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19 abril 2023

Volver a ser

1968 significó el fin de la Era Amateur y de las restricciones para los profesionales. Roland Garros fue el primer torneo abierto para todo aquel que tuviera el nivel para disputarlo. Un año y medio después nacía el Grand Prix, un circuito ideado por Jack Kramer que duró hasta 1989, que pretendía ordenar al tenis profesional. Kramer lo definió como "una serie de torneos con un fondo de bonificación de dinero que se dividirá sobre la base de un sistema de puntos acumulativo". En medio de ese caos fundacional, en 1972 se disputó el Grand Prix de Madrid, nacido en el Club de Tenis Chamartín, trasladado en 1973 al Club de Campo Villa de Madrid hasta su vuelta al Chamartín (1990-1994).
Entre 1972 y 1989 el torneo perteneció al Grand Prix Tennis Circuit. En 1990 y con el nacimiento de la ATP, el evento pasó a formar parte, hasta su desaparición en 1995, de la categoría 'ATP International Series', el equivalente a un ATP250 actual. El certamen volvía a tener un lugar en el calendario recién en 2020 en el club que dio origen al evento (Club de Tenis Chamartín) pero integrando el circuito Challenger. Un mes antes de la realización, la Pandemia mundial impidió el regreso de la competición madrileña. Finalmente fue 2022 el año del retorno del "Open Comunidad de Madrid" en el Club de Campo Villa de Madrid, el sitio que más veces alojó el campeonato en la capital española.
Presentes en las dos ediciones del torneo en el coqueto Club de Campo, podríamos decir que, en líneas generales, el evento mantuvo el estatus obtenido en 2022. Empecemos por las instalaciones. Tres pistas principales y cinco de entrenamiento para los jugadores, una tierra batida que no tuvo críticas sobre el estado de las mismas como sí las tuvo la temporada pasada. Eso sí, este año las quejas fueron para las pelotas, las famosas Dunlop Fort que perdían la presión muy rápido. A pesar de eso, tanto el Director del torneo (Pablo Carabias) como la jefa de prensa (Sandra Sacristán) estuvieron atentos y predispuestos a ayudar ante cualquier duda que se nos presentara a periodistas y jugadores.


El cambio lo vimos en la nomenclatura del torneo. La edición pasada ofreció ochenta puntos (Challenger 80) y la actual repartió setenta y cinco (Challenger 75) tras la simplificación de la categorización del circuito. Paradójicamente, el dinero total a repartir fue casi el doble. La inyección económica de la ATP para el segundo circuito en importancia significó un aumento del 'prize money' de 45,730 euros a 73,000. En contraposición a esa significativa suba de dinero a repartir, el cuadro tuvo a un solo Top100 (Pedro Cachin, 67°), apostando principalmente por participantes madrileños como Alejandro Moro, Miguel Damas, Rafael Jodar, Miguel Avendaño, Javier Marti o Martín Landaluce.
Al igual que en la edición pasada, uno de los atractivos fueron los looks de los embajadores de 'Lalá Sportswear'. Marco Trungelliti, Ariel Behar y Nicolás Barrientos se pasearon por el Club durante toda la semana luciendo modelos de ropa tan originales como llamativos. Siguiendo con la tónica de la originalidad, la organización llevó un poco de "color" a la pista central. En conmemoración a los cincuenta años de la primera edición del torneo en el Club de Campo, cuatro exjugadores madrileños, uniformados para la ocasión, disputaron una exhibición emulando a los grandes campeones que alguna vez jugaron en esas pistas. Un episodio pintoresco y entretenido para el público.


