27 agosto 2012

¡Cuidado, gigante suelto!



El servicio, su arma

Mide 2.06 m. y pesa 111 kg. Parece ser un típico jugador de Básquetbol o Voleibol, pero nada más alejado de la realidad. Este domingo, por cuarta vez en el año, John Isner llegó al último partido de un torneo y por segunda ocasión levantó el trofeo. En el ATP250 de Winston Salem derrotó al checo Tomas Berdych (6°) 3/6 6/4 7/6, luego de salvar tres match points. Además de defender el título logrado el año anterior, mantuvo el décimo lugar en el ranking y sumó su quinto ATP sobre doce finales jugadas en su carrera. Es la segunda vez en la temporada que Isner revalida lo hecho en 2011 (Newport a Hewitt). El "Gigante norteamericano" está teniendo su mejor año en el circuito.

Desde aquel histórico partido en Wimbledon ante Mahut (sí, el de las más de once horas) cuando conocimos a un verdadero gladiador, Isner no pudo, luego de semejante envión anímico, dejar de ser uno más del montón, un Top40, Top30, no mucho más. Tuvo que pasar más de un año para que en el US Open 2011 empezáramos a hablar seriamente de aquel John Isner de Wimbledon 2010. "¿Te acordás de aquel jugador que jugó más de once horas? ¿Cuál, el norteamericano que hizo más de 100 aces? Si ese ¿te acordás? Si, ¿qué pasó? Bueno, está en cuartos de final del US Open". Tranquilamente podría haber sido una charla entre dos aficionado al deporte blanco, hace exactamente un año atrás, antes de que cayera ante Andy Murray en cuatro sets.

2011 y 2012, solo cambió la forma de usar la gorra

Aquel torneo fue bisagra. Allí empezó su camino al Top10, lugar en el cual acumula 13 semanas (9° durante una semana). Luego de dejar su huella en Flashing Meadows, en el Masters1000 de París alcanzó su primera semifinal en un certamen de esa categoría. Ese resultado le permitió entrar al Top20 para no dejarlo más. Comenzó 2012 y el nacido en Greensboro, Carolina del Norte, cayó en la tercera rueda del Australian Open, luego de un maratónico y polémico partido en primera ronda ante David Nalbandian, con errores por parte del árbitro que inclinaron la balanza para Isner. En la siguiente ronda, el cansancio le jugó en contra.

En la serie contra Suiza por Copa Davis volvió a ser ese que finalizó el 2011, o mejor. Con la serie 1-0 (Fish Wawrinka en cinco sets), Isner derrotó a Roger Federer, en su casa y sobre arcilla, para poner 2-0 a Estados Unidos, serie que los hermanos Bryan se encargaron de liquidar el sábado. A fuerza de saques, rebosante de confianza, se "coló" nuevamente en una semifinal de Masters1000 en Indian Wells, segunda consecutiva, pero esta vez no dejó pasar la oportunidad y dio el batacazo. Derrotó al campeón defensor y número uno del mundo Novak Djokovic. La victoria sobre Federer no había sido casualidad. Al día siguiente, el propio Federer lo despachó en su primera final de M1000.

Isner pudo con todos

Candidato en Miami, Florian Mayer lo frenó en tercera ronda. En los cuartos de final de la Copa Davis, nuevamente fue el protagonista. Venció a Simon el viernes y a Tsonga el domingo, otra vez sobre tierra batida y de visitante. Brillante. Dos semanas más tarde, en el comienzo de la gira de polvo de ladrillo, una vez más apareció en escena John Isner en una final, que por segunda vez en el año perdió, esta vez ante Juan Mónaco en Houston. Luego de semejante inicio de temporada, la gira de canchas lentas no le dio muchos resultados positivos, algo esperado si ponemos sobre el mostrador todos sus golpes y su tipo de juego. A pesar de eso, disputó el segundo partido más largo de la historia en Roland Garros ante Paul-Henri Mathieu, aunque no logró la victoria (5h 41m).

Pero en el césped, "Iron Man" (apodo luego de Wimbledon 2010) volvió a los primeros planos. En Newport, luego de perder en primera ronda en el All England ante Alejandro Falla, para variar en cinco sets, obtuvo su primer título del año en su tercera final. Coronaba una parte de la temporada en la cual fue más protagonista que muchos de los mejores del ranking. Los cuartos de final en los Juegos Olímpicos y la tercera semifinal de su carrera en Toronto, dejaron más que claro que este es el año de John Isner. Y para llegar al US Open (torneo favorito) de la mejor manera, campeón en Winston Salem con victorias ante dos Top10 en un certamen ubicado en Carolina del Norte, donde nació. A pura potencia y velocidad de pelota, derrotó a Tsonga en semifinales y a Berdych en la final. Hoy más que nunca es una seria amenaza en el US Open. ¡Cuidado!

Daniel Vitale Pizarro

20 agosto 2012

Setenta y seis veces puedo


La magia sigue intacta

Para los que no les gusta el tenis o solo miran el resultado de los partidos, este 2012 les debe parecer "aburrido" cada vez que prenden la TV y ven a Roger Federer levantar un trofeo. "Otra vez ganó Federer, que monótono que es el tenis", o "Juega con Federer, listo, pierde", son algunas de las frases que se escuchan decir por el resto de los mortales, no aficionados al deporte blanco. Pero lo que está haciendo en esta temporada el suizo, a sus 31 años, se asemeja a sus mejores "jóvenes" años como profesional. Seis títulos, tres de ellos Masters 1000, un Grand Slam, dos ATP 500 y dos finales perdidas, más la recuperación del número uno del mundo, enmarcan una temporada para el recuerdo y... ¡recién estamos en agosto! Para encontrar seis títulos ATP en su haber, hay que remontarse al 2007, en esa temporada conquistó ocho, con otras cuatro finales perdidas.

