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20 agosto 2013

Una 'Rafa'ga de tenis

Una cuenta pendiente menos.

Agassi (1995), Rafter (1998) y Roddick (2003) eran los únicos tres tenistas que habían conseguido ganar Montreal y Cincinnati de manera consecutiva. Pero esa lista se agrandó esta temporada porque el español Rafael Nadal, el mejor jugador de la historia sobre polvo de ladrillo, se sumó a ese trío de nombres, luego de su victoria en Montreal ante Raonic y en Cincinnati contra Isner. Patrick y Andy, además levantaron el título en Nueva York para completar el "Grand Slam de cemento". ¿"Rafa" lo logrará?

Sobre la superficie más rápida al aire libre del circuito, Rafael Nadal se hizo fuerte en el calor de Ohio y gritó campeón, en un torneo que nunca lo había visto siquiera llegar a la final (SF en 2008 y 2009). Durante ambas semanas, se vio a un Nadal arrollador, quizá no demoliendo a sus rivales como en tierra batida, pero dando la sensación de que tarde o temprano, el partido lo iba a terminar ganando. Y así sucedió en el transcurso de los dos Masters 1000 del verano norteamericano. Agresivo, dominador desde el fondo de la pista, pero sobre todo, utilizando el saque como si fuera un especialista en la materia, tuvo que sufrir más de la cuenta en cuartos de final ante un Federer de gran nivel, pero que terminó cediendo (como casi siempre) ante el balear.

Alegría desbordante, y no es para menos.

En semifinales lo esperaba Tomas Berdych, que venía de atropellar a Andy Murray con una autoridad sorprendente. Pero la balanza se volvería a inclinar en favor del nacido en Manacor. La final fue un partido muy apretado en el marcador. Isner sacó como de costumbre y obligó a Nadal a tener que vencerlo en sendos tie-breaks. Sin quiebres por ambos lados, "Rafa" logró su primer victoria ATP sin tener una sola chance de quiebre durante todo el partido, una curiosidad que no deja de sorprender y agranda más su triunfo.

El español alcanzó la cifra de 59 títulos ATP, a solo una corona de Andre Agassi. Cincinnati significó el noveno trofeo del año, quinto Master 1000 (igualando la cantidad obtenida por Djokovic en 2011) y el 26° en su holgada historia, cada vez más lejos de su perseguidor en ese tipo de certámenes que es Roger Federer (21). El triunfo en Cincy fue el número 53 en lo que va de 2013 (tres derrotas) en doce torneos, en los cuales llegó a once finales. Sí, por más que lo repitamos todos los días, no deja de sorprendernos la efectividad, sea en arcilla como en cemento.

Isner, solo una amenaza.

Nadal dijo: "En Cincinnati nunca sentí que jugase bien, y este año la situación fue diferente". ¡Y vaya si fue diferente! Pasó de nunca jugar bien, a ser el campeón y de la forma en que lo hizo. Y "Rafa" agregaba su visión sobre las diferentes condiciones en los Masters 1000 del verano: "Ganar torneos consecutivos es difícil. Las pistas no son exactamente idénticas. Las condiciones meteorológicas no son iguales. Los rivales llevan tu cuerpo y tu tenis al límite. Es complicado, necesitas estar 100% concentrado durante dos semanas".

Campeón de los últimos cuatro Masters 1000, se convirtió en el primer tenista en conseguirlo. Desbordado de alegría, el español hizo hincapié en su nivel de juego, porque de otra manera no hubiera podido triunfar en ambas competiciones: "En pista de tierra no tengo que jugar mi mejor tenis para ganar. Sí debo hacerlo en pista dura. Por eso estoy orgulloso de mis últimas dos semanas. Nunca había hecho nada como esto en toda mi carrera, por lo que fue un momento emocionante por muchas razones distintas. Tras todos los problemas que he tenido, fui capaz de jugar dos semanas seguidas en pista dura al máximo nivel".

El número uno soy yo.

Novak Djokovic, que cedió en cuartos de final ante Isner, se convirtió matemáticamente en el segundo clasificado al Masters de fin de año en Londres, que vale aclarar, clasifican los ocho mejores de cada temporada. El ranking en lo que va del año, con Cincinnati incluido, quedó así:

1. Rafael Nadal - 9,010
2. Novak Djokovic - 6,770
3. Andy Murray - 5,430
4. David Ferrer - 4,540
5. Juan Martín Del Potro - 3,320
6. Tomas Berdych - 3,225
7. Roger Federer - 2,875
8. Jo-Wilfried Tsonga - 2,455

Daniel Vitale Pizarro

20 agosto 2012

Setenta y seis veces puedo


La magia sigue intacta

Para los que no les gusta el tenis o solo miran el resultado de los partidos, este 2012 les debe parecer "aburrido" cada vez que prenden la TV y ven a Roger Federer levantar un trofeo. "Otra vez ganó Federer, que monótono que es el tenis", o "Juega con Federer, listo, pierde", son algunas de las frases que se escuchan decir por el resto de los mortales, no aficionados al deporte blanco. Pero lo que está haciendo en esta temporada el suizo, a sus 31 años, se asemeja a sus mejores "jóvenes" años como profesional. Seis títulos, tres de ellos Masters 1000, un Grand Slam, dos ATP 500 y dos finales perdidas, más la recuperación del número uno del mundo, enmarcan una temporada para el recuerdo y... ¡recién estamos en agosto! Para encontrar seis títulos ATP en su haber, hay que remontarse al 2007, en esa temporada conquistó ocho, con otras cuatro finales perdidas.

Lo logrado por Roger Federer en Cincinnati dejó bien claro como se siente él física y mentalmente. Derrotó a Novak Djokovic 6/0 7/6 con una autoridad sublime. Impuso su juego durante todo el partido, llevó de "acá para allá" al serbio con su drive invertido y sus idas a la red, que pocas veces pudo ser sobrepasado. El slice funcionó a la perfección, manejó los tiempos del encuentro a su gusto. Pero la clave estuvo en su servicio, como durante todo el torneo. No ofreció siquiera una chance de quiebre en todo el partido. Varió la velocidad y ubicación de los saques, ante un Djokovic que nunca se sintió cómodo dentro del court principal. Notable. Cuando parecía que el partido se emparejaba, sacaba una media bolea maravillosa, un drive invertido fatal o un passing shot que dejaba parado al serbio en la red. Siempre salió airoso de cualquier situación de complejidad. Fue sin dudas, una de sus mejores presentaciones en finales, por lo menos de los últimos años.
Djokovic: "Federer es como los buenos vinos, con los años es más bueno"

Para dimensionar el nivel demostrado hoy por "Su Majestad", hay que analizar como llegaban a la definición, ambos sin ceder su saque. "RF" le quebró tres veces el servicio en el primer set para terminar con esa estadística. Su tenis avasallante y exigente se sumó a un "Nole" impreciso e inseguro que cometió algunas doble faltas claves, producto de la presión constante del suizo. En el segundo set el partido se niveló, por aciertos del exnúmero uno y errores del actual, hasta llegar al tie break. Djokovic tuvo un set point que no pudo concretar y Roger se encargó de sellar la victoria, luego de su segundo match point. Un drive cruzado le dio el campeonato e hizo estallar la tribuna, como si fuera norteamericano. Eso que solo genera Roger Federer en cada país al que va: Idolatría.

En la época de los jugadores jóvenes, fuertes y altos, y de lo físico por sobre lo técnico, Roger Federer sigue dando batalla con su tenis clásico, exquisito, de alto concepto tenístico y con 31 años. Maravilloso. Cuando acelera derecha y piernas, no tiene rival. Parece que "vuela" dentro de una cancha de tenis, antes y después de impactar, sus pasos de ajuste son determinantes durante los peloteos. Un jugador con un nivel de coordinación sin precedentes. ¿Será por eso las pocas lesiones sufridas a lo largo de su carrera?
Desequilibrante

"Probablemente esta semana ha sido la mejor que he tenido en Cincinnati, sin perder el saque y con un triunfo frente a Novak en la final. Esto fue muy dulce", dijo Federer en conferencia de prensa, y agregó: "A pesar de que ya logré casi todas las metas que me impuse para este año, asegurar una medalla en Londres, ser campeón en Wimbledon y volver a ser el número uno del mundo, era importante para mí seguir adelante y tener la mejor preparación para Nueva York". La victoria del helvético aumentó el saldo negativo de Djokovic en finales de Cincinnati. En los últimos cinco certámenes, perdió cuatro finales. No le permitió, al igual que el año pasado Andy Murray, ser el cuarto tenista desde 1990 en ganar Canadá-Cincinnati en fila, algo que lograron Andre Agassi en 1995, Patrick Rafter en 1998 y Andy Roddick en 2003 (Agassi perdió la final de US Open ese año con Sampras, mientras que Rafter y Roddick triunfaron en Flushing Meadows).

Roger Federer sigue aumentando sus récord y sumando trofeos, todo un coleccionista. Este Masters 1000 fue su número 21 (alcanzó la línea de Nadal), su quinto en Cincinnati, siendo el único en conseguirlo esa cantidad de veces, superando a Lendl que había logrado cuatro veces ser el mejor en suelo americano. Fue el título número 76 ATP, a solo uno de John McEnroe, tercero entre los más ganadores de la historia detrás de Lendl (94) y Jimmy Connors (109), números que parecen inalcanzables, aún para lo gigantesco que es Federer.
Lo hizo una vez más

Suma y suma semanas como número uno, más lejos de las 286 de Pete Sampras. Roger acumula 292 (tendrá 296 aseguradas hasta la serie de Copa Davis, como mínimo) y alargará su reinado, porque con esta victoria se aseguró finalizar el cuarto Major del año en esa posición, sin importar su resultado. Con todos estos logros sobre su espalda, el "expreso suizo" se pone a punto para la cita en Nueva York, el último Grand Slam de la temporada, que lo recibirá como número uno del ranking mundial y que no lo ve campeón desde 2008, año que derrotó a Murray en la final. Tampoco cae antes de semifinales desde 2004, cuando obtuvo su primer Abierto de Estados Unidos. Impecable.

¿Por qué lo llamaron Roger? Robert (padre): "Buscamos un nombre fácilmente pronunciable en inglés y francés. Presentíamos buen futuro". Felicitaciones Robert y Lynnette. Primero por acertar en el futuro de su hijo y segundo por inmortalizar el apellido Federer con un simple ROGER. Varias generaciones llevarán su nombre gracias a ustedes...
Daniel Vitale Pizarro