nadal y derrota en semifinales ante Federer. Un traspié en cuartos de final de Ginebra, días antes de Roland Garros, le quitaron completamente el mote de favorito. Beneficiado por la baja de Raonic (6°), Stan (9°) fue preclasificado octavo, lo que evitaba un futuro enfrentamiento ante los ocho mejores antes de cuartos de final. Vestimenta llamativa de la marca japonesa (remera a rayas y pantalón a cuadros), Wawrinka y Yonex iniciaban un nuevo Roland Garros, que quedará en el recuerdo...

El primer compromiso complejo en los papeles llegó en octavos de final ante Gilles Simon, rival al que pasó por arriba. Sin perder sets en el torneo, en cuartos de final lo esperaba Roger Federer, de gran nivel tenístico durante la semana. El menor de los suizos jugó a otra velocidad, no tuvo inconvenientes con Roger y lo derrotó en sets corridos. En semifinales, el local y 15° ATP Jo-Wilfried Tsonga, era el escollo para acceder a la final. Fue el primero que lo exigió y le arrebató un set. Pero quedó en eso. "Stan The Man" se llevó el encuentro y accedió a su primera final en Roland Garros, segunda de Grand Slam, en su 11° participación en el "Bois de Boulogne".
"Es una lástima que no pueda usar estos pantalones en Wimbledon"

Novak Djokovic, el candidato de todos, era el otro finalista, que había batallado cinco sets en dos días para sacar del camino a Andy Murray en semifinales. El serbio estaba invicto en arcilla durante 2015 (16-0, campeón en Monte Carlo y Roma) y todos los flashes apuntaban hacia él. Ocho Grand Slams en quince finales disputadas (dos perdidas en Francia). Este era el momento. Donald BudgeFred PerryRoy EmersonRod LaverAndre AgassiRoger Federer Rafael Nadal, únicos vencedores en los cuatro "Majors", eran su horizonte y estaba a solo un partido de alcanzarlos. Pero...

Stanislas Wawrinka le tomó un set y medio acomodarse en el partido. A partir del quiebre en el segundo set, que luego respaldó con el suyo para igualar el encuentro, todo fue para el suizo. Un concierto de golpes de fondo. Derechas, servicios y principalmente reveses que herían al número uno cada vez que los ejecutaba con buenos apoyos. Cruzado o paralelo, el revés de Stan golpeaba como un boxeador, hasta el knock out. Novak, sorprendido más de una vez por los winners de su rival, aguantaba y luchaba, a la espera de que el helvético bajara la intensidad, algo que nunca sucedió. 4/6 6/4 6/3 6/4 fue el marcador final, con un winner de revés paralelo, como lo hizo durante todo el partido, lanzado, enfocado y calibrado a la perfección.

El mejor reves del momento... ¿y de la historia?

"Nole", con lágrimas en los ojos, humanizado, analizó rápidamente el porqué de su derrota: "Estuve más nervioso que en cualquier otro partido. No quiero poner excusas afirmando que esos dos partidos (Nadal y Murray) me restaron mucha energía física, mental y emocional. Me sentía tan fresco como era posible. Estoy orgulloso por el coraje que puse en el partido, di lo mejor de mí. No era el día. Quizá en momentos claves no sentí esa explosividad en las piernas, pero al final, él fue el mejor jugador. Esto es deporte. Es lo que sucede a este nivel. Tengo que aceptar la derrota". Un ejemplo en las victorias y en las derrotas, sin excusas.

"Lo volveré a intentar el año siguiente"

Pero el momento clave y bisagra en la carrera de Wawrinka fue en mayo de 2013, cuando decidió contratar a Magnus Norman como su coach, jugador al que seguía cuando era profesional y durante su etapa como entrenador de Robin Soderling. Stan reveló que en su primera charla tras el primer entrenamiento, cuando debían ponerse de acuerdo a que torneos acudirían juntos, Magnus le dijo: "Yo estaré en el Masters", a lo que respondió: “¿Qué? ¿Estaré allí?". En noviembre debutó en el 'O2' de Londres y llegó hasta semifinales. Dos meses más tarde, levantaba su primer Grand Slam en Australia, ante Nadal en la final y con un tenis alucinante.

Mucho más que una dupla ganadora.

“Algunos entrenadores intentan darte confianza para motivarte todo el tiempo, te dicen que eres magnífico, que estás en un combate de boxeo y vas a golpear fuerte a tu rival. Él simplemente me dice pequeñas cosas que marcan una gran diferencia”, palabras de Wawrinka sobre Norman y su relación con él. El domingo tras la victoria, le dedicó el título: "Quiero dedicárselo especialmente a Magnus, que perdió la final como jugador y dos veces como entrenador. Al menos esta vez la ganaste".

Daniel Vitale Pizarro