18 marzo 2019

Aptitud con actitud




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Era cuestión de tiempo para que Dominic Thiem fuera campeón de Masters1000. Pero pasaban las temporadas y los grandes resultados no llegaban. Sí finales pero no títulos. Final en Madrid 2017 y 2018; final de Roland Garros 2018, y ahí se quedaba. El mejor sobre polvo de ladrillo detrás de Rafael Nadal desde 2017, no rendía igual en superficies duras, irregular a lo largo de la temporada con más puntos bajos que altos. Además su planificación anual del calendario tenístico no era la mejor. Muchos torneos en semanas consecutivas impedía que rindiera al máximo en los torneos importantes.

Respetado por todos en arcilla pero uno más en duras, el austriaco no solo planificaba mal sino que no adaptaba su juego a las diferentes superficies. Pasaba del ladrillo al cemento o a la hierba sin modificar su patrón de juego. Sus golpes tan ampulosos como potentes desde el fondo de la cancha (bien desde el fondo) cumplían con creces en superficies lentas pero no daban resultado en canchas rápidas. Además, golpear tan atrás la pelota abre los espacios y permite que el rival distribuya y tome la iniciativa.
"Dominator" tenía que cambiar. A su entrenador de toda la vida, Gunter Bresnik, le sumó una nueva cara: el chileno Nicolás Massú. Campeón olímpico (singles y dobles) y 9º ATP en 2004, era una apuesta arriesgada para el austriaco que necesitaba otra mirada del deporte para evolucionar mental y tácticamente. Se contactaron a través de Bresnik en enero durante la serie de Copa Davis (Austria vs Chile) y trabajaron juntos por primera vez en el ATP250 Buenos Aires. Conforme el europeo con el trabajo realizado, decidieron seguir juntos al menos hasta la gira de arcilla. En su primera gran cita como parte del equipo de trabajo de Thiem, su pupilo fue campeón primerizo de Masters1000 derrotando a Roger Federer en la final. Todo muy normal...

"Es increíble tener a Nico Massú en mi box. Lo vi muy motivado y me ayudó mucho estos días. Hemos entrenado a mucha intensidad y creo que surgió una buena amistad. Él es partícipe de este título, ya que hace 12 días no estaba bien físicamente y me ayudó a revertir la situación y a conseguir esto", declaraba un incrédulo Thiem ante los aplausos del público, la sonrisa de Federer y la alegría de su equipo de trabajo.
La inclusión del chileno le aportó una inyección de confianza en un momento de mucha inseguridad tanto física (estado febril en febrero) como tenística (3-4 en 2019): "Sumamos al preparador físico Duglas Cordero (PF de Fognini y de Massú de jugador), entonces Duglas hizo su trabajo, Alex Stober (fisio de Thiem) hizo el suyo y yo hice mi parte tenística. Entre los tres hicimos un gran trabajo. Creamos una gran energía. Tal como dijo Thiem, yo lo encontré en una forma distinta y todo cambió en pocas semanas porque hicimos una planificación perfecta, entrenamos a una intensidad buenísima, con mucha calidad. Y cuando además haces las cosas con pasión, a veces los resultados llegan".



"Hay muchas cosas que puede aportar a mi juego como, por ejemplo, agregarle variantes a mi repertorio tenístico según los momentos del partido. Él prefería jugar en tierra batida, pero su mayor éxito fue en pistas rápidas en los Juegos Olímpicos (Atenas 2004). Él sabe lo que significa sentirse como en casa en tierra batida, pero trasladar los buenos resultados a cancha dura. Esa es una de las cosas que esperamos de la relación”, declaraba Dominic antes de debutar en Indian Wells ante las preguntas de los periodistas sobre lo que podía aportarle Massú como co-coach, a lo que "el Vampiro" respondió con un título de M1000...
Llegó a Indian Wells con tres victorias en 2019 y se fue con ocho triunfos y el Nº4 ATP, su ranking más alto histórico. En Ohio cosechó su 12º titulo ATP, el más importante de su carrera sobre una superficie que, en líneas generales, le era esquiva. Más paciente desde el fondo de la pista que lo habitual y devolviendo más cerca de la línea de fondo que de los carteles publicitarios, pero con la misma decisión de siempre a la hora de atacar y tomar la iniciativa, "Domi" impuso su ritmo ante un Federer que no resistió la intensidad de su rival pero que tampoco intentó incomodarlo lo suficiente como para sacarlo de su zona de confort.
El suizo cien veces campeón ATP cayó en la final de Indian Wells por segundo año consecutivo en su novena final en el desierto californiano. Cinco veces el mejor aquí, al igual que Djokovic (récord), desplegó un gran tenis durante toda la semana, evitó a Nadal en semifinales por una lesión del español y ganó el primer set de la final. Hasta allí llegó su tenis. A partir del segundo set, Thiem dictó el ritmo del partido que terminó ganando con más actitud que su rival.
El campeón del primer M1000 de la temporada no solo tiene tiempo para el tenis en su vida, también tiene otras inquietudes y preocupaciones como el cuidado del medioambiente. Junto a Adidas, marca que lo viste, protagoniza una campaña de concientización sobre los desechos plásticos en los mares. La campaña incluye indumentaria y calzado, con los colores marítimos, desarrollados a partir de material reciclado extraídos de los océanos contaminados, una iniciativa para destacar de la firma alemana de las tres tiras.


Daniel Vitale Pizarro

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