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12 agosto 2019

El valiente

El dobles, lamentablemente, no tiene la misma importancia que el singles. Los premios en metálico son seis veces inferiores, los partidos reciben menos atención de los espectadores tanto en vivo como luego en cualquier plataforma, eso conlleva a que los organizadores no programan los encuentros ni en horarios 'prime time' ni en las canchas más importantes por lo que los medios de comunicación le dan mucha menos cobertura. Esto no quiere decir que los deportistas sean menos profesionales ni que la dificultad para practicar la especialidad sea menor, entrenan igual que todos, solo que de manera diversa por tratarse de otra modalidad de juego. La única diferencia es que la vida útil del doblista es mayor ya que el físico se desgasta menos al ser dos personas para cubrir el campo de juego.
En ese contexto, el tenis argentino pocas veces disfrutó de doblistas de calidad. Guillermo Vilas es el más laureado de la historia (16) pero nunca fue un especialista ni se dedicó al dobles, disputaba la modalidad porque era común en esos años inscribirse a modo de entrenamiento o amistad con algún colega. Lucas Arnold fue un especialista que obtuvo quince títulos ATP (todos ATP250), sin buenas actuaciones en torneos importantes más allá de alguna final en ATP500. Cerca de ellos se encuentra Mariano Hood que ganó la misma cantidad de torneos ATP que Horacio Zeballos (13) pero de menor importancia (ATP250). El único argentino que ganó un Masters1000 fue Luis Lobo (Hamburgo 1997), que en total acumuló doce trofeos ATP.


Zeballos fue más allá. Nunca un argentino había sido Top10 ni tampoco había ganado más de un M1000. Bueno, el marplatense logró todo eso en Montreal. Lesionado Máximo González (compañero), junto a Marcel Granollers fueron los mejores de la semana en Canadá. Primer torneo juntos, primer trofeo ATP y nada más ni nada menos que un Masters1000. "Es mi primera vez en este torneo, lo disfruté mucho junto a Marcel. Es uno de los mejores momentos  de mi carrera. Estoy feliz. No sabía lo del ranking, me lo dijo mi entrenador cuando ganamos. Es una locura. Significa mucho para mí, que desde el año pasado estoy dedicado plenamente al dobles", declaraba el argentino, atónito por el resultado obtenido en su primera participación en el certamen canadiense.

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Avocado al dobles por completo desde esta temporada pero asiduo doblista con buenos resultados desde 2016, "Cebolla" ha ganado títulos con siete parejas diferentes a lo largo de su carrera. El propio jugador explica el cambio del singles al dobles: "Siempre me gustó jugar dobles, pero realmente hace un año y medio que me propuse especializarme. Nos metimos a trabajar a full con Alejandro Lombardo (coach), porque hubo cosas que no sabía y que tenía que aprender y mejorar, como los movimientos. Los logros llegaron mucho antes de lo imaginado. Para ser buen doblista tuve que aprender a ser valiente, porque los doblistas se cruzan, están muy activos en la red, se mueven todo el tiempo".
Lo que no tiene de físico el dobles, lo tiene de táctico. Buenos servicios, voleas firmes tanto cortas como largas, globos certeros para tomar la red o saber cruzarse en el momento adecuado, son algunas de las estrategias utilizadas por los mejores doblistas del mundo, que en su gran mayoría fueron singlistas. En un circuito tan profesionalizado y exigente, las principales raquetas disputan pocos certámenes al año o ninguno en pareja, solo para tomar ritmo de competencia o aumentar el 'prize money' al final de la semana. Atrás quedaron los años en los que más de un jugador ostentaba rankings competitivos tanto en singles como en dobles, algo que hoy parece una quimera.
Horacio entendió el concepto del dobles a la perfección y le está sacando provecho. Dueño de un gran servicio, intenta siempre achicar espacios yendo hacia adelante. Su gran técnica le permite imprimir tanto velocidad como efecto a la bola, variando su juego con globos, pelotas paralelas o al medio, el punto débil de toda dupla. Aprendió a ser valiente hace un par de temporadas, activo en la red, con movimientos para distraer a sus rivales e interceptar la pelota para ganar el punto. Toni Nadal tituló su libro 'Todo se puede entrenar' y Zeballos es el fiel reflejo de la frase que eligió el tío de 'Rafa'.