Lo logrado por Roger Federer en Cincinnati dejó bien claro como se siente él física y mentalmente. Derrotó a Novak Djokovic 6/0 7/6 con una autoridad sublime. Impuso su juego durante todo el partido, llevó de "acá para allá" al serbio con su drive invertido y sus idas a la red, que pocas veces pudo ser sobrepasado. El slice funcionó a la perfección, manejó los tiempos del encuentro a su gusto. Pero la clave estuvo en su servicio, como durante todo el torneo. No ofreció siquiera una chance de quiebre en todo el partido. Varió la velocidad y ubicación de los saques, ante un Djokovic que nunca se sintió cómodo dentro del court principal. Notable. Cuando parecía que el partido se emparejaba, sacaba una media bolea maravillosa, un drive invertido fatal o un passing shot que dejaba parado al serbio en la red. Siempre salió airoso de cualquier situación de complejidad. Fue sin dudas, una de sus mejores presentaciones en finales, por lo menos de los últimos años.
Djokovic: "Federer es como los buenos vinos, con los años es más bueno"

Para dimensionar el nivel demostrado hoy por "Su Majestad", hay que analizar como llegaban a la definición, ambos sin ceder su saque. "RF" le quebró tres veces el servicio en el primer set para terminar con esa estadística. Su tenis avasallante y exigente se sumó a un "Nole" impreciso e inseguro que cometió algunas doble faltas claves, producto de la presión constante del suizo. En el segundo set el partido se niveló, por aciertos del exnúmero uno y errores del actual, hasta llegar al tie break. Djokovic tuvo un set point que no pudo concretar y Roger se encargó de sellar la victoria, luego de su segundo match point. Un drive cruzado le dio el campeonato e hizo estallar la tribuna, como si fuera norteamericano. Eso que solo genera Roger Federer en cada país al que va: Idolatría.

En la época de los jugadores jóvenes, fuertes y altos, y de lo físico por sobre lo técnico, Roger Federer sigue dando batalla con su tenis clásico, exquisito, de alto concepto tenístico y con 31 años. Maravilloso. Cuando acelera derecha y piernas, no tiene rival. Parece que "vuela" dentro de una cancha de tenis, antes y después de impactar, sus pasos de ajuste son determinantes durante los peloteos. Un jugador con un nivel de coordinación sin precedentes. ¿Será por eso las pocas lesiones sufridas a lo largo de su carrera?
Desequilibrante

"Probablemente esta semana ha sido la mejor que he tenido en Cincinnati, sin perder el saque y con un triunfo frente a Novak en la final. Esto fue muy dulce", dijo Federer en conferencia de prensa, y agregó: "A pesar de que ya logré casi todas las metas que me impuse para este año, asegurar una medalla en Londres, ser campeón en Wimbledon y volver a ser el número uno del mundo, era importante para mí seguir adelante y tener la mejor preparación para Nueva York". La victoria del helvético aumentó el saldo negativo de Djokovic en finales de Cincinnati. En los últimos cinco certámenes, perdió cuatro finales. No le permitió, al igual que el año pasado Andy Murray, ser el cuarto tenista desde 1990 en ganar Canadá-Cincinnati en fila, algo que lograron Andre Agassi en 1995, Patrick Rafter en 1998 y Andy Roddick en 2003 (Agassi perdió la final de US Open ese año con Sampras, mientras que Rafter y Roddick triunfaron en Flushing Meadows).

Roger Federer sigue aumentando sus récord y sumando trofeos, todo un coleccionista. Este Masters 1000 fue su número 21 (alcanzó la línea de Nadal), su quinto en Cincinnati, siendo el único en conseguirlo esa cantidad de veces, superando a Lendl que había logrado cuatro veces ser el mejor en suelo americano. Fue el título número 76 ATP, a solo uno de John McEnroe, tercero entre los más ganadores de la historia detrás de Lendl (94) y Jimmy Connors (109), números que parecen inalcanzables, aún para lo gigantesco que es Federer.
Lo hizo una vez más

Suma y suma semanas como número uno, más lejos de las 286 de Pete Sampras. Roger acumula 292 (tendrá 296 aseguradas hasta la serie de Copa Davis, como mínimo) y alargará su reinado, porque con esta victoria se aseguró finalizar el cuarto Major del año en esa posición, sin importar su resultado. Con todos estos logros sobre su espalda, el "expreso suizo" se pone a punto para la cita en Nueva York, el último Grand Slam de la temporada, que lo recibirá como número uno del ranking mundial y que no lo ve campeón desde 2008, año que derrotó a Murray en la final. Tampoco cae antes de semifinales desde 2004, cuando obtuvo su primer Abierto de Estados Unidos. Impecable.

