19 abril 2021

Wild Card

 Podcast 'Golden Slam', episodio 02x06

Daniel Vitale Pizarro

06 abril 2021

Oportunidad aprovechada


Poco a poco, como para que nos vayamos acostumbrando y el golpe no sea tan abrupto, los campeones de los torneos más importantes del mundo empiezan a no ser los mismo de siempre. El paso del tiempo empieza a pasarle factura a Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic, dominadores absolutos de los últimos quince años del profesionalismo. Y por más que sigan vigentes y en los puestos más altos del ranking ATP, comienzan a sentir sobre sus espaldas esos quince/veinte años al más alto nivel. Eso no quiere decir que no ganarán más Grand Slams o Masters1000, solo basta mirar los últimos campeones para refutar esa teoría. Lo que sí es cierto es que tendremos que acostumbrarnos, cada vez más, a ver menos en pista al 'Big3', seleccionando con precisión quirúrgica cada torneo.
Sin Indian Wells en el camino, con la posibilidad de mantener vigentes un cincuenta por ciento de los puntos de ¡Miami 2019! y con la temporada de tierra batida a la vuelta de la esquina, el Miami Open sufrió una catarata de bajas de último momento digna del 2020 pandémico. En ese contexto y sin la presencia de Roger, Rafael y Novak, el cuadro principal se abría a posibles nuevos campeones. Disputar un certamen sabiendo que no se cruzarán con ninguno de ellos en las rondas finales, es un alivio mental gigante para las nuevas generaciones, tan capacitadas física y tenísticamente para vencerlos y a la vez tan respetuosas a la hora de enfrentarlos, sin esa convicción real de que pueden ganarles.

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La presión de ganar sin los mejores de siempre, para los mejores del momento, a veces es mayor que si estuvieran. A la final de Miami 2021 llegaron dos jugadores fuera del Top30, algo que no sucedía en un Masters1000 desde París 2003, 'casualmente' la primera temporada de Roger Federer como campeón de Grand Slam. Una de las sensaciones del circuito, el italiano Jannik Sinner (31°) de diecinueve años se medía frente a su asiduo compañero de dobles, el peligroso polaco Hubert Hurkacz (37°) de veinticuatro años. El que lograra imponer su estilo de juego, se llevaría el título. Todo eso 'a priori', porque una final de tal importancia no se gana solo jugando bien, muchos menos aun siendo para ambos su primera definición de esa magnitud.


La final fue un encuentro opaco, en el cual reinó el nerviosismo y las malas decisiones, producto del famoso miedo a ganar, a veces consciente y muchas veces inconsciente, dependiendo de como cada uno logre sobrellevar la situación. La batalla tenística viró hacia una mental, con oportunidades desperdiciadas por ambos que supo aprovechar mejor Hubert, el nuevo campeón del Masters1000 Miami: “Que Jannik no pudiera cerrar el primer set fue un punto de inflexión, un alivio. También tuvo oportunidades de colocarse 5-5 en el segundo set, estaba en plena remontada, empezó a jugar mejor y yo me puse nervioso. Pero pude volver a subir mi nivel para ganar los puntos importantes”.


Hurkacz no sabe lo que significa perder en el Estado de Florida en 2021. Su récord de 9-0 incluye los títulos de Delray Beach y Miami: “El año pasado pasé mucho tiempo en Florida porque mi entrenador, Craig Boynton, tiene su Academia en Tampa. Estuve aquí casi la mitad del año. Trabajamos bastante duro y creo que estoy acostumbrado a las condiciones. Creo que eso ha sido parte del éxito que tuve en Florida". Su invicto en el sureste norteamericano se extiende a las finales ATP, que a pesar de haber disputado solo tres, siempre terminó con el trofeo en sus manos, como en Winston Salem 2019 en Carolina del Norte, paradójicamente un Estado muy cercano a Florida.