Daniel Vitale Pizarro

18 febrero 2019

Los vericuetos del Argentina Open




In una Terra che Amo, l’Argentina, contro un giocatore che stimo tantissimo @dieschwartzman (a cui faccio i complimenti per il torneo @argentinaopenatp che ha giocato) alzo il mio terzo trofeo.🏆 🏆 🏆 Grazie 🇦🇷 Grazie @vagnozzis Per il Tennis, Grazie @uferrara68 perchè arrivo su tutte le palle, Grazie @gaiapecs perchè ci sei, Grazie @gigisange perchè ci hai sempre creduto, Grazie al mio team @grupposangermano.tennisteam per il supporto continuo e grazie a tutti voi che mi seguite e mi incoraggiate sempre. Vi Voglio Bene. Ceck! #pallacortadiceck #atp #atpworldtour #vamopeki #ceck13 #ceckcicrede #p #mc13 #tennis #tennislife #jomasport #joma #toninolamborghini #babolat #grupposangermanotennisteam #argentinaopen #argentinaopen2019 📷 Credit: Sergio Llamera - Prensa Argentina Open
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Se fue una edición más del Argentina Open, la número diecinueve desde que Miguel Nido y compañía compraron la plaza que aun mantiene junto al grupo Tennium. Bajo el calor del verano en Buenos Aires y las noches frescas, la lluvia casi inexistente permitió que se desarrollara el torneo con total normalidad durante toda la semana. El 'Buenos Aires Lawn Tennis Club' vibró al ritmo de los mejores jugadores del circuito y los espectadores aprovecharon para ver a sus ídolos entrenar, alegrarse cuando ganaban y enojarse si perdían. Lleno de actividades para hacer más allá de ver tenis (Beach Tenis, Tenis Sub10, Medidores de velocidad de saque, etc), Palermo fue una fiesta.
Los primeros días son los más atractivos por la gran cantidad de partidos para disfrutar en simultáneo. Además, en las canchas auxiliares se pueden ver los entrenamientos de los protagonistas. Fotos, selfies, videos, autógrafos, a veces alguna muñequera o toalla regalada al público son moneda corriente al finalizar los entrenos o partidos secundarios de las canchas de menor importancia. Cientos de chicos de escuelitas también asisten al BALTC con las respectivas remeras de sus clubes (sentido de pertenencia). Ellos son los que viven con más ilusión ese momento, el de ver a los tenistas que ven por televisión a centímetros, sobre todo a los argentinos o a las estrellas del torneo.
Vivir 'in situ' el torneo da otra visión de los hechos y el día a día permite ver cosas que el espectador promedio no puede ver. Entrenamientos en canchas auxiliares a las que no tiene acceso el público; ver a los jugadores en los pasillos con su familia o su equipo de trabajo como una persona más (salvo las figuras que son asediadas por los fans); pasar frente a la sala de encordadores y ver como Luis Pianelli y su equipo encuerdan raquetas al ritmo que nosotros escribimos estas líneas ($20 dólares la mano de obra) y poder hablar con todos ellos (jugadores, entrenadores, organizadores, etc.) sin mayores recaudos son algunas de las situaciones cotidianas de éste torneo ATP.

En cuanto a los jugadores que acudieron al torneo, salvo Fabio Fognini (15°) que siempre es una incógnita y que por sexto año consecutivo perdió en su debut, los demás preclasificados cumplieron tanto en single como en doble, disciplina a la cual los singlistas no suelen darle mucha importancia. Diego Schwartzman (19°) vs Dominic Thiem (8°) y Marco Cecchinato (18°) vs Guido Pella fueron las semifinales del singles. Este último sufrió para derrotar a Jaume Munar (verdugo de Fognini) hasta que el español adujo calambres y se le allanó el camino (levantó dos match points). En semifinales nada pudo hacer ante un sólido Cecchinato, que en la semana fue de menor a mayor 
El partido del torneo fue la semifinal entre Schwartzman y Thiem. 2h 31m de idas y vueltas en el marcador terminaron con un tie break final del que Diego salió airoso tras levantar un match point para acceder a su primera final en Argentina. La victoria ante el 8° ATP fue la cuarta de su carrera ante un Top10. A la final llegaron tercer y cuarto preclasificado, nada mal si tenemos en cuenta que uno de ellos era argentino. El estadio 'Guillermo Vilas' no estaba colmado como la sesión nocturna del viernes o del sábado pero el marco era muy bueno. A pesar del apoyo del público local el partido no tuvo equivalencias. Cecchinato hizo todo bien y Schwartzman todo mal. 6/2 6/1 en una hora y cinco minutos, por un minuto no fue la final más corta del certamen (Mónaco a Di Mauro 2007 en 1h 4m).
La irrupción de Marco Cecchinato en el circuito ATP fue cuasi meteórica. Hasta marzo de 2018 había ganado apenas cuatro partidos ATP. Campeón del ATP250 Budapest, semifinalista en Roland Garros sin haber ganado antes un partido en Grand Slams y campeón en Umag, en siete meses pasó de estar fuera del Top100 a ser preclasificado en el US Open. Totalmente impensado. Inició 2019 con una semifinal en Doha pero la vuelta a la arcilla tras siete meses le costó, más aun por llegar sobre la hora a Argentina tras la eliminatoria de Copa Davis ante India sobre césped de visitantes, en la que no disputó partidos pero si formó parte del equipo que ganó 3-1. 
En el debut del Córdoba Open cayó ante Jaume Munar por lo que acudía a Buenos Aires con las alarmas encendidas. Y se notó en las primeras rondas la falta de actividad en la superficie naranja, que suplió con la consecución de partidos hasta brillar en la final para ser campeón por tercera vez en su carrera. Nunca cedió sets en las finales que disputó y tampoco cedió sets durante el Argentina Open. Sólido desde el fondo de la cancha, siempre bien ubicado para golpear tanto de drive como de revés, distribuye juego e intenta abrir la cancha para poder finalizar los puntos. Su tiro fetiche, los drops. Una sutileza en su juego rocoso que le da soluciones y respiro cuando su tenis no fluye.


