28 julio 2014

Rio de janeiro no fue casualidad


Inyección de confianza para lo que vendrá

Semifinal del ATP 500 de Rio de Janeiro 2014. Pablo Andujar llegó a tener dos match points ante Rafael Nadal para alcanzar la final, pero a pesar de jugar quizás su mejor partido como profesional, no pudo sellar la victoria. Nadal luego fue el campeón. El promisorio año que se esperaba del español, por el nivel mostrado en febrero en Brasil, quedó en Brasil. Recién alcanzó cuartos de final la semana pasada en Hamburgo, sin poder ganar partidos consecutivos a nivel ATP desde el ya lejano Rio 2014. Diez torneos después, más una derrota en un Challenger, llegaba a Gstaad con el anhelo de hacer un buen papel, y para sorpresa hasta de él mismo, se proclamó campeón en la arcilla suiza ante Juan Mónaco.

"Nunca pensé que ganaría el título", dijo Andujar luego de levantar el trofeo. "Miré a mis padres, a mi novia y a mi hermano, quienes estaban acá, y fue fantástico porque finalicé con un ace, el único que anoté en todo el partido. Fue un sentimiento que no puedo describir porque hubo mucho trabajo antes de obtener el trofeo", una mezcla de emoción y satisfacción por lo conseguido, cuando menos se lo esperaba.


No fue suficiente, pero volvió a una final ATP

Juan Mónaco, que llegaba a una final ATP tras doce meses sin disputar esa instancia (Kitzbühel 2013), sumó otra definición a su carrera, la número diecinueve (8-11). "Pico" recuperó la confianza que había perdido durante el último año calendario, confianza que lo hizo descender hasta el puesto 105° del ranking mundial. Sin el fantasma de las lesiones (muñeca, espalda y rodilla), buscará recuperar la regularidad y el nivel que lo depositó como Top10 en 2012. Aunque a los 30 años volver a ese puesto de privilegio sería algo casi utópico para el tandilense, remotar la senda de los triunfos y el camino que lo condujo a la elite del tenis mundial, no es imposible.

Hace 28 años nacía Pablo Andujar Alba, en la ciudad de Cuenca, España. Empezó a jugar al tenis a los seis años para nunca más dejarlo. Ya como junior, "El tronco" (apodo), alcanzó los cuartos de final en Roland Garros y el título en dobles junto a Marcel Grannollers. Ese año (2004) finalizó como número siete del mundo en junior. Pero la transición al profesionalismo no fue nada fácil, algo que le sucede a muchos jóvenes cuando dan el salto al circuito ATP.

Su primer impacto fue en 2010 cuando alcanzó la final de Bucarest. Juan Ignacio Chela fue el encargado de quitarle la posibilidad de debutar como campeón ATP en ese año. Esa temporada terminó por primera vez dentro del Top100 a fin de año, posición que abandonó tan solo durante una semana durante los últimos cuatro años. Actualmente el título en Gstaad lo colocó 44° (tocó el puesto 33° en 2012) y sumó tres cetros ATP (Casablanca 2011-12 y Gstaad 2014) en seis finales disputadas, todas en ATP 250 y sobre arcilla (Bucarest 2010-11 y Stuttgart 2011).

Admirador de sus compatriotas Ferrero, Ferrer y Nadal; fanático del Valencia FC; Pablo nunca ganó dos partidos seguidos en un Grand Slam y no tiene victorias en Wimbledon, siendo las grandes citas, sus puntos más bajos como profesional. Tampoco disputó nunca una serie de Copa Davis, aunque en ese caso, la armada española tiene una férrea disputa entre compatriotas para participar en la competición más importante por equipos, por la cantidad de jugadores en el circuito y por el nivel expuesto por ellos. Andujar ha quedado relegado a la hora de las convocatorias por los diferentes capitanes de turno durante sus más de diez años como profesional. Pero el debut puede llegar en cualquier momento, y más si mantiene el nivel que mostró en Brasil y Suiza este año.