La cercanía de los profesionales con el público y las facilidades para trabajar es lo mejor que tienen los Challengers. El dinero, la fama y el éxito genera, en muchos casos, pedantería, y como en esta categoría de torneos la mayoría de los jugadores no tienen tanto dinero, ni mucha fama ni demasiado éxito, la comunicación con las personas fuera de su círculo de trabajo es mucho más cálida y amena. En ese contexto, la idea de repartir los cromos de los participantes entre los aficionados para conocer más a los protagonistas y eventualmente conseguir una firma de ellos es una de las atracciones de la semana y motivo de alegría de los niños que asisten ilusionados al pie de las pistas.
La reestructuración del tenis español en el último lustro es notoria y donde más se nota a simple vista es en la cantidad de torneos profesionales organizados. 2023 será nuevamente un año récord en cuanto a Challengers organizados con dieciséis eventos en esta categoría a lo largo y ancho del país. A eso hay que sumarle cuarenta y dos ITF World Tennis Tour en la categoría menor del circuito internacional, el ATP250 Mallorca, el ATP500 Barcelona, el Masters1000 Madrid y la final de la Copa Davis en Málaga para completar un total de sesenta y dos torneos profesionales masculinos disputados en España esta temporada, impensado cinco años atrás.

Daniel Vitale Pizarro

10 mayo 2022

El verdadero relevo

La primavera tenística española llegó a su fin y que mejor final que un español fuese el campeón del torneo más importante de la gira en la capital del país. Carlos Alcaraz cerró el círculo perfecto con el título en el Masters1000 Madrid, dos semanas después de haber sido el mejor en el ATP500 Barcelona. El jugador del momento y nuevo favorito del público hizo vibrar a la grada con sus tiros imposibles y su energía interminable. Su excelsa capacidad física genera en el público onomatopeyas de todo tipo cuando defiende y su potencia natural al impactar la pelota impone tanto que desborda a sus rivales. Sin puntos débiles notables, a los diecinueve años y tres días se planta en la pista como un veterano, un veterano que recién empieza...

Bajo techo, superficie dura o tierra batida, a Alcaraz le da igual. Invicto en finales ATP (5-0), el joven español criado y desarrollado sobre polvo de ladrillo tiene las armas para hacerlo bien en cualquier superficie. Casi sin bagaje sobre césped (1-1) por el poco tiempo que lleva disputando el circuito profesional, su desempeño como profesional en tan poco tiempo es sencillamente brutal. Su ascenso meteórico en el ranking ATP sorprende a todos y más aun por como ha asimilado el cambio de status en el circuito en apenas un par de temporadas. Número seis ATP, en mayo del 2021 estaba fuera del Top100 y en mayo del 2020 no figuraba entre los 300 del mundo...


Carlos
hace memoria y va un poco más allá del 2020 cuando daba sus primeros pasos como profesional, recordando su infancia: "Recuerdo la primera vez que jugué, cuando era pequeño en Murcia. En aquel momento no imaginé que podría llegar a alcanzar este nivel y estar aquí ahora mismo como campeón del Mutua Madrid Open. Recuerdo que mi vida consistía en competir en esos días. Me encantaba entrenar, y todavía soy un niño al que le gusta más competir que entrenar. Para mí, celebrar este título tan especial junto a mi familia, primos, tíos, abuelos... con toda mi familia en general es muy, muy especial".


El año avanzaba, las victorias aumentaban y los objetivos, por inercia, cambiaban. Quién a principios de 2022 tenía como meta alcanzar el Top10, en apenas cuatro meses de competencia la realidad lo obligó a modificar tanto su planificación como sus aspiraciones. "Mi objetivo hasta final de año es tratar de ganar uno de los tres Grand Slam que quedan. Es una gran motivación para mí y voy a luchar por ello", declaraba rebosante de confianza el 'adulto' de diecinueve años tras ganar en Barcelona a Tsitsipas (5°) y en Madrid a Nadal (4°), Djokovic (1°) y Zverev (3°) en dos semanas de juego. El Top5 ATP casi por completo a sus pies, a falta de Medvedev (2°), ausente en esta gira de arcilla por lesión.