Sonrisa de oreja a oreja y mates (trofeo e infusión), "Ceck" habló de su presente tenístico: “Ahora puedo ganar partidos jugando mal, algo que antes no me pasaba y esa es una gran diferencia. Hice el click mental y creo que me puede ir bien en polvo, en cemento o en pasto. Ahora salgo a ganar cada partido con la seguridad de que lo puedo lograr. Todo fue gracias a puro trabajo adentro de la cancha para sentirme siempre de la mejor forma posible. Antes no me gustaba entrenarme, no me gustaba sufrir dentro de la cancha. Ahora voy a entrenar siempre bien y me convertí en un trabajador del tenis que no piensa en el futuro y voy semana a semana. Es una buena forma de encarar el Tour, y por eso voy a disfrutar de este título porque es la confirmación de que he hecho las cosas más que bien”.
También hubo dobles y de gran nivel. Horacio Zeballos estrenaba su mejor ranking en la especialidad (22°) y ademas defendía el título. El mejor doblista argentino de la última década hace rato que no es un singlista adaptado al dobles. El marplatense entiende a la perfección la modalidad al punto que en 2019 abandonó por completo el singles a pesar de aun tener ranking para disputar la qualy de los torneos más importantes del mundo. En Buenos Aires junto a Máximo González fue campeón por tercera vez en el BALTC en cuatro finales disputadas, todas con compañeros diferentes (2010 Prieto, 2014 Cuevas, 2018 Molteni y 2019 González). ¿Queda claro quién es el decisivo?


Daniel Vitale Pizarro desde el 'Buenos Aires Lawn Tennis Club'

11 febrero 2013

Cebolla, ahora te toca llorar a vos

"Cebolla" no puede creer lo que consiguió

La gira Latinoamericana de polvo de ladrillo comenzó en Viña Del Mar (Chile), luego desembarcará en San Pablo (Brasil), una semana después Buenos Aires (Argentina) y concluirá en Acapulco (México), el más importante, único ATP500 de la gira y al que asiste mayor cantidad de jugadores mejor rankeados, por algo lógico: puntos y dinero. La principal atracción, esta vez, no fue para los locales ver a los chilenos en acción, sino la presencia de Rafael Nadal, que disputaría por primera vez el torneo chileno, en singles y en dobles. El certamen se preparaba para una semana sin precedentes en el país.

Horacio Zeballos (73°), a la postre ganador (impensado para la gran mayoría) derrotó en la final al favorito del torneo, de la afición, de los organizadores y quieran o no, de todo el mundillo "tenis", por motivos que no hace falta describir. Pero no todo son estadísticas en el deporte y el marplatense dio cuenta de ello. Contra todos los pronósticos, derrotó al quizá mejor jugador sobre arcilla de todos los tiempos 6/7 7/6 6/4, luego de 2h 46m de tenis de alto vuelo, sobre todo del vencedor, que nunca bajó los brazos, ni en los momentos críticos, donde Nadal se hace fuerte. Zeballos sorprendió a todos (y todas) los espectadores.
Resumen de la heroica victoria

Cuando se pensaba y percibía la victoria del balear por la merma física del argentino y un segundo set que Horacio tuvo que "aguantar" para llegar al tie-break (al revés de lo sucedido en el primero), a fuerza de garra y decisión, "Cebolla" emparejó las cosas y llevó a "Rafa" a un tercer set. Basado en su zurda picante y lanzada, se dispuso a quitarle, al menos esta semana, el reinado en una pista de arcilla. Y así fue. Agresivo, sin presión, suelto (por demás), variando golpes, con trece aces y solo un quiebre en contra, hizo que el trofeo se fuera para la "Ciudad Feliz". La mejor victoria de su carrera. ¿Sopresa? Si. ¿Casualidad? No. ¿Perseverancia? Si. Aplaudamos a Horacio Zeballos, campeón por primera vez en su carrera de un ATP, y lo hizo ante Nadal en arcilla.

