23 febrero 2015

Más alto, más viejo y mejor

Faltan seis días para que cumpla 36 años. Ivo tiene match point. Miles de momentos. El más reciente, la meningitis vírica provocada por una picadura de insecto en 2013 (“Los médicos no sabían si me recuperaría al 100%”). Los recuerdos se esfuman. Tiene que sacar para obtener un título más. Los más de 9000 aces lanzados no sirven de nada si este servicio no le otorga el trofeo de Delray Beach. Trata de despejar su mente. Y como casi durante toda su carrera, coloca un ace, pero esta vez para ganar un campeonato. La alegría lo invade, dobla las rodillas pero no se deja caer en el cemento. Se abraza con su grupo en la tribuna. No era campeón desde 2013 y en ese período pasaron cuatro finales perdidas. Karlovic fue noticia otra vez en 2015. Victoria en Doha ante Djokovic (1°), más de 9000 aces en su carrera y campeón en Delray Beach. ¡Chapeaux!

El croata vive un renacer tenístico. Sus 211 centímetros (gracias a una revisión de su altura) y sus casi 36 años no le impiden acercarse al Top20. Jugador de saque y volea desde sus inicios, economiza fuerzas, diagrama su calendario y rinde al 100% en cada torneo que se presenta porque aunque la edad sea solo un número, el agotamiento físico no es el mismo que en 2008 cuando alcanzó su mejor ranking (14°). El tenista más alto del circuito y más alto de la historia del Top100, exprime cada centímetro y lo plasma en aces o voleas prácticas facilitadas por su servicio que logra velocidades y ángulos pocas veces vistos.
Las apariencias no engañan...

En Delray Beach ya había perdido una final en 2010 ante Ernests Gulbis pero esta vez sirvió casi a la perfección y ganó el certamen sin que le quiebren el servicio. Acumuló 91 saques directos en los cinco partidos que disputó y tiene un promedio de casi 25 aces por partido en lo que va del 2015. ¡Más de un set por partido... gratis! Una locura. Su rival en esta ocasión fue Donald Young que nada pudo hacer en el partido decisivo. El norteamerciano tuvo siete posibilidades de quiebre que no pudo concretar y el partido se le escurrió de las manos 6/3 6/3.

El título, su sexto a nivel ATP, lo arrimó al Top20 (23°), lugar que conoce pero al que quiere volver. El año pasado, al igual que en 2007, alcanzó cuatro finales ATP. Aunque la temporada pasada no pudo ser campeón en ninguna de ellas, hace siete años triunfó en tres de las cuatro definiciones que disputó. Un año después de esas finales, alcanzaba su mejor ranking. Y esta temporada va encaminada a un destino similar. Su deuda pendiente siguen siendo las actuaciones en los Grand Slams con solo tres segundas semanas y un cuartos de final, muy poco para la extensa carrera del croata.
Más arriba Ivo...

Para Donald Young fue su segunda final ATP tras la perdida en Bangkok 2011. La promesa que nunca fue tal, arrancó la temporada en gran forma, como nunca. Cuartos de final en Auckland, segunda ronda en el Australian Open, semifinal en Memphis y final en Delray Beach. Eso le permitió subir en el ranking hasta el puesto 45°, cerca de su mejor ubicación alcanzada en 2012 (38°). El norteamercano está en la eterna búsqueda de la consolidación como jugador del circuito ATP y parece haberle encontrado la vuelta esta temporada siendo hoy un estable Top50.