El murciano parece no tener techo. Mientras Djokovic y Nadal se mantienen en lo más alto del ranking ATP sin la dominancia que mantuvieron junto a Federer y Murray durante prácticamente quince años, el joven español se asoma como el reemplazo natural de ellos en la cima del ranking mundial junto a Medvedev, Zverev y Tsitsipas. Mentalmente más estable que los tres mencionados a pesar de ser el más joven, los Grand Slams venideros determinarán si Alcaraz está capacitado para liderar esta nueva generación o si por el contrario el circuito deberá esperar pare verle por encima de todos.
Intensidad, velocidad, potencia y desparpajo definen a Alcaraz pero no es lo que más sorprende de la nueva estrella del circuito. La diferencia con sus compañeros menores de veinticinco años es su mentalidad. Su tolerancia a la frustración le permite sobrellevar los momentos de tensión y aguantar en pista cuando las cosas no salen como quiere, una virtud que escasea en el profesionalismo actual. Los más grandes de la historia fueron, son y serán los que gestionen de la mejor manera posible las emociones dentro de la pista y Carlitos va en el camino correcto. Tendremos que esperar y ver como reaccionará a los malos momentos, que llegarán, para saber si será o no el verdadero relevo del 'Big4'.

Daniel Vitale Pizarro

28 noviembre 2019

La nueva Davis en primera persona

El Metro de Madrid es el punto de partida de este viaje hacia las Finales de Copa Davis 2019. El destino quiso que se disputara en Madrid, a menos de tres meses de haberme mudado a la capital española. Presente en una veintena de torneos de tenis como periodista entre Futures, Challengers, ATP, Copa Davis, Interclubes y Exhibiciones (siempre en Argentina), nunca había estado en una final de una competencia con tanta historia (119 años). Sentía que esto iba a ser diferente. Entiendo que los Grand Slams, a los que solo asistí como espectador, tienen otro status, pero este nuevo formato de la Davis en la 'Caja Mágica', tan criticado antes de haber iniciado, seguramente no sería un torneo más en mi vida periodística.
La ciudad empezó a respirar clima de Copa Davis mucho antes que los protagonistas. Carteles en las calles céntricas, autobuses ploteados, sorteo de entradas en clubes de tenis o negocios afines al torneo y acciones ecológicas que te permitían canjear botellas plásticas o de vidrio por entradas, fueron algunas de las estrategias de marketing para promocionar un evento tan denostado como valiente por todo lo que estaba en juego. Incluso se colocaron los nombres de todos los jugadores participantes, por países, en cada estación del Metro de la Línea 3, el medio de transporte público más utilizado por los espectadores para llegar al estadio.
Las instalaciones de la 'Caja Mágica' son un lujo. Para este evento, los jugadores dispusieron de tres pistas principales y siete de entrenamiento, con todas las comodidades posibles a la hora de entrenar, sin la presencia del público en las pistas auxiliares, solo habilitadas a la prensa. A pesar de esa normativa, pocos colegas presenciamos los entrenamientos con asiduidad. No hago juicio de valor, solo es una observación ya que muchos de los periodistas no son apasionados del tenis y asisten a los torneos solo por trabajo. Estoy convencido de que si no les pagaran u obligaran a ir, la mayoría de los que fueron no asistirían. En lo que a mi respecta, el tenis es mi vida y ver a los mejores del mundo entrenar, al borde de la pista y sin público, no tiene precio. Lo disfruto tanto como un partido por los puntos entre dos estrellas del momento.
Los días pasaban y los pasillos de la 'Caja Mágica' empezaban a ser familiares. No es sencillo ubicarse desde el primer día por las dimensiones del predio, la disposición de los estadios, de las pistas de entrenamiento y de la sala de prensa. La interacción con los colegas también es una cuestión del día a día, sobre todo con los extranjeros, tan parecidos pero a la vez tan distintos. Lunes, martes, miércoles y los equipos iban quedando eliminados. Colombia fue el primero y Canadá el último. El sistema de clasificación premiaba a los seis líderes de cada grupo más los dos mejores segundos (extraño en el tenis), lo que generó especulaciones hasta el último punto de la fase de grupos. Las largas jornadas de más de doce horas no ayudaban a que los periodistas estemos lúcidos para las matemáticas, materia de la que la mayoría no somos especialistas.