"Es un sueño para mí. Ya era un premio suficiente poder jugar ante "Rafa" una final. Es un momento hermoso que recordaré por el resto de mi vida", declaró Zeballos luego de morder la copa de campeón, al igual que lo hace su rival...
Campeón y finalista con sonrisas

Horacio Zeballos debutó en la ATP en 2003 (17 años) y su ingreso a la elite del tenis no fue sencillo y menos aun, rápido. Su ranking osciló muchos años, sin poder acercarse a los 100 primeros. 2009 fue la temporada de su destape, en la cual alcanzó su mejor ranking (41°) hasta hoy (43°) gracias a sus buenos resultados en los Challengers (cinco títulos y tres finales) y a la final alcanzada en St. Petersburgo (Rusia) en la que cayó ajustadamente ante Sergiy Stakhovsky 7/6 en el tercero, con match point incluido. Esos puntos le permitieron concluir el año 2009 como el 45° del mundo, con expectativas altas para la siguiente temporada, por nivel y ranking.

Pero no todo siguió como él esperaba... A lo largo del año, disputó hasta octubre todos torneos ATP. Apenas alcanzó una semifinal y dos cuartos de final, resultados que lo obligaron en noviembre a volver a los Challengers, etapa que el mismo "Cebolla" creía superada, pero que lo tuvo nuevamente como animador. Terminó con récord negativo (16-28) a nivel ATP. 2011 fue un año para el olvido. Luego de todo lo bueno del 2009 y lo prometedor del 2010, esa temporada lo encontró jugando prácticamente todo el año Challengers (récord de 5-6 en torneos ATP) y sin siquiera obtener un título (dos finales), algo inusual para él en esta categoría. Terminó 109° en el ranking ATP.

El 2012 fue similar al 2011. Repitió los magros resultados a nivel ATP y Challenger, y tocó el puesto número 125° en octubre, su ranking más bajo desde principios del 2009, antes del "destape". El año concluyó y a fines de octubre se encontró con tres partidos ganados ATP y nueve perdidos, aunque lo llamativo era que alcanzó los octavos de final de Roland Garros, siendo sus únicos partidos ganados en el año en el circuito, su mejor resultado en un Grand Slam. Pero todo cambió a partir de noviembre de esa misma temporada.

Esa derecha lastimó, así, con todo el peso del cuerpo.

Obtuvo los Challengers de Montevideo (Uruguay) y San Leopolo (Brasil), que le aportaron una inyección de confianza de cara al 2013, algo similar a lo sucedido en 2009, pero que no pudo concretar. El 2013 empezó de la mejor manera posible. Campeón del Challenger de San Pablo, ingresó al Australian Open (R1 con Seppi) y fue seleccionado para la Copa Davis ante Alemania, que junto a David Nalbandian sellaron la victoria a Argentina en el dobles. Pero aun faltaba lo mejor. Una semana más tarde, derrotó a cuatro preclasificados en Viña del Mar, entre ellos a Rafael Nadal (5°)y levantó su primera corona ATP, en su segunda final. Fue también su primera victoria ante un Top10 en su carrera y en lo que puede ser (hasta el momento lo es) su mejor año en el circuito profesional. Y el año recién empieza...

Admirador de chico de Thomas Muster y Goran Ivanisevic, Zeballos está inscripto en el ATP de San Pablo. Antes de disputar su encuentro, el marplatense acumula 20 partidos consecutivos en polvo de ladrillo sin conocer la derrota (Challengers y un ATP250 (Viña Del Mar), sin contar el partido de la Davis que pesó y mucho a la hora de juntar confianza. Además, se convirtió en el tercer jugador en derrotar a Nadal en finales sobre arcilla (Federer Djokovic, dos veces cada uno), propiciándole su quinta derrota en finales en esta superficie y la vigésima derrota en toda su carrera sobre polvo de ladrillo. ¿Será este año el despegue definitivo en la carrera del marplatense? Argentina lo necesita.

Daniel Vitale Pizarro