¿Por qué lo llamaron Roger? Robert (padre): "Buscamos un nombre fácilmente pronunciable en inglés y francés. Presentíamos buen futuro". Felicitaciones Robert y Lynnette. Primero por acertar en el futuro de su hijo y segundo por inmortalizar el apellido Federer con un simple ROGER. Varias generaciones llevarán su nombre gracias a ustedes...
Daniel Vitale Pizarro

13 agosto 2012

Bajo la lluvia también gana

Entrenando (y no cantando) bajo la lluvia

Está claro que Novak Djokovic no es el mismo de hace un año atrás y que su rendimiento era casi imposible de mantener tanto tiempo. Ese nivel de regularidad, intensidad y mentalidad ganadora se hacía muy difícil sostenerlo más de lo que lo sostuvo. Y bastante tiempo lo hizo. De todas maneras sigue siendo uno de los mejores del circuito, sino el mejor, con un cambio menos que en 2011. Y lo demostró en Toronto (Canadá). Aquel torneo que en 2002 supo ganar Guillermo Cañas en esa inolvidable final ante un prometedor Andy Roddick, hoy vio repetir la consagración del exnúmero uno del mundo, al conseguir su décimo segundo Masters 1000. Repitió lo hecho en "su" año tenístico y dejó atrás una sequía de cuatro meses sin gritar campeón.

Es verdad que las bajas de Nadal (por lesión), Federer y Ferrer (cansancio por JJOO) y las prematuras caídas o abandonos de Tsonga, Del Potro y Murray por la "resaca" de los Juegos Olímpicos, ayudaron a la consagración del serbio. Pero así y todo, había que sobreponerse a las tres derrotas sufridas en Wimbledon en un lapso de tres semanas (Federer en Wimbledon más Murray y Del Potro en JJOO).  Se recompuso anímicamente y levantó el Masters 1000 que defendía. Con toda esa presión en contra, Djokovic derrotó en la final al francés Richard Gasquet 6/3 6/2 y levantó 31° título, tercero del año, situación que no vivía desde el M1000 de Miami cuando venció a Murray.

Cubre la cancha como pocos, no falla y presiona

El torneo presentó muchas demoras en los partidos por las intensas lluvias, pero el día de la final no cayó ni una gota. Djokovic se encargó de no darle ninguna ventaja a su rival, que tuvo una gran semana al vencer a Berdych, Fish e Isner para llegar al partido decisivo. ,La agresividad y regularidad del serbio desde el fondo de la cancha fue demasiado para el galo. Fue la tercera final de Gasquet en certámenes de esta categoría y la segunda aquí. También fue la segunda final que pierde en lo que va del 2012, luego de caer ante Del Potro en Estoril (polvo de ladrillo). Luego de esta final, el francés subió ocho puestos en el escalafón mundial y se ubicará 13°.

Durante la premiación, "Nole" dijo: "Realmente no esperaba ganar este torneo. Quería ganarlo, quería recomponer mi confianza". Muy claro, hizo alusión al bajón anímico por haber perdido la chance de colocarse otra medalla Olímpica en Londres, y por cruzar el Atlántico para jugar en Canadá, dos días después. El esfuerzo valió la pena y tuvo su recompensa.

El quinto Masters 1000 del año se disputa sobre canchas de cemento al aire libre y alterna su sede una vez por año. Los años pares se disputa en la ciudad de Toronto y los años impares en Montreal.

Un trofeo para recuperar la confianza

Segundo Masters1000 de la temporada para Novak. Los cuatro restantes quedaron en manos de Nadal y Federer. Campeón en Australia, finalista en Roland Garros y semifinalista en Wimbledon y Juegos Olímpicos, las mejores actuaciones del actual número dos del mundo en 2012. El tenista de 25 años disputó la 48° final de su carrera, 21° en Masters1000. Además del Grand Slam parisino, este año cayó en la final de Montecarlo y Roma frente a Nadal, rival al que había doblegado en siete finales seguidas entre Indian Wells 2011 y Australian Open 2012. Hegemonía que se quebró. Tras el título logrado en Canadá, "Nole" seguirá como número dos del mundo.

Dato de color. El ganador de cinco títulos de Grand Slam, rompió su contrato con Sergio Tachini en Roland Garros, marca que lo había sponsoreado luego de que no renovara el contrato con Adidas. Desde Wimbledon, firmó un nuevo vínculo multimillonario con la japonesa Uniqlo. Indumentaria originariamente de ropa informal, convenció a fuerza de dinero vestir al número dos del mundo. Esta marca cuenta en sus filas con Kei Nishikori como representante nacional. Es el primer torneo que obtiene con este nuevo sponsor oriental.

Daniel Vitale Pizarro

06 agosto 2012

Medallas históricas



Medalla, bandera y sonrisa británica.

Andy Murray lo hizo. Pudo derrotar a Roger Federer en una final de un torneo importante, no en puntos porque da 750 ni en dinero porque esta competición no premia con plata, pero si en prestigio. Se sacó la "mufa", venció a su verdugo de tres finales de Grand Slam, el rival que le había ganado unas semanas antes en el mismo escenario y que quería llevarse el oro, señalado por él como uno de los objetivos principales a comienzo de año. Sin dudas el escocés, en su segunda casa (Wimbledon), el mismo estadio que lo vio llorar días atrás, esta vez lo vio disfrutar cuando se colgó la presea dorada. Lo logró.