Young fue hace una década una estrella del tenis juvenil. El número uno más joven de la historia en juveniles (16 años) y el campeón del Australia Open más joven (15 años y 5 meses), todo en 2005. A los 17 años fue campeón de Wimbledon y el mundo entero hablaba del joven afroamericano menor de edad. Todos esos logros lo catapultaron al estrellato hasta ser el sparring de la Copa Davis del equipo norteamericano sin haber cumplido la mayoría de edad. Demasiada presión. Las exigentes expectativas puestos sobre el chico no permitieron que explotara. Top200 desde su incursión al profesionalismo, alternó desde 2007 hasta hoy con Challengers y ATP para mantener ese ranking.
Profesional desde el 2000 y admirador de Boris Becker, el nacido en Zagreb no alcanzó una final ATP hasta el 2005 y fue en el césped de Queen's. Quince años después de su debut en el circuito y diez de su primera final, se coronó campeón en Delray Beach. Curioso es que con un saque mortífero y una gran volea no haya incursionado con mayor asiduidad en el circuito de dobles. Apenas accedió a dos finales y ganó una de ellas: campeón en Memphis 2006 y finalista en Indianapolis 2007. En singles ganó títulos en todas las superficies actuales: arcilla, césped, cemento outdoor e indoor.

Confianza, ganas, humor... así es Ivo Karlovic dentro y fuera de la cancha, clave para mantenerse en la élite a su edad. Fanático del twitter, publica humoradas y fotos para distenderse o reírse de sí mismo. Le gusta el boxeo, jugar al basquetbol (podría haberse dedicado) e ir al cine. Incluso cuenta que muchas veces en Estados Unidos le preguntan si es jugador de baloncesto y el contesta que si porque no quiere que se sientan tristes. Su padre es meteorólogo, su madre es agricultora y es hermano de Anna, mayor que él (solo en edad). El gigante croata se casó en 2005 con Alsi (jamaiquina) y es padre de una niña desde 2011 a la que llamaron Jada Valentina. Un tipo completo...
Resumen de la victoria

El sentido del humor es quizás su principal cualidad y en cada frase lo deja muy en claro: “Todo el mundo conoce mi problema para comunicarme. Lo más difícil para mí es hablar delante de 10.000 espectadores cuando juego una final o gano un título. Para mí sería más fácil jugar tres días seguidos antes que hablar. Intenté solucionar mi problema, pero siempre vuelve. Es como el alcoholismo: nunca estaré curado”. Auténtico. Tan auténtico como sus dos autos, un Mercedes-Benz y un Cadillac Escalade, únicos en los que segun él, tiene espacio para sus piernas. Con ellos se maneja por el torneo ya que vive en la cercanías de Delray Beach.

Daniel Vitale Pizarro

09 febrero 2015

La Era de los longevos

Orgullo y ejemplo.

Victor Estrella Burgos es solo un ejemplo más de longevidad en el tenis. A los 34 años y seis meses se convirtió en el jugador de mayor edad en obtener su primer título ATP, siete meses mayor que Wayne Arthurs, que en 2005 había sido campeón en Scottsdale con 33 años y 11 meses. En el debut de Quito (Ecuador) como torneo ATP, el dominicano debutó como campeón y trepó hasta el puesto 52° del ranking, su mejor posición histórica. Pero Victor no está solo en la elite con más de 30 años. El finalista del certamen ecuatoriano, Feliciano Lopez (33 años), también supera esa edad y la lista dentro del Top100 continúa.

Federer (33), Ferrer (32), Feliciano (33), Robredo (32), Simon (30), Kohslchreiber (31), Karlovic (35), García Lopez (31), Benneteau (33), Verdasco (31), Seppi (30) y Muller (31), todos Top50 con al menos 30 años, una época en la cual los "mayores" del circuito dan cada vez más pelea y no dejan que los jóvenes tomen la posta del relevo generacional que más tarde (?) que temprano harán. Con una edad promedio más cercana a los 30 años que a los 20, el Top100 se nutre de experiencia y el promedio no baja. Esta semana se disputaron tres torneos en simultaneo y la final la jugaron cuatro jugadores mayores de 30, algo inusual un lustro atrás.