La ilusión de ver a los mejores jugadores del mundo todos los días, juntos bajo un mismo techo, postergaba el cansancio que pasaba factura apenas finalizaba la jornada. La buena predisposición de la mayoría de los colegas y trabajadores del torneo hacían más llevadera la tarea diaria en sala de prensa, amplia y cómoda para trabajar. Párrafo aparte para el acceso a las butacas de prensa. El sector era bueno, pero no se podía acceder desde la sala de prensa, debíamos dar media vuelta al estadio para ingresar. Una pena también que no hubiese un monitor fuera de la puerta de prensa para saber el marcador, fundamental para los cronistas en caso de no poder ingresar al estadio en un momento cúlmine del encuentro.
Como en todo torneo de tenis profesional donde la entrada se paga, los espectadores van en aumento hacia el fin de semana y la venta de entradas es escasa los primeros días de competencia. Es curioso porque para este cronista, los mejores días son precisamente los primeros ya que se pueden ver a todos los jugadores, pero eso dejémoslo para un pequeño y extraño grupo de personas. La persona normal que abona una entrada, elige las instancias finales para asegurarse de ver a los mejores de la semana, o porque el trabajo no se lo permite. Para muchos, asistir un martes a las once de la mañana es prácticamente imposible. A pesar de eso, los datos oficiales arrojaron que asistieron más de 130000 personas durante los siete días, más del pobre 50% de entradas vendidas una semana antes de inicio.
La serie Argentina-España de cuartos de final fue la más caliente de la semana, por definirse en el dobles y por el calor y color de la hinchada sudamericana, siempre ruidosa y apoyando a los suyos jueguen donde jueguen. Pero la noche más emotiva de todas fue el dobles de la semifinal España-Gran Bretaña. Nadal-Lopez derrotaron a Murray-Skupski 7/6 7/6 en un partido que de no ser en España y por Copa Davis, la victoria hubiera caído del lado inglés. Superiores técnica y tácticamente no supieron cerrar los sets y sucumbieron ante la actitud de 'Rafa', el oficio de 'Feli' y el ánimo del público, con tiros espectaculares en los momentos más tensos del partido.
La final fue casi a pedido de la grada. Dos Top10 de un lado contra dos de los tres mejores adolescentes del ranking ATP. Ante ese panorama y habiendo perdido su partido inaugural, Bautista Agut (9°) demostró estar hecho de acero. Dos días después del fallecimiento de su padre y de haberse ido de Madrid a su Castellón natal para despedirse en vida, volvió a la concentración con el corazón en la mano y no solo disputó su individual sino que venció a Felix Auger-Aliassime con un enfoque brillante, muy concentrado, casi sin distracciones luego de aciertos o errores. El llanto de Roberto desconsolado mientras todo el estadio coreaba "Robeeeeerto Robeeeeerto" emocionó hasta al madrileño más duro.
Era el momento de 'Rafa'. El jugador de la semana debía ganar un partido más para que todo lo hecho desde el martes no haya sido en vano. 6/3 6-6 ante Shapovalov... El tiebreak del segundo set tuvo de todo. Dos ojos de halcón perdidos por milímetros, tres sets points levantados y un match point sencillo desperdiciado. Hubiese sido injusto que Nadal terminara el año como N°1 ATP sin darle el punto definitivo a su país para ser campeones de la Copa Davis por sexta vez, la primera de esta "Nueva Era" y en su país. Una derecha del canadiense en la red concluyó la faena semanal del mallorquín que le regaló a sus fanáticos españoles, seguidores durante todo el año por TV o internet, una versión inmejorable de Rafael Nadal, sacando como nunca y ganando como siempre.
La conferencia de prensa española fue breve pero no faltaron los halagos al 'superhéroe' Nadal y al hombre de hierro Bautista, que como dijo 'Rafa': "Lo que hizo Roberto es un ejemplo para el resto de mi vida". El día finalizaba, la pista se vaciaba y la sala de prensa se tornaba cada minuto menos bulliciosa. Las Finales de Copa Davis habían llegado a su fin y con ellas, una semana inolvidable. El Metro de Madrid nos recibe igual que siete días atrás, pero esta vez para llevarnos a casa y no volver hasta noviembre 2020. Quizás la espera no sea tan larga y nos volvamos a encontrar con la 'Línea 3' en mayo, cuando se dispute el Masters1000 Madrid. Pero esa será otra historia.