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Gran parte de su éxito se lo debe al experimentado entrenador Craig Boynton, excoach de Jim CourierMardy FishJohn IsnerSam Querrey o Steve Johnson. Antes de la final, Boynton habló con los medios sobre su pupilo: “Cuando uno consigue mantener en la mente las cosas más simples y concentrarte en ellas, es entonces cuando el trabajo comienza a salir bien de verdad. De repente notas cómo llega ese impulso, pero no llega solo, llega con muchas más cosas que te van a ayudar en el día a día. Siempre es necesario tener que sufrir y trabajar duro a través de un par de partidos, solo después de algo así puedes volver a la pista con mucha más confianza y seguridad”.
Como sucede con la mayoría de los jugadores que llegan al Top100 y quieren seguir avanzando, la parte del juego a mejorar es la mental. Romper la barrera del Top50, del Top20 o de ganar un torneo importante, requiere de un comportamiento mental dentro y fuera de la pista diferente al de un Top200 que intenta ganarse la vida tratando de ingresar al Top100, por poner un ejemplo diferente de un grupo de jugadores no tan diferentes... Las prioridades van cambiando según el ranking y a pesar de sonar así de cruel, la realidad de los tenistas se basa en salir lo más pronto posible de los Futures para no perder dinero, tener buenos resultados a nivel Challenger y asentarse en el Top100, estatus que le permitirá viajar por el mundo con todos los privilegios del circuito principal.
Hurkacz entendió su nueva situación de Top50 e hizo lo más difícil, plasmarlo dentro de una pista de tenis. Así lo cuenta su entrenador: “Un par de días antes del comienzo del torneo, me sentí con Hub y hablamos tranquilamente. ‘Simplemente, deja que las cosas pasen. Eso es todo, deja que llegue y que suceda, porque tú ya estás trabajando bien, estás en la dirección correcta’, le dije. Uno no se sienta delante de un microondas y empieza a gritarle, no le puede pedir que vaya más rápido, pues esto es lo mismo. Aquí cada cosa se cocina a su tiempo, las cosas suceden cuando deben suceder”. La tranquilidad que muestra Hubert dentro de la cancha es la misma que le traslada su entrenador desde fuera y los resultados quedaron a la vista de todos.

Daniel Vitale Pizarro

30 marzo 2021

Next Gen

 Podcast 'Golden Slam', episodio 02x05

 


Daniel Vitale Pizarro

23 marzo 2021

Revelación confirmada

La irrupción de Aslan Karatsev en 2021 es de esos que se recordarán por muchos años. El ruso de veintisiete años, en un abrir y cerrar de ojos pasó de ser un desconocido jugador del circuito Challenger a un peligro para cualquier jugador del circuito ATP. Parte del equipo ruso campeón de la ATP Cup, semifinalista del Australian Open (desde la clasificación), campeón junto a Andrey Rublev del ATP250 Doha en dobles y en su primera final ATP, gana uno de los torneos más competitivos de la temporada, el ATP500 Dubai. El trotamundos ruso que viviera en Tel Aviv, Moscú, Halle, Barcelona y Minsk, finalmente pudo encauzar el rumbo de su vida y de su carrera deportiva.

A pesar de ser el mejor U12 de Israel (2007) y el número uno ruso U18 (2011), su trayectoria internacional como Junior no fue exitosa. 47° ITF Junior y sin títulos en individuales, para nada despreciable pero poco por las expectativas generadas en Israel y Rusia, su primer torneo ganado como profesional fue a los diecinueve años en un Future en Rusia (2013). En su lento pero progresivo camino hacia la elite del tenis, vivió en Moscú a las órdenes de Dmitry Tursunov, quién le recomendó y ayudó a mudarse a Halle. Tras dos años en Alemania, su siguiente 'casa' fue Barcelona (Bruguera Tennis Academy), en donde fue entrenado por Alberto López, exentrenador de Garbiñe Muguruza.

Entre sus cambios de residencia, academias y entrenadores, disputó dos Juegos Mundiales Universitarios "Universiadas" representando a Rusia. En los juegos de 'Gwangju 2015' (Corea del Sur) ganó la medalla de plata en individuales (Hyeon Chung) y la de bronce en dobles mixtos, y en 'Taipei 2017' (Taiwan) logró el oro en dobles masculinos. También bajo bandera rusa, entre ambos Juegos, debutó en Copa Davis en Moscú ante Holanda en julio de 2016, cayendo en tres sets ante Matwe Middelkoop con la serie ya terminada 4-0 (4-1).