Daniel Vitale Pizarro

21 julio 2014

Corrientes-Hamburgo-Tel Aviv


La novia de Leo, la más contenta

Leonardo Mayer ahuyentó sus propios miedos, revirtió una final ante el número siete del mundo, la ganó en el tie-break del tercer set y se tomó revancha de la definición perdida en Viña del Mar ante Fabio Fognini en febrero de este año. A los 27 años, el correntino sorprendió al mundo. Derrotó a David Ferrer en la final del ATP500 de Hamburgo para lograr su primer torneo ATP y también su primera victoria ante un Top10, justo en la final y ante uno de los mejores de los últimos años en esta superficie. Un broche de oro para su mejor semana como profesional.

Su mejor triunfo del año había sido precisamente en su mejor torneo, Viña del Mar (Chile), cuando venció al 16° del mundo, Robredo (salvó cuatro match points), para luego perder la final del certamen. En Alemania, su rival por el trofeo era David Ferrer, difícil por donde se lo mire. Sin necesidad de agregar datos de la carrera de "Ferru" para dimensionar su estupenda carrera, "Leo" se enfrentaba no solo ante un jugador que disputó 43 finales ATP, sino ante él mismo. Con una final sobre el lomo, al menos ya sabía lo que era llegar a esa instancia.

Selfie del campeón

Las lesiones, la confianza, los miedos, el juego, todo eso le jugaba en contra antes de la salir a la cancha a conquistar su primer cetro ATP. Pero como si nada de eso pesara y aun tras perder el primer set en tie-break, no se achicó y gracias a su juego basado en un gran saque y una derecha explosiva e incisiva, se llevó los sets siguientes, el trofeo y la ovación del público que lo vio emocionarse cuando asimiló que el campeón era él. Al menos un argentino pudo festejar en Alemania, una semana después de la final del mundo perdida en Brasil...

"No lo puedo creer. Se me dio y más con Ferrer que es uno de los mejores en esta superficie. Estoy contento y aún no caí de que gané", fueron las primeras palabras de Mayer tras coronarse en Hamburgo. Y Leonardo agregaba: "Empecé tenso, luego me relajé un poco y empecé a jugar mejor. Él además erró algunas pelotas que me permitieron meterme en el partido. Jugué tranquilo, para disfrutar y por eso creo que lo pude ganar".
Genial caricatura del humorista gráfico Daniel Galantz

Hamburgo le dio a Mayer por primera vez un lugar en el Top30 (27°), su mejor ranking desde que se volvió profesional en 2003. Pero el camino al Top100 fue más complejo de lo que se esperaba. Nerviosismo dentro de la cancha, irregularidad y varias lesiones, impidieron la consolidación dentro del lote de los 100 mejores. En 2009 ingresó a ese grupo para terminar el año como el 75°. Desde esa temporada que "el yacaré", con vaivenes durante los doce meses, en diciembre terminó en el Top100. 

Inició 2014 en el puesto 94° del escalafón mundial y temprano en la temporada, en Chile, empezaron los buenos resultados gracias a la final perdida ante Fognini. Tras una sequía de triunfos (solo una victoria en los siguientes seis torneos tras Viña del Mar), desembocó en Oeiras y alcanzó los cuartos de final. Misma instancia en Niza antes de los Grand Slams, torneos que significaron la inyección de confianza que necesitaba para estar donde está hoy. Tercera ronda en Roland Garros y octavos de final en Wimbledon (primera segunda semana en un Grand Slam en su carrera), auguraron una buena gira sobre arcilla post "Majors".
El finalista David Ferrer (7°) sumó valiosos 300 puntos que le permitieron superar a Milos Raonic en el ranking y ocupar el sexto lugar. Agregó a su historial una final ATP más, la número 44 (21-23) a los 32 años, más en forma que muchos jóvenes, siempre dispuesto a luchar por una pelota más. A pesar de alcanzar 25 finales en polvo de ladrillo, nunca había llegado a la definición en Hamburgo ni en los tiempos en el que era Masters Series (hoy reemplazado por Madrid). Esta fue su segunda final del año tras ser campeón en Buenos Aires a principios de temporada.

Y el impacto no se hizo esperar. Dos semanas después de la hazaña en el césped londinense llegó su primer título ATP, ante Ferrer, en un ATP500. Impecable y merecido por todo lo que luchó y sufrió para llegar a este momento, incluido el asesinato de un entrenador que lo marcó, Ruben Ré, a principios de la temporada pasada. Con la serie de Copa Davis en el horizonte, se perfila para representar a Argentina ante Israel tanto en los singles como en el dobles, pero eso ya es tarea de Martín Jaite y compañía.