Daniel Vitale Pizarro desde 'La Caja Mágica'

25 noviembre 2019

Supernadal al rescate







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El grito ensordecedor de más de doce mil personas luego de que Denis Shapovalov estrellara la derecha en la red no será fácil de olvidar para los presentes en 'La Caja Mágica'. Rafael Nadal ganaba su octavo partido en seis días y le daba a España su sexta Copa Davis. Sin perder sets en individuales ni sufrir roturas de servicio en ambas modalidades, vimos una versión superlativa de Nadal, de las mejores de su carrera a nivel tenístico. Es cierto que no enfrentó a ningún Top10 pero su tenis fue arrollador y el servicio, su mejor golpe. Jamás se lo vio tan agresivo y con un porcentaje tan alto de primeros saques. Khachanov, Gojo, Schwartzman, Evans y Shapovalov sufrieron la intensidad de 'Rafa' que minimizó el juego de sus rivales y los volvió obsoletos, provocando errores que no cometerían ante otro jugador.
La primera edición de la renovada Copa Davis comandada por el Grupo Kosmos, Gerard Piqué y compañía, llegó a su fin. Fueron siete días intensos, de jornadas muy largas que empezaban a las diez de la mañana y se extendían casi siempre más allá de las dos de la madrugada. La Copa del Mundo del Tenis, como bautizaron a este nuevo formato, contó con la presencia de seis Top10 y doce Top20, un número elevado al tratarse de un certamen de equipo del que no dependen de sí mismos para participar. De nada sirve ser Top10 si no cuentas con al menos un compañero Top100, como le sucedió este año a Dominic Thiem (4°) o Stefanos Tsitsipas (6°), ausentes por no haber clasificado con su país.


