07 enero 2020

¿Rival de la Davis?


Una nueva década comienza y a pesar de ser un año más en la vida de los tenistas, el dos mil veinte tiene condimentos para ser diferente al resto. La ATP Cup en Australia, los Juegos Olímpicos en Tokio y los nuevos ATP250 de Adelaida (dura), Santiago de Chile (arcilla) y Mallorca (césped) son las novedades que a lo largo de la temporada iremos descubriendo y disfrutando. Como todo año olímpico, el calendario se aprieta aun más y varios torneos debieron reubicarse. A las novedades le debemos sumar la vigencia de Nadal, Djokovic y Federer, la vuelta de Murray a los primeros planos y la irrupción de los #NextGen al Top10 como Tsitsipas y Medvedev, una temporada 2020 que se vislumbra muy interesante.

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El año inició bien arriba, con la nueva competición por equipos que vino a rivalizar con la Copa Davis y la Laver Cup: la ATP Cup. Este novedoso formato llegó como reemplazo de la antigua 'Copa Mundial por Equipos' que se disputaba en Dusseldorf (Alemania) previo a Roland Garros, que con el tiempo fue perdiendo importancia hasta su desaparición en 2012. Decimos novedoso porque tomó aspectos de la Copa Davis, del Masters #NextGen y del circuito ATP. Además el sistema de clasificación, estrictamente por el ranking del mejor jugador de cada país y con la obligación de que al menos tres tengan ranking ATP, permite que jugadores casi sin rodaje ATP compartan equipo con un Top10 en la elite del tenis.


El torneo empezó el tres de enero y finalizará el doce del mismo mes. Las sedes son tres: Brisbane, Perth y Sydney, ciudades en las que se disputaban dos ATP250 y la Copa Hopman. Los diez días de competencia, las tres sedes en simultáneo y la fecha en el calendario son el principal punto a favor del evento que organiza ATP en conjunto con Tennis Australia. Además, el dinero a repartir entre los participantes y los puntos que entrega para el ranking ATP hace que la competencia sea mucho más atractiva para los participantes. Por ejemplo, un jugador fuera del Top300 que dispute un encuentro de individuales recibirá 15,000 dólares, una suma que muchos no ganaron en ningún evento profesional en toda su carrera, producto de haber clasificado por el ranking de su Single N°1 y no por méritos propios.
El sistema de clasificación es más democrático y permite que jugadores de bajo ranking compartan la experiencia de disputar un certamen del circuito principal con un Top10 y puedan enfrentarse en una pista de tenis. Por citar solo un ejemplo, el español Roberto Bautista Agut (9°) derrotó el lunes al uruguayo Franco Roncadelli, sin ranking ATP desde diciembre pero que contaba con algunos puntos ATP a la hora de realizarse el sorteo, distribución de los países que innecesariamente se efectuó en septiembre, a sabiendas de los cambios semanales que sufre el ranking y de las posibles bajas (caso Suiza). Si la preclasificación depende exclusivamente del escalafón mundial, ¿no sería más sensato utilizar el ranking de noviembre y no de septiembre para armar las zonas?
Las voces autorizadas del deporte blanco no tardaron en hacerse oír. El aparente exitoso formato de la ATP Cup organizada por la ATP contrasta con la Copa Davis del Grupo Kosmos. Más allá del lugar en el calendario, los puntos para el ranking, el sistema de clasificación y las innovaciones tecnológicas, el principal problema es la cercanía temporal de los mismos. No pueden disputarse dos competencias por equipos, que reúnen a los mejores jugadores del mundo, a cinco semanas de distancia y a casi 17,500 kilómetros. Los protagonistas deben tener un tiempo de descanso y otro para la pretemporada, de cara a un nuevo año. Es necesaria una sola competencia, una mezcla de ambas, con lo mejor de cada una. Nadal y Djokovic lo tienen claro.
Las innovaciones son parte del deporte moderno y el tenis hace algunos años está experimentando, con bastante recelo, algunos cambios en su vetusto y tradicional reglamento. La ATP Cup tomó la posta y movió el tablero. Entre las modificaciones, existe una "zona de equipo" en las esquinas donde capitán, jugadores y colaboradores están junto al jugador en los cambios de lado, pudiendo todos hablar con el protagonista. En cuanto a la tecnología, se implementó el "video review", el famoso VAR del fútbol para las jugadas dudosas que no tengan que ver con el bote de la pelota porque para eso ya existe el afamado "Ojo de Halcón". Los jugadores también pueden ver las estadísticas del partido en vivo y analizarlas brevemente con el capitán.


La nueva Copa Davis en Madrid ya demostró que el sistema de clasificación a cuartos de final mediante "los mejores segundos" no funcionó, solo le dio confusiones a espectadores y periodistas. La ATP Cup incrementó la cantidad de equipos en relación a la Davis (de 18 a 24) pero pecó con el mismo error: clasifican los dos mejores segundos, obligando a desempolvar la calculadora. A pesar de esos pequeños detalles, el torneo se ve con buenos ojos tanto fuera como dentro del mismo y los jugadores se encargaron de manifestarlo durante los primeros días de competencia. ATP recogió declaraciones positivas de Khachanov, Isner, Shapovalov, Auger-Aliassime, Tsitsipas, Ruud, Hurkacz y Schwartzman. ¿Cuanto tiempo coexistirá la Copa Davis en noviembre con la ATP Cup en enero?


Daniel Vitale Pizarro

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