Daniel Vitale Pizarro

14 julio 2014

Ansiado debut


Fotograf: Christian Ahlqvist
Posted by Swedish Open Tennis on miércoles, 9 de julio de 2014

Solo él sabe lo que le costó volver

A tono con la edad promedio de los protagonistas de estos años, Pablo Cuevas debutó como campeón ATP a los 28 años, maduro física, mental y tenisticamente. En Bastad, Suecia, el argentino-uruguayo levantó la copa tras derrotar al portugués Joao Sousa 6/2 6/1, sin mayores complicaciones, para que toda la banda oriental festejara su título, el séptimo en la historia "celeste". Compañero de ruta de los argentinos, Pablo obtuvo el mismo trofeo que Berlocq en 2013, Zabaleta en 2003-04 y su compatriota Marcelo Filippini en 1998, este último el máximo ganador en la historia de Uruguay con cinco coronas ATP en su haber.

111° del ranking mundial, Cuevas ingresó al cuadro principal del certamen gracias a su ranking protegido, por esa bendita lesión en su rodilla derecha que lo mantuvo alejado por casi dos años de las canchas. Chardy, Lindell, Olivo, Verdasco y Sousa fueron los que sufrieron la consistencia del nacido en Concordia. Consistencia que ninguno pudo quebrar. Solo el wild card local Lindell le arrebató un set y lo puso en apuros en cuartos de final, problemas que sorteó y se encaminó hacia su debut como campeón. El portugués ya conocía lo que era coronarse en este nivel, al revés que el uruguayo que disputaba su primera final. Por el rendimiento de ambos y el resultado final, no se notó la inexperiencia del uruguayo que supo afrontar la definición con holgura.



Pablo Gabriel Cuevas nació en Concordia, Entre Rios (Argentina) de casualidad. De madre uruguaya y padre argentino, el 1° de enero de 1986 durante las fiestas fue cuando nació Pablo en la provincia argentina, ya que pasaban año nuevo allí. Comenzó a jugar al tenis en un club de campo con sus padres a los seis años. A pesar de nacer en Argentina, desde muy chico representó a Uruguay ya que por su madre uruguaya pudo nacionalizarse sin problemas. Instalado en la ciudad de Salto (Uruguay), comenzó a entrenar en el "Club Remeros" de esa ciudad. En el club practicaba fútbol, canotaje, basquet y tenis, de todo un poco. Incluso varias veces se iba de Concordia hasta Salto remando en kayak para ir a entrenar al club, al tenis, deporte que eligió en su adolescencia.

Su inserción a los torneos profesionales fue en 2002, con 16 años, como invitado en un Future de Uruguay. Al año siguiente logró su primer punto ATP. En 2004 debutó en Copa Davis y aun como junior, ganó el Uruguay Bowl. Su primer Future lo consiguió en 2005 en Argentina y su primer Challenger fue dos años más tarde en Scheveningen, Holanda. Afianzado en el circuito Challenger (mechaba con certámenes ATP), en 2008 obtuvo su mejor resultado como profesional. En dobles, junto al peruano Luis Horna, se dieron el gusto de ganar Roland Garros. Quizás semejante título fue la confianza que le faltaba a Cuevas para meterse de lleno en el circuito ATP y dejar los Challengers, cosa que sucedió mientras su físico se lo permitió.


Fotograf: Oscar Midelund
Posted by Swedish Open Tennis on sábado, 12 de julio de 2014

"Es el golpe que hago con más naturalidad", Cuevas dixit

Entre 2009 y 2011, "Pipino" se mantuvo en el Top100, entre torneos ATP y algunos Challengers (en ese período ganó Szczecin en Polonia y perdió las finales de Montevideo y Buenos Aires). En 2010 estuvo parado casi cuatro meses por una lesión en su espalda. De vuelta en el circuito, a mediados de 2011 apareció otra lesión, la más grave de su carrera. Su rodilla derecha comenzó a mellar su físico. Esa rodilla lo alejó de las canchas por 23 meses, con dos operaciones en el medio y una larga y angustiosa recuperación, que hasta incluso lo hizo replantearse si continuar o no con el tenis.