El sitio elegido, 'La Caja Mágica', ubicada al sur de Madrid, de fácil acceso en automóvil o medios de transporte público, contó con tres estadios cubiertos con capacidad para 12500 (Manolo Santana), 3500 (Arantxa Sanchez Vicario) y 2500 (Estadio 3) personas respectivamente, algo que pocos lugares en el mundo pueden presumir. La casa del Masters1000 Madrid cambió la tierra batida por las pistas duras bajo techo de la compañía Green Set (Javier Sanchez Vicario), la misma superficie de los torneos previos a las Finales de la Copa Davis (Amberes, Basilea, París y el Masters), con el objetivo de que los jugadores no sufran cambios bruscos de superficies en la parte final de la temporada.
Las quejas nunca faltan y de este nuevo formato se escuchan desde que se anunció que el torneo se desarrollaría en Madrid bajo condiciones totalmente diferentes a las de antaño. Los más puristas extrañarán las localías en donde el anfitrión elegía estadio, superficie y pelotas para favorecer las características de sus jugadores o para entorpecer las de su rival de turno. No iba a ser sencillo convencer a un público muy tradicionalista de cambiar por completo un torneo que se disputó por primera vez en 1900 y que sigue vigente más o menos con la misma configuración. Pero un cambio era necesario porque el torneo estaba perdiendo prestigio porque las estrellas del circuito empezaron a no asistir, básicamente por las malas fechas en el calendario y por los cambios de superficie.
El punto más flojo fue la programación de los partidos. A excepción del domingo que finalizó alrededor de las veintitrés, nunca el último partido de la jornada terminó antes de la una de la madrugada, con el récord histórico de la competencia el miércoles (4:03am), motivo por el cual las gradas, lógicamente, estaban vacías. El aforo fue otro tema en boca de todos durante la semana. Agotadas las entradas cada vez que jugaba España, el turno mañana fue el más desolado, con muy pocos espectadores durante la fase de grupos. Incluso la organización del torneo cambió el horario del primer turno a partir del viernes (11 a 10:30) y al no ser notificados personalmente los que habían comprado la entrada, el partido matutino de cuartos de final lució casi sin público.
Pero no solo los periodistas y fanáticos criticaron a la organización, los propios jugadores no estuvieron del todo conformes con determinados aspectos del certamen. Novak Djokovic, el menos perjudicado por no haber jugado nunca el turno tarde, tuvo una crítica mixta: "Apoyo el hecho de que había que hacer un cambio respecto al antiguo formato porque no generaba suficiente interés. Quizá el formato ideal está en algún punto intermedio entre éste y el antiguo. Tal vez crear un torneo de ocho selecciones o quizá tener una o dos semanas antes durante el año en las que los países puedan jugar en casa en los grupos clasificatorios previos. Lo ideal sería jugar justo después del US Open. Esa sería la mejor época del año para disputar este torneo".
Rafael Nadal tampoco se quedó callado cuando le preguntaron su opinión: "Los horarios son malos para los aficionados y para los tenistas. La gente al día siguiente trabaja. Es un problema pensando en los jugadores, en los equipos y en el público". El escocés Andy Murray solo disputó una serie por problemas en su ingle he hizo hincapié en algo que pocos remarcaron: "Las pistas de entrenamiento y de burbuja son bastante diferentes con respecto al estadio de juego. Es un hándicap que nos perjudica a todos. Apenas tienes margen de error. Los partidos son más emocionantes y más impredecibles; es obvio que para los tenistas sea algo más estresante que antes".
Es fácil criticar sin construir pero es cierto que, a simplre viste, soluciones hay varias, algunas más bruscas, otras más leves. La más sensata: estirar la competencia. Quedó demostrado que en siete días es inviable disputar esa enorme cantidad de partidos. La más simple, supertiebreak los terceros sets, al menos los dobles, como en el circuito ATP o acortar los tiempos entre partidos. La más drástica sería disminuir la cantidad de equipos participantes o sino, cambiar de sede por una con más estadios cubiertos disponibles en esa fecha del calendario. La organización ya debe tener las opciones sobre la mesa y seguramente veremos unas Finales de Copa Davis, Madrid 2020, mejor organizadas.

Daniel Vitale Pizarro desde la 'Caja Mágica'

13 mayo 2019

El empujón que faltaba







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No sabemos si Novak Djokovic será el más ganador de siempre, lo que sí sabemos es que está muy cerca de hacer historia una vez más. A diferencia de otros años de absoluta dominación, desde mediados de la temporada pasada hasta hoy, el serbio ha sido selectivo con los torneos en los cuales ha ganado. Casualmente esos certámenes fueron Wimbledon, Cincinnati por primera vez en su carrera, US Open, Shanghai, Australian Open y Madrid. A dos semanas de Roland Garros, Djokovic calibró la máquina, la puso a punto y la testeará en Roma antes de la gran cita. Fundamentales serán estos torneos previos a Wimbledon porque luego de la arcilla parisina, el N°1 del mundo defiende más de la mitad de sus puntos actuales.

