26 noviembre 2018

RIP Copa Davis

Cuando se recuerde a Croacia en la Copa Davis, el aficionado promedio rememorará tres acontecimientos. El primer título en su primera final disputada ante Eslovaquia en Bratislava (Eslovaquia) en 2005; la increíble oportunidad desperdiciada en Zagreb (Croacia) contra Argentina tras llegar al domingo 2-1 y Marin Cilic 2-0 en sets versus Del Potro; y por ser el último campeón de la Copa Davis tradicional, en su versión histórica, esae ideó Dwight Filley Davis en 1900. 118 años de historia se terminaron en Lille (Francia) consagrando a Cilic, Coric, Dodig, Pavic y Skugor, frente a los campeones defensores capitaneados por Yannick Noah.
El capitán francés, único de su país campeón de Grand Slam en la Era Abierta, sorprendió con la convocatoria. En la lista de buena fe dejó afuera a Benoit Paire (52°), Adrian Mannarino (42°), Gilles Simon (30°) y Gael Monfils (29°). En su lugar convocó a Lucas Pouille (32°), Jeremy Chardy (40°), Jo-Wilfried Tsonga (259°), Pierre-Hugues Herbert (55° y 12°) y Nicolas Mahut (11° en dobles). Los franceses son un ejemplo como equipo porque, los no convocados por gusto o preferencia del capitán, forman parte de la delegación, entrenan juntos y viven la semana de la final como uno más. "Todos para uno, uno para todos"
El jueves, durante el sorteo, Noah volvió a sorprender a propios y ajenos: Chardy single uno y Tsonga single dos. Una jugada arriesgada, de esas que si salen bien, el capitán es un "estratega" y que si salen mal, no se entiende porqué lo hizo. Lamentablemente para el aficionado francés, salió mal. Pero no fue descabellado lo que hizo Yannick. El campeón de Roland Garros 1983 apostó por Chardy ante Coric gracias a su H2H (2-1) y a su última victoria en polvo de ladrillo del galo; y por Tsonga, jugador copero por excelencia (27-10 en Davis) y el mejor francés de ésta camada. La jugada maestra no salió y Francia llegó al sábado con un contundente 0-2 y 0-6 en sets.

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El equipo de Croacia era mejor en calidad. Marinc Cilic (7°), Borna Coric (12°), Mate Pavic (4° dobles), Franko Skugor (28° dobles) e Ivan Dodig (35° dobles). Versátiles singlistas y muy buenos doblistas, la superficie no definía favoritismo, más allá de las condiciones favorables para el local, típicas de una serie de Copa Davis. El dobles fue para Herbert/Mahut, una pareja asentada en el circuito ATP ante una muy buena dupla croata pero que carecía de partidos como equipo (Pavic/Dodig), llegaron al domingo con opciones de revalidar el título de 2017. Apenas comenzada la jornada dominical, Marin Cilic, el mejor rankeado de la serie, se encargó de silenciar el estadio al barrer al héroe de la Davis pasada, Lucas Pouille, en sets corridos, con un match point de lujo.
Consumada la derrota en su país, la actitud francesa hace honores a los creadores de este deporte. En medio de los festejos de los croatas en el vestuario, ingresaron al mismo Yannick Noah y los suyos para felicitar a los campeones, brindar con champagne y fotografiarse con ellos. El 'fair play' por encima de todo, demostrando que ganar no es lo más importante, sino competir lo mejor posible, respetar y felicitar al rival si fue mejor. Así de simple y así de complejo. En un mundo tan competitivo y asediado por los medios de comunicación que ensalzan las victorias y enfatizan las derrotas, Francia y el tenis le demuestran al mundo que hay otro camino y que es mucho mejor.

Daniel Vitale Pizarro

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