El 2013 sería el año de la vuelta del uruguayo al circuito profesional, sano y con aspiraciones de meterse lo más rápido posible en el Top100, jugar torneos ATP, superar su mejor ranking (45°) y porque no, ganar algún título. Con ranking protegido por lesión, fue campeón del Challenger de Buenos Aires a fin de año. En marzo de 2014 hizo lo propio en Barranquilla, llegó a la final en Roma y nuevamente el campeonato en Mestre hace un mes, todos Challengers. Estaba listo para dar el salto de calidad en un certamen ATP, con las lesiones completamente olvidadas. Con tres unos en su ranking (111°) y apenas tres partidos ganados a nivel ATP en la temporada, desembarcó en Suecia para ser campeón, y Bastad fue la ciudad elegida donde levantó su primer trofeo en esta categoría.



El finalista Joao Sousa, que poco pudo hacer en la final, llegaba a la segunda definición ATP de su carrera, luego de sorprender a Julien Benneteau el año pasado en Kuala Lumpur y quitarle el título de las manos. Esa final fue la la novena definición perdida del francés, todo un récord por no poder ganar ni siquiera un trofeo ATP en su carrera (0-9). El portugués de 25 años es actualmente el número 35° del ranking, puesto más alto de su carrera. Una curiosidad: maneja con fluidez cinco idiomas: español, catalán, francés, italiano, inglés y portugués, todo un políglota.

"Hace mucho que vengo trabajando y soñando con ganar un torneo ATP. Ahora después de la lesión que tuve siempre seguía en mi cabeza poder volver para ganar un torneo y estoy contento por conseguirlo", palabras del campeón debutante ATP, que se sumó a Roberto Bautista Agut y Federico Delbonis en esta temporada. El título en singles ATP se suma a los nueve que consiguió a nivel Challenger más otras cuatro finales. Además obtuvo cuatro títulos ATP en dobles en nueve finales disputadas y 14 cetros en la especialidad, pero en Challengers, sobre 31 finales. Todo un especialista en la materia.



Dato: Pablo Cuevas colabora con UNICEF en Uruguay y es miembro de una fundación de perros en Argentina: "Fundación para la defensa y control del Animal Comunitario (FundACo)". La presidenta de la fundación, Gabriela Tenreiro, cuenta como es trabajar con el uruguayo: “Pablo nos abrió la posibilidad de contar con remeras autografiadas y videos. Ha obtenido para la fundación el apoyo de sus colegas Nadal, Safin, Mónaco y Del Potro que han autografiado sus remeras para que sean subastadas con la finalidad de recaudar fondos para solventar las campañas de castración y concientización que realiza FundACo. Ya se han llevado a cabo más de 3.400 castraciones”.

Daniel Vitale Pizarro

07 julio 2014

Hoy Djokovic, siempre Federer...


Así ganó Wimbledon, con el último esfuerzo

Basado en una formidable devolución, un alto porcentaje de primeros servicios y constantes passings shots, Novak Djokovic arruinó el sueño de gran parte del All England de ver campeón por octava vez en Wimbledon a Roger Federer. En la superficie preferida de Roger, el serbio le arrebató el título al suizo que luchó y peleó hasta el final pero que no resistió ante la consistencia de "Nole" que se llevó su segundo trofeo sobre el césped londinense, que de césped le quedaba muy poco en la final. Gracias al triunfo recuperó el N°1 del mundo, puesto que acechaba hace varios meses.

Siempre mejor plantado que su rival desde el fondo de la cancha, Djokovic achacaba a un Federer que cada vez que pudo, tomó riesgos con su derecha e intentó cerrar los puntos en la red con tiros de aproximación no siempre efectivos. Derechas profundas y slices fueron las armas suizas elegidas para desestabilizar el poderío desde la base serbia para luego terminar los puntos en la red y forzar los errores. El campeón del 2011 falló un par de puntos claves en el tiebreak del primer set y Roger aprovechó, gracias a su servicio, para llevarse el set inicial.