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Madrid consagró por tercera vez al serbio y dejó varias conclusiones de cara al resto del 2019. La vuelta de Roger Federer al polvo de ladrillo luego de tres años dejó un sabor agridulce luego de la remontada ante Gael Monfils en octavos de final y la dolorosa derrota contra Dominic Thiem en cuartos de final. En ambos partidos tuvo matchs points a favor y en contra. La confirmación de Stefanos Tsitsipas como contendiente al título en cada torneo importante ya no tiene discusión. En los últimos diez meses acumula victorias contra Djokovic en Toronto 2018, Federer en el Australian Open 2019 y Nadal en Madrid 2019, algo que muy pocos lograron durante toda su carrera.
El griego de veinte años es el tenista revelación de los últimos meses. Siete del mundo gracias a la final en España, el heleno tiene tintes de jugador de otra época: cabellera larga, empuñaduras más abiertas que el resto, revés a una mano y facilidad a lo hora de cerrar jugadas en la red. El mejor tenista que dio Grecia en toda su historia aspira al trono de la ATP en el mediano plazo y las herramientas las tiene. La juventud le juega en su favor pero también en su contra. Físicamente fuerte, sin miedo a enfrentar a los mejores del ranking y de la historia, la poca experiencia para manejar determinadas situaciones puede no ayudarle.

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Para un jugador de elite, el disputar el dobles con frecuencia o planificar un calendario con muchos ATP250 son decisiones contraproducentes porque el circuito ATP es muy exigente física y mentalmente. Es cierto que en ocasiones, el dobles o los torneos chicos ayudan a tomar ritmo de competencia si los resultados no llegan pero en cualquier otra circunstancia, no es positivo descuidar el singles y no planificar a consciencia un calendario. Tsitsipas deberá aprender de sus experiencias en 2019. Cuando en Australia derrotó a Federer, luego fue arrollado por Nadal; y en Madrid, vencedor de Nadal, al día siguiente su mente y sus piernas no le permitieron competir al 100% contra Djokovic.

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Pero volvamos al campeón de Madrid y N°1 ATP durante 251 semanas. Desde enero no mostraba un nivel de tenis tan alto. Inestable durante la gira norteamericana de cemento y dubitativo en Monte Carlo, fue todo lo contrario en el país mediterráneo. Los espectadores vieron a un Djokovic sólido, enfocado, con ese fuego interno y una determinación que asusta al rival. Se le notó en los ojos, desencajados, casi queriendo salirse del lóbulo ocular. Un animal competitivo que no da respiro a sus rivales, siempre encima del pique de la pelota y distribuyendo el juego a su gusto. Novak, con este nivel de concentración, maneja los tiempos y el ritmo de los encuentros.


“Siento que esta victoria es muy importante para mi nivel de confianza porque después de Australia no estaba jugando lo mejor posible, no pude encontrar mi tenis ni la consistencia en Indian Wells, Miami y Monte Carlo. Sentía que estaba cerca y que necesitaba un empujón, por así decirlo. Logré una victoria muy importante contra Thiem en un partido muy parejo. A Stefanos probablemente lo afectó un poco haberle ganado un gran partido a Nadal y quizás haya estado un poco cansado. Sentí que siempre estuve dictando el juego”, analizaba el 75 veces campeón ATP sobre el 33° Masters1000 obtenido en Madrid, misma cantidad que Rafael Nadal en la categoría.
Al igual que en 2016, la posibilidad de otra epopeya está a la vuelta de la esquina. Aunque sea el torneo más escabroso para el serbio, si lo logró una vez, ¿porque no dos veces? La cita es nuevamente Roland Garros, igual que tres años atrás. Wimbledon 2018, US Open 2018, Australian Open 2019 y ¿Roland Garros 2019? El escollo principal sigue siendo Rafael Nadal, que aunque no haya conseguido títulos en Monte Carlo, Barcelona o Madrid, a cinco sets y en París es el máximo favorito al título. "Nole" ya lo derrotó una vez en la Philippe Chatrier pero... ¿Será capaz de volver a ganar los cuatro en fila?

Daniel Vitale Pizarro