Ese año sufrió una lesión en su rodilla que lo alejó de las pistas durante tres meses. Su vuelta no fue la esperada ya que tuvo que volver a parar otros tres meses por dolores en la misma rodilla, lo que provocó que perdiera casi por completo su ranking ATP. Fuera del Top700 ATP con veinticuatro años y problemas financieros, Aslan finalizó la temporada ganando un Future en Doha y decidió nuevamente emigrar a otro país en busca de buenas sensaciones. Bielorrusia era el quinto país en el que probaría suerte (Rusia, Israel, Alemania y España), motivado por su nuevo entrenador Yahor Tatsyk al que conoció mientras disputaba Futures y que apostó por él cuando pocos lo hubieran hecho. 

Desde que se mudó a Minsk, entre 2018 y 2020 ganó seis Futures y dos Challengers. Pandemia de por medio, en 2020 volvió a su Vladikavkaz (Rusia) natal durante tres meses para luego ir a Estados Unidos a disputar algunas exhibiciones, siendo de los pocos que no dejaron de jugar al tenis. Tras no cumplir con el objetivo planteado de alcanzar el Top100 (112°), decidió iniciar 2021 desde cero, sin la presión de obtener buenos resultados para conseguir dinero y puntos ATP como durante toda su carrera. Pero nadie, ni siquiera él y su equipo, esperaban esta explosión en tan poco tiempo y con resultados espectaculares.

"Diría que estos resultados son producto de un trabajo largo que iniciamos con mi equipo hace tres años. Es verdad que hace un año estaba perdiendo clasificaciones en Challengers (253° ATP), pero seguí trabajando, nunca bajé los brazos y de repente, todo explotó en 2021. Nadie sabe cuándo comenzarán a producirse tales resultados", declaraba Karatsev que mantiene los pies sobre la tierra a pesar de su presente de ensueño. Aslan atribuye gran parte de su presente a su entrenador y a la ciudad donde eligió vivir: "Minsk es una ciudad maravillosa, vivo allí hace tres años. Entreno en el J-PRO. Se han creado todas las condiciones. Todo es muy conveniente, la ciudad es pequeña y acogedora. Me siento cómodo".

“Si logra jugar así, se va a cansar de ganar partidos”, había dicho Diego Schwartzman luego de caer ante él en el Australian Open, pronosticando el futuro a corto plazo de Karatsev. Es que su juego ultra agresivo, ahogando a los rivales desde el fondo de la pista, impide que desarrollen su juego, obligados a defender o contraatacar y cediendo la iniciativa de los puntos por el ritmo infernal de pelota de Aslan: "No sé por qué parece fácil desde fuera, pero mi tenis no me parece fácil. Intento jugar un tenis agresivo jugando cerca de la línea de fondo. Se ve espectacular, pero no sé por qué se ve fácil. Pongo énfasis en imponer mi juego y terminar el punto en la red".

Daniel Vitale Pizarro

16 marzo 2021

Doblista que no se resigna

Ha sido una semana movida en el circuito ATP: la vuelta de Roger Federer luego de trece meses de inactividad en Doha (Catar), el título de Daniil Medvedev en Marsella (Francia) más el ascenso al número dos ATP tras dieciséis años de hegemonía del Big4 en el Top2 y la presencia argentina en las tres finales de la gira sudamericana de tierra batida que finalizó en Santiago de Chile. Entre todo esto, poco se ha hablado del finalista de Marsella, el multicampeón en dobles y el de mejor coeficiente de ranking si mezclamos individuales (73°) y dobles (22°). Nos referimos al francés de veintinueve años, Pierre-Hugues Herbert.

Herbert inició como la mayoría de los jugadores en el circuito ATP, disputando cada torneo tanto en individuales como en dobles para ganar dinero, subir en el ranking y foguearse contra rivales de gran nivel. Enfocado en el individuales pero con un tipo de juego más propio de un doblista, los resultados en la modalidad por parejas llegaron más rápido y de repente su carrera viró hacia los duetos. Ya desde su etapa como Junior, gran parte de los puntos que lo ubicaron como 9° ITF Junior fueron conseguidos por su desempeño en dobles: campeón de Wimbledon y finalista del Orange Bowl (USA) y del Eddie Herr (USA), siempre junto al alemán Kevin Krawietz


Su ingreso al Top100 en duplas se efectuó en 2012 mientras que en singles recién pudo romper esa barrera en 2015 (una semana) pero su estabilización fue a partir de 2016, saliendo del Top100 solo seis semanas hasta hoy. El ascenso en ambos rankings se debió a sus resultados dispares en ambas espacialidades. Mientras que en individuales ganó diez títulos como profesional (seis Futures y cuatro Challengers), en dobles su carrera es excepcional ganando prácticamente todo lo posible en el circuito. En su palmarés figuran trece Futures, quince Challengers y diecinueve ATP, entre ellos los cuatro Grand Slams, el Masters y siete de los nueve Masters1000 diferentes. ¿Sorprendido?


Sus logros en pareja iniciaron en 2015 de la mano de Nicolas Mahut, su compañero de ruta de los últimos seis años, con el que ganó diecisiete ATP. La dupla francesa finalizó como número dos del mundo en 2016. Una de las parejas más longevas del circuito, como toda relación duradera, pasó por momentos difíciles. Acostumbrados a planificar una temporada en conjunto, en 2019 disputaron apenas un puñado de certámenes: "Quise centrarme más en mi carera individual después de ganar el Australian Open. Tenía mis razones y tomé esa decisión, pero no fue fácil. Esos momentos fueron muy duros, pero guardo un buen recuerdo de ese año después de ganar un Grand Slam en enero y el título en Bercy y Londres en noviembre”.

Pero no todo es dobles en la vida de Herbert. Mientras disfruta de ser una estrella del circuito, el francés despunta el vicio del individuales siendo siempre competitivo al más alto nivel. Esta semana en Marsella alcanzó su cuarta final ATP (0-4), afianzándose en el Top100 (73°) con victorias resonantes ante Kei Nishikori o Stefanos Tsitsipas (5°), cuarta ante un miembro del Top10. "Ha sido una semana increíble. He jugado cinco partidos de alto nivel y estoy orgulloso de ello. He perdido ante alguien (Medvedev) que ha sido superior durante todo el partido. Fui capaz de resistir y tener una oportunidad de ganar en el tercer set, pero ha sido demasiado bueno", declaraba un triste pero satisfecho finalista.

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Herbert es de esos jugadores que le hacen bien al circuito. Técnico, sacador y voleador y con el slice como arma y no como recurso, el francés toma riesgos e intenta siempre cerrar espacios adelantándose en la pista. Veloz y flexible a pesar de su altura (188cm), Pierre Hugues es de los pocos, quizás el único en la elite, que golpea el revés a dos manos pero maneja el cortado a la perfección, tanto en defensa, transición o ataque, algo propio de los jugadores con revés a una mano. Distinto hasta en la elección de su golpe favorito (volea de revés), sus ídolos de pequeño fueron Pete Sampras, Roger Federer y Guillermo Coria, jugadores de los que intentó absorber cosas para aplicar a su juego. 

Daniel Vitale Pizarro

09 marzo 2021

Protagonismo argentino

El último campeón argentino en el ATP de Buenos Aires había sido David Nalbandian, allá por el lejano 2008. El torneo más tradicional de Latinoamérica sobre polvo de ladrillo se tornaba cada vez más esquivo para los argentinos. Trece años después de la última alegría argentina en Argentina, valga la redundancia, casi sin público por las restricciones pandémicas, Diego Schwartzman pudo contra la presión de ser campeón en el Buenos Aires Lawn Tennis Club. El número nueve del mundo superó el tropiezo de Córdoba y fue el mejor en el torneo que todo argentino sueña con ganar y que lo tenía como máximo favorito al título.

El año de Schwartzman no había empezado como él hubiese querido. Cuatro victorias y tres derrotas en los dos meses de competencia, una baja de rendimiento en comparación con el fantástico 2020. Buenos Aires siempre fue una de sus prioridades en el calendario pero sus rendimiento en el BALTC a lo largo de los años nunca había sido lo suficientemente bueno como para adjudicarse el título. La magra imagen dejada en la final de 2019 ante Marco Cecchinato rondaba en la cabeza del argentino que no tenía pensado repetir en la edición 2021. Sin fisuras de principio a fin, su nivel durante la semana fue de menor a mayor para terminar exhibiendo un tenis excelso en la final.


El trofeo que inició siendo un Obelisco (monumento icónico de la ciudad) y que se transformó en un mate (bebida nacional), había pasado por las manos de ocho jugadores diferentes de cinco nacionalidades desde el último grito albiceleste. "El Peque" vino a romper con esa tendencia extranjera para que la copa se quedara en Argentina. Bombilla en boca y mate en mano (conmemorativo), el campeón se mostró muy feliz en conferencia de prensa: "Es un sueño cumplido. Este es el primer torneo que vi en mi vida, me colaba, no pagaba entradas para entrar. Aquí empecé a copiar e imitar a los mejores del mundo. Ganar Buenos Aires es haber llegado a un punto alto en mi carrera. Fue muy emocionante ver a amigos y familiares en las gradas y poder compartir con ellos mi felicidad".
El bonaerense sigue cumpliendo objetivos. Campeón ATP250, campeón ATP500, finalista Masters1000, semifinalista de Grand Slam, participante del Masters, Top10 (8°) y ahora campeón en su país. La vara cada vez es más alta y mantenerse en la elite del tenis mundial es la tarea más difícil que tienen los tenistas. El surgido en el Club Náutico Hacoaj seguirá tachando los objetivos cumplidos de su 'check list' personal, una lista que se actualiza luego de cada nuevo logro. Mantenerse como Top10 será el principal objetivo de 2021 con la intención de ganar títulos, alcanzar las rondas finales de los torneos importantes y volver a clasificar al Torneo de Maestros en Turín (Italia).



Pero Schwartzman no estuvo solo en Buenos Aires ni tampoco en Córdoba. Los hermanos Juan Manuel y Francisco Cerúndolo fueron la noticia de estas dos semanas de tenis en Argentina. Juan Manuel debutó en un cuadro principal ATP en Córdoba y ¡fue campeón! Francisco, el mayor, fue finalista en Buenos Aires tras haber ganado su primer partido ATP en el Córdoba Open siete días atrás. La irrupción de ambos en el circuito principal corrobora por enésima vez el potencial de Argentina en este deporte desde que Guillermo Vilas en los años setenta y ochenta popularizara la actividad. Tal fue la masificación del tenis que Argentina se ubica hoy como el quinto país con más títulos ATP del mundo.

Lejos de los centros neurálgicos tenísticos como lo son Europa (12000km) y Estados Unidos (10000km), crisis económicas constantes, apenas un puñado de torneos ITF, Challengers o ATP, fundamentales para el crecimiento de los jugadores que atraviesan las primeras etapas del profesionalismo, y sin un presupuesto acorde a las necesidades de los tenistas, la bandera argentina flamea, con o sin viento que sople, en cada rincón del planeta donde se golpee una pelotita amarilla. "Todo lo que facilita en exceso, debilita", es una de las frases de Toni Nadal que bien puede utilizarse a la inversa revés para describir a los tenistas argentinos: "Todo lo que dificulta en exceso, fortalece".

Daniel Vitale Pizarro

08 marzo 2021

Los Hermanos Cerúndolo

  Podcast 'Golden Slam', episodio 02x04


Daniel Vitale Pizarro

02 marzo 2021

El aussie tapado

Bernard Tomic, Nick Kyrgios, Thanasi Kokkinakis, Alex De Miñaur... el tenis australiano goza de buena salud. Sin las estrellas mundiales de otros tiempos cuando dominaba el circuito, la nueva camada de oceánicos destacan tanto dentro como fuera de las canchas de tenis. A la sombra de todos ellos, el quinto aussie mejor ubicado en el ranking y el más joven, se llama Alexei Popyrin. Veintiún años y oriundo de Sidney, quizás algunos lo recuerden por su victoria ante Dominic Thiem (8°) en el Australian Open 2019, su primer gran impacto como profesional. Dos años después de eso, Popyrin vuelve a los primeros planos del circuito ATP ganando en Singapur.


Campeón de Roland Garros y de la Copa Bonfiglio como Junior en 2017, alcanzó el N°2 en la categoría esa temporada. Su explosión como profesional llegó en 2019 con diecinueve años y apenas un solo partido ganado a nivel ATP. Además de alcanzar su primer cuartos de final ATP en Atlanta, su mayor logro fue ganar seis partidos en Grand Slams, al menos uno en cada Major. 87° del mundo en agosto 2019, su carrera parecía que despegaba directo al Top50 pero el año pandémico no fue el mejor. Sus únicas dos victorias ATP fueron en el Australian Open y sus resultados a nivel Challenger tampoco fueron los esperados por lo que salió del Top100.
Popyrin decidió iniciar la temporada 2021 en su país en febrero luego de una exigente pretemporada. Las buenas sensaciones tenísticas de su mini gira australiana, más allá de los resultados, le dieron confianza a un Alexei hambriento de triunfos. El ATP250 Singapur no presentó en el cuadro principal ningún Top35 lo que transformó al torneo en una especie de oportunidad perfecta para que la segunda o tercera línea de jugadores aspiraran a llegar a las rondas finales. En ese contexto, Alexei Popyrin rompió la barrera de los cuartos de final ATP y se llevó el trofeo de campeón en Asia tras derrotar en la final a impredecible y peligroso Alexander Bublik.

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"Tener un comienzo de año como el que estoy teniendo demuestra cuánto trabajé en pretemporada. Lo sigo diciendo y lo seguiré diciendo durante todo el año: creo que el trabajo que hice durante la pretemporada de este año fue increíble. Como equipo, todos trabajamos muy, muy duro y estoy muy contento con la forma en que ha comenzado la temporada", destacaba el nuevo campeón ATP, que su festejo fue tomar un avión tres horas después del título para celebrarlo con su familia en Sidney, con la particularidad de cambiar el pasaje de clase turista a business, un lujo que no se da con mucha frecuencia.

Familia a la que según sus palabras, le debe todo: "Las figuras clave en mi vida definitivamente son mis padres. Toda mi familia, honestamente. Han sacrificado tanto por mí… Han viajado por el mundo conmigo. Recuerdo que cuando tenía 12 años jugábamos torneos Sub12, Sub14 con mi hermano y con toda la familia alquilábamos un siete plazas e íbamos durante tres o cuatro meses jugando torneo tras torneo. Mi abuela, mi hermana pequeña, mi madre, mi padre… todos estábamos en ese coche y viajábamos por Italia, Eslovaquia, Eslovenia, España o Francia. Ese es el sacrificio que han hecho por mí. Mi familia ha sido lo más influyente en mi vida".

El espigado jugador (196cm) que en agosto cumplirá veintidós años acumula un título en cada categoría: Future Polonia F4 en 2017, Challenger Jinan (China) en 2018 y ATP250 Singapur el domingo. Residente en España a tiempo parcial desde 2010 como base europea durante las giras por el viejo continente, ha sido parte del "Piatti Tennis Team" en la Academia de Riccardo Piatti (Liguria, Italia) y desde 2017 se ha unido al "Team Mouratoglou" en la Academia de Patrick Mouratoglou (Niza, Francia). Auspiciado por Nike y Head desde muy joven gracias a su proyección, la nueva estrella del tenis australiano pisa fuerte en este 2021 y su carrera en el circuito ATP recién comienza.

Daniel Vitale Pizarro