10 marzo 2022

El vendaval Alcaraz

Carlos Alcaraz llegó a la elite para quedarse. El español implosionó en el inicio de 2022 por lo que sus objetivos a corto y mediano plazo tuvieron que cambiar. Desde que cumplió dieciocho años en mayo de 2021 no ha parado de evolucionar: título Challenger en Oeiras; título ATP250 en Umag; cuartos de final del US Open con victoria ante Stefanos Tsitsipas (3°); campeón del Masters #NextGen en Milán; campeón del ATP500 Rio de Janeiro con triunfo ante Matteo Berrettini (6°); y debut victorioso en Copa Davis en Marbella. Actual diecinueve del mundo, el murciano no "será" una de las atracciones principales del circuito esta temporada, ya lo es.

Desde muy pequeño ya apuntaba maneras. Subcampeón por equipos de España 2015 (U12), campeón mundial con España 2017 en Prostejov (U14), campeón de España 2017 (U14) y 2018 (U16), campeón europeo en Moscú 2018 (U16) y campeón de la Copa Davis Junior 2018 (U18). Solo o acompañado, Alcaraz estaba destinado al éxito. Facilidad para generar potencia, intensidad, competitividad y actitud son las cuatro características principales del baluarte español, presente y futuro del país ibérico. Rodeado desde 2018 por Juan Carlos FerreroKiko Navarro y Álex Sánchez entre otros, un equipo de trabajo serio y que lo mantiene con los pies sobre la tierra, Carlos no tiene techo.

A partir de que el tándem Ferrero-Alcaraz empezara a trabajar en el verano de 2018, el camino a seguir estaba claro: "Hemos trabajado en el orden fuera de pista. Cuando entramos en el equipo, Carlos era un pelín desordenado. Ayudarle fuera de pista ha servido para que sea más ordenado dentro. Cuando le conocí ya jugaba muy bien, pero jugaba como se mostraba fuera, esto es algo que hemos mejorado mucho. Se ha profesionalizado fuera de la pista y eso se está viendo en los resultados. Es muy importante que mantenga los pies en el suelo, para eso está su familia y el entorno que trabaja con él desde pequeño. Y también nosotros. Entre todos tenemos la experiencia para llevarle por el buen camino y que no ocurra ninguna tontería".
Y es que llama la atención del mundo tenístico como un joven de dieciséis años (406° ATP) ganaba su primer partido ATP en el ATP500 Rio y dos años después ganaba ese mismo torneo. Atención que invita a verlo jugar. Su intensidad, el querer proponer y no especular frente a cualquier rival, su transparencia emocional en pista y su humildad fuera de la misma son factores que contagian a los fanáticos. Así lo describe su entrenador: "Desde el principio, Carlos ha tenido esa luz que atrae a la gente. No sé si es por su forma de jugar, que es muy carismática, con ese poderío, esa fuerza y esa forma de moverse. También es muy expresivo y eso a la gente le llena y se siente identificada. Muestra mucho lo que está viviendo por dentro. La gente prefiere eso a que sea un bloque de hielo", 
La confianza en uno mismo es quizás lo que diferencia a los mejores deportistas del mundo y Carlos Alcaraz no es la excepción a la regla: "El título en Brasil me da mucha confianza en lo que estoy haciendo porque considero que estoy en el camino correcto para ser número uno del mundo. Ese es uno de mis objetivos porque soy un chico que sueña a lo grande y ojalá pudiera ganar medallas olímpicas y conseguir títulos de Grand Slam. Si no me desvío de este camino sé que tendré oportunidades para conseguirlo, pero sé lo difícil que es y tengo claro que lo que he hecho hasta el momento no me garantiza nada".


Carlitos, como lo llama su circulo íntimo, no tuvo problemas en desvelar sus puntos fuertes y los débiles: "No me gusta alardear de mis habilidades, pero sí es verdad que me considero bastante bueno en lo que a consistencia se refiere. Mecanizo muy bien todos mis golpes. Pero sé que debo trabajar mucho el tema mental. Necesito mejorar mi concentración durante los partidos, evitar los bajones, no tener altibajos constantemente en mis partidos. Considero el tenis como un deporte netamente mental. Estás tú solo en la pista y eres tú el único capaz realmente de superar los problemas y salir victorioso. Todo esto lo vengo trabajando con mi psicóloga Isabel Balaguer desde hace ya tres años".


Curiosa al menos es la anécdota de su abuelo. Carlos (88 años) fue quién le introdujo en el tenis y en el ajedrez y es el primer y mayor fanático de 'Carlitos'. Apasionado del tenis y seguidor de su nieto desde que disputara sus primeros torneos como tenista en el club de tenis de la 'Real Sociedad Club de Campo de Murcia' (primer socio), colecciona de manera obsesiva todo lo relacionado con Alcaraz que se publique en algún medio de comunicación. A día de hoy, su colección de recortes, fotos e información sobre su nieto relacionada al tenis tiene tintes enciclopédicos, un material de un valor incalculable para toda la familia Alcaraz.

Daniel Vitale Pizarro

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