La mejor devolución del momento hizo la diferencia

El primer quiebre del partido lo propició Djokovic (el segundo que sufría Federer en todo el torneo) y eso le alcanzó para igualar el partido. Otro tiebreak se vislumbraba en el tercer set por la paridad en los juegos de saque de ambos y eso sucedió. Un mini quiebre fue suficiente para que "Nole" tomara las riendas del partido y se adelantara dos sets a uno. El envión anímico le permitió al nacido en Belgrado adelantarse en el set final y sacar para llevarse el título. Pero no estaba nada dicho. Pequeñas dudas de Djokovic para cerrar el encuentro le permitieron a Roger soltarse y jugar más cómodo. Del 2-5 y saque de "RF" pasó al 7/5 y quinto set. Cinco games seguidos le devolvieron la emoción a la final de Wimbledon y las tribunas explotaron. Una vez más, el siete veces campeón aquí disputaba un quinto set, igual que en 2007, 2008 y 2009.

La mejoró con Becker pero aun no la domina

El set final fue equilibrado y con escasas chances de quiebre, hasta que Djokovic sacó 4/4 15-15 cuando Federer estrelló un smash en la red. Novak mantuvo su servicio y al game siguiente, rompió el saque del suizo y se desplomó sobre el césped londinense, ese que lo vio llorar de emoción en 2011 contra Nadal y que en 2013, tras una batalla épica ante Juan Martín Del Potro en semifinales, no quiso que la final ante Andy Murray sea digna de un espectáculo. Djokovic, bicampeón de Wimbledon, y Federer, el campeón de siempre, en una final que quedará en la retina de los que pudieron disfrutarla y ver como el mejor del mundo venció al mejor de todos en el mejor torneo del mundo.

"Sabe como la mejor comida que he probado en mi vida"

El campeón Djokovic reflexionó tras la coronación: "Esta es la final de Grand Slam más especial que he jugado. Por el momento de mi carrera, por el trofeo de Grand Slam crucial, sobre todo después de perder varias finales de Grand Slam seguidas. Comencé a dudar un poco, por supuesto. Necesitaba esta victoria y mucho". Ya más tranquilo y luego de analizar el partido, agregó: "Sinceramente, la final de Australia 2012 ante Nadal fue más larga pero esta (Wimbledon) fue la final de Grand Slam con mayor calidad que jugué. Tampoco permití que mis emociones me desvanecieran, ya que era probablemente lo que me pasó en la final de Roland Garros. Me las arreglé para no sólo ganarle a mi rival, si no para ganarme a mí mismo".

Federer alcanzó su novena final en Wimbledon, la número 25 de Grand Slam (17-7). Junto a Nadal (Roland Garros), son únicos en la historia en llegar a nueve finales en un mismo Grand Slam, superados solo por Bill Tilden, que ostenta diez finales en el US Open. “Es hermoso estar en una final de Wimbledon, gane o pierda. Es aun más memorable cuando veo a mis hijas y a mi mujer allí. La decepción del partido se me fue muy rápido. Ver a mi familia y sentir la ovación del público me hizo sentir mucho mejor”, fueron las palabras del helvético luego caer en la definición. No todo en la vida es el tenis y sus declaraciones lo dejan más que claro.
La emoción y la decepción en una misma foto

Federer agiganta su figura como leyenda del tenis mundial y sobre todo en los Grand Slams. En Wimbledon 2014 superó algunas marcas importantes. A sus 17 Grand Slams, le agregó 25 finales, 35 semifinales, 42 cuartos de final y 274 partidos ganados, todos récords. Las 59 participaciones consecutivas en esta categoría son récord desde el Australian Open 2013 pero aquí empató a Agassi y Hewitt con 61 apariciones no consecutivas, lejos de las 70 de Santoro. También durante esta edición superó a Becker en el segundo lugar de más victorias en "La Catedral" (71) y llegó a las 73, aunque Connors siga lejos con 84 triunfos.

Novak Djokovic aumenta sus números y va escalando posiciones entre los mejores jugadores de todos los tiempos:  7 Grand Slams en 14 finales (alcanzó a McEnroe y Wilander); 45 títulos ATP en 67 finales; 175 partidos ganados en Grand Slams sobre 207 (8° en la historia) y a partir del lunes 102 semanas como N°1 y contando... (dejó atrás a Agassi con 101 y se acercó a Borg que tiene 109). Novak es cosa seria y con 27 años, en su esplendor físico, mental y tenístico, amenaza con romper cualquier récord y difícilmente pierda la cima del ranking de acá a fin de año, más aun con la inyección anímica de recuperar Wimbledon y el N°1 del mundo.

Daniel Vitale Pizarro