El mejor slice del circuito (?) no fue suficiente

Pero lo hecho por Estrella Burgos es aun más curioso. Top100 por primera vez con 33 años, disputó tres Grand Slams de manera directa, accedió a la tercera ronda del US Open, alcanzó su mejor ranking ATP y fue galardonado como deportista del año en República Dominicana, todo en un mismo año (2014). Pero no todo estaba dicho. En Quito, octavo preclasificado y contra todos los pronósticos y favoritismos, derrotó en la final al primer sembrado Feliciano Lopez (14°) 6/2 6/7 7/6, para ser por lejos el mejor tenista de la historia de su país.

Nació en Santiago de los Caballeros, República Dominicana, país casi sin historia tenística. El béisbol es el deporte número uno de los dominicanos pero Victor se decidió por el "deporte blanco". Desde los ocho años fue "ball boy" en un club cercano a su casa, donde golpeó sus primeras pelotitas amarillas. Su recorrido hasta ser jugador profesional fue largo. Sin buenos resultados como junior (360° ITF), desde los 18 años Estrella trabajó como profesor de tenis y recién a los 20 años disputó su primer torneo profesional, un Future en Santo Domingo, sin suerte. Meses después (2001) debutó en Copa Davis.

Hizo historia

"Con 20 años no veía el tenis como una profesión. Entonces jamás pensé que podría jugar en Roland Garros o en Wimbledon", declaró el año pasado (2014). "Viti" ganó su primer partido ATP en 2002. Entre 2004 y 2005 disputó solo un Future, aunque nunca se perdió una serie de Copa Davis. En 2006 decidió mudarse a Miami (USA) para dedicarse por completo al tenis. Tenía 26 años, una edad considerada avanzada para intentar dar el salto de calidad y consolidarse como un jugador de Challengers y, porqué no, de Grand Slams. Ese año disputó cuatro finales de Futures (2-2). En 2007 debutó en un Challenger y ya comenzó a mechar torneos en ambas categorías.

Años de sacrificio, viajes y entrenamientos vieron sus frutos en 2011 cuando se coronó por primera vez campeón de un Challenger con 31 años, en Medellín (COlombia). Ese triunfo y otros buenos resultados en la categoría le permitieron ingresar al Top200 en 2012. Todo indicaba que el Top100 llegaría en no mucho tiempo, pero una lesión en el codo frenó su ascenso: ocho meses fuera de las pistas. Todo era cuesta arriba para un luchador del circuito. El futuro era incierto... "Pasé ochos meses parado, incluso pensé en la retirada, pero volví más entero, más maduro, más dispuesto. Con más ganas", recuerda Victor sobre aquel duro momento de su carrera.
Mejor tarde que nunca

Pero lo mejor estaba por venir. Como los vinos: mientras más viejo, mejor. En 2013 ganó dos Challengers. El Top100 estaba más cerca que nunca. En 2014, tras coronarse en el Challenger de Salinas (Ecuador), su cuarto de la categoría, el momento tan ansiado llegó. Victor Estrella Burgos era el primer dominicano Top100. Su ranking esa semana era 99°. Ese lugar en el escalafón le permitió disputar Roland Garros y Wimbledon, además de varios torneos ATP menores. "Es la primera vez que participo con un sponsor en un torneo y la primera vez que consigo ahorrar dinero", comentaba tras su primer gran año. A los 33 años estaba en el mejor momento de su carrera. A cada torneo ATP que acudía, algún récord rompía por su incursión en el circuito principal de la ATP con 33 años. Y todo ese camino lo coronó con el título en el ATP250 Quito. La frutilla del postre.

