18 febrero 2019

Los vericuetos del Argentina Open




In una Terra che Amo, l’Argentina, contro un giocatore che stimo tantissimo @dieschwartzman (a cui faccio i complimenti per il torneo @argentinaopenatp che ha giocato) alzo il mio terzo trofeo.🏆 🏆 🏆 Grazie 🇦🇷 Grazie @vagnozzis Per il Tennis, Grazie @uferrara68 perchè arrivo su tutte le palle, Grazie @gaiapecs perchè ci sei, Grazie @gigisange perchè ci hai sempre creduto, Grazie al mio team @grupposangermano.tennisteam per il supporto continuo e grazie a tutti voi che mi seguite e mi incoraggiate sempre. Vi Voglio Bene. Ceck! #pallacortadiceck #atp #atpworldtour #vamopeki #ceck13 #ceckcicrede #p #mc13 #tennis #tennislife #jomasport #joma #toninolamborghini #babolat #grupposangermanotennisteam #argentinaopen #argentinaopen2019 📷 Credit: Sergio Llamera - Prensa Argentina Open
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Se fue una edición más del Argentina Open, la número diecinueve desde que Miguel Nido y compañía compraron la plaza que aun mantiene junto al grupo Tennium. Bajo el calor del verano en Buenos Aires y las noches frescas, la lluvia casi inexistente permitió que se desarrollara el torneo con total normalidad durante toda la semana. El 'Buenos Aires Lawn Tennis Club' vibró al ritmo de los mejores jugadores del circuito y los espectadores aprovecharon para ver a sus ídolos entrenar, alegrarse cuando ganaban y enojarse si perdían. Lleno de actividades para hacer más allá de ver tenis (Beach Tenis, Tenis Sub10, Medidores de velocidad de saque, etc), Palermo fue una fiesta.
Los primeros días son los más atractivos por la gran cantidad de partidos para disfrutar en simultáneo. Además, en las canchas auxiliares se pueden ver los entrenamientos de los protagonistas. Fotos, selfies, videos, autógrafos, a veces alguna muñequera o toalla regalada al público son moneda corriente al finalizar los entrenos o partidos secundarios de las canchas de menor importancia. Cientos de chicos de escuelitas también asisten al BALTC con las respectivas remeras de sus clubes (sentido de pertenencia). Ellos son los que viven con más ilusión ese momento, el de ver a los tenistas que ven por televisión a centímetros, sobre todo a los argentinos o a las estrellas del torneo.
Vivir 'in situ' el torneo da otra visión de los hechos y el día a día permite ver cosas que el espectador promedio no puede ver. Entrenamientos en canchas auxiliares a las que no tiene acceso el público; ver a los jugadores en los pasillos con su familia o su equipo de trabajo como una persona más (salvo las figuras que son asediadas por los fans); pasar frente a la sala de encordadores y ver como Luis Pianelli y su equipo encuerdan raquetas al ritmo que nosotros escribimos estas líneas ($20 dólares la mano de obra) y poder hablar con todos ellos (jugadores, entrenadores, organizadores, etc.) sin mayores recaudos son algunas de las situaciones cotidianas de éste torneo ATP.

En cuanto a los jugadores que acudieron al torneo, salvo Fabio Fognini (15°) que siempre es una incógnita y que por sexto año consecutivo perdió en su debut, los demás preclasificados cumplieron tanto en single como en doble, disciplina a la cual los singlistas no suelen darle mucha importancia. Diego Schwartzman (19°) vs Dominic Thiem (8°) y Marco Cecchinato (18°) vs Guido Pella fueron las semifinales del singles. Este último sufrió para derrotar a Jaume Munar (verdugo de Fognini) hasta que el español adujo calambres y se le allanó el camino (levantó dos match points). En semifinales nada pudo hacer ante un sólido Cecchinato, que en la semana fue de menor a mayor 
El partido del torneo fue la semifinal entre Schwartzman y Thiem. 2h 31m de idas y vueltas en el marcador terminaron con un tie break final del que Diego salió airoso tras levantar un match point para acceder a su primera final en Argentina. La victoria ante el 8° ATP fue la cuarta de su carrera ante un Top10. A la final llegaron tercer y cuarto preclasificado, nada mal si tenemos en cuenta que uno de ellos era argentino. El estadio 'Guillermo Vilas' no estaba colmado como la sesión nocturna del viernes o del sábado pero el marco era muy bueno. A pesar del apoyo del público local el partido no tuvo equivalencias. Cecchinato hizo todo bien y Schwartzman todo mal. 6/2 6/1 en una hora y cinco minutos, por un minuto no fue la final más corta del certamen (Mónaco a Di Mauro 2007 en 1h 4m).
La irrupción de Marco Cecchinato en el circuito ATP fue cuasi meteórica. Hasta marzo de 2018 había ganado apenas cuatro partidos ATP. Campeón del ATP250 Budapest, semifinalista en Roland Garros sin haber ganado antes un partido en Grand Slams y campeón en Umag, en siete meses pasó de estar fuera del Top100 a ser preclasificado en el US Open. Totalmente impensado. Inició 2019 con una semifinal en Doha pero la vuelta a la arcilla tras siete meses le costó, más aun por llegar sobre la hora a Argentina tras la eliminatoria de Copa Davis ante India sobre césped de visitantes, en la que no disputó partidos pero si formó parte del equipo que ganó 3-1. 
En el debut del Córdoba Open cayó ante Jaume Munar por lo que acudía a Buenos Aires con las alarmas encendidas. Y se notó en las primeras rondas la falta de actividad en la superficie naranja, que suplió con la consecución de partidos hasta brillar en la final para ser campeón por tercera vez en su carrera. Nunca cedió sets en las finales que disputó y tampoco cedió sets durante el Argentina Open. Sólido desde el fondo de la cancha, siempre bien ubicado para golpear tanto de drive como de revés, distribuye juego e intenta abrir la cancha para poder finalizar los puntos. Su tiro fetiche, los drops. Una sutileza en su juego rocoso que le da soluciones y respiro cuando su tenis no fluye.


Sonrisa de oreja a oreja y mates (trofeo e infusión), "Ceck" habló de su presente tenístico: “Ahora puedo ganar partidos jugando mal, algo que antes no me pasaba y esa es una gran diferencia. Hice el click mental y creo que me puede ir bien en polvo, en cemento o en pasto. Ahora salgo a ganar cada partido con la seguridad de que lo puedo lograr. Todo fue gracias a puro trabajo adentro de la cancha para sentirme siempre de la mejor forma posible. Antes no me gustaba entrenarme, no me gustaba sufrir dentro de la cancha. Ahora voy a entrenar siempre bien y me convertí en un trabajador del tenis que no piensa en el futuro y voy semana a semana. Es una buena forma de encarar el Tour, y por eso voy a disfrutar de este título porque es la confirmación de que he hecho las cosas más que bien”.
También hubo dobles y de gran nivel. Horacio Zeballos estrenaba su mejor ranking en la especialidad (22°) y ademas defendía el título. El mejor doblista argentino de la última década hace rato que no es un singlista adaptado al dobles. El marplatense entiende a la perfección la modalidad al punto que en 2019 abandonó por completo el singles a pesar de aun tener ranking para disputar la qualy de los torneos más importantes del mundo. En Buenos Aires junto a Máximo González fue campeón por tercera vez en el BALTC en cuatro finales disputadas, todas con compañeros diferentes (2010 Prieto, 2014 Cuevas, 2018 Molteni y 2019 González). ¿Queda claro quién es el decisivo?


Daniel Vitale Pizarro desde el 'Buenos Aires Lawn Tennis Club'

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