11 febrero 2019

Todo junto es mejor


Colombia, ATP250 Bogotá 2013. Un cordobés llamado Juan Ignacio Londero, campeón del Banana Bowl en dobles como junior dos años atrás, pasó la clasificación y disputó su primer cuadro principal de un torneo ATP a los 20 años. Era 564° del mundo y habitaba el mundo Futures alternando con el circuito Challenger, pero sobre el cemento colombiano pudo sortear los tres partidos de la qualy por primera vez en su carrera. La (mala) suerte lo enfrentó ante el campeón Ivo Karlovic en primera ronda. Finalizó la temporada siendo campeón en Venezuela de un Future para quedar Top300, ranking para disputar los Challengers y algunas clasificaciones ATP.


En 2014 nuevamente su único partido ATP lo disputó en Bogotá. Preclasificado en la clasificación, ganó dos partidos y accedió al main draw. En primera ronda lo esperaba Víctor Estrella Burgos al que no pudo superar. Su ranking de fin de año subía de a poco pero su nivel quedaba estancado entre buenas actuaciones en Challengers o títulos en Futures (4 títulos entre 2012-2014). Cuatro años pasaron hasta que volviera a superar una qualy ATP, en Bastad (Suecia). En el medio, dudas de seguir intentando con el tenis profesional, propuesta rechazada para nacionalizarse mexicano y jugar Copa Davis para ellos o dedicarse a entrenar jugadores.
“El tenis es mucho gasto, tenés que pagar los aéreos tuyos y de tu entrenador, comida, los honorarios de él. Es una inversión muy grande todo el tiempo y viajando permanentemente. Todo eso se piensa, hay veces que en la cancha uno se dice ‘por favor, necesito ganar este partido, es plata' ", contaba Londero a la prensa en una entrevista, lo difícil de costear la vida del tenista fuera del Top200. Un jugador profesional que no viva en Estados Unidos o Europa, necesita entre 50 000 y 100 000 dólares anuales para poder competir por el mundo. Por poner solo un ejemplo, en mano de obra para  encordar una raqueta el presupuesto anual ronda los 5000 dólares. ¡Calculadora y a sumar!
A pesar de no haber ganado aun su primer partido ATP, ganó sus primeros dos Challengers y fue finalista en otro para terminar el año cerca del Top100 (118°). Una gran victoria ante Guido Pella en los Interclubes de Primera División en diciembre obligó a que el fanático de tenis, googlee su nombre para enterarse quien era el rubio teñido que representaba a 'Harrods Gath y Chaves'. Algunos quizás recordaban su apodo ("Topo") de cuando fue sparring de Copa Davis en septiembre de 2014 en la recordada eliminatoria ante Israel en Delray Beach para volver al grupo mundial; otros de su paso por los Futures o Challengers en Argentina.




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De cualquier manera, en febrero de 2019 el "Topo" Juan Ignacio Londero ya no necesita Google para que el aficionado al tenis lo conozca. La primera edición del ATP250 le otorgó una invitación al cuadro principal por su buen momento como profesional y por ser cordobés, un plus. Nicolás Jarry, Lorenzo Sonego, Pedro Cachin, Federico Delbonis y Guido Pella. Las victorias del debutante en todas las rondas sucesivas a la primera en un certamen ATP. Todo era nuevo para Londero que cada partido ganado era un sueño, algo por lo que luchó todo su carrera y que no imaginó que se concretara en su primer torneo en el cual conseguía su primera victoria ATP, en su provincia. Locura.
"Hablo desde el corazón, nunca me esperaba ganar un torneo, ni cerca. Nunca lo pensé. Sabía que podía llegar a una semifinal o unos cuartos. La verdad es que tenía dudas, siempre me ha costado tener confianza en mí, todavía no me lo creo. Lo que si sé es que me cayó del cielo, he hecho un trabajo grande, no fue una casualidad que yo rindiera así, todo es fruto del trabajo. El año pasado encontré mi identidad de juego y se a lo que tengo que jugar… ese fue el gran click en mi carrera, y pude encontrar saber cómo juego”, declaraba el nacido en Jesús María sentado en la conferencia de prensa, más tranquilo y con las pulsaciones a un ritmo normal.
Pero no todo fue alegría para Juan Ignacio. Cuenta Tito Vazquez en su última columna, que hace exactamente un año atrás, sin rumbo tenístico y con los objetivos por cumplir cada vez más lejanos (364° ATP), el ahora campeón del Córdoba Open estuvo muy cerca de emigrar a Estados Unidos a dar clases de tenis porque ‘allá das una clase y ganas como mínimo cien dólares la hora’. Hoy es campeón ATP, 69° del mundo y debutará en la cancha central del Buenos Aires Lawn Tennis Club en horario central del ATP de Buenos Aires. "Topo", ¿todavía te quedan ganas de ir a trabajar a Estados Unidos?

Daniel Vitale Pizarro

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