Feliciano Lopez (14° )dejó una muy buena imagen en su estadía en Ecuador. Alcanzó su tercera final en arcilla (0-3), una superficie en la que aun no pudo ganar un título ATP y que a los 32 años sigue con el nivel demostrado en 2014. ¿Tocará el Top10 en 2015? Gulbis (13°) y Tsonga (12°) no están en su mejor momento tenístico y pareciera que los superará en el ranking. El principal escollo para ingresar al selecto grupo de los diez mejores del mundo es Grigor Dimitrov (11°). "Feli" llegó a su 12° final ATP (4-8) y superó la barrera de los 7000 aces en su carrera, décimo en la historia y tercero en actividad (Karlovic y Federer).
Créelo "Viti", el campeón sos vos

“Para mí significa mucho. Creo que estar en el libro de los récords del tenis, sin duda, es muy importante. Al igual que el año pasado en el US Open, cuando fui el más viejo en debutar, ahora pasa que soy el más viejo en ganar un título ATP. Estoy haciendo historia para mí, para mi país y para el tenis en todo el mundo. Creo que la edad es solamente un número”, un Victor Estrella feliz por su recorrido en el circuito, por su país y por derribar el mito de la veteranía en el tenis, más aun habiendo empezado tan tarde a rozarse con los mejores del mundo.

También tuvo palabras para recordar a sus ídolos de siempre. Mira al futuro y aun tiene deseos por cumplir. Uno de ellos es instalarse en el Top50 en el corto plazo y el otro lo cuenta él: "Admiraba a Andre Agassi, a Pete Sampras, a John McEnroe en tiempos atrás, pero toda mi vida he admirado y sigo admirando a Roger Federer. Para mi es el maestro de los maestros y algún día espero jugar un partido contra él". Un ejemplo para los jóvenes que abandonan el deporte antes de tiempo y que "cortan" una carrera que puede llegar a ser exitosa, solo porque los resultados no llegaron en sus primeros años de intentar ser profesional.

Daniel Vitale Pizarro

02 febrero 2015

Su segunda casa


Cualquier epígrafe está de más

Novak Djokovic sigue marcando el camino del circuito ATP. Número uno del mundo en tres de las últimas cuatro temporadas y el mejor del Australian Open por quinta vez en su carrera, el serbio a sus 27 años no afloja y se aferra a la cima del ranking mundial con 3840 puntos más que Federer (2°). Un campeón con todas las letras, capaz de hacerle frente a Federer y Nadal, de ganarles y de amenazarlos con proezas que ellos, dos de los más grandes de la historia, quizá nunca alcanzarán. Padre de Stefan (tres meses) y casado con Jelena hace siete meses, "Nole" es un tipo íntegro, de buen humor, feliz y con hambre de más. De mucho más, en el deporte que lo hizo conocido, popular y querido.

El nivel de la final fue de mayor a menor. Un primer set antológico, para guardar y volver a ver fue 7/6 para Djokovic por la ineficacia de Murray para cerrar el parcial. El británico estuvo 5-2 en el tiebreak y falló una volea sencilla en el 5-5. Set para Novak. El segundo fue similar, pero "Andrés" pudo concretar las oportunidades que tuvo y se lo llevó 7/6. El tercero fue el más raro. Andy comenzó 2-0 pero "Nole" recuperó el quiebre. El escocés sacó 3-4 y ese fue el principio del fin para él. Dos errores y una doble falta sentenciaron el set, la confianza y casi el partido. A partir de allí fue todo para el serbio. Atrás las dudas y dolores, rebosante de confianza desplegó el nivel del primer set pero a esta altura del partido ya no tuvo resistencia del otro lado de la red y fue 7/6 6/7 6/3 6/0.

Los ball boys no quieren perderse la foto con el campeón

En el medio del partido pasó de todo. Aparentes fatigas de ambos, golpes desarticulados del serbio (hasta llegó a caerse tras un peloteo intenso), pedido de "trainer" y muestras de "calambres", cosas que no mermaron el rendimiento de los dos. Muchos vaivenes físicos, emocionales y tenísticos, todos en un mismo partido que se llevó el que mejor administró sus mejores momentos y aprovechó las pocas chances que dio cada uno. Una vez más, como en las finales del 2011 y 2013 en este escenario, el triunfo fue para la misma persona. Una nueva y dura derrota en Melbourne para Murray, eterno aspirante al título aquí (0-4 en oportunidades para levantar el trofeo oceánico), que se "ganó" su vuelta al número cuatro del mundo.

Algunas fotos de la Seguridad vs Manifestantes.

Durante el encuentro también sucedió un episodio extraño, similar al de la final de Roland Garros 2013. Manifestantes australianos colgaron banderas en una de las tribunas en forma de protesta y dos de ellos ingresaron al "Rod Laver Arena" con remeras y pancartas en alusión a Australia y su política de no ingreso a los refugiados. Exactamente el mensaje era: "Australia abierta para refugiados". Rápidamente fueron capturados y alejados del complejo. Los compañeros en las gradas también fueron escoltados fuera del predio, mientras los jugadores eran vallados por la seguridad del torneo para prevenir cualquier acercamiento peligroso, aunque en este caso no era el propósito de los intrusos tomar contacto con los protagonistas. Se pueden ver todas las fotos del ingreso de los manifestantes acá.

Así quedaron cercados los finalista luego de la irrupción de los manifestantes en la cancha.

Novak Djokovic y su huella en la historia. Se sumó a Connors, Agassi y Lendl con ocho Grand Slams obtenidos, solo superado por Federer (17), Nadal y Sampras (14) y Borg (11). El trofeo en el Australian Open significó su 49° título ATP en 71 finales disputadas y el quinto en Melbourne (el más ganador de la "Era Abierta" en ese Grand Slam), debajo de Roy Emerson que ganó seis trofeos en la "Era Amateur". En total acumula quince finales entre los cuatro torneos más importantes del tenis (8-7). El serbio se va metiendo en la historia grande, para ser protagonista y no un actor de reparto. ¡Y compartiendo "Era" con Roger y Rafa! Además, Djokovic logró ganar al menos un Grand Slam por año en las últimas cinco temporadas y por lo menos un título ATP desde 2006, diez años consecutivos.

Sonrisa en la cara y festejo con los suyos. El mejor del torneo expresó su alegría ante los más de 20,000 espectadores presentes: “Este título tiene un significado profundo. Un valor más intrínseco para mi vida porque ahora soy padre y esposo. Es el primer Grand Slam que gano en esta etapa de mi vida y me siento muy orgulloso. Me encanta estar aquí, haber ganado el octavo título de Grand Slam y ser mencionado en el grupo de élite entre leyendas de nuestro deporte es un gran privilegio. Va a servir de inspiración para el resto de la temporada”.

Puño y foto del equipo de trabajo pospartido. Objetivo cumplido

El paso del escocés por el certamen fue más positivo que negativo a pesar de la derrota. Recuperó el nivel perdido durante 2014, volvió al Top4 y llegó a una nueva final de Grand Slam. En el debe quedará el título australiano que se le negó una vez más (0-4 en definiciones por el campeonato) y ese puñado de puntos que inclinaron la balanza para el serbio. Distinto al Murray versión 2014, deberá seguir en esta senda durante 2015 si no quiere abultar su calendario en las últimas semanas de la temporada como le sucedió el año pasado, desesperado por conseguir puntos para no quedar afuera del Masters, torneo que lo tiene desde 2008 en sus filas (salvo ausencia por lesión en 2013).

El nueve veces finalista de Grand Slam (2-7) tuvo sentimientos encontrados tras su cuarta frustración en Australia, pero no todo fue negativo: “El tercer set fue frustrante porque me distraje cuando él se cayó al suelo después de un par de golpes. Parecía que tenía calambres. Si fueron calambres, es difícil recuperarse y jugar tan bien como lo hizo al final. Estoy frustrado por dejar que eso me afectara". Abatido, Murray rescató lo positivo de jugar los siete partidos: “Estoy jugando y moviéndome muy bien. psicológicamente me siento fuerte, tengo más confianza. Estuve muy tranquilo antes de los partidos. Mentalmente me sentí mejor que al final de la temporada pasada. Veo muchos aspectos positivos".

Daniel Vitale Pizarro