La consagración en el All England no fue casualidad. El cambio comenzó exactamente el 31 de diciembre del 2011 cuando Murray decidió dar un salto de calidad y contrató como coach a Ivan Lendl. ¡Vaya jugador! Con el objetivo de enfocarse más en los Grand Slams, mejorar la parte mental y sobre todo, que le aporte la experiencia necesaria de un ganador de ocho Grand Slams sobre 19 finales disputadas. A menos de un mes de trabajar juntos, Andy levantó el trofeo en Brisbane (Australia)
 en la antesala del primer "Major" del año. Todo iba, aunque con muy poco trabajo, viento en popa. En el Australian Open el escocés perdió la semifinal contra Novak Djokovic, torneo en el que el año pasado había perdido la final, justamente frente al serbio. En Dubai, Federer fue su rival en la final, obstáculo que no pudo sortear. Luego cayó derrotado sorpresivamente en la segunda ronda de Indian Wells ante García Lopez y perdió la final de Miami otra vez ante Djokovic.

El podio en Wimbledon...

La gira sobre polvo de ladrillo nunca fue su fuerte. Disputó cuatro torneos y en ninguno pasó los cuartos de final. Para colmo, debut y despedida en Queen´s frente a Nicolás Mahut, torneo que lo vio ganador en 2009 y 2011. A esta altura de la temporada, el balance con Lendl en el banco, no era muy diferente a años anteriores, con resultados aún peores que la temporada pasada en cuanto a Grand Slams y Masters 1000. El mundo del tenis se preguntaba si fue acertada la contratación del 94 veces ganador a nivel ATP, si podrían convivir dos estrellas, teniendo que ser solo una la protagonista.

Pero llegó Wimbledon, torneo que se le negó dos veces en su carrera al actual entrenador del británico. Con la prematura derrota de Nadal en segunda ronda, Murray no podía desaprovechar la oportunidad de ubicar a un británico en una final, algo que no sucedía desde 1938. En la final estaba Federer, que lo venció en cuatro sets, luego de que Andy dominara el primer set y gran parte del segundo (post sobre Wimbledon pasado). Ese día, Murray supo que ya no quería pasar otra vez por esa situación de angustia, llanto, desilusión, etc.,etc., etc.
Espíritu Amateur

El próximo objetivo eran los Juegos Olímpicos, que por primera vez se jugarían en Wimbledon, sin obligación de vestir de blanco, un detalle menor pero llamativo por lo que representa la institución. Para Andy Murray, la deserción de Nadal por lesión no le afectó, porque cayó del lado de Djokovic, en una supuesta semifinal con su verdugo de Australia y Miami este año y al que superó en Dubai. Y se dio la lógica. Pero como en los Emiratos Arabes, lo venció y llegó a otra final en el All England, más local que nunca, por ser británico y por defender a su país nada más ni nada menos que en un juego olímpico. Del otro lado, el mismo rival de semanas atrás, el mismo que lo venció en Dubai y el que además lo derrotó en tres finales de Grand Slam, Roger Federer.

Pero esta vez todo iba a ser diferente. Prácticamente sin errores, jugó como tenía que jugar. Firme, agresivo, aprovechó las oportunidades en los momentos importantes y se llevó el partido por un abultado 6/2 6/1 6/4 para colgarse la medalla dorada. Es verdad que Federer (31 años el ocho de agosto), el favorito, venía de disputar "el partido" del torneo ante Del Potro, por lo emotivo, por las más de cuatro horas y por el nivel de juego demostrado por ambos. Junto con la final de Australia, lo mejor del año. Juan Martín, que no pudo acceder a la disputa por el oro, obtuvo la medalla de bronce al derrotar a Novak Djokovic en un partidazo, con todos los condimentos.
El abrazo sentido con su novia en el box de su equipo de trabajo

"Este es el triunfo más importante de mi vida", manifestó a la cadena BBC. "Es la mejor manera de recuperarme tras la final en Wimbledon (...) Me siento renovado", agregó el escocés luego de recibir la medalla de oro. Este triunfo le permite a Murray acercarse a Nadal en el ranking, sumar su título número 23, adelantarse en los enfrentamientos personales a Federer 9-8 y sobre todo, creer que está capacitado para vencer a los tres de arriba, incluso en torneos importantes y cumplir con su objetivo de levantar un Grand Slam. El viaje junto a Lendl recién empieza y este es el camino a seguir. El US Open tiene ahora no solo un candidato al título, sino una amenaza.
Las hermanas Williams, leyendas.

Serena Williams sigue haciendo historia y completando los espacios vacíos de su palmarés. No solo "barrió" literalmente de la cancha en la final femenina a María Sharapova 6/1 6/0 para lograr el oro que tiene en sus vitrinas Venus Williams, sino que logró junto a Venus el tricampeonato 2000, 2008 y 2012 (2004 no jugaron por lesión de Serena). Con la victoria, iguala a la pareja fuera del circuito Agassi-Graf al lograr el Golden Slam, los cuatro Grand Slams y la medalla de oro, aunque Steffi lo haya logrado todos en una misma temporada. Además, Serena viene de consagrarse también en Wimbledon en singles y junto a su hermana en dobles. Las Williams se suman a la lista de las mejores tenistas de la historia y aun siguen dando batalla. Fantástico.

Daniel Vitale Pizarro

30 julio 2012

Wimbledon es Olímpico


El violeta invadió el All England and Crockett Club

Londres 2012. Empezaron los séptimos Juegos Olímpicos desde la vuelta del deporte en Seúl en 1988. Pero no vamos a analizar las probabilidades de los argentinos, las especulaciones de los probables choques, el dobles mixto que vuelve a un JJOO o la pelea por el número uno del mundo entre Federer y Djokovic. No. Vamos a contarles una breve historia del tenis en los Juegos. A tomar nota.

