24 agosto 2014

Todo fue color de rosa


¡Para brindar!

El que le ganó a Nadal en Wimbledon, el bicampeón de Copa Davis, el campeón de Bucarest 2013... Lukas Rosol ya se ganó un lugar dentro de los conocidos del tour y no solo por esporádicos resultados o determinados batacazos. El checo se adjudicó su segundo ATP en Winston Salem ante Jerzy Janowicz, en la previa del US Open. En su tercera final disputada en lo que va del año (cuarta en su carrera), pudo festejar tras haber perdido las de Bucarest y Stuttgart. Los buenos resultados le permitieron subier en el ranking hasta el puesto 27°, su ubicación más alta desde que es profesional. A los 29 años, en un circuito cada vez más longevo, Lukas pasa por su mejor momento tenístico, justo antes del último Grand Slam del año y de la semifinal de Copa Davis ante Suiza, que lo tendrá una vez más entre los convocados.

Preclasificado número siete en Winston Salem, Rosol aprovechó la prematura caída de Robredo y el abandono de Isner, su rival en semifinales para meterse en la final. Del otro lado de la red lo esperaba Jerzy Janowicz (el hombre de las gafas) que acumulaba en 2014 diez primeras rondas y apenas una sola semifinal ATP en Montpellier, en febrero. El polaco tuvo que remontar los dos partidos previos a la final en los que había perdido el primer set: Goffin en cuartos de final y Querrey en semifinal. Además le cortó al belga Goffin la racha de veinticinco partidos consecutivos sin perder. A pesar de ir ganando durante casi toda la final, la victoria y el trofeo no fueron para él.

399cm de altura...

Rosol (196cm) vs Janowicz (203cm) se dirimían el título en Winston Salem. Ambos con estilos de juego muy parecidos: "bombas" desde cualquier posición de la cancha, potentes servicios y "planazos" de derecha. Puntos cortos, muchos winners y errores no forzados, fueron el patrón de la final (como el de sus carreras). Parejos hasta en el resultado, Jerzy dejó escapar un 0-40 en el 3-4 al servicio de Lukas y luego dos match points cuando el checo sacó 4-5. Tras las oportunidades desaprovechadas, la balanza comenzó a inclinarse en contra suyo. Salvadas las situaciones de riesgo, el nacido en Brno, Checoslovaquia, quebró el servicio de su rival en el siguiente juego y cerró el partido 3/6 7/6 7/5.

Rosol expresó su satisfacción por el rendimiento de su servicio a lo largo del partido: "La clave del partido estuvo en la gran concentración que mantuve en mis juegos, especialmente con mi saque. Lo importante es que esta no sea la primera ni la última que dispute", y explicó otra de las claves para que el partido se volcara a su favor: "Esperé con paciencia para ver si me daba una chance con su saque, y lo hizo. No empecé bien, pero terminé bien".


Además de su natural potencia, es tirador compulsivo de drops

Janowicz pudo acumular cinco partidos al hilo en el circuito, algo que no conseguía desde la semifinal en Wimbledon 2013, una irregularidad que lo empujó desde el puesto 14° que supo tener hasta el 52° (43° tras esta final). Gracias a las cuatro victorias, igualó su récord de partidos en el año (20-20) y sumó su segunda final ATP, ambas perdidas (París 2012 y Winston Salem 2014). Admirador de Pete Sampras, con 23 años y mucho potencial, sobre todo en su saque y su derecha, deberá madurar mentalmente si quiere volver al Top20 y mantenerse allí para intentar dar el salto al Top10.

Dato curioso: Lukas Rosol ganó diez puntos menos que Jerzy Janowicz (98 a 108) durante las dos horas y once minutos que duró el partido e igualmente pudo ganar el encuentro.
Destino: Nueva York

Amante de la carne argentina y de la comida italiana, Lukas Rosol comenzó a jugar hockey sobre hielo a los cuatro años y a los seis agarró por primera vez una raqueta para jugar con sus padres. Lukas es hijo de Emil, dueño de un comercio de artículos para los autos, y de Diana, profesora de esquí, que también trabaja con su marido en el negocio. Entre sus pasatiempos está esquiar (empezó a esquiar a los cinco años con su madre) y jugar al fútbol, actividades no complementarias con el tenis, que practica cuando se lo permite la raqueta y la pelotita amarilla. A pesar de no destacarse como junior, su carrera hacia el Top100 fue larga. Recién ingresó en 2011 con 26 años. Y hasta hoy, solo salió de la "elite" seis semanas en 2012, justo antes de derrotar a Nadal en Wimbledon, cuando todo empezó a cambiar...

Daniel Vitale Pizarro

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