24 julio 2019

Un café con Lajovic







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Dusan Lajovic giraba alrededor del puesto cien ATP. A finales de 2016, enterado de que Fabio Fognini decidió romper vínculos con su coach José Perlas, el serbio llamó al catalán para empezar a trabajar con él. Perlas, uno de los entrenadores más afamados del circuito, asumió el compromiso de mejorar a Lajovic como lo hizo con todos sus anteriores jugadores. El español sabe a quien decirle que sí y cuando recibió el llamado de Dusan, no lo dudó: "¿Qué vi en Dusan? Bueno, me dedico a esto. Se ve en los ojos de los chicos, ves el que quiere, el que sufre porque no lo consigue, mi labor consiste en ayudarles y abrirles esa oportunidad", decía "Josep" de su nuevo jugador.


Afincado en Barcelona, el nacido en Belgrado hace 29 años tenía potencial pero carecía de un patrón de juego que le permitiera competir cuando su tenis no fluyera o cuando el rival lo superaba. Así lo cuenta Perlas: "Tenía que conseguir un orden, simplificar su tenis. Él tiene una visión de los mejores continuamente, de los highlights, pensaba que cada punto tiene que ser un golpe para el recuerdo, una jugada perfecta. Necesitaba sentir muy bien la bola, si la tocaba con el marco y gana el punto, entonces no le valía. Había que simplificar todo esto y poner en valor las cosas sencillas, que al final son las que te dan la base y te abren la oportunidad para crear otras. He tenido que frenar mucho esta idea y limpiarla".






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El progreso fue paulatino y el primer gran resultado, fruto del trabajo silencioso, llegó en el M1000 Monte Carlo 2019. Sin finales ATP en su haber, alcanzó la definición en el Principado de Mónaco, el torneo más tradicional sobre polvo de ladrillo luego de Roland Garros. El rival era Fabio Fognini, el anterior pupilo de José Perlas. El italiano fue más pero la enseñanza que le dejó ese torneo fue inmensa. Top25 por primera vez (23°) y cabeza de serie en casi todo torneo que disputara, Lajovic logró lo que Perlas le dijo apenas comenzaron a trabajar juntos: "El objetivo es tener un ranking que nos permita elegir cuando jugar y cuando descansar".
El segundo impacto fue unos meses después, en el ATP250 Umag (Croacia). Sobre la arcilla croata, su mejor superficie, alzó su primer título como profesional en el circuito mayor, una semana que jamás olvidará: "Ha sido una semana espectacular. Recordaré este partido el resto de mi vida, siento un gran alivio por ganar mi primer título". Sus ampulosos golpes con buena carga de efecto se adaptan mejor a la arcilla que a cualquier otro tipo de pista gracias al tiempo adicional que le brinda la tierra batida para preparar sus tiros. Y los resultados están a la vista. Además de las finales mencionadas, su mejores actuaciones ATP fueron los octavos de final en Roland Garros 2014 y los cuartos de final en el Masters1000 Madrid 2018.


"Mi entrenador me ha dado mucha confianza desde el inicio. Cree en mí absolutamente y eso me ha hecho darme cuenta de que tengo más tenis del que pensaba. En estos estos momentos estoy tratando de ser más agresivo y dominante con la derecha", declaraba el decimotercer campeón debutante ATP de 2019, una suma poco habitual que marca el cambio generacional latente. Pero no solo de tenis vive Lajovic. El tenista también tiene tiempo para su emprendimiento gastronómico"Laboratorije Kafe": "Desde joven soy adicto al café así que decidí montar con unos amigos una cafetería donde servir también helados, batidos y cafés de importación. Es un hobby, lo tengo al lado de casa y disfruto mucho pasando tiempo allí cuando estoy en Belgrado".
Dusan comenzó a jugar al tenis de casualidad porque su verdadera pasión era el fútbol. En su ciudad todos los clubes estaban repletos de chicos y el pequeño "Dutzee" no tenía lugar para practicar el deporte N°1 mundial, por lo que sus padres lo inscribieron a los siete años a clases de tenis, deporte que nunca abandonó. Su maduración como deportista de elite fue tardía pero constante: 136° ITF Junior, Top100 ATP por primera vez a los 23 años, Top50 a los 28 años y campeón ATP a los 29 años. Instalado entre los mejores del mundo, Lajovic demuestra a fuerza de trabajo y rodeado de los personas indicadas, que casi todo es posible, un claro ejemplo de que querer es poder.

Daniel Vitale Pizarro

15 julio 2019

La historia en juego


"No sé si es peor perder así que por un triple 6-2. Creo que al final eso no importa. Podría sentirme decepcionado, triste o enfadado. No sé cómo me siento ahora. Lo que siento es que ha sido una increíble oportunidad perdida. No puedo creerlo", fueron las primeras palabras de Roger Federer en conferencia de prensa luego de perder 7/6 1/6 7/6 4/6 13/12 la final más larga de la historia de Wimbledon ante Novak Djokovic. El suizo que cumplirá 38 años dentro de tres semanas, tuvo el partido en sus manos cuando sirvió 8-7 40-15 en el quinto set. Sin primeros servicios, un error con su derecha y un passing fantástico de su rival impidieron que el helvético fuera campeón por novena vez. Esfumados los match points, el partido se definió en el debut de la muerte súbita en 12-12 luego de 4h 57m.


Partidos tan igualados no ofrecen una explicación táctica o estadística clara de porqué ganó uno u otro, la diferencia en estos casos es mental. Más allá de los tiros ganadores, errores no forzados o break points concretados o desperdiciados, lo que determina al ganador es cómo enfrentan los momentos importantes del partido. Aprovechar las oportunidades creadas se transforma en algo vital para salir airoso de las situaciones complejas. Djokovic ganó los tres tiebreaks que se disputaron sin cometer errores no forzados (Federer 11) y levantó dos bolas de partido con el saque de su rival, impecable en los momentos donde el brazo se tensa y la cancha se achica. Novak devolverá genial y será físicamente dotado, pero su mejor cualidad es su mentalidad. Sus ojos se transforman en los de un depredador cuando tiene a su presa y su instinto de supervivencia es el de un felino salvaje.
Su dominio absoluto en el circuito en varias temporadas no tiene parangón, y toma mayor relevancia aun porque durante esos periodos, Federer y Nadal ya eran grandes campeones. A diferencia de Roger y Rafa, que dominaron antes de que Novak sea N°1 ATP, el nacido en Belgrado tuvo que luchar contra dos colosos en su esplendor y no solo los superó, sino que los dominó. Ejemplo de ello son las temporadas 2011, 2015/2016 y 2018/2019. De un historial parejo ante ellos (54-48), en estos periplos el serbio los aplastó: 29 triunfos y 6 derrotas. Números que reflejan su superioridad frente a los preferidos de los aficionados y de los medios especializados.
"Nos complementamos, nos hacemos crecer y evolucionar unos a otros. Ellos dos probablemente sean una de las razones más importantes por las que todavía compito a este nivel. El hecho de que hayan hecho historia en este deporte también me motiva, me inspira a tratar de hacer lo mismo y lograr más. No se si podré hacerlo. No considero la edad como una restricción de ningún tipo, lo que dije en la cancha, realmente lo dije en serio: Roger realmente me inspira con su esfuerzo a su edad. Los récords no dependen solo de mí mismo, dependen de las circunstancias de la vida. Además no soy solo un jugador de tenis, soy padre y marido. Tienes que equilibrar las cosas. Obviamente, necesitas tener las circunstancias correctas y el apoyo adecuado para que las cosas se desarrollen de la manera correcta", daba su parecer el cinco veces campeón de Wimbledon sobre varios temas relacionados con el Big3.
Muchas veces, para conocer cuánto significa una victoria para un jugador, hay que prestar atención al festejo en cancha del ganador. Así como Nadal celebró como si hubiera sido campeón en segunda ronda ante Nick Kyrgios, el particular festejo de Djokovic dejó mucha tela para cortar. "Nole" no gritó ni levantó los brazos ni se tiró al césped. El balcánico se regocijó en la Cancha Central de Wimbledon luego de competir casi cinco horas ante Roger Federer, el favorito indiscutido del público, y desafió a todos los presentes, incrédulos, mirándolos a los ojos, al mejor estilo Cristiano Ronaldo. Masticó un poco de hierba y se golpeó el corazón. El N°1 del mundo no solo le ganó a Federer, también 'derrotó' a todos los presentes.
"Tuve el partido más exigente físicamente contra Nadal en la final del Australian Open 2012 que duró casi seis horas. Pero mentalmente este, con Federer enfrente, en Wimbledon y salvando bolas de partido, fue un nivel mental diferente". Campeón de cuatro de los últimos cinco Grand Slams, Novak Djokovic va por todo y no tiene reparos a la hora de expresarlo. Hace rato que dejó de ser el tercero en discordia para pelear por ser el más ganador de la historia. El serbio es el anti-héroe, el que vino a romper esa estabilidad entre Roger y Rafael, el que reúne cosas de ambos pero que no es similar a ninguno, el más atlético de todos y el menos querido por el público de los tres.

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Quizás justamente por eso sea el "odiado", por venir a romper esa dualidad a la que los seres humanos nos apegamos en el deporte y en la vida, despreciando siempre a un tercero. Piensen en política, en fútbol o en cualquier ámbito: siempre la disyuntiva es por dos, no por tres. "Nole" es ese tercero, que hace todo lo posible por ser querido como los otros dos pero que no le alcanza ni le alcanzará. Solo le quedará superarlos en números y récords para que los eruditos del deporte, luego de retirados, lo ubiquen por encima de todos. Mientras tanto deberá luchar contra la antinomia Federer-Nadal hasta el final de su carrera.

Daniel Vitale Pizarro

01 julio 2019

Italia a la vanguardia


El éxito del tenis italiano de los últimos diez años, pero sobre todo del último lustro, no es producto de la casualidad. La infraestructura tenística del país, perfeccionada durante años, sembró las bases para que hoy se puedan ver estos resultados. Fabio Fognini (10°) y Matteo Berrettini (20°) son sus mayores exponentes pero la gran cantidad de jugadores Top100 (6), Top200 (10) y Top300 (7) deja en claro el proyecto tenístico de la Federazione Italiana Tennis. Italia apostó por el tenis a mediano/largo plazo y ganó. El compromiso ha sido y es de todos los actores del juego, un trabajo mancomunado para que Italia vuelva a ser potencia mundial. Cuarenta años después, Italia vuelve a ser protagonista y lo que viene puede ser aun mejor.
Empecemos por el cambio estructural. La Federación Italiana de Tenis fue incrementando la cantidad de torneos Futures y Challengers. En 2019 se organizarán veinticuatro certámenes ITF y diecinueve Challengers, el país con mayor cantidad de torneos internacionales profesionales de toda Europa. Estas competiciones son la base de un proyecto tenístico ambicioso que facilita enormemente el crecimiento de los jóvenes profesionales que no deben viajar lejos de su casa para dar sus primeros pasos. Menos traslados, menos dinero desembolsado, más oportunidades de competir, más invitaciones a promesas y un incentivo gigante para que los niños comiencen a practicar el deporte
A las cuarenta y tres competiciones "menores" se le suma un Masters1000 en Roma, el Masters #NextGen en Milán y la Masters Cup en Turín a partir de 2021. Un total de cuarenta y cinco torneos del circuito masculino forman parte del circuito ITF-ATP, una cantidad récord a pesar de que solo Roma pertenezca al circuito principal, una deuda pendiente que comenzará a saldarse en 2021. Y la gente responde en las gradas. Roma batió récords de audiencia en vivo y en TV, en parte por la presencia de Roger Federer pero también por esta ola de tenistas italianos protagonistas durante todo el año y en todas las superficies. La muestra de ello son los veinte torneos ATP ganados durante 2010-19, solo superado por la época dorada del tenis italiano con veintidós trofeos conseguidos entre 1970-79.
Pero el éxito del tenis italiano se debe a un conjunto de cosas más allá de la netamente deportivo. El canal de TV italiano SuperTennis transmite 24 horas de tenis durante los 365 días del año, sin necesidad de pagar un abono extra como sucede con otros deportes. A excepción de los Grand Slams, transmite en directo casi todo el circuito masculino y femenino ATP/WTA. Y no solo tenis en vivo. La programación abarca programas regionales, coberturas de torneos menores, el circuito amateur, beach tennis, pádel, informes sobre actualidad tenística y entrevistas a jugadores o promesas ATP/WTA. La población respira tenis y se siente atraída por este deporte al poder disfrutarlo gracias a la TV, a los torneos disputados a lo largo del país y a los jugadores que cada vez son más.


También en cuanto a la difusión del deporte, las editoriales italianas aportan su granito de arena. La gran cantidad de bibliografía tenística traducida al italiano o escrita por periodistas e investigadores italianos especializados en el deporte de la raqueta es una de las más ricas del mundo después del inglés. Gianni Clerici (Salón de la Fama 2006), Stefano Semeraro, Remo Borgatti, Luca Marianantoni, Roberto D’Ingiullo, Corrado Erba y Luca Bottazzi, además de las publicaciones de los extenistas Adriano Panatta o Paolo Bertolucci, son algunos de los autores que optaron por escribir libros sobre tenis en su idioma para facilitarle la lectura a toda la población.
Otra parte importante es la calidad de los profesionales vinculados al tenis. Pensando en el futuro del deporte y por la creciente demanda para practicar la actividad, la Federación Italiana de Tenis ha invertido mucho tiempo y dinero en programas de capacitación para mejorar la enseñanza del tenis. Instructor de primer grado, Instructor de segundo grado, Maestro Nacional y Técnico Nacional son los vigentes títulos oficiales de profesor de tenis de dicta la FIT. Pero la formación profesional no se queda solo en lo puramente tenístico, la oferta es amplia: Preparador mental (I & II), Fisioterapeuta (I & II), Preparador físico (I & II), Encordador (I & II) y Educador alimenticio. La profesionalización de la profesión, pilar fundamental para el crecimiento del deporte en el país.

Uno de los tantos clubes pequeños de Italia (foto propia)

Desde 2016 la Federazione Italiana Tennis firmó un acuerdo con Craig O'Shannessy, el gurú de los números aplicados al tenis, conocido por trabajar con Novak Djokovic o la ATP. El australiano colabora con la FIT dando conferencias y cursos en centros deportivos para ayudar a los entrenadores a desarrollar métodos de entrenamiento más productivos que los tradicionales, basados principalmente en las estadísticas, análisis de videos y puntos fuertes/débiles de cada jugador, sistemas que ayudan a la evolución técnica y táctica de los tenistas desde pequeños. Todo esto está apoyado en un proceso a largo plazo que inició hace diecinueve años con la contratación de Corrado Barazzutti como capitán de las selecciones nacionales femeninas y masculinas (vigente).
Una población con cultura tenística, una Federación de Tenis Nacional involucrada en un proyecto a largo plazo, clubes que forman parte de ese proyecto, jugadores y entrenadores comprometidos con el deporte, torneos nacionales y profesionales prácticamente cada semana, medios de comunicación especializados y empresarios inversores en el tenis, todo eso conforma el gran presente del tenis italiano que permite que el fanático extranjero se pregunte el porqué de Italia como potencia tenística mundial. Todo tiene un porqué, casi nada sucede por casualidad e Italia es el ejemplo cabal de que se puede tener éxito en un deporte con un trabajo serio, coherente y a conciencia. Nada es dejado al azar y el resultado final beneficia a todos.

Daniel Vitale Pizarro

24 junio 2019

¿Veterano?


La gira sobre césped es la más especial de la temporada. Desde 2015, la cantidad de torneos fue en aumento y por ende empezó a ocupar algo más de protagonismo en el calendario ATP. Hoy son ocho los certámenes sobre hierba a lo largo de seis semanas consecutivas y en cinco países diferentes. En esa superficie nació el tenis y como todo lo que escasea, tiene mayor valor, más aun si allí empezó todo hace más de 150 años. De ese escueto calendario verde, sobresale Wimbledon y el ATP500 Queen's, el pintoresco torneo de la reina, repleto de historia y de grandes campeones, con un estadio principal de los más bonitos del mundo del deporte. La edición 2019 no iba a ser una más para los organizadores porque representaba la vuelta al circuito profesional de Andy Murray. 

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A pesar de no disputar el singles, Andy era el jugador estrella del certamen. Campeón cinco veces en Queen's (récord), volvía al ruedo cinco meses después de la operación de su cadera derecha, una cirugía delicada por la que aun no se sabe si podrá volver a disputar un torneo de singles sin dolor y a buen nivel. Murray decidió probar cómo respondía su prótesis de metal en dobles junto a Feliciano Lopez en el torneo que más veces fue campeón. Y mal no le fue. En su primer contacto con el tenis profesional, logró el título y algo aun más importante, no sentir dolor al disputar los partidos, sin lugar a dudas el premio mayor.


"Me encuentro genial. Esta mañana estaba algo rígido, quizá por la tensión acumulada ayer. Lo más positivo para mí es que siento que he perdido el miedo. Empecé la semana con algo de precaución en los desplazamientos, pero al ver que no sentía molestias he podido moverme con velocidad e ir a por pelotas que no pensé que podría volver a alcanzar. He podido jugar sin pensar nada en mi cadera y el hecho de haberme tirado por el suelo y hacer movimientos bruscos y no haber sentido dolor, supone una excelente noticia para mí", declaraba en conferencia de prensa el escocés, muy contento por lo vivido en la semana y por la victoria de su compañero y amigo.
A pesar de ser Murray la atracción principal, un zurdo español con un tenis de otra época se robó el protagonismo. Feliciano Lopez logró lo impensado por muchos, incluso por él mismo: ser campeón en singles y en dobles. Seis veces campeón en el tour principal (tres en hierba), nadie dudaba de su calidad ni de su gran adaptabilidad al pasto, pero sus resultados en 2019 (3-8) y su actual ranking (113º) no auguraban ni por asomo esas victorias. De los ocho partidos que disputó entre ambas modalidades, batió a cuatro preclasificados, finalizó cinco encuentros el fin de semana, definió seis en el tercer set y los cuatro singles se extendieron por más de dos horas cada uno, una verdadera maratón tenistica para un "joven" que cumplirá 38 años en septiembre.
"Deliciano", como lo llamó Judy Murray al confesarse una fan de su juego, se mostró tan alegre como sorprendido: "Pensaba que el mejor momento de mi carrera fue cuando gané la final aquí, en el año 2017, pero no, el mejor momento de mi carrera es este. La vida te da sorpresas como ésta y hoy toca disfrutar al máximo porque no me lo esperaba para nada, con casi 38 años. Tengo muchos sentimientos acumulados por el año que llevaba, pero esta semana no ha habido ningún pero. He jugado muy bien, he aguantado físicamente partidos durísimos tanto en individuales como en dobles. Hay veces que hay cosas que están destinadas para tí y tú haces todo para que eso se haga posible. Ningún guionista hubiera pronosticado lo que me ha ocurrido esta semana"
Director del Masters1000 Madrid desde 2019, Feliciano no iba a resistir, con 38 años, otra temporada como la actual en 2020, por lo que la prensa y sus allegados ya miraban a "Feli" más como Director de tenis que como jugador para el año siguiente. Pero nunca está dicha la última palabra cuando se trata de jugadores con tanta calidad y tan diferentes al resto. Dueño de un juego casi extinto basado en el saque, la volea y el slice, un combo de golpes que domina como ningún otro Top100, el toledano de treinta y siete años y nueve meses vivió la mejor semana de su carrera en su torneo preferido sobre la superficie que más alegrías le dio


Porque "Feli Lopez" es de esos jugadores que escasean en el circuito, con una velocidad de bola inferior a la media profesional pero una calidad superior. Su servicio, su volea y su slice recuerdan a los años setenta/ochenta, donde el slice en los tiros primaba por sobre el top spin, una época en la que los jugadores de saque-volea como el español, eran mayoría. Los años pasaron, el marketing creció a niveles impensados, la tecnología permitió golpear la pelota más fuerte con menos esfuerzo, las superficies comenzaron a ser más similares entre sí y por ende, los especialistas empezaron a desaparecer, dejando lugar solo a los jugadores fuertes desde el fondo de la cancha. En un tenis puramente físico, potente y monótono, "Deliciano" supo destacarse siendo totalmente diferente al resto.

Daniel Vitale Pizarro