El tenis formó parte de uno de los nueve deportes que integraron el primer Juego Olímpico en Atenas en 1896 junto al atletismo, pesas y halteras, lucha, esgrima, tiro, ciclismo, gimnasia y natación. El campeón fue un irlandés, John Boland, que había viajado a Atenas como simple turista y que se consagró también en dobles con un alemán, Freidrich Traun. Solo compitieron varones. Las mujeres pudieron participar en 1900 en París y la medalla dorada se la adjudicó la británica Charlotte Cooper en singles y en dobles mixto junto a Laurence Doherty, que a su vez se llevó la dorada en singles y en el dobles masculino. Mientras los hombres compitieron (en individuales y dobles) durante todo el período 1896 – 1924, las mujeres lo hicieron entre 1900 y 1924, con excepción de 1908, en tanto que los dobles tuvieron lugar sólo en 1920 y 1924. Los dobles mixtos sólo se disputaron en 1900 y 1912 – 1924. Durante esos años, Gran Bretaña fue el gran dominador con 15 medallas doradas sobre 32 posibles, además de 12 plateadas y 12 de bronce. Más atrás quedaron Estados Unidos (7-3-5 y 15) y Australia (5-4-6 y 15).

En 1913 se fundó la Federación Internacional de Lawn Tennis (ILTF). Problemas entre la Federación Internacional y el COI por la coincidencia de fechas con el torneo de Wimbledon y la participación de jugadores profesionales provocó la salida del tenis del calendario olímpico. Por estas causas y por la Primera Guerra Mundial, los siguientes Juegos Olímpicos se realizaron en 1920 en Amberes, Bélgica. Los siguientes Juegos se disputarían en París en 1924 y serían los últimos hasta 1988, año que volvería el tenis a la competencia, teniendo en cuenta que en México 1968 y Los Ángeles 1984, no entregaron medallas.

Sabatini dejó una huella en los JJOO (plata)

Corea del Sur, más precisamente Seúl, fue el Juego Olímpico elegido para que el tenis vuelva a la competencia después de 64 años de ausencia. Año glorioso para Steffi Graf, al llevarse el oro ante Sabatini y los cuatro torneos de Grand Slam, para convertirse en la primera y única mujer u hombre que lo consigue en la historia de este deporte, el denominado Golden Slam en una temporada, logro igualado por Agassi y Nadal pero en años diferentes. Además obtuvo la de bronce en el dobles y la plateada en Barcelona 1992 luego de perder frente a Capriati. Miroslav Mecir se llevó la de oro en varones y la de bronce en dobles. En Barcelona 1992 Rosset obtuvo la dorada. En Atlanta 1996 el local Agassi obtuvo el oro y la española Sanchez-Vicario acumuló su cuarta medalla, dos de plata y dos de bronce entre singles y dobles en dos JJOO. En Sidney 2000 el ruso  Kafelnikov se llevó la dorada y los australianos Tood Woodbridge-Mark Woodforde logran su segunda medalla en dobles, oro y plata respectivamente. En mujeres aparecen en escena las hermanas Williams ganando el dobles y Venus logró la medalla dorada para Estados Unidos en singles.

Las chicas argentinas, un orgullo para el país.

En Atenas 2004 la ITF decidió dar puntos para el circuito ATP, darle más jerarquía al certamen y no perder a los mejores jugadores del circuito. Y en ese mismo juego, en Grecia, ocurrió un hito para el tenis sudamericano, más aun para el chileno. Nicolás Massu obtuvo el oro olímpico en singles y Fernando González logró el bronce, además de consagrarse campeones en dobles. Pero no solo sucedió eso, sino que la dupla argentina Suárez-Tarabini obtuvieron la medalla bronce en dobles femenino, emulando a Frana-Miniussi en Barcelona 1992. Justine Henin-Hardenne consiguió el oro femenino para Bélgica. Y llegamos al 2008, con la victoria de Nadal en singles para España y una nueva medalla para Chile con Fernando González en la final. La dorada en el dobles fue para los suizos Federer-Wawrinka; Dementieva, rusa, fue oro entre las chicas colgándose su segunda medalla (plata en Sidney) y las Williams, por segunda vez, se llevaron el oro en el dobles.

El medallero desde 1988 lo lidera USA con 17 medallas en total (10-2-5), luego Alemania con siete (2-3-2), Rusia con cinco (2-2-1), Chile con cuatro (2-1-1), Suiza con dos (2-0-0) y España con once (1-7-3).

La cancha central plagada de cartelería "no tradicional"

Londres 2012 asoma con varios récords que se pueden romper o superar. Federer puede conseguir el Golden Slam si gana el oro en singles y si lo hace también en dobles, iguala a Venus Williams en cantidad de medallas de ese color. Las Williams van por su tercera dorada en dobles y la cuarta para Venus. La mayor de las Williams, de ganar en singles y dobles, impondrá una marca difícilmente alcanzable a futuro. Además, desde Seúl 1988, es la primera vez que se juega sobre césped y que se disputan los dobles mixtos. Digno de ver.

Un dato para tener en cuenta: Roger Federer llega a su tercer Juego Olímpico como número uno. Si, empiecen con los elogios.

Daniel Vitale Pizarro

23 julio 2012

¡Muy bien 10!


La vista fija en la pelota luego del golpe, concentrado al 100%

Juan Mónaco lo logró. Llegó al lugar que soñó, ese lugar que se le había negado en 2008 por culpa de un tropiezo con la silla de un juez de línea antes de la final, cuando estaba 14° del mundo. Ese lugar al que se propuso llegar y por el que luchó desde principio de año. "Es asombroso, es un sueño hecho realidad. Siempre recordaré esta gran semana porque es muy importante para mí y mi equipo. Era un gran objetivo que teníamos en la pretemporada, donde entrenamos muy duro", declaró el oriundo de Tandil, luego de conseguir el objetivo por duplicado, levantar el ATP500 en Hamburgo y llegar al Top10. Meritorio por donde se lo mire.

Luego de Wimbledon y con los JJOO en un futuro cercano como objetivo para la mayoría de los tenistas, Mónaco decidió dejar a un lado la preparación en césped y dedicarse a sumar puntos en las semanas anteriores a Londres 2012. Y verdaderamente fue una gran elección. Final en Stuttgart y campeón en Hamburgo, para conseguir su sexto título en su final ATP número quince. El preclasificado número tres "cayó" en la parte superior del cuadro y por ranking y nivel de juego, la semifinal debería ser Almagro-Mónaco de no suceder una sorpresa. Y eso pasó. Fue el partido del torneo, donde el argentino logró la confianza y el envión para luego derrotar a Haas en la final. El español era el favorito del encuentro que dominó hasta el 4-2 en el tercero, resultado que no pudo mantener. "Pico" quebró el saque del murciano y cerró el encuentro a fuerza de garra, actitud, regularidad y estado físico, luego de más de dos horas de batalla.

Autocorrecciones subidas de tono en pleno partido

La final mostró un gran nivel por parte de ambos tenistas. Se vio un Mónaco consistente y más agresivo, subiendo a la red para cerrar los puntos más de lo habitual y presionando al alemán que intentó todo el partido, con su talento innato, desestabilizar al argentino. Eso no sucedió, aunque dejó varias "pinceladas" de su exquisito tenis, poco frecuente en el circuito ATP. El exnúmero dos del mundo sigue sorprendiendo al mundo del tenis con 34 años. Llegó a su segunda final del año, luego de vencer a Roger Federer en la definición de Halle. Si lo hecho por Mónaco es fantástico, lo de Haas no se queda muy atrás.

Este título, el tercero de la temporada, iguala lo hecho en 2007, aunque ese año fueron todos ATP250. El reciente trofeo de Hamburgo significó su primer ATP500 cosechado, lo que le permitió unirse a la elite del tenis argentino. Se transformó en el undécimo jugador albiceleste en ingresar al Top10, luego de Guillermo Vilas (2°), Jose-Luis Clerc (4°), Alberto Mancini (8°), Martin Jaite (10°), Guillermo Coria (3°), Gaston Gaudio (5°), Guillermo Cañas (8°), Mariano Puerta (9°), David Nalbandian (3°) y Juan Martin del Potro (4°).

Semifinal de Miami 2012, la mejor performance del argentino.

Un año impecable en cuanto a resultados, solo perjudicado por la lesión sufrida en la primera ronda de Montecarlo que lo obligó a retirarse del torneo y ausentarse del Master 1000 de Madrid. "Pico" levantó el trofeo de campeón en Viña del Mar y Houston, llegó a semifinales en Miami (vs Djokovic), octavos de final en Roland Garros (vs Nadal), tercera ronda en Wimbledon por primera vez, final en Stuttgart (vs Tipsarevic) y el triunfo frente a Haas en el polvo de ladrillo alemán. Una temporada que sumado a la final del ATP500 de Valencia y resultados favorables al final de 2011, lo ubican como el flamante número diez del circuito mundial, diez años después de su debut en el circuito ATP.

El argentino descansará esta semana, viajará a España unos días y luego se instalará en la Villa Olímpica para disputar los JJOOSobre la adaptación al césped en tan poco tiempo dijo: "No será fácil para mí, pero tengo cinco días para entrenar y estar con los muchachos allá. Veremos cómo va. Este torneo me dará confianza y me siento genial, sin lesiones. Trataré de hacer lo mejor en Londres". Además de Mónaco, disputarán las Juegos Olímpicos en singles Del Potro, Berlocq y Nalbandian, en dobles lo hará Nalbandian- Schwank (invitado), en dobles mixto Del Potro-Dulko y en dobles femenino Dulko-Suárez, con la ilusión de conseguir la cuarta medalla Olímpica para el tenis argentino, después de Sabatini (Plata en Seúl 1988), Frana-Miniussi (Bronce en Barcelona 1992) y Suárez-Tarabini (Bronce en Atenas 2004).

Ver la nota "Es solo una cuestión de actitud..." que anticipaba su trabajo y su arribo al top ten.

Daniel Vitale Pizarro

17 julio 2012

Tenis y algo más



Estabilidad Top10

Pensar que hace unos años estuvo cerca de dejar el tenis porque tanta lectura le había hecho perder las ganas de seguir en el deporte. "Leer filosofía acaba trastornándote un poco. Me di cuenta de que estaba leyendo demasiado y comencé a dudar de mí, de la vida y del tenis. Paré un poco", llegó a decir Janko Tipsarevic temporadas atrás. Eligió relegar un poco los libros, también su pasatiempo como DJ, y comenzó a concentrarse 100% en el tenis. Ayudado por la obtención de la Copa Davis en 2010 junto a Djokovic, Troicki y Zimonjić, Tipsarevic obtuvo tres títulos ATP, dos en 2011 y uno este año, consolidándose como Top10, puesto al que pocos presagiaban que llegaría.

"No quiero hacer un gran lío con esto de mis lecturas, ni decir que soy tan profundo, mucho menos un filósofo o un intelectual, al contrario, soy bastante normal. Esto es parte de mi vida, algo que me gusta hacer, como a otros les gusta la 'Playstation'. Claro que no prefiero ser estúpido, pero se dice que ser estúpido es una especie de bendición, porque no conoces más, no quieres más y no necesitas más", algunas reflexiones de Tipsarevic sobre su 'adicción', dejando frases para pensar. Y agregaba: "Ahora soy algo mayor y entiendo que no importa cuán acertado esté el autor, nunca dejes que un libro cambie totalmente tu vida. Debes tomar cosas pequeñas de un libro para cambiar la vida".

Objetivo cumplido, promesa cumplida

El jugador detrás de la gafas (recetadas con aumento), obtuvo su tercer título ATP, primero sobre polvo de ladrillo, tras derrotar a Juan Mónaco 6/4 5/7 6/3. Se llevó de Alemania 250 puntos y el tradicional Mercedes Benz que entrega Stuttgart, que como declaró durante la entrega de premios, se lo regalará a su mujer. Afirmado cada vez más como Top10, el serbio hizo pesar su condición de número uno del torneo y en su novena final (primera sobre arcilla), venció a un especialista como lo es el argentino Juan Mónaco (14° ATP). A pesar de contar con una ventaja de set arriba 4-0 y perder ese segundo set, nunca perdió la intensidad en su juego y hasta ganar el encuentro.

Stuttgart este año fue un certamen especial. Debido a ser año Olímpico (Londres), el calendario sufrió modificaciones y por única vez en la temporada se disputaron cuatro torneos en la misma semana: Stuttgart (Tipsarevic)Newport (John Isner), Bastad (David Ferrer) y Umag (Marin Cilic). Esto perjudicó a los torneos por la merma de los mejores jugadores pero benefició a los tenistas de menor ranking que tuvieron la posibilidad de jugar un ATP250 que en otras circunstancias deberían haber  disputado como mínimo la clasificación.
"El doctor loco", como lo apodan sus allegados, tardó nueve años en conseguir su primer título ATP desde que se hizo profesional en 2003. En Copa Davis debutó con el primer equipo en el año 2000 para nunca decirle que no hasta el día de hoy. Primero representó a Yugoslavia, después a Serbia y Montenegro y ahora a Serbia, país con el cual consiguió la Ensaladera en 2010. Janko se destacó como juvenil en el circuito junior ITF siendo campeón del Australian Open 2001, cuartofinalista de Roland Garros 2001-2002 y número uno de la categoría en 2001. Todo indicaba que tendría una rápida adaptación al profesionalismo, pero transición le costó.

Recién a los 27 años pudo levantar su primer titulo ATP. A pesar de que su mejor resultado en Grand Slams sean los cuartos de final del US Open 2011, "Tipsa" se mantiene entre los ocho mejores hace un largo rato (14/11/2011), gracias a sus títulos en Kuala Lumpur y San Petersburgo). Su objetivo es disputar por segunda vez la Copa de Maestros, aunque tiene a Del Potro pisando sus talones. El serbio se convirtió en el primer tenista de su país que se consagró en Stuttgart, se alejó de Juan Martín Del Potro en el ranking y se sumó a la lista de los Top10 que ganaron al menos un torneo en el año. Era el único que no había ganado en 2012.
Primer título ATP

Tarde pero seguro, Tipsarevic tuvo que cambiar varios hábitos para poder llegar al Top10 y ser protagonista en los torneos importantes. Dejó de lado la lectura nocturna para acostarse a horario, cambió su alimentación (hizo un test de tolerancia a la comida), empezó a elongar bien luego de los partidos y trabajó más en lo físico (contrató al argentino Berny Carberol como preparador físico). Básicamente decidió dedicarse 100% al tenis. No solo tiene como preparador físico a un argentino, su relación con Argentina es más estrecha aún. Uno de sus mejores amigos en el circuito es Juan Pablo Brzezicki. Un día, "el polaco" lo llamó por teléfono para anunciarle que había sido papá y al mismo tiempo, contarle que su nombre era Janko. "Me puso feliz", fueron las palabras del actual número dos de serbia. Una linda historia.

Tipsarevic también tuvo que reducir su tiempo como 'DJ' aficionado, su otra pasión. "Siempre que tomo una decisión sobre cómo pasar mi tiempo, pienso: ¿Esto es bueno o malo para mi tenis? Hay que hacer sacrificios para estar ahí arriba, es así de fácil”, dijo hace poco menos de un año el serbio. En cuanto a sus lentes, contó: “Probé lentes de contacto pero no me funcionaron, los ojos se me ponían rojos a los cinco segundos. No soy un fanático de la cirugía láser, así que seguiré usando anteojos”. Simple y efectivo.
Párrafo aparte para David Ferrer en Bastad. Derrotó a Almagro en la final (11-0 frente al murciano) y levantó su 16° certamen ATP, quinto en lo de va de 2012 en seis finales, solo superado por Roger Federer, que también se coronó en cinco eventos y perdió una final, pero que incluyó Wimbledon, Indian Wells y Madrid, comparado con Acapulco como el torneo de mayor peso para "Ferru". Sin dudas, el mejor año de su carrera. Semifinal en Roland Garros y cuartos de final en Wimbledon, ambos resultados por primera vez, lo ubican como candidato de cara a los JJOO a disputarse en el All England. Pareciera que le cuesta más fallar que meter la pelota adentro de la cancha. Una maquinita, un frontón, David Ferrer.

Daniel Vitale Pizarro

09 julio 2012

Roger Federer se escribe peRFect


Sole él y Sampras sintieron esa sensación siete veces...

Hace nueve años, en Wimbledon 2003, un tal Roger Federer, con un talento proporcional a la cantidad de raquetas que rompía, vencía en la final a Mark Phillippousis y se quedaba con su primer Grand Slam. Comenzaba un nuevo reinado. Sampras dejaba vacante su trono al nuevo dominador del césped londinense, que se adueñaría de siete títulos en diez presentaciones, incluida una final perdida ante Nadal en 2008. Por aquellos años, nadie imaginaba lo que vendría después. Aquel chico de pelo largo, colita y vincha, se convertiría en el máximo ganador de Grand Slam (17) de toda la historia, y contando...

"Su Majestad" comenzó el torneo con expectativas más que ambiciosas. Si se coronaba en la Catedral, superaría a Sampras en semanas como número uno al alcanzar ese puesto por tercera vez en su carrera, levantaría su copa número 75 (McEnroe 77, tercero en la lista de los más ganadores de la historia) e igualaría a Pete Sampras con siete Wimbledon en su haber. Semejantes números en la previa del partido hubieran asustado a cualquier mortal, algo que al suizo no le sucedió. Tardó poco más de un set y medio para ajustar su juego y dar vuelta un partido que parecía que se le iba de las manos. Tomó el control y venció en cuatro sets al británico Andy Murray, ante la mirada de sus mellizas, que aplaudieron y sonrieron el logro de su papá durante la ceremonia de premiación. "He jugado, probablemente, mi mejor tenis del torneo. Siempre dije que rendía mejor en semifinales y finales. Es impresionante volver a ganar aquí después de tres años, el sentimiento es familiar. Nunca dejé de creer. Es un momento mágico para mí", declaraba el "expreso suizo" luego de la victoria.

El emotivo momento de los 17

Roger Federer sigue haciendo historia, como dijo él mismo: "Todavía no lo creo". Ganar un Major con casi 31 años, después de tres temporadas, siendo padre, desplegando el tenis que desplegó y con dolores en la zona baja de su espalda, no es poca cosa, es sencillamente único. Único como su revés a una mano en una época en la cual está "en peligro de extinción"; único por su estilo de juego clásico, "a la antigua"; único como la raqueta que utiliza (muy pesada, rígida y de aro chico -90-) y tantas otras cosas más, que lo convierten en un jugador que despierta admiración en cada estadio donde se presenta. Un "señor" dentro y fuera de la cancha. Federer no gesticula al golpear la pelota y pareciera que no transpira, ideal para los fotógrafos. Atributos que enaltecen aun más su figura de "caballero". Impecable.

Durante el año, de los once torneos que disputó, ganó cinco, perdió una final, cuatro semifinales y solo una vez cayó antes de esa instancia, ante Andy Roddick en segunda ronda de Miami luego de ser campeón en Indian Wells. Su siguiente torneo serán los Juegos Olímpicos y conservará el primer lugar del ranking si termina por delante de Djokovic y Nadal en el certamen. Si termina el año en esa posición, igualaría a Sampras al concluir seis años como número uno del mundo, pero para eso falta mucho. En Wimbledon, obtuvo 66 victorias y 244 partidos ganados en torneos de Grand Slam, este último es récord. Además, cuenta con 54 victorias o más en cada Grand Slam. Nadie logró 50. Un desubicado.

Para enmarcar...

Obtuvo 17 Grand Slams -  4 Australian Open, 1 Roland Garros, 7 Wimbledon y 5 US Open en 24 finales, ambos récords. Para dimensionar lo que representa, debería hacer un post interminable, solo de halagos para Rogelio. El "increíble" le queda muy chico.

"¿De qué me enorgullezco más? De mi carrera, porque nunca pensé que sería tan bueno", reconoció ayer Roger.

Los mejores, de gala.

Serena Williams también hizo historia en el All England, al conseguir su quinto título tanto en singles como en dobles, llegando a la suma de 14 Grand Slams en 18 finales disputadas. Tiene 30 años como Roger. La menor de las Williams, que fue derrotada en Roland Garros en primera ronda, a fuerza de aces (superó dos veces el récord de cantidad en Wimbledon al concretar 23 en tercera ronda y 24 en semifinales) conquistó el trofeo en su séptima final. Y si hablamos de saques directos, realizó en sus siete partidos, la suma de... lea bien: 102 aces. Para agregarle más merito a lo conseguido por la norteamericana, superó al alemán Kohlschreiber, que logró 98. Impresionante. En la entrega de premios dijo: "Mi servicio me ayudó mucho para ganar el torneo. No se realmente por qué me salió tan bien".

Serena subió dos puestos en el ranking WTA para ubicarse cuarta y consolidarse como la máxima favorita para obtener los Juegos Olímpicos en Londres. La menor de las Williams amenaza una vez más los récords del circuito femenino.

Daniel